miércoles, 25 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #6

Capítulo: #6

“Sí, estás enamorado” 

Noe se quedó de pie, de espalda a la puerta, observando los frenéticos movimientos de Frank, cerró la cortina, revisó su celular, entró al baño, saliendo al instante con unos condones en su mano, los arrojó sobre la mesita de noche, revisó de nuevo su celular apagándolo después, todo aquello sin dignarse a mirar a Noe ni por un segundo, pasando por su lado como si no existiera, asegurándose que la puerta estuviese bien cerrada, regresando, sentándose sobre la cama, golpeando repetidamente los talones sobre el piso, sacudió la cabeza con rapidez, deteniéndose para ver a Noe

- Quítate la ropa –

Se quedó viéndolo, Noe no se movió, Frank aspiró una enorme bocanada de aire y repitió la petición con un molesto tono de voz

- ¡Quítatela! –

- Frank, ¿estás bien? –

- No quiero hablar… ¿Vas a hacerlo o no? –

- Te escuché discutir con Gerard, ¿están enojados? –

Frank palmeó con fuerza sus manos sobre la cama, levantándose intempestivamente, acercándose a Noe, tomándolo con fuerza del cuello de su camisa

- ¡No te atrevas nunca a preguntarme por mi relación con Gerard! –

Lo soltó, retrocediendo, pasando con violencia las manos sobre su cabeza

- No es tu problema, es un asunto solamente mío, no permito ni que lo menciones –

- Lo siento… Frank estás muy alterado, es mejor que me vaya –

El guitarrista se largó a reír, sentándose nuevamente en la cama

- “Instantes, dame instantes de tu tiempo Frank, con eso soy feliz” Pero no, por lo que veo no es así – Se levantó de nuevo empujando a Noel contra la puerta - ¡Este el maldito instante que te doy, si no lo quieres lárgate, justo tras de ti está la puerta! –

Noe inclinó su cabeza, sin emitir sonido alguno comenzó a desnudarse, Frank regresó a la cama, sin perder de vista ningún movimiento del chico, el corazón del guitarrista latía impetuosamente debido a la mezcla de emociones del momento, estaba actuando como un completo animal, a pocos pasos de allí estaba la habitación del hombre que amaba, sentía asco de sí mismo reconociendo que eso era una traición, pero frente a él estaba quién le hacía perder la razón. Se quedó contemplando la desnudez de Noe, recorriendo con su mirada la nívea piel que cubría las apretadas y finas formas, su boca se inundó, sus manos temblaban ansiosas por el contacto, y su ser se conmovió por la belleza que tenía frente a él.

- Acércate –

Los pasos de Noel eran desesperantemente lentos, Frank no soportó la anticipación, levantándose de la cama, acelerando el encuentro, parándose frente al chico, acomodando las manos sobre la cadera de Noe, se estremeció al sentir la suavidad de su piel, cerró los ojos inclinando su cabeza, apretando entre los suyos los labios de Noe, aumentando el ritmo de su respiración cuando ambas lenguas se entrelazaron, danzando en la humedad de sus bocas, Frank deslizó sus manos sobre las nalgas de Noel, apretando suavemente, dándose la libertad de jugar con sus dedos entre la tibia cavidad que los firmes glúteos forman al unirse, Frank sintió que su corazón estaba conmovido, y eso no era buena señal, se alejó, parándose frente a la cama, dándole la espalda a Noel, que avanzó hasta abrazar a Frank desde atrás, suplicando en su oído

- No, por favor no me hagas lo mismo otra vez, no te detengas –

Frank llevó ambas manos a su abdomen, acomodándolas sobre las manos de Noe, meneando su cabeza, luchando con su interior, no quería dañar a Gerard, pero deseaba tanto poseer a ese chico, no solamente quería adueñarse de su cuerpo, también de su alma, y los besos de Noe en su cuello no le facilitaban el momento, Frank sentía que pronto reventaría, pensaba en Jamia, en Gerard en lo mucho que los amaba, y ahora también se estaba enamorando de ese maldito chico que había dejado de abrazarlo para pararse frente a él, despojándolo de su ropa, sentándose en la cama, tomando su miembro con ambas manos y llevándoselo a la boca, Frank se paralizó, los inexpertos labios de Noe se las arreglaron instintivamente para darle placer en cada mamada, Frank no pudo evitar sonreír al ver las arcadas que Noe trataba de disimular, tomó suavemente al chico de la cabeza, levantándosela un poco para que el ángulo de su cuello estuviese más recto, controlándole el mismo los movimientos que Noe hacía sobre su entrepierna para evitarle una arcada más, lastimosamente esta posición fue desfavorable para Frank que podía ver sin impedimento alguno los enamorados ojos de Noe, y sintió como sus propios ojos se comenzaban a humedecer, el placer sexual había pasado a un segundo plano, era ahora su alma la que gozaba plenamente con las caricias propinadas por Noe, en su mente la tortura comenzó “Estoy enamorado de él”, “¡No, no lo estoy!” Su rostro dibujó una leve expresión de pánico cuando escuchó la sentencia de su voz interior “Sí Frank, estás enamorado de Noel Duncan”

