viernes, 27 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #14

Capítulo: #14

“Sin mirar atrás” 

Algunas personas solo conocen su potencial cuando son enfrentadas a la adversidad.

En el enorme espejo del baño de la habitación de Gerard Way, dos gotas de sangre resbalaban hacía el borde, dos rojas y espesas gotas. Noe veía como avanzaban cada vez más lento, sus ojos estaban empañados, pero más lo estaba su corazón…

¡RABIA MALDITA RABIA AL COMPRENDER QUE NADIE TE AMA!

Miró su brazo derecho, las cortadas aun estaban abiertas, la sangre aun se escapaba, apretó los labios con fuerza, imaginándose como un peón en un juego de ajedrez el cual Frank y Gerard jugaban entre risas y sexo

“Instantes, es lo único que te puedo dar”

“Te amo a ti Noe Kranz”

¿Cuál era el objetivo? ¿Ver quién gana, quién destruye primero al pobre chico?

Noe resopló lleno de ira contra él mismo, había caído en un juego cruel, y lo había hecho con su alma desnuda. Miró nuevamente su reflejo en el espejo, no podía reconocerse, de esa triste inocencia no quedaba nada.

Tomó una buena cantidad de papel higiénico, cubrió la cortada que se había hecho en el brazo, tomó un poco más, empapándolo en agua para limpiar el espejo, esperó lo suficiente para que Gerard se quedara dormido, y no notara su ausencia.

Frank Iero se despertó por los insistentes golpes en su puerta, abrió para sorprenderse con la actitud de Noe, no lo saludó, no le preguntó si podía pasar, el chico tan solo empujó la puerta e ingreso a la habitación

- Eh, ni un “buenas noches Frank” –

- No vine a hablar – Noe se sentó en el borde de la cama, sonriéndole a Frank

- O.k, ¿A qué viniste? – Frank cerró la puerta avanzando hacía el chico

- Vine porque tengo unas inmensas ganas de cogerte –

Los ojos de Frank se abrieron por completo, no reconocía a la persona sentada en su cama, sonrió por las palabras, sí Noe estaba allí pidiendo sexo, era porque Gerard no lo estaba complaciendo tan bien como lo suponía.

- No te quedes ahí parado Iero, acércate… Solo muerdo si me lo piden –

Entre risas Frank meneó su cabeza, al parecer la relación con Gerard le hacía un poco de bien a Noe, al menos parecía mucho más maduro sexualmente. Frank avanzó, parándose frente a Noe, comenzó a desatar su pantalón

- No, no… - Noe lo detuvo, sosteniendo con firmeza las tatuadas manos – Lo que quiero es que tú me lo mames, hasta dejarme completamente duro – Lamió violentamente sus labios, girando un poco su cabeza, buscando ver el trasero de Frank – Para después romperte la delicia de culo que tienes –

Frank no sabía a ciencia cierta si era por la abstención, por lo lascivo que estaba Noe, o la sorpresa de oírlo hablar así, pero en ese momento estaba completamente excitado, se arrodilló sonriente frente a Noe, desatando el pantalón de chico

- Qué vulgar estás… Sí tus padres te oyeran en este momento… -

- Cállate y empieza antes que me arrepienta –

Las piernas de Noe estaban estiradas, apenas si apoyaba sus glúteos sobre el borde de la cama, Frank, arrodillado, con su cabeza sobre la pelvis del chico, se valía de cada secreto conocido para darle extremo placer en cada mamada, no se detenía, sus labios, su lengua, sus manos tenían un solo propósito, acariciar el delicado miembro de Noe, hacer que la sangre comenzara su violento recorrido por cada vaso, cada vena, hasta sentirlo endurecerse en su boca, hasta obligarlo a no aguantar más el deseo de penetrar.

