Capítulo: #1
La sabana se deslizó en el borde de la cama, permitiéndome ver una buena porción de la piel blanca y tersa de Silvia, su pierna izquierda, puesta despreocupadamente sobre la pelvis de Gerard, cubriendo con atrevimiento su desnudez, bajé la mirada, sentía deseos de matarla allí mismo, y lo único en lo que podía pensar era en las palabras de Gee "es solo una diversión, es cuento de una noche", esas palabras fueron dichas hace tres meses ya, ¿y en donde estaba esa diversion ahora?, viviendo en casa de Gee, como su prometida, como su mujer, ¡Como su amante!, y yo, ¿donde demonios quedaba en la vida de Gerard?, solo el desfogue de su homosexualidad reprimida.
Trataba de ser amable con ella, de no darle importancia a esta simple Argentina que Gerard se cruzó en el hotel en Buenos Aires
- ¿Puedo tomarme una foto con vos? -
Su voz firme, tan segura de si misma, pero a la vez tan frágil e insegura cautivaron la atención de Gerard
- ¡Yes, sure! -
Los veia intercambiar palabras en ingles y español, ¿Cómo demonios entendía uno lo que el otro decía?, en ese momento no me dí cuenta, no lo noté, pero el amor no habla ningun lenguaje especifico.
Esa noche estuvieron juntos en el hotel, ha de ser una experta en la cama, para haber dejado a Gerard tan idiotizado, un mes después, ella estaba llegando al aeropuerto de "La Guardia", Don fue por ella, se debia ver muy gracioso sosteniendo el letrero que Gerard pintó cual obra de arte, solo con las palabras "Silvia Reymonte", un mes de ingles intensivo y la muy perra lo habla ahora con fluidez, lo que me faltaba, aparte de ser gata es inteligente.
Ahora Gerard se la pasa balbuceando palabras en español, tonterias que ella le enceña, "peti" me dice, - ¿what the hell does that mean?- se rie, y con su carita de compasión y burla me dice "is Mmm like midget, someone who is very short", esas son las clases de idioteces que ella le enceña, a burlarse de mi, claro, lo sabe soy su mayor competencía, su peor enemigo, esa desgraciada merece una lección, de mí, Silvia, no se va a burlar más.
Salí de la habitación despacio, lo último que deseaba es que se dieran cuenta que estuve allí, bajé hasta la cocina, busqué algo para comer, todo lo que sabe rico tenia carne, ¡Animales que comen animales! que patéticos, como un idiota desconecté el refrigerador "que se les dañe los alimentos, no me importa", ahora me estaba portando como un niño que no sabe dar la guerra, debe haber algo que los separe definitivamente, algo que Gerard no pueda perdonar, ¿pero qué?
Me senté en la sala, esperando que mi hombre saliera de las garras de ese súcubo, y bajara a darme un beso, aunque sea con el asqueroso sabor de ella... Mmm y si, no sabe tan mal... ¡Claro! eso es.... soy un Genio... ¡Frank eres un genio! Gerard jamás le perdonaria una traición, y más conmigo... desde hoy empieza el plan oficial, me voy a meter con esa perra en la cama y Gerard se va a enterar.
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