lunes, 30 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #23

Capítulo: #23


“Un maldito cobarde” 

La luz que entraba por la ventana iluminó bellamente los ojos de Frank, haciendo que el verde y ocre resaltaran aun más, Gerard suspiró al fijar su mirada en Frank, mordió un poco su labio inferior, lo amaba tanto, y cada segundo ese amor se fortalecía y más cuando los labios de Iero buscaban con desespero el contacto con su piel, cuando esas manos tatuadas parecían no despegarse de su cuerpo, cada que Frank suspiraba lleno de sentimiento y mirándolo con total honestidad le repetía una y mil veces “Te amo Gerard”

- Noe me dejó pensando – Apenas pronunció entre los besos que Frank, recostado sobre él, no dejaba de darle – Yo sé que esto lo hemos hablado mucho, pero me dijo algo que me quedó rondando en la cabeza –

- ¿Qué cosa? – Frank acomodó sus manos sobre el pecho de Gerard, levantando un poco el rostro para verlo mejor

- Que los dos estábamos desperdiciando nuestra vida, sin estar por completo juntos, y que cuando nos demos cuenta, será demasiado tarde –

Moviéndose con cuidado Frank se sentó en la cama, sin dejar de ver a Gerard que continuaba recostado

- Ya es demasiado tarde –

Bajó la cabeza, halando las sabanas para cubrirse

- ¿Por qué lo dices? No creo que sea así –

- Gerard, llevamos muchos años en esto… todas las veces que lo hemos discutido llegamos a la misma conclusión, es mejor así –

- Si, ya sé Frank, lo sé – Se incorporó en la cama, Gerard sonaba un poco molesto, tomó la otra esquina de la sabana con que Frank se cubría y se arropó con ella – Lo sé… pero quiero que lo hablemos de nuevo –

- ¿Para qué, por qué? –

Se quedaron en silencio unos momentos, Frank le exigía una respuesta a Gerard con la mirada, pero el vocalista se limitó a bajar la cabeza y a acariciar suavemente las manos de Iero

- Gerard, eres tu quien quiere hablar y callas… ¡Háblame! ¿por qué vuelves con lo mismo, por qué te dejas llenar la cabeza de dudas por lo que Noe te dice? –

- Porque… no sé, porque puede tener razón –

Inclinándose un poco, Frank besó por un largo rato la frente de Gerard

- Es que tengo miedo – Dijo por fin

- ¿De qué? –

- De perderte Frank… de que en verdad “sea demasiado tarde” –
Frank sonrió acariciando las mejillas de Gerard con ambas manos

- Jamás me vas a perder, yo te amo demasiado, y el hecho que esté casado no quiere decir que ella sea la persona más importante en mi vida –

Gerard meneó la cabeza, obligando a Frank a retirarle las manos del rostro

- No, miedo de ella no… miedo de Noe… que él llegue a ser la persona más importante en tu vida –

Frank comprendía el temor de Gerard, lo comprendía perfectamente porque era el mismo temor que él sentía, pero aun así no entendía el por qué retomar un asunto que ellos creían decidido

- ¿Y eso que tiene que ver con que tu yo estemos “exclusivamente” juntos? –

- ¡Todo! – Gerard abrió los ojos al responder

- No entiendo Gerard, no te entiendo –

- Cuando tu y yo decidimos cómo sería esto, planteamos que no importaba involucrarnos con más personas, que podríamos meternos en la cama con cuánta gente quisiéramos y es eso lo que nos tiene acá, hablando de nuevo… si tú fueras exclusivamente mí pareja, yo jamás te habría permitido meterte con Noe, y seguramente tampoco habrías aceptado que yo estuviera con él -

La indiferencia de Frank golpeó el alma de Gerard, el guitarrista simplemente se levantó de la cama, vistiéndose, y mirando largamente el reloj en la pared

- Deberías irte a tu habitación, tenemos muchas cosas que hacer –

Gerard se levantó también, envolviéndose una sabana alrededor de su cintura, rodeando la cama y parándose firme frente a Frank

- Que cobarde eres… ¡No puedo creer que huyas de esta charla! –

- ¿¡No puedes creerlo!? – Frank agitó las manos en el aire, alejándose de Gerard, casi pegándose a la ventana - ¿Tú no puedes creer que yo huya de una charla? ¡No seas cínico Gerard! –

- No entiendo –

El vocalista se sentó de nuevo sobre la cama, “No entiendo” le dijo, pero si le entendía completamente

- ¿Durante cuántos años tú huiste de “esta” charla? Ah! Dime Gerard –

- Sabes que no estaba bien, que primero estuve muy ebrio para enfrentar la vida, y después tuve miedo de equivocarme… -

- Siempre encuentras la excusa perfecta – Frank avanzó hasta sentarse junto a él – No quiero regresar al pasado, ni a esos días de dudas y temor – Dejó caer su frente sobre el brazo de Gerard - ¿Qué es lo que quieres? dime, porque yo no entiendo a que viene todo esto –

Mecánicamente Gerard rodeó a Frank con su brazo, hablando suavemente

- No lo sé… ahora estoy más confundido que nunca –

Frank se desprendió de él, acomodándose en medio de la cama, Gerard giró su cuerpo acomodándose mejor