Noe sostenía la cabeza de Frank con ambas manos, lo hacía pesadamente, sin darle espacio para respirar, cada movimiento de Frank sobre su cuerpo lo acercaban más a ese lugar al que quería llegar, sus piernas cosquilleaban, su propio interior estaba gritando por más, hasta que se sintió completamente erecto. Haló hacía afuera el rostro de Frank tomándolo del cabello, mirando con profundidad los ojos del guitarrista

- ¡Eres demasiado bueno en esto! – Su mirada estaba tan llena de sexualidad que Frank casi se cae intentando levantarse del suelo – Gerard tiene razón – Comentó mientras se levantaba de la cama – Como guitarrista eres mediocre, pero como amante eres el mejor –

Frank se quedó de pie, procesando lo que Noe acababa de decirle, estaba confundido, quería terminar lo que había empezado, pero también quería que Noe le explicara lo que acababa de decir, desafortunadamente el chico no le dio tiempo de nada, ajustó como pudo sus pantalones sobre la enorme erección que tenía, y le sonrió de manera condescendiente a Frank

- Gracias, estuvo bueno… pero prefiero terminar con Gerard, sus redondas y blancas nalgas son más excitantes que las tuyas –

Frank se quedó atónito, viendo a Noe salir apurado de su habitación, tan solo logró sentarse sobre la cama, repasando una y otra vez lo que acababa de ocurrir, estaba consternado por la actitud de Noe, pero aun más por sus palabras “guitarrista mediocre” Eso no es algo que jamás saldría de los labios de Gerard ¿O sí? Sacudió su cabeza, como si tal acción le borrara esas palabras de su recuerdo.


Cabe anotar que esa noche Frank Iero no pudo dormir.


Con el mismo cuidado con que abrió la puerta de la habitación, Noe la cerró, siempre pendiente de no despertar a Gerard, levantó las mantas que lo arropaban, sonriendo plenamente agradecido de su suerte, el vocalista dormía bocabajo en la cama.

Cuidando cada movimiento, haciéndolos lo más imperceptibles posibles, le bajó el pantalón del pijama y la ropa interior hasta las rodillas, quería encender la luz para ver mejor el cuerpo desprotegido de Gerard, pero sabía que eso podría despertarlo antes de tiempo, solo le quedó imaginarse cómo se vería su trasero desnudo.

Desató sus propios pantalones, ya estaba sintiendo dolor por su erección, se arrodilló cuidadosamente sobre la cama, rodeando su pene entre su mano, acariciándose insistentemente, acercó su pelvis a las nalgas de Gerard, tomando un profundo respiro, un segundo duró en su mente el pensamiento de la posible reacción de Gerard, ¿Se sentiría violado? ¿Invadido? ¿Desprotegido, ultrajado… utilizado?

Sonrió nuevamente pensando que de seguro Gerard sentiría todo lo anterior, ¿Debía él tener consideración con el vocalista?

¿Tuvo Gerard consideración con él?

No es lo mismo vulnerar el cuerpo que el alma, las heridas que no se ven tardan mucho más en sanar, y Noel Duncan estaba herido

Pensó llenar de saliva sus dedos y llevarlos dentro del vocalista para que no fuese tan dolorosa la penetración… pero no, Gerard no utilizó novocaína para romperle el corazón.

Exhaló, su corazón latía a millón, tenía temor, rabia, pero sobre todo un enorme deseo de venganza, sin pensarlo más, Noel Duncan se abalanzó con fuerza sobre el cuerpo de Gerard, acomodando su brazo derecho sobre la espalda del vocalista para evitarle movimiento alguno, y con su mano izquierda se ayudó a sí mismo a encaminarse hasta el desprevenido trasero de su víctima, un súbito arrebato de violencia se apoderó de él…

Ignoró el ahogado grito de Gerard

Hizo caso omiso de las protestas e insultos proferidos por el vocalista

Saboreó plenamente la victoria de esta pequeña batalla, al sentir la piel de Gerard desgarrarse un poco por la brutalidad de sus movimiento, la sangre que ese cuerpo emanaba parecía lavarle un poco las lágrimas que minutos antes derramó en el baño, los movimientos de resistencia de Gerard tan solo lograban que sus embestidas fuesen más agresivas cada vez.

