lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #1

Capítulo: #1

Como llegué a esto?, no puedo recordar, solo...pasó.

Podía ver la humedad en el techo, mi vista nublada por mis ojos entre abiertos, mis manos... entre sus cabellos. Todo el vello de mi cuerpo se había erizado en tres segundos, a mi voz se la había tragado mi alma y mis movimientos ya no dependían de mi voluntad, sino de mi deseo.

La imagen del techo desapareció, ahora podía ver tus ojos, verdes, sobre los míos, el aliento a miel de tu boca me estaba volviendo loco, jamás dejaste de tocarme.

-Tengo que irme-me susurraste con el llanto guardado-

Miré en tus ojos como si viera lo mas hermoso del mundo.

-De acuerdo-contesté en el mismo tono-

Me miraste y me besaste con pasión, suspiraste una vez sobre mi con ojos cerrados y dijiste: “adiós”. Bajaste de la cama, tomaste tu campera y saliste del apartamento sin volver a mirarme. Me dejaste ahí, sobre la cama queriendo mas de ti, pero tenías que irte, tenias que ir con ella.


*****


Ya era viernes, el teléfono sonaba, pero mis ojos no querían abrirse todavía. Levanté el tubo y lo puse en mi oreja.

-Te extraño-

Eras tu, me hablaban tus palabras con agonía.

-Te necesito Gerard-

Dijiste mi nombre, un escalofrió recorrió mi cuerpo, sabes que me provoca.

-Donde estas?-pregunté algo dormido-
-No puedo verte ahora, no puedo...-suspiraste-solo...necesitaba escucharte-

Detuviste mi corazón, ¿como puedes ser tan dulce? ¿cómo puedes?.

-Entiendo...entonces, nos veremos a la noche-
-Si...-suspiraste-adiós...-

Escuché sonidos, mi hermano había llegado.

-Gee!-gritó abriendo la puerta de mi habitación-

Vino con su novia, que entró después de él.

-Alicia y yo vamos a llevar los instrumentos que faltan al bar, vienes?-

Me senté en la cama con dificultad.

-Hola Alicia-la saludé-
-Hola-me contestó-
-Si, en un momento voy, necesito cambiarme-dije levantándome de la cama-

Ambos se fueron. Entré a la ducha ya despierto, necesitaba una ducha.


*****


Estaba nervioso, eran las 8:50 de la noche, en diez empezaba el show y no legabas, ¿donde estas?.

-Ya esta casi todo el sonido listo-me dijo Ray trasladando las ultimas cosas-

Te vi, entraste lentamente, con ella de la mano. Te acercaste a mi.

-Ya esta todo?-me preguntaste mirándome a los ojos-
-Si-contesté mientras me dabas un simple beso en la mejilla-
-Hola Gerard!-saludó ella muy simpática como siempre-
-Hola Jamía-contesté-como has estado?-
-Bien-sonrió ella-
-Debemos irnos amor-le dijiste dándole un beso-
-Los veo desde abajo-nos sonrió ella con ternura, siempre fue muy dulce-

Caminamos juntos hasta los pequeños camarines. No hablaste, me dolías.

Salimos al escenario, la gente gritaba, una vez más, tu a mi lado, una vez mas. Tomé el micrófono entre mis manos con tanta delicadeza que sentí tu piel en él, me ahogas. Comencé a cantar, que mas podía hacer?.

Pasó el tiempo, en nuestros cuerpos aumentaba la temperatura, empezábamos a sudar, me miraste, una gota de sudor calló en tu boca deliciosa, así, como deseaba caer yo también.


*****


La noche había terminado, nos encontrábamos todos dando vueltas en el bar, tomando, viviendo. Ahí estabas, junto a ella, porque me torturas?. Me fui, me senté en la barra y pedí una bebida. mis ojos se cerraron lentamente, eras tu, tu respiración sobre mi nuca, tus labios rozaban tiernamente mi cuello.

-Perdóname-susurraste-

No pude hablar, me atrapaste. Tus dientes amagaron atrapar mi piel, me excitas, y lo sabes, y te encanta.

-Frankie...-suspiré tu nombre en silencio-
-Mmm?-murmuraste rodeando mis hombros con un brazo para disimular-

Te sentaste a mi lado y me miraste muy profundamente. Te miré, no podía dejar de hacerlo, eres irresistible.

-Nos vamos Frank-ella interrumpió-

Tardaste en contestar, y te levantaste, me saludas, te vas. Me dejas, de nuevo.


*****


Me acuesto en mi cama esta noche, y no dejo de pensar. Todo aquel que tuvo un amor parecido a éste, sabe lo que estoy diciendo, solo puedo imaginarte conmigo haciendo las cosas que quiero, ya te extraño.

Soy adicto a tu cuerpo, y esta noche, necesito una sobredosis de tus besos.

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