sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #4

Capítulo: #4

Hombre de Familia.

El cielo aun no había aclarado, Frank salió con trabajo de su casa, la nieve se apilaba en la puerta, la retiró con una pala, las luces Navideñas de las casas vecinas parpadeaban odiosamente, todas las casas tenían ese brillo burlón, menos la suya, nadie quería celebrar esa época, sin su padre, no tenía sentido, nada en la vida de Frank tenía sentido ya. 


Caminó durante media hora hasta la carnicería, sacó del bolsillo de su abrigo un delantal blanco, estaba inmaculado, lo veía, y un recuerdo de su pasado cumpleaños le golpeó con la fuerza de un relámpago, la guitarra, la visión de esa hermosa guitarra, ahora trabajaba de 5:00 a.m., a 4:00 p.m., con media hora para almorzar, a pesar de ser un turno de 11 horas, le pagaban lo mismo que una jornada normal, sin derecho a protestar, quien no quiere trabajar así, se puede ir... él se quería ir, no soportaba llegar a casa lleno de sangre de cerdo, de grasa, con dolor en su espalda por cargar animales muertos todo el día, pero tenía que hacerlo, su madre sumida en la mas profunda depresión, sus hermanitos aun eran niños, "yo también soy un niño", pero por ser el mayor debía responder por su familia. 


Su único escape era ir en las noches a practicar con su banda, Frank quería tocar la guitarra, pero no era posible, "tu canta... cuando compres una guitarra la puedes tocar", ¿cuando sería eso?, La que tenía la vendió por casi nada, cuando su hermana enfermó, "por eso tienes que trabajar en algo serio Frank, por el seguro de salud".

Al salir del trabajo, tomó un baño en casa, se vistió para salir a casa de sus amigos

- Frank, mañana es Navidad... ¿qué le vamos a dar a los chicos?-

- No te preocupes por eso madre, lo tengo cubierto-

La habitual alegría de Frank se había esfumado, solo tenía rabia y frustración en su corazón, rabia que dejaba escapar cada vez que tomaba el micrófono y cantaba, gritaba, con todas las fuerzas de su alma, sin importar como fuera la línea de la canción, en su interior, lo que gritaba siempre era "¿Por qué?"

En esa víspera de Navidad, la práctica fue diferente, entre el grupo de personas que siempre iba a escucharlos reconoció el rostro del chico del mausoleo, Frank se acercó a él, hablaron un poco, Gerard lo invitó a tomar unos tragos.

- Me gustaría, pero debo levantarme muy temprano, tengo que trabajar a las 5-

- ¿Trabajar?, pero me dices que tienes 16-

- Si, pero soy el mayor de la casa... y sabes que mi padre murió en noviembre...-

- Aun así, no deberías trabajar, deberías estar en la escuela-

- ¡Nah!, igual soy malo... solo iba a conseguir chicas, y a fumar marihuana con mis amigos-

- ¿Aun lo haces?-

- ¿qué, fumar marihuana?-

- Ajá-

Frank asintió con su cabeza, Gerard lo tomo del brazo, y se lo llevó hasta un lote abandonado lleno de botes de basura, cajas y cuanto desperdicio se pudiera nombrar.

- No puedo tardar mucho, debo recoger unos presentes para mis hermanos en casa de mi tía, y también ir por un pernil de cerdo para que mi madre haga la cena navideña-

- relájate, fumémonos este porro entre los dos, y más tarde te llevó en mi auto-

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