Noel Duncan explotó entre la lastimada cavidad de Gerard, saliendo por fin de él, haciéndose a un lado en la cama, siempre viendo el rostro del vocalista que lo miraba completamente iracundo.

Gerard sintió el dolor en su cuerpo, pero no se comparaba con la intensidad de ira acumulada en su interior, sin pensarlo, se abalanzó sobre Noe, empujándolo con fuerza fuera de la cama, haciéndolo caer de espalda al piso, y saltando luego sobre él, empuñó sus manos, y con suficiente fuerza le asestó el primer golpe justo en medio de la cara
Noe sonreía, no le importaba que su rostro estuviese siendo molido a golpes, cada impacto era solo una seña que Gerard se sentía ultrajado, y eso era una ganancia.

- ¡Deja de reírte maldito imbécil! – Gerard acercó su rostro, gritándole en la ensangrentada cara al chico - ¡¿Qué demonios te pasa, por qué me violentaste así?!… ¡Maldito hijo de perra! –

- Porque te amo más que a mi vida Gerard Way, y no soportaba un segundo más sin tenerte – Apenas si pudo hablar entre la sangre que emanaba profusamente de su boca

Gerard se levantó, acomodando su ropa, sentándose en la cama, hundiendo su cabeza entre las manos

- Estás mal Noe, estás muy mal –

Se tomó un par de minutos para tratar de comprender lo que había pasado, pero solo lograba contener un poco el deseo de regresar sobre Noe y matarlo a golpes

- Lo hice por amor – Noe se acercó de rodillas frente a Gerard, su rostro estaba prácticamente deshecho, apenas si se podían distinguir sus facciones – No me odies, por favor – Su voz se quebraba más en cada palabra, y arriesgándose a recibir más golpes, acomodó su rostro sobre las piernas de Gerard – Perdóname mi amor –

La sangre que emanaba el rostro de Noe se perdía entre el pijama de Gerard, no sabía qué hacer, el vocalista simplemente se culpó a sí mismo por el incidente, pensó erróneamente que Noe había actuado de esa forma porque se había cansado de esperar a qué él diera el primer paso, y de hecho creyó que Noe había actuado por amor. Acomodó sus manos sobre la cabeza de Noe, acariciándolo tiernamente

- Debes ir a la enfermería del hotel, que te revisen el rostro –

- No… no hay nada fracturado, lo sé… es solo sangre, y puedo ir al baño y ponerme muchas band-aids… tu si deberías ir a la enfermería – Cambió el tono de su voz, fingiendo profunda preocupación – Creo que te desgarré –

- No… no puedo ir, todo el mundo se enteraría, y créeme no quiero que el Daily Mail se haga un festín conmigo – Sonrió en medio de su abatimiento

Noe se levantó, retirando la sangre de sus ojos para poder ver bien el camino al baño, sacó el papel, las toallas y el pequeño kit de primeros auxilios, lavó su rostro y regresó al lado de Gerard

- Quítate la ropa, déjame revisarte –

Gerard meneó la cabeza, huyendo de la mirada del chico

- Lo último que quiero ahora, es que me tengas desnudo y a tu merced otra vez –

- Por favor, tengo que revisarte… puedes tener una hemorragia –

- ¡Dije que no! – Gerard elevó el tono de su voz, estirando su brazo señaló la puerta - ¡Quiero que te vayas a tu habitación, déjame solo! –

Noel cruzó la habitación sin mirar atrás, una vez en el pasillo del hotel, su rostro se volvió a adornar con una enorme sonrisa, le dolía cada músculo de su cara, pero en su corazón el dolor había empezado a disminuir, sabía que esa noche dormiría plácidamente, el primer paso estaba dado, Frank confundido y Gerard ultrajado.

Se sentía tan malditamente bien ser ahora el jugador que movía las fichas a su antojo, y se sorprendió de sí mismo, no tenía ni el más mínimo ápice de remordimiento en su conciencia, ese juego se veía demasiado fácil de ganar.

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