miércoles, 15 de agosto de 2012

Escalofrío; Capítulo: #12

Capítulo: #12

Amen.

Mis oídos escuchaban el celular. Lentamente abrí los ojos. Seguían doliendo, luego de haber estado prácticamente toda la noche llorando.
-Mmmm...-Emití hundiendo mas todavía mi cabeza en la almohada- Deja de sonar...-Dije-

Seguía sonando, una vez mas, otra. Se detuvo.
-Gracias al cielo.-Murmuré para dormirme otra vez-

Segundos pasaron y volvió a sonar.
-Maldición....-Murmure estirando mi mano-
Tome el celular y lo puse en mi oído.
-Qué..?-Dije simplemente-
-Ring ring.-Escuche del otro lado-
Sabia que era el.
-Gerard?
-Ring ring.-Volvió a decir al mismo tiempo que tocaban el timbre de mi casa-
-Hola? Gerard?-Pregunte-
Ya había colgado.

Me senté en la cama, suspire y me estire.
Sabia que él tenia que ver con el timbre de mi casa. Sino cómo se explica, que haya sonado al mismo tiempo que el emitió el sonido por el celular?

Abrí la puerta de la habitación de Julieta, todavía dormía. Me aleje y camine por el comedor arrastrando mis pies, como un maldito depresivo en el que me estaba convirtiendo.

Mire la puerta, mis ojos la miraron hasta abajo.
Un papel asomaba de ella.
Me agache y lo tome entre mis manos y luego abrí la puerta.
Nadie había allí.
La cerré.
Me acerque a uno de los sofás y me deje caer.
Mire el reloj.
Las nueve de la mañana.
Bostece una vez mas y leí la nota.

“Saber donde estas y como estas quisiera
Si te acordaras hoy de mi
Fuiste el primer amor de mi vida entera
Ya nunca podré olvidarme de ti
Debo hacerte un confesión sincera
Yo sigo esperándote como ayer

Tan pequeño es
Tan frágil es
Sin ti lo se, yo ya no puedo vivir
Tan pequeño es
Tan frágil es
Sin ti lo se
Yo ya no puedo vivir

Saber donde estas y como estas quisiera
Si te acordaras hoy de mi
Cada noche sueño que tu estas conmigo
Que vuelvo a sentir tu voz y tu piel
Tan pequeño es
Tanto yo lo ame
Tan frágil es
Sin ti lo se, yo ya no puedo vivir
Tan pequeño es
Tanto yo lo ame
Tan frágil es
Si si si
Sin ti lo se, yo ya no puedo vivir
Siento que no encontrare un hombre como tu otra vez
Frágil como tu.

Una noche me preguntaste si alguna vez nos diríamos toda la verdad. Todavía tienes ganas de saberla.?

Necesito hablar contigo y verte.

Te espero en mi departamento a las 23 horas.

G.


Deje la nota a mi costado. Cerré los ojos, para dejar caer las lagrimas.

-Frank..?-Escuche-

Apoye mis codos sobre las rodillas, tomando mi cabeza entre las manos y llore mas fuerte.

-Frankie? Qué paso?-Escuche-
Tome la nota sin mirarla y la extendí. Ella la tomo.
Pasaron unos segundos.
-Frankie...-Suspiro sentándose a mi lado-
No dije nada, solo me incline para que me abrazara.
Hundí mi cabeza en su pecho.
-Iras?-Escuche-
-No lo se, has leído lo que escribió? “Fuiste el primer amor de mi vida entera”?
-Si lo leí. Creo que debes hablar con el. Se deben una conversación.
-Lo se, pero me duele Julieta. Me duele mucho. No puedo seguir sufriendo de esta manera.-Lloré otra vez-
-Shhh....-Froto mi espalda- Tienes que ir Frankie.

La solté lentamente, pero sin alejarme demasiado de ella.