Sin pensarlo, empujó a Noel lejos de él, haciéndolo caer de espalda sobre la cama, retrocedió con dificultad porque sus pantalones aun estaban recogidos en sus tobillos, miró sin ver a su alrededor, cerrando los ojos terminó por quitarse la ropa, los abrió y sobre la cama permanecía Noe, mirándolo lleno de desconcierto

- Voltéate – Alcanzo a pedir Frank entre jadeos

Noel obedeció, recostándose boca abajo en medio de la cama, Frank se quedó de pie, respirando con dificultad

- No, así no, de rodillas –

De nuevo Noe accedió a la petición de Frank, sobó su rostro contra sus brazos para secar las lágrimas que se desprendían sin parar, contrario a lo que se pudiera pensar, esas lágrimas eran de felicidad, a Noe lo importaba la forma en que Frank se aproximara a él, mientras lo hiciera.

Arrodillándose también sobre la cama, Frank tomó entre sus manos el voluptuoso trasero de Noel, sin resistirse a la tentación de palmearlo con un poco de fuerza, decidió no pensar más, dejar de lado todos los pensamientos que le impedían disfrutar del momento, tomó uno de los condones de la mesita de noche, acomodándolo en su miembro, Noe contuvo la respiración al sentir la punta del pene de Frank rozar sus nalgas, pero nada más pasó, Frank había retrocedido, mortificado por el dolor de su excitación, pero más aun por su conciencia que le reclamaba la forma en que estaba tratando a Noe

- No, lo siento… no debe ser así tu primera vez… no debe ser tan cruel –

Noe se volteó tomando con fuerza el rostro de Frank entre sus manos

- ¡Maldito Iero! No me importa cómo demonios sea mi primera vez, en tanto sea contigo… ¿¡Qué parte de eso no comprendes!? –

Frank sonrió, empujando suavemente a Noel sobre la cama, recostándose a su lado, haciéndolo girar, pegando su pecho contra la espalda del chico, separando un poco sus piernas, deslizando primero sus dedos en el interior de Noe, llenando de besos la mejilla y el cuello del chico que había comenzado a temblar por la emoción, una vez Frank sintió que Noe estaba listo acercó su pelvis contra la cadera, y empezó a penetrarlo despacio, intentando controlar su propia excitación, quería aumentar el ritmo, quería hacerlo con más fuerza, pero decidió esperar un poco, disfrutar de la apretada cavidad de Noe, aspirar hasta la última molécula el aroma de esa piel, grabar en su cuerpo el recuerdo de esa primera sensación, estar dentro del cuerpo de ese chico que temblaba de placer, que lo estaba haciendo enloquecer.

Noel Duncan, por primera vez en su vida gimió pleno de placer, el dolor que sentía era blanco, un dolor bueno, un dolor placentero, apretó la funda de la almohada entre sus dedos, cerrando los ojos, dejándose dominar por las sensaciones de la fricción constante, profunda, fuerte, completamente satisfactoria, reprimiendo los deseos de gritar por el placer de cada embestida, sintiendo que el cuerpo de Frank estaba diseñado perfectamente para encajar en el suyo, muriendo de amor en cada beso que Frank le propinaba, descubriendo por fin que existía una razón para vivir.

Frank conocía perfectamente su cuerpo, y sentía que pronto alcanzaría el clímax, pero no quería llegar aun, aun no, no sin antes recorrer a plenitud el cuerpo inexplorado de Noe, se detuvo por unos instantes, girando a Noe en la cama, quedando ambos frente a frente, Frank deslizó las manos bajo las piernas del chico, alegrándose un poco por la flexibilidad de Noe ante una posición tan incómoda, se quedó mirando los castaños ojos que parecían negarse a parpadear, y de nuevo empezó a penetrarlo, esta vez con más fuerza que la anterior, cerrando los ojos, apretando los dientes, ahogando los gritos que querían escapar de su cuerpo.

Noe se quedó en la misma posición unos segundos después que Frank terminó, lo vio levantarse y arrojar el condón en el cesto de basura, y regresar a la cama, giró para ver el rostro de quién le había hecho conocer el cielo, perdiéndose en los cristalinos ojos de Frank

- Te amo – susurró

Frank sintió una inmensa alegría al escuchar esas dos palabras, pero más inmenso fue el pánico que se apoderó de él, estaba atado a mucho, no tenía tiempo, no podía darse el lujo de aferrarse a otra complicación más en su vida, si bien lo amaba, eso era Noel Duncan para él, una complicación.

- No vuelvas a decirlo, jamás – Se levantó de la cama, buscando su ropa – ¿Me escuchaste Noe? No quiero oírlo nunca más –

Se vistió, recogió la ropa de Noel de suelo y se la arrojó sobre la cama

- Vístete, tu “instante” de hoy ya terminó –

Se quedó de pie, esperando que Noel se arreglara, en tanto lo hizo quitó el seguro de la puerta, tomando con fuerza el brazo derecho del chico

- Nadie se puede enterar de esto, en especial Gerard –

- No te preocupes – Aseguró Noe sin verlo a la cara

- Y no vuelvas a decirme que me amas, o que me quieres, no quiero que me expreses ningún sentimiento, o de lo contrario no te vuelvo a tocar, jamás –

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