sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #28

Capítulo: #28

Fallen from Grace.

- Si no quiere ¿por qué no me empuja?, Vamos curita, deje de decir "no" y aléjeme de usted!-

Ray tenía sus manos sobre los hombros de Ale retirándola un poco de sí, mientras ella estaba con sus rodillas a cada lado del Padre que clamaba por piedad, al sentir en su entrepierna el roce desesperado de ella, no hacía mucha presión para quitarla de encima, su instinto se impuso sobre su moral, pero aun guardaba la esperanza de salir de allí, con su fe intacta

- Mujer, por favor soy un hombre de Dios!-

- Pero hombre! al fin y al cabo -

reclamaba ella mientras se retiraba con sus propias manos la barrera que Ray había construido con sus propios brazos, se acercó hasta sus labios, besándolos con tanta pasión, empujando su lengua inquieta en la boca de Ray, encontrando la respuesta en la suya, dejando que sus labios se cerraran en una lucha, de mordiscos, fluidos, y lenguas... ¡una lucha a muerte!, Ale se sintió complacida por fin

- Dígame padre, ¿es acaso el sabor de mis besos un cáliz mas delicioso que el que usted bebe cada domingo en misa?-

- Blasfema! hereje...-

Ray se quedó en blanco su cerebro no podía procesar mas información se quedó sin adjetivos para insultarla, Ale se levantó, lo miró tendido en el piso, su sotana arrugada, señalando ese montículo en su pelvis, sonrió, al verlo levantarse con trabajo del piso, Ray se quedó mirándola a la cara, sus ojos castaños estaban llenos de lujuria, se desabrochó la sotana de un solo golpe, tirándola al piso, caminó hasta Ale, y la llevó contra la pared lateral de la casa que estaba detrás del jardín, la luz de la lampara de la calle se colaba por entre los árboles, iluminando los ojos verdes de ella, que daban unos impresionantes visos de color amarillo, sus ojos siempre se ponían así cuando Ale se excitaba, la violenta reacción de Ray fue algo inesperada, levantó el vestido de ella, se bajó sus pantalones tomándole su pierna izquierda y llevándola hasta la altura de su cadera, se flexiono un poco y empezó a penetrarla con fuerza, parecía un animal salvaje, cuando de la nada, clavó sus dientes en el cuello de la mujer que gemía como loca a causa del placer.

Ale deslizó sus dedos entre el cabello enmarañado de Ray, halando suavemente sus rizos, bajó su pierna y lo empujó de nuevo sobre el prado, sentándose sobre él, llevando su miembro de nuevo dentro de ella, Ray gemía desesperado, movía su pelvis con fuerza, empujando mas rápido y profundo su pene dentro de esa mujer que lo había hecho olvidar en un segundo el juramento de celibato que hizo el día que se ordenó, sus manos acariciaban el pecho de Ale, pasando sus dedos sobre los duros pezones, sintiendo que su alma moría, pero su corazón renacía de nuevo, la tomó de la cintura, cambiando de posición, acostándola sobre el prado y poniéndose sobre ella, acarició sus piernas mientras las abría y de nuevo empezaba a penetrarla, se quedaron viéndose a los ojos, mientras el ritmo bajó, por un instante que pareció eterno, las miradas se cruzaron desnudando el alma y el fuero interno de cada uno, por un segundo fugaz vieron el resto de sus vidas juntos, el sacerdote y la prostituta, caminando de la mano por el mundo, haciendo que la miseria de muchos fuera mas llevadera. 


Ray terminó exhalando un suspiro dulce y tierno, posando su cabeza sobre el pecho de Ale.

- acabas de condenar mi alma mujer -.


Gerard pulía sus armas, le gustaba verlas limpias, brillantes, para que en el momento de matar la luz se reflejara en ellas y la gente le temiera aun más, organizó un polígono en el patio de la casa, para que Frank aprendiera a disparar, al principio fallaba todos los tiros, pero no era su culpa, Gerard se paraba detrás de él, tan pegado a su cuerpo que el solo contacto de su pelvis con la espalda de Frank lo desconcentraba

- ¿sabes que?, anda y siéntate allá, bien lejos de mí, y deja de refunfuñar que mi pulso esta bien, yo no sufro de parkinson, tontico... déjame solo y veras...-

Y en efecto así fue, el polígono de madera que Gee había hecho, pintando tan bellamente, que más parecía una pintura de exhibición que un polígono fue destrozado por las 8 balas seguidas que Frank atinó en el blanco.

giró su rostro levantando sus cejas y sonriendo

- si ves Gee, que soy un As! para disparar -

Gerard sonrió, caminó hasta Frank rodeándolo con sus brazos, besó su frente, - a ver como lo haces con un ser humano que respira y te suplica por su vida mientras sus ojos se llenen de terror al mirarte...- Gerard resbaló su mano hasta el corazón de Frank - primero tienes que inmunizar este... por qué si sientes la más mínima compasión por tus enemigos, ellos te pueden matar a ti, de una, sin pensarlo-

- Bueno Gee, cuando llegué el momento de matar a un Bloody lo sabré...-

- no Frank... cuando ese momento llegué, tu debes ser un asesino, tan experto y despiadado como ellos... por eso, vas a venir conmigo ya mismo, tengo que limpiar la zona norte, hay un grupito de malnacidos que creen que pueden venir a invadir mi territorio...-

Frank se lleno de emoción, combinada con miedo, de nuevo Gee le daba una oportunidad para demostrarle que él podía con el trabajo

- Me encantará acompañarte a limpiar la zona-

Gerard meneó su cabeza despacio

- No, Frank, soy yo quien te va a acompañar, te dejo en la cancha de baseball donde se mantienen, me quedo cerca del auto, sin perderte de vista, y te cubro la espalda, tienes menos de 15 segundos, para llenar las tres cabezas de balas... esto lo tienes que hacer tu solo...-

Frank palideció, sus ojos quedaron en blanco, ahora era más miedo que emoción...

- Yo... yo solo?-

- No mueres por demostrarme que eres un hombre?, Esta es tu oportunidad -.

No hay comentarios:

Publicar un comentario