sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers; Capítulo: #41

Capítulo: #41

Tiempo de Cobrar.

Frank acopló el silenciador a la 38 que Laura le había acabado de regalar

- y ¿estás segura que si disparo acá mismo nadie en la casa oyera el ruido?-

Laura se tendió en la cama, jugando con su cabello, moviendo sus piernas de un lado al otro

- Si, seguro, ese silenciador es de los mejores, puedes matar a alguien en un ascensor lleno y solo se darían cuenta cuando el cuerpo caiga al piso -

Sonreía, su alma era tan fría, Frank encontraba altamente desagradable esa cualidad en ella, se arrodilló en la cama y le puso el arma en la cabeza

- o sea, si te la descargo acá mismo, nadie de tu familia se va a enterar, hasta en la mañana que venga la empleada y vea tu miserable cuerpo sin vida sobre la cama -

- Si... y ya deja de jugar con eso y quítamela de la cabeza que se te puede disparar..-

Frank bajó el arma poniéndola sobre el pecho de ella, con el cañón apuntando al cuello, como si nada continúo hablando

- ¿ya encontraron a tu hermana?-

- Mmm no, aun no, parece que se la hubiera tragado la tierra -

- ó, los lobos de la montaña de Quebec -

- Ah Frank que cosas dices, apaga la luz que es muy tarde y quiero dormir -

- Law, te acuerdas del tipo que estaba en Quebec, el enemigo de tu familia... se llama Gerard, y lo amo más que a nadie en la tierra -

Laura se incorporó aprisa, estaba aterrada, trató de levantarse de la cama, Pero Frank la tomó del brazo, apuntándole con el arma en la garganta

- Gerard violó y mató a Marion, se suponía que yo tenía que hacer lo mismo contigo, pero mis planes eran otros, por ejemplo, tan pronto te mate, me voy hasta la habitación del Grandpa, y aprovechando que la casa está sola porque todos se fueron a matar a Ray, mi amigo... entonces yo tomaré venganza por mi padre -

Laura empezó a reírse nerviosamente, aun no podía comprender del todo las palabras de Frank

- Eres muy buena en la cama... es más creo que es lo único bueno en ti -

Terminó sus argumentos con un beso suave en los labios de Laura mientras apretaba el gatillo dos veces seguidas, destrozando su garganta con las balas.

Abrió la puerta de la habitación, con sigilo caminó, procurando no hacer ruido, él guarda espaldas del Grandpa dormía como un bebé en la silla al lado de la cama, así que no sintió la bala que se coló por la parte superior de su cráneo, Frank caminó hasta quedar cerca del patriarca de los Bloody Hunters

- ¡Grandpa!-

Gritó para que el anciano abriera los ojos, se tardó unos segundos en reaccionar, trató de gritar, pero Frank descargó lo que quedaba de su arma sobre él.

Caminó tranquilo por la casa, con la satisfacción de su venganza, que diría la familia cuando vieran el cuerpo de su héroe sin vida en esa cama, ¿sería que les dolería tanto su muerte como a él le dolió la ausencia de su padre?

Abandonó la casa en medio de carcajadas, caminando, dando pequeños saltos, mientras recorría las frías calles de New Jersey, una caravana de SUV lo encontró la paso

- Frank sube, que tenemos que ir a terminar de ajustar cuentas, demuéstranos de una vez que eres un Bloody Hunter, y no solo quien le calienta las sabanas a Laura -

Frank no podría negarse, corría el riesgo de que lo mataran allí mismo, se subió a la camioneta, temblado, tratando de disimular el miedo y el asco que le producían los Bloody, justo sentado a su lado estaba el asesino de su padre, tenía tantos deseos de llenarlo de balas, pero en ese momento era algo imposible.