-Y...-Solloce secando sin sentido mis lagrimas- Y si solo quiere burlase de mi otra vez? Si es una broma?
Ella suspiro.
-Si es así. Juro que bajare y le incendiare el departamento y luego, si sigue vivo-Aclaro- Lo echo sin o con tu consentimiento-
-Dijo que no podía vivir sin mi. No lo creo...-Negué con mi cabeza- No lo creo.-Repetí-
-Por qué? Por qué no puede ser verdad?
-Porque el que sufre soy yo, no el.
-Eso no es verdad. Recuerdas ese Domingo? Creo que estabas mas que dispuesto a dormir junto a nuestra puerta.
-No lo se...-Tome mi cabeza entre las manos.- No se si pueda soportar otra burla. Otra discusión Julieta. Estoy demasiado herido para recibir mas dolor. No creo que mi corazón pueda soportarlo.-Dije hablando muy nervioso-
Ella froto mi espalda.
-Mira, son casi las nueve y media de la mañana. El te ha citado a las 23 horas. Puedes pensarlo, tranquilízate y piénsalo. Faltan muchas horas hermano.

Respire hondo.
-Es...-Hice una pausa- Es complicado. Quiero ir, luego lo pienso y me arrepiento. Recuerdo sus palabras, esa nota y muero por estar en sus brazos.
-Haz lo que te digo, piénsalo muy bien. Tienes mucho tiempo de aquí a la noche.
-Tiene razón en algo que puso en esa nota.
-En qué?-Pregunto-
-Soy frágil, débil-La mire- Y lo sabes Julieta.

Ella sonrió dulcemente.
-La conoces, cierto?
-Si, se que su nota, es una canción. Y anoche...-Hice un pequeño silencio- Escuche una canción cuando prendiste la radio, cada palabra era para él. Lo juro.
-Estas tan.-Tomo aire-enamorado de él, hermano.-Termino la frase-
-Lo se...-Baje la mirada- Y me odio por eso.
-Él también lo esta. Lo acabas de leer.
-No se si es verdad.
-Y te quedarás con la duda?
-Esa duda puede matarme si trato de quitármela.
-Lo se. Qué harás?
-Creo que lo pensaré como me has dicho.
-Bien-Se puso de pie- Trata de relajarte un poco ahora. Haré el desayuno.
-No íbamos a ir afuera? Eso has dicho anoche-Dije mirando como se alejaba-
-No, mejor nos quedamos. No creo que tengas muchas ganas de salir, luego de esto.-Desapareció en la cocina-


***


El día había pasado.
Estuve casi todo el tiempo en mi cama, dando vueltas. Caminando a oscuras en mi habitación, tratando de decidirme por su cita.
-No se qué hacer!-Grite tapando mi rostro con la almohada-

Deje la almohada de lado.
Frote mis ojos.
Sonara loco, pero siempre hacia esto cuando era pequeño.
Frotar mis ojos hasta ver millones de puntos colorados, cuando los ojos comenzaban a doler, los dejaba tranquilos.

Los abrí.

Tome el celular para mirar la hora.
22:50.
Y aun así no podía decidirme.

La puerta de mi habitación se abrió.
-Y?-Escuche-

Mire a mi hermana, alumbrada por la luz que provenía del pasillo.
-No iré.-Dije muy seguro-
-Estas seguro Frank? Faltan diez minutos, aun estas a tiempo.
-No iré. No puedo decidirme, así que no iré. Antes de estar indeciso, prefiero no ir.
-Esta bien, si esa es tu decisión me iré a dormir.
-Ok, que descanses.
-Tu también, lamento lo sucedido.

No conteste y la puerta se cerro.

Me desespere en mi cama.
Las almohadas soportaron gritos ahogados.
Cayeron al suelo.

Me puse de pie, camine a oscuras. Prendí la radio.
Quería despejarme, no pensar en él.

Volví a la cama.

-No...-Murmure- No puede ser!-Casi grite-

Otra vez esa canción. Aquella con la cual había llorado un océano anoche.

La escuche una vez mas, sintiendo que cada palabra desnudaba mis pensamientos hacia Gerard.

Encendí el velador.
Mire la hora.
Casi las dos de la madrugada.

Me vestí rápidamente.
-Suficiente. Debo hacerlo.-Tome mis llaves-

Apague todo, cerré la puerta de mi habitación.
-Julie...-Dije entrando lentamente a su habitación- Estas dormida?
-No...-Escuche en un susurro.- Qué ocurre? Por qué no estas dormido?
-Me voy.
-Qué?-Encendió su velador-A dónde?-Me miro-
Me acerque a ella, sentándome a su lado.
-Debo verlo.
-Pero..-Miro la hora- Ya pasaron horas de su cita.
-Lo se, pero si realmente le importo, no creo que le moleste que llegue algo tarde.-Sonreí-
-Esta bien. -Tomo mi mano.- Te deseo mucha suerte hermano.

Sonreí y me incline hacia ella, dejándome caer sobre su pecho.
-Te amo Julieta. Eres lo mas importante en mi vida, siempre lo fuiste y nunca dejaras de serlo.-Dije-

Ella abrazo mi espalda.
-Lo se, tu también lo eres para mi. -Beso mi frente-

Lentamente me reincorpore, bese sus manos, y luego su mejilla.
Sonreí, poniéndome de pie.
-Te amo Frankie-Sonrió-

Le devolví la sonrisa y salí de su habitación.

Me encontraba en el ascensor. Observe mi rostro en el espejo mientras me acercaba a su piso.
Era un desastre. Unas ojeras muy marcadas, pálido, los ojos aun algo hinchados, luego de haber llorado tanto últimamente. Había bajado algo de peso.
Lo único que veía en el reflejo, era un ser humano patético, daba pena, me daba asco a mi mismo.

-En qué te has convertido Frank?-Me dije a mi mismo aun mirando el reflejo-

El ascensor se detuvo.
Voltee, abrí lentamente la puerta.

Un silencio sepulcral rodeaba el edificio.

Salí, tratando de no hacer ruido al cerrar la puerta.
-Ok...-Susurre- Ya has salido. Solo debes tocar el timbre, no es difícil.-Encendí la luz automática-

Mire su puerta.

Respire hondo, acercándome.
Extendí mi pobre dedo tembloroso.
El timbre sonó, quizás demasiado ante mis oídos. Pero solo el silencio lo hacia parecer así.
-Respira...-Respiraba hondo- Respira Frank, no olvides hacerlo.

La puerta no se abría, los pasos no se escuchaban, y mi corazón se agitaba.

Espere unos segundos mas, nada paso.
Voltee para volver al ascensor.
-Se ha cansado de esperarte Frank, esta muy claro.-Susurre a mi mismo tratando de no llorar-
-Pensé que ya no vendrías.-Escuche-

Voltee lentamente.
Allí estaba, junto a la puerta.
No había escuchado cuando la abrió.

Lo mire, el hizo lo mismo con su reloj.
-Lo siento...-Me acerque solo unos pasos- Se que es tarde.
-Lo importante es que has venido. Tarde o temprano, estas aquí.-Dijo mirándome a los ojos-

Silencio.
-Pasa, no te quedaras allí afuera, cierto?-Abrió su puerta un poco mas-

Me acerque algo tímido, y entre.
La puerta se cerro.

El comedor, solo estaba iluminado por una tenue y sutil luz de un velador.
Mickey apareció.
-Buenas noches.-Dijo-
Lo mire.
-Hola...-Conteste-

Nos miro.
-Te quedaras con el?-Pregunto mirando a Gerard-
-Así es.-Dijo con seguridad-
Silencio.
-Creo que no tendría que haber venido, es obvio que a ciertas personas no les agrada mi presencia.-Mire a Mickey-

El se acerco.
-Nunca dije que no me agrades Frank.-Trato de sonreír- Ahora debo irme.
-A esta hora? A dónde?-Pregunte-
-Pues eso no te incumbe.-Sonrió desordenando mi cabello-

Me sorprendí ante su actitud. Cuando la ultima vez, hubiese jurado que si tenia un machete en su mano, iba directo a mi corazón, sin escala alguna.

No me dio tiempo a responder, se fue.
-Qué le ocurre? De repente es amable conmigo?-Dije confundido-
-No te preocupes, muchas cosas han cambiado aquí desde aquella maldita fiesta.-Respondió Gerard- Pero no estas aquí para que hablemos de Mickey, cierto?
-Tu eres el que me ha citado, dime tu para qué estoy aquí.

No contesto. Camino lentamente hacia el sofá.
Me di cuenta que estaba en pijama.
Se sentó.
Hice lo mismo a su lado.
-Bien, te escucho.-Dije algo ansioso-

A quién engaño? Algo ansioso? Creo que estaba dispuesto hasta golpearlo, para que me diga la verdad.

Hubo un silencio, prácticamente de quince minutos.
Tuve la loca idea de que le había agarrado un infarto, murió y nunca me había dado cuenta.
Lo mire para corroborar de que estaba equivocado.
-Lo siento...-Se disculpo- No se cómo empezar-Frotaba sus manos algo nervioso-
-Tomate tu tiempo.-Dije-
-La nota que te deje debajo de la puerta.-Comenzó a hablar- Quiero que sepas que cada palabra que figuraba allí, la siento en el corazón.

Lo mire.
-Esta bien.-Dije para que siguiera-
-No te hubiese citado sino me importaras Frankie.

No pude evitarlo. Suspire al escuchar Frankie una vez mas de sus labios.
Sonrió.
-Qué?-Dije mirándolo-
-Siempre suspiras cuando digo Frankie.

Sonreí algo avergonzado bajando la mirada.
-Esa noche, mi cumpleaños.-Hizo una pausa- Solo quería besarte. Quizás estaba algo ebrio, pero estaba tan aterrizado de besarte, que no tuve mejor idea que tomar alcohol. Sino querías hacerlo, pondría como excusa mi borrachera.

Silencio. No dije nada.
-Luego lo hiciste. Me besaste, fue un simple beso. Pero el mejor de mi vida. Después de eso, Mickey lo arruino todo.
-Mickey....-Suspire- Qué ocurre con el? Esa noche, sentí. No.-Aclare rápidamente- Estoy mas que seguro que te obligo a decir las cosas horrendas que mis oídos escucharon-

Hubo un pequeño silencio, pero no muy incomodo.
Sabia que estaba haciendo un gran esfuerzo para decir su verdad.
Qué pasaría cuando llegara el momento de decir la mía?

Lo mire.
-Te escucho.-Dije para que me contestara-
-Frankie...-Volvió a suspirar mi nombre- Dios...-Agrego poniéndose de pie-

Lo observe, me daba la espalda.

-No te das una idea de lo que me cuesta decirte todo esto. Pero para eso te cite, cierto? Para decirte la verdad.-Seguía sin mirarme-

Me puse de pie, hice unos pasos hasta el.
-Solo...-Apoye una de mis manos en su espalda- Solo habla, yo te escuchare.
-Pero no entiendes...-Volteo para mirarme, sus ojos estaban a punto de derramar lagrimas- Se supone que no debía ser de este modo.
-A qué te refieres?
-Debía matarte.-Dijo muy seguro, pero a la vez dejando que ruede una lagrima por su mejilla-

Me aleje los pasos que había avanzado.
-Qu...-Tartamudeé- Qué?-Dije por fin-
-Yo...-Dijo bajando su mirada- Fui demasiado débil.

Silencio.
Lo mire, ya algo asustado por escuchar la palabra muerte de sus labios.

-No entiendo lo que me estas diciendo.-Dije-

Levanto su mirada.
-Si....-Hizo una pausa- Si te juro ahora mismo que nunca te haría daño, te quedaras a escuchar mi verdad?

Tarde en responder.
Mire la puerta, y luego a el.
-Te quedaras?-Volvió a preguntar-
-Esta bien.

No dijo mas nada. Solo camino hasta su habitación.
Lo seguí.
No se por qué lo hice, sabiendo que quiso matarme en algún momento de su vida.
Solo seguí sus pasos.

Entro, la luz ya estaba encendida. Se sentó en la cama.

-Te escucho.-Estaba de pie a su frente con los brazos cruzados en mi pecho a la defensiva de cualquier cosa-
-Estas preparado para escuchar lo que sigue?-Dijo- Te impactara, eso creo.-Agrego encendiendo un cigarrillo-

Observe sus movimientos, vi como temblaban sus manos al encenderlo.
-Solo habla.-Casi lo obligue-
-Tu salvas a los pecadores, yo los incito a pecar. -Lo escupió como si nada en mi cara- Así de fácil es.-Exhalo el humo como si hubiese estado conteniendo la respiración hace diez minutos-

Mis brazos apretaron con fuerza el pecho. Sentí las costillas quejarse entre ellos, algo que no me importo.

Levanto su mirada.
-No piensas decir nada?-Pregunto-
-Es una broma, cierto?-Fue lo primero que se me ocurrió- Cómo es posible? Desde cuándo sabias eso de mi? Y cómo es que tu..?-Dije hablando nervioso-
Suspiro.
-No te parece demasiada casualidad que Mickey conozca a tu hermana? Y que nos hayamos mudado al mismo edificio en donde tu eres el portero?-No dejaba de mirarme-
-Dame un cigarrillo.-Dije de la nada-

Saco uno de su paquete, lo encendió y lo extendió. Lo tome.
-Sigue.-Exhale el humo-

-Tienes el don por tus padres. Como nosotros de ellos. Siempre lo tuvimos, solo es que a cierta edad ellos pueden transmitírnoslo. Lo sabias?
Asentí con la cabeza.
-Entonces, por eso es que Mickey iba a la misma escuela que Julieta. Mis padres sabían de ti, y de tu hermana. Estaba todo armado desde un principio sin que nosotros lo supiéramos. Sabían que en algún momento de la vida, nos encontraríamos los cuatro.
-No puedo seguir escuchando...-Suspire-
-Pues debes hacerlo. Dije que te diría toda la verdad. Prometí no hacerte nada y de aquí no te iras hasta que yo no termine de hablar.-Sonó algo enfadado-
-Esta bien esta bien...-Me disculpe- Seguiré escuchando, pero no pretendas que me siente a tu lado cuando hace segundos escuche que debías matarme.
-No te estoy obligando a que lo hagas, solo quiero que me escuches. Sigue de pie, o camina por la habitación. Me da igual.
-Bien, lo estoy haciendo. Entonces?-Dije sin moverme de mi lugar-
-Mickey y yo crecimos. Nos pasaron el don, averiguamos todo sobre ti y Julieta. Logramos que Paul pecara para que este contigo.
-Ahora entiendo todo...-Suspire-
-Ella volvió contigo, nos pudimos acercar mas de lo que teníamos pensado a ustedes. El plan era matarlos a ambos. Porque tu solo los matabas para que fueran con tu señor. Pero nuestro señor es otro, muy diferente al tuyo.
Lo mire.
-Te refieres a...-Dije sin terminar la frase-
-Satanás, el diablo, el señor de la oscuridad, como quieras llamarlo.
-Espera...-Dije haciendo señales con mi mano.- No puedes estar diciéndome esto. Tu estas con Satanás?-Casi reí- Qué es esto? Una broma de mal gusto?-Me aleje un poco-

Se puso de pie.
-Sabia que reaccionarias de esta forma. Pero tienes que creerlo. Crees en la Biblia Frankie?
-Por supuesto.-Dije muy seguro.-
-Entonces crees que como existe el bien, existe el mal. Tu representas al bien, yo.-Se señalo a si mismo- El mal. Los incito a que pequen, tu borras a los pecadores. Tan difícil es de entender para ti?
-No...-Hice una pausa- Pero es demasiada información. Nos investigaron? Nos buscaron? Parece una película Gerard. Me estas asustando.-Me aleje un poco-
-Por eso había tantas dudas entre nosotros. La sangre de tus manos, esa noche que salí a ayudar a mi hermano, estaba con un pecador. Cada vez que te ibas con Julieta, nosotros tratábamos de retenerlos como sea.
-Tiene sentido...-Mire a un lado- Pero aun así, cuesta creerlo.

Silencio.
Lo mire una vez mas.
-Tu.-Dije en tono de acusación- Tu fuiste el que saco el cuerpo del cementerio? Tu y Mickey?
-Así es.
-Qué me dices sobre los sueños? No me digas que no sabes nada. -Dije-
Sonrió.
-No, tienes razón. Yo los provocaba, solo para que cayeras a mis pies para poder matarte. Pero...-Hizo una pausa- Algo salió mal, algo que mi cabeza y corazón no planeo.

Exhalé otra vez el humo.
-Comencé a sentir atracción por ti. Esos sueños, ya no eran tan lejanos para mi mente. El día de mi cumpleaños. Había hecho un pacto con Mickey. Él solo te traería para que te mate de una vez por todas. Eso no paso. Solo conseguí volverme loco por ti, desear devorar tus labios.

Me avergoncé, mire el suelo.
-Ahí fue cuando todo se arruino. Lo que dijiste hace unos minutos allá en el comedor, tenias razón. Fui obligado a decir esas cosas horrendas por Mickey. Nunca podría odiarte. Cómo podría? Si cuando esa noche que la pase contigo en tu cama, tu llorabas, fue la mejor noche de mi vida? Cómo podría odiarte, si cada vez que recuerdo tu beso en mi cumpleaños, lloro de la alegría?. Cómo podría matarte, cuando no duermo desde que te conozco?

-No lo se Gerard...-Murmure- Es demasiado para mi mente. Tengo miedo, me dices que tenias que matarme, pero que no lo hiciste porque te gusto?-Lo mire lentamente- No se que pensar. Por qué me dices todo esto ahora? Acaso Mickey entrara y me volará los sesos de un tiro? O clavara un puñal en mi espalda?
-Tienes mucha imaginación Frankie.-Se acerco algunos pasos-

Retrocedí rápidamente.
-Te digo todo esto, porque aquella noche me preguntaste si algún día nos diremos toda la verdad. Pues acá me tienes.-Extendió sus brazos-. He desnudado mi ser, mi alma, completamente frente a ti. Ambos sabemos quien es el otro. No hay nada mas que esconder.
-Y qué quieres qué haga? Qué te aplauda?-Dije- Tu arruinas los planes de mi señor. Eres mi enemigo.-Tire el cigarrillo al suelo pisándolo- No debo estar cerca de ti, y dile a Mickey que se aleje de Julieta.

Observe sus ojos, lo supe.
-No...-Me acerque a la puerta- Está con ella en este momento?!-Grité-
-No, Frank.-Dijo-

No conteste, salí de su habitación y camine rápidamente al comedor, con la idea de salir de allí en cuanto antes.
-Frank!-Sentí su mano en mi hombro-
-No! Suéltame! Me has traído aquí, para qué?!-Grite volteando chocando con uno de los sofás-Para que Mickey mate a mi hermana? Para eso? Y luego qué!?-Volví a gritar- Me mataras a mi también? Y quemaran juntos nuestro cuerpos???
-Shhhhhh.-Se abalanzó hacia mi, haciendo que ambos cayéramos sobre el sofá, mientras que con su mano tapaba mi boca- Baja esa voz!-Miro mis ojos aterrorizados-

Luche en vano contra su peso, pero no pude alejarme de el.
-Bajaras la voz y dejaras de gritar cuando te suelte? Jure que no te haría nada. Y cumplo con mi palabra. Lo harás?-Volvió a mirarme-
Asentí con la cabeza.
-Bien, te soltare lentamente y dejaras de gritar.-Deslizaba su mano de mis labios-

Finalmente dejo libre mi boca. Pero su cuerpo seguía encima mío, y sin planes de alejarse.

-No digas que no sientes nada por mi, porque se que mientes.-Dijo apoyando sus manos en mis hombros, para tener mas control sobre mi cuerpo-
-Cualquier cosa que sentía por