sábado, 23 de junio de 2012

Revenge seekers III; Capítulo: #1

Revenge seekers III: El fin de una estirpe.


Capítulo: #1

La noche estaba medianamente clara, no había nubes en el firmamento, solo se veía el humo azul negruzco que emanaban las fábricas de la ciudad, Mikey Way conducía con rapidez, pero con cuidado, a su lado Chicken Thompson murmuraba incoherencias, nombrando uno a uno los posibles enemigos que tenían, descartándolos en el acto, “no hay más Bloody Hunters, los New Yorkers no fueron porque tenemos pacto… una pandilla en surgimiento no se atrevería a meterse con Frank… todos nuestros enemigos han sido desangrados por nuestras propias manos… no tiene sentido, no hay nadie a quien temerle… no lo entiendo”

En el asiento trasero Mayflower veía atento el camino, la noche estaba medianamente clara, pero aun así, era noche y temía que la oscuridad le ocultara a un Gerard herido arrastrándose por el camino, o a un Frank desangrándose en el borde de la carretera, notó por el rabillo del ojo que Nicholas sostenía con fuerza la mano de Junior, se permitió sonreír un poco al pensar que si Frank estaba muerto, el chico no estaría solo.

Junior sentía el temblor en la mano de Nicholas, su novio no lo estaba reconfortando, todo lo contrario, en ese apretón Nicholas pedía auxilio.

- Hay luces de patrullas de policía ahí adelante, debe ser el lugar

Mikey bajó considerablemente la velocidad que llevaba, respiró profundamente antes de hablar con tono de preocupación

- Armas, droga, municiones, bótenlas, si nos requisan estaremos en problemas

Los vidrios de las cuatro ventanas del auto se bajaron al tiempo y en la carretera de las afueras de Belleville, un concierto de sonido metálico se escucho golpear el asfalto.

El auto se detuvo detrás de una patrulla de policía, Mikey Way fue el primero en bajarse, preguntando por el sargento Palladinno, quien fue el que les informó del hecho.

- ¿Usted qué es de los desaparecidos?

El sargento Palladinno vestía un traje completo, paño negro, camisa blanca y corbata negra, tendría unos 35 años cuando más, un rostro de facciones evidentemente europeas, Italianas como su apellido, sacó del bolsillo frontal de su saco una libreta forrada en cuero, marcada con el logo de Louis Vuitton, Mikey lo supo al instante, ése hombre no era de la policía de New Jersey, tenía que ser o de la DEA o del FBI. Un frío cómo el que sintió hace 17 años al entrar a la mansión de los Bloody Hunters a terminar con ellos, le recorrió la espina y logró que su boca se secara por completo, algo no estaba bien.

- Uno de los ocupantes del auto es mi hermano, el otro, mi cuñado

- ¿Podría decirme sus nombres completos?

El sargento empuñó en su mano derecha una pluma de oro, otra señal más que indicaba que no era un simple policía

- ¿Nuestros nombres… o los nombres de…?

Mikey titubeó al hablar, veía como los policías los rodeaban con las armas en alto… ¡Una trampa, una maldita trampa!

- De todos, necesitamos saber quienes venían en este auto, para poder empezar la búsqueda, y claro, el nombre de ustedes, que para cualquier efecto son quienes denuncian la desaparición

¡Mentira! Una voz gritaba en la cabeza de Mikey, giró el rostro buscando los ojos de sus acompañantes, tanto Mayflower como Thompson estaban pensando lo mismo, lo adivinó por el terror en sus ojos, por el temblor en sus manos.

- Quienes iban en el auto, son… Frank… y Gerard…

- Nombre y apellido completo, por favor

Chicken Thompson dio un paso al frente, parándose junto a Mikey Way, empezó a hablar con forzada seguridad

- Frank Smith y Gerard Jones, mi compañero acá – señaló a Mikey con el pulgar – Se llama Mike Jones, el joven de allá es Jordan Jones. Hijo de Gerard, y el jovencito a su lado es Jules Smith, el hijo de Frank, yo soy Orson Bloom y quién está cerca a nuestro auto es Steven Flowers

El sargento Palladinno sonrió bajando la cabeza y meneándola repetidamente

- ¡Qué bueno, yo soy George Washington! Y tengo un puente a mi nombre – guardó la libreta nuevamente en su bolsillo, y haciendo una seña con su mano izquierda habló fuerte y claro - ¡Espósenlos! Llamen a servicios sociales para que revisen el caso de Gerard Junior… - Suspiró profundamente lleno de satisfacción – Y avísenle a la central que tenemos por fin a los “Carniceros de Belleville”

- ¿¡Carniceros de Belleville!? – Mikey protestó mientras le esposaban las manos en la espalda - ¡¿No pudieron inventarse un nombre mejor para nuestra organización?!

- No señor Way, pensé en muchos cuando investigaba, pero este es el que más se acopla… en especial por las acciones de Frank Iero

- ¡¿Dónde está mi papá?!

Ese grito fue todo lo que Junior pronunció mientras lo llevaban esposado a una patrulla, el sargento Palladinno caminó hasta el chico, hablándole en un susurro

- Eso, querido jovencito es la mancha negra en esta operación… no tengo la más maldita idea de en dónde están tu papá y su marido.

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