La camioneta frenó en seco, quien conducía gritó, las palabras que Frank jamás habría deseado oír

- Allá va Gerard Way, ¿quién se baja y lo mata de una vez?-

Frank sintió que todas las fuerzas de su cuerpo lo abandonaban su corazón de detuvo por unos momentos, solo pudo reaccionar cuando el asesino de su padre habló

- Y parece que va herido, eso es pan comido yo voy -

- ¡NO!-

Frank solo pudo gritar ese "no" su cuerpo temblaba mucho más en este momento, sintió como ardían en su piel las miradas de desconcierto de los Bloody

- Yo quiero, quiero matarlo yo... no quieren que les pruebe que soy uno de ustedes, déjenmelo a mí... -

- Está bien, pero yo voy contigo, ustedes sigan y busquen a los New Yorkers, esta noche se nos hace cada vez mejor, con el cura entrometido muerto, y ahora la próxima e inminente muerte de Gerard... ¡por fin ha llegado la era de dominio de los Bloody Hunters!-

Frank escuchó las palabras del victimario con dolor, Ray estaba muerto, y de seguro Gerard estaba herido a causa de la toma de la misión, bajó del auto corriendo al lado del hombre que más odiaba en la tierra, entraron hasta la zona de fábricas, a una de motores, donde el rastro de la sangre que Gerard derramaba los había llevado, el ruido de sus pasos lo delató

- Salga de allí rata asquerosa -

Frank lo escuchaba hablar, sentía tanta ira, tanto miedo, abrió su boca para advertirle a Gerard

- Vamos, sabes que no tienes escapatoria, somos dos, solo dos contra ti -

Gerard reconoció la voz de su amado, por fin algo tenía sentido en esa noche maldita, Frank estaba allí, protegiéndolo a su manera, sus palabras le indicaron a Gerard que solo tendría que enfrentarse a uno solo, era fácil, se disponía a salir de las sombras, pero escuchó que el Bloody se acercaba hasta donde estaba él, levantó la mirada para encontrarse de frente con esos ojos asesinos, levantó su arma y le disparó en la pierna, el Bloody cayó de rodillas frente a él y lo haló de la solapa de la camisa, ambos rodaron por el suelo, Frank se quedó de pie angustiado, sin poder distinguir entre las sombras quien era quien, corrió hasta ellos, metiéndose en medio del forcejeo, el Bloody se arrodilló, apuntando a Gerard en la cabeza

- Hasta aquí te llegó el jueguito Way, ya no te vas a meter más en nuestro territorio -

Frank le empujó la mano, lejos de la cabeza de Gerard, el Bloody le apuntó con el arma que tenía en la otra mano a la cabeza de Frank

- ¡Qué demonios té pasa Iero!-

- Déjame matarlo a mí, yo tengo una cuenta pendiente con él -

El Bloody dudó por un segundo, si dejar de apuntarle, le hizo un gesto con la cabeza, Frank levantó el arma apuntando el cañón hacia el pecho de Gerard, quien lo miraba con sus ojos llenos de amor, no sabía que estaba pasando por la cabeza de Frank, ni cual sería su plan para salvarlos, pero después de tanto tiempo decidió confiar plenamente en él.

- ¿Sabias que mi padre decidió guardarles a los Bloody Hunters unos kilos de coca en nuestra casa?-

Miraba a Gerard mientras que hablaba, pero él sabía que estas palabras eran dirigidas al Bloody

- Los New Yorkers se dieron cuenta y sacaron la droga de nuestra casa, cuando los Bloody la reclamaron mi padre no pudo responder, no fue su culpa, el no era un asesino, solo accedió por unos pesos, ¿sabes para que?-

sus ojos se llenaron de lagrimas mientras hablaba, Gerard lo escuchaba con su boca abierta, sentía miedo, de que en cualquier momento el Bloody le metiera a Frank una bala en la cabeza

- Porque me quería comprar una Gibson Les Paul... -

Bajó su mirada y levantó el cañón hasta la cabeza de Gerard

- y le quitaste la vida, a mi padre, a mi héroe, por eso, te voy a matar -

Giró su arma con rapidez, disparándole al Bloody en medio del pecho, pero el tipo era más fuerte que Frank, tomó su mano y la forzó a apuntarle a Gerard en el corazón y disparó justo antes de caer desplomado al piso.

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