sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #12

Capítulo: #12

Ciudad sitiada.

Frank no tardó en darse cuenta que la vida en las calles, sin protección era una mierda, correr cada noche a un escondite diferente, huyendo de la policía, de las pandillas, de sí mismo, aprendió a robar rápidamente, algo tenía que hacer para comer, y sobre todo para mantener su vicio, había dejado de lado la marihuana, porque lo único que le hacía era producirle mas hambre de lo normal y dejarlo adormecido todo el día, así que su adicción por la cocaína aumentó, de vez en cuando iba al bar de Bob, a preguntarle por Gerard, y a visitar a Jacky, los muslos de esa mujer eran como un paraíso en medio del infierno, ella no le cobraba, es más, cuando podía le daba dinero y ropa, a pesar de lo curtido que estaba de la vida, Frank no perdía su inocente encanto, ese mismo que la enloquecía cada vez que tenían sexo.

La violencia aumentó al final del verano, las calles de New Jersey estaban plagadas de policías, en los lugares en los que no dominaban las pandillas, Frank no tenía lugar para "trabajar", no podía robar, no podía ir al bar, Bob lo había cerrado temporalmente hasta que las cosas en la ciudad se calmaran un poco, la droga escaseaba, y la poca que se lograba vender valía mas dinero de lo normal, Frank entró en franca desesperación, acudió a cuanto nido de vendedores conocía, no había nada, en ninguna esquina de la ciudad, la necesidad de consumir lo estaba matando, pensó inclusive en ir hasta la casa de Gerard, él sabía que Gee siempre tenía reservas, pero descartó esa idea "es capaz de sacarme a tiros" se quedó agazapado en un callejón, esperando que la necesidad se le pasara sola, como si eso fuera posible, un auto lujoso entró, el motor se apagó y un hombre de saco y corbata bajo de él, se sentó en una caja de madera, sacó de su bolsillo las llaves y una bolsa con coca, aspiró un poco, sin percatarse de la presencia de Frank, quien atraído por la droga salió de su escondite, parándose a una distancia prudente

- Hey, ¿puedes compartir un poco de eso conmigo?-

el tipo miró a Frank de arriba abajo, se levantó y camino hacia él, enseñando la bolsa con la coca

- ¿Quieres?-

Frank asintió, completamente feliz, se acercó un poco más a él, pero se detuvo en seco al verlo desabrocharse el pantalón y bajar su ropa interior hasta sus rodillas.

- Dame una buena mamada y te doy lo que queda en la bolsa-

Frank lo miró con asco, pero su necesidad era mas fuerte que su pudor, se arrodillo en el asfalto, cerró los ojos y empezó, trató de bloquear todo lo que pasaba en su mente, pensaba en mil cosas, no quería que se grabaran en su mente los gemidos de placer del tipo, Frank retiró su cabeza al sentir el golpe del semen en su garganta, se levantó sin ver al tipo a la cara, este extendió su mano con la bolsa de coca, Frank la tomo y regresó a su escondite, el auto salió del callejón, Frank aspiró una buena cantidad, sentir la coca bajar despacio del interior de su nariz hasta su garganta, le ayudó a quitarse el espeso gusto del semen que le había quedado, sus lagrimas comenzaron a brotar, guardó lo que quedaba de la coca entre una de sus medias, y se quedó allí, sumido en llanto, en un profundo odio hacia si mismo, esperando a que llegara el amanecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario