sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #13

Capítulo: #13

Dinero Fácil.

La 45 Av, era el lugar en donde los travestis y los chicos que se vendían deambulaban por la calle, exhibiendo sus mejores formas, con poses provocativas para que los hombres en busca de placer momentáneo los escogieran, Frank aprendió rápido el arte de la seducción, su padre una vez se lo dijo "no sé porque se te dificulta lo bueno, pero lo malo lo aprendes de una, si usaras ese potencial para estudiar...", ¿qué pensaría su padre de él si viviera?, "tal vez se habría vuelto a morir del dolor de verme así" 


Frank se apoyó en un poste de luz, unos jeans negros ceñidos, una camisa blanca de manga larga y una corbata roja completaban su imagen, había teñido su cabello de rubio a los lados y de negro en la parte de arriba de la cabeza, se dejó crecer un largo mechón de pelo que caía sugestivamente sobre sus enormes ojos verdes, los hombres enloquecían con esa visión era por demás decir, ¡Perfecto!, Como perfectas eran sus artimañas en la cama, sabía como complacer, entre mas placer mas dinero, entre mas dinero, mejor calidad de droga.

Frank veía los autos que pasaban por la avenida, cuando un modelo viejo, o un auto en mal estado se acercaba, él se retiraba de allí, no le gustaba regatear el precio, ya de por sí se sentía mal de hacer lo que hacía, por eso cuando el Rolls-Royce apareció en la avenida, Frank se paró bajo el poste de Luz, con una mano en su bolsillo delantero, la otra sobre el poste, arqueando sutilmente su espalda, para que sus caderas se vieran aun mas provocativas. 


El auto se detuvo justo frente a él, Frank avanzó despacio, apoyó sus manos sobre la puerta, inclinándose a medida que la ventanilla bajaba, su mirada se cruzó con esos centelleantes ojos verde oliva, que lo miraban entre incrédulos y decepcionados.

- Bob me lo dijo, y no le quise creer, pero es verdad, acá estas... ¿no hallaste nada mejor que hacer que ofrecerle el culo a cualquiera que pague por el?-

Frank se quedó frío, de pie junto al auto, no sabía que decir, quería irse, quería que la tierra se abriera y lo envolviera en sus fauces, sintió tanta vergüenza, y no pudo hacer mas que quedarse allí de pie. 


Gerard sonrió irónicamente

- Bueno, a lo que vine, ¿cuanto vale?-

Frank apretó sus labios, los mordía con fuerza, sintió el inmenso deseo de llorar

- Respóndeme ya, que no quiero ir a buscar otro-
- 100 dólares-
- Ja ja ja... por favor! ¿De verdad crees que vales tanto?, estas mal, muy mal-
- si no quiere vallase, y busque a otro, no me importa-
- ehhhh, está bien, a ver date una vuelta-
- ¿para que?-
- Quieres que compre la mercancía sin examinarla, sabes que nunca hago eso-
- ya me has visto Gerard, por favor no me humilles más-
- no te estoy humillando, tu eres un prostituto, y yo un cliente, esto es un negocio normal, date una vuelta Frank- 


Frank meneo su cabeza, ya no podía hablar, el llanto se acumulaba con violencia en su rostro.


- no...no qui.. quiero contigo... vete!-


Gerard, respiró profundamente, mirando al frente le dijo en un tono muy alto

- te doy 500 dólares, si te subes al auto ya mismo, y otros 500 si me complaces como yo quiera-
el tono de Gerard era tan frío, que Frank no pudo contenerse mas, le dio la vuelta al auto y se subió, mientras las lagrimas comenzaban a resbalarse por sus mejillas.

La habitación del motel olía a limpiador de pisos barato, Gerard se sentó en la cama, Frank se quedó de pie, pegado a la puerta, sentía que todo eso era una pesadilla, Gerard era su ángel de la guarda, su salvador, lo veía como a un hermano mayor, y sentía una mezcla de rabia, dolor, y una extraña alegría por verlo de nuevo

- Que quieres...cómo quieres que..-

Gerard le hizo una seña para que se sentara en la cama, a su lado, Frank lo miró a los ojos, Gerard tomo el rostro de Frank entre sus manos, su piel tan suave como siempre, tibia, cálida, se acercó despacio, besó a Frank con tanta ternura, con torpes movimientos provocados por la mezcla de sensaciones que invadían su cuerpo, Frank puso las manos sobre la entrepierna de Gerard, le bajó el cierre, y empezó a acariciarlo

- Deja la prisa Frank... vamos despacio..-

Gerard quería decirle allí mismo que lo amaba, que nada en su vida tenía sentido ya, sin él los días no valían la pena ser vividos, que cada noche soñaba con su sonrisa, con su voz, que desde hace mucho deseaba hacerle el amor en cuerpo y alma, hacerlo suyo, y ser de él, se quedó contemplando el rostro de Frank, en silencio, sonriendo como un niño, grabándose la forma, el color, el brillo de los ojos de Frank en su alma. 


Frank sentía que un extraño deseo lo invadía, no se sentía mal estar tan cerca de Gerard, lo que en el pasado para él era una situación graciosa, se estaba convirtiendo en algo más, quería empujar a Gerard sobre la cama, despojarlo de su ropa, y hacerle el amor "el amor?, Acaso, es eso lo que estoy sintiendo?", recordó la charla en la avenida, y la forma en que Gee lo sacó de su casa, sin darle la más mínima oportunidad de defenderse, "yo cometí un error, y el no tuvo compasión conmigo, aun sabiendo que no tenía ningún lugar a donde ir", le quitó las manos de su rostro, y se cruzó de brazos, miró hacia el piso y resopló algo molesto

- no me puedo dar el lujo de estar con un solo cliente toda la noche-

Gerard sintió que la ira estallaba en su cuerpo "es un maldito... como puedo amar a este desgraciado?", se levantó de golpe, de pie, junto a la cama, miró a Frank con desprecio

- Quítate la ropa -.

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