miércoles, 4 de julio de 2012

Dirty little secret; Capítulo: #1

Capítulo: #1

Él.

Nuestros gemidos, productos del placer, envolvían aquella pequeña habitación. Nuestros cuerpos pedían más y más, y no dudabamos en darselos. Sus embestidas eran cada vez más fuertes, a lo que yo sólo respondía con gemidos ahogados.

- Dios mío, Gerard...-Gemí casi acabando. Gerard me masturbaba con velocidad al mismo tiempo que me penetraba, haciendome perder la cabeza. Él me hacía perder la cabeza.

Al poco tiempo, él se vino dentro de mí. Podía sentir su semen recorriendo mi interior. Yo aún no llegaba al orgasmo, por lo que él continuaba masturbandome. No tardé mucho en venirme, y bueno, lo hice en su mano. Gerard me presionó contra su cuerpo, besando mis hombros, pasando su tibia lengua por ellos, mientras yo jadeaba contra la pared del pequeño cuarto. Subió con sus besos hasta mi cuello mientras manchaba mi abdomen con mi semen, él sabía que me encantaba que lo hiciese, por más limpio que fuese.

- Te amo, Gerard...Te amo mucho.-fue lo unico que alcancé a decirle antes de que me dejase solo dentro de nuestro camerino. Me subí los pantalones y me puse de nuevo mi remera, sin antes limpiarme mi semen con una toalla humeda.

- Dios, necesito tomar una ducha.-pensé. Odio estar sucio, pero en tour...¿Cómo no estarlo, si vives en un bus? En fin, luego de limpiarme con la toalla descartable y desecharla, me senté para poder recuperar mi ritmo cardiaco normal. Mientras, pensaba en él. Gerard, ¿Qué me has hecho?, ¿Cómo puede ser me caiga rendido con tan sólo una mirada tuya? Sí, estaba enamorado de una persona de mi mismo sexo. Y sí, sé que no es lo más común del mundo, pero no está mal. ¿Que no dice el refrán "En el amor y en la guerra no hay reglas"? además...

- Frank...Hey, Frank, ¡ya sal de una maldita vez!-gritaron del otro lado de la puerta del camerino, sacandome de mis pensamientos.-¡Te necesitamos para empezar el show!

- Sí...Sí, ya voy.-musité, buscando la plumilla de mi guitarra.-¿Dónde carajo la puse?-Busqué en mis bolsillos, en la mesa, debajo de ella, y nada.-No puede pasarme esto antes de salir.-susurré a mí mismo con rabia-No puedo ser tan estúpido-Salí del camerino y ahí estaba Brian, nuestro manager.

- ¡Maldita sea, Iero! ¿¡Qué no escuchas cuando te llaman!?-Se notaba que estaba furioso.

- Lo siento, Brian...-dije en un tono casi inaudible, bajando mi mirada.

- Nada de eso. Ve, ve, ve.-Me tomó de un brazo y me llevó casi a la fuerza al escenario. Brian podía ser muy bueno, pero cuando no lo obedecías, era peor que estar fuera de tu casa en el ojo de un huracán.

Por primera vez en toda mi carrera como músico, me sentí perdido en el escenario. Tenía mi guitarra en mano, pero...¿Y mi plumilla?¿Qué haría sin ella?

- Toma.-Dijo él, pasandome la bendita plumilla de mi guitarra.-Se te ha caido mientras...Tú sabes.

- Me salvas la maldita vida, Gerard.-suspiré aliviado. En verdad lo había hecho.

- Lo sé.-contestó, con aires de superioridad.-Ahora, haz lo que sabes, Chiquito.-Tras dicho eso, se apagaron las luces de todo el estadio. Miles y miles de fans gritaban "MCR, MCR". Gritaban nuestros nombres y pude oir unas cuantas obsenidades también, pero es lo de menos. Amaba a nuestros fans, amaba que les gustase nuestra música, me encantaba que les gustara lo que a nosotros, cinco hombres comunes y corrientes, más nos apacionaba. Había un enorme telón cubriendonos, se elevó e inmediatamente Gerard comenzó a hablarle a nuestros seguidores, aconsejándoles que se cuidasen, dandoles medidas de seguridad y demás. Luego, comenzó el show...Todos, desde Bob, el baterista, hasta Mikey,el bajista y hermano de Gerard, tocabamos con euforia. Por mi parte, tocaba con fuerza y violencia. Mi personalidad cambiaba cuando estaba allí arriba. Me gustaba llamar la atención, sí, pero más que nada, amaba a esa banda. Tal fue mi amor demostrado esa noche que terminé con una linda y sangrante herida en mi pierna derecha, pero qué más daba, casi no dolía.

Al terminar el concierto, luego de curarme mi herida por pura obligación de Brian, no tenía nada productivo que hacer...Así que decidí ayudar a los tecnicos a desinstalar el equipo y demás. Mientras desconectaba un par de amplificadores, escuché que alguien me llamaba...Era él. Terminé de desconectarlos rápidamente y giré sobre mis tobillos para poder verlo pero...

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