- Quieres que hablemos, pero no sabes que quieres… así no lograremos nada Gerard –

- ¿La dejarías y a Noe, los enviarías al infierno si te lo pidiera? –

- ¿Me lo estás pidiendo? –

Gerard no advirtió el extraño brillo que se desprendía de los ojos de Frank cuando le respondió con otra pregunta, el vocalista había bajado la mirada, mirando sin ver las sabanas de la cama

- Es una pregunta hipotética –

- Hipotéticamente, te respondo – Frank bajó el rostro un tanto decepcionado – Si yo mando todo al infierno por ti, ¿Harías lo mismo? –

- Hipotéticamente, si –

Frank meneó negativamente su cabeza, decepcionado de sí mismo, de Gerard, de la cobardía de ambos, odiándose por caer otra vez en las redes del miedo al futuro, del miedo a ser feliz

- Toda nuestra vida se basa en supuestos… Gerard, te amo mucho, pero en este preciso momento no quiero verte más, porque te estoy odiando un poco, por traerme recuerdos y por demostrarme una vez más que eres un cobarde –

El vocalista comenzó a reír, entró al baño sacando de allí su ropa mojada, vistiéndose como pudo, sin dejar de reír, meneando la cabeza por momentos, mirando a Frank para reírse con más ganas

- ¿¡Yo te demostré que soy un cobarde!? – Se acercó a Frank, apoyando la rodilla sobre la cama – Tu eres un cobarde también –

- No, yo … -

- ¿Tú qué, no eres igual de cobarde que yo? A ver Frank, pídemelo, dime que la deje, júrame que estarás solo conmigo y llamo a un abogado para que empiece el trámite de divorcio –

El corazón de Frank latía impetuosamente, no podía pestañear, se levantó de la cama, caminando por la habitación de un lado a otro, cruzado de brazos

- No empieces algo que no podrás terminar… solo me lo dices para comprobar lo que piensas, no hagas esto Gerard, tu no lo harás, lo sé, aunque te lo suplique, ya me arrodillé antes, con lagrimas en los ojos… ya te lo he suplicado mucho… no vuelvas con lo mismo –

Era un manojo de nervios, sentía que la posibilidad estaba frente a él, extendiéndole la mano, eso que deseaba desde hace tantos años, pero a la vez moría de terror al pensar que esta vez Gerard hablara en serio, y solo podía pensar en el daño que le causaría a Jamia, y en ese amor insano que sentía ahora por Noe, ¿Pero valían más el dolor de Jamia y los instantes que pudiese compartir con Noe, que el poder tener a Gerard solo para él, y llamarse completamente suyo?

- Estoy esperando Frank –

Gerard habló calmadamente, comenzaba a temblar por el frío de sus ropas mojadas, sentía que su pecho explotaría en cualquier segundo, y tan solo ansiaba que Frank fuese más valiente que él, y de una buena vez le dijera las palabras que tanto deseaba oír

- Deja de caminar en círculos… ¡Háblame! –

Detuvo su andar, parándose justo frente a Gerard, respirando profundamente

- Pídemelo tú a mi –

Mordiendo sus labios, Gerard volvió a reír de nuevo, con una profunda risa llena de amargura y desilusión, llena de odio hacía ambos

- Tienes razón, es mejor que me aleje, yo también te amo mucho, pero te estoy odiando en este momento –

Dio media vuelta, encaminándose a la puerta de salida, Frank apretó con fuerza sus puños, tragándose las ganas de llorar

- Siempre me haces lo mismo, eres un maldito… ¡Un maldito cobarde! –

Gerard acomodó su mano sobre el picaporte, inclinando un poco el rostro habló sin mirar a Frank

- Tienes cinco segundos para pedirlo, si abro la puerta y salgo de esta habitación, te juro que no te permitiré tocar este tema otra vez, me duele mucho Frank, tú me dueles mucho –

- Fuiste tú quien trajo el tema… tú removiste todo ese dolor que creí haber enterrado y olvidado –

- Tres segundos Frank –

En silencio Gerard cerró la puerta tras de él, controlando las nauseas que apenas aparecían, creyó que el pasillo del hotel se lo iba a tragar, caminó con dificultad sosteniéndose de las paredes, alcanzando tan solo a llegar hasta la puerta de la habitación de Noe, golpeando con la poca fuerza que tenía.

El chico abrió, imprimiendo fuerza en sus pies para no caer cuando Gerard sin más se lanzó sobre él, dejándole todo el peso del cuerpo sobre sus brazos

- Tienes razón… Noe tienes razón, y yo solo puedo amarlo, pero soy un maldito cobarde… lo odio, lo amo… tienes razón –

Noe cerró la puerta, deslizándose con Gerard hasta el piso, sintió pena por él, en su tono de voz pudo notar que estaba completamente desmoronado, tan solo optó por acariciar el cabello del vocalista, preguntándole una y otra vez qué le pasaba, pero Gerard tan solo meneaba su cabeza repitiendo entre sollozos “soy un cobarde, Frank es un cobarde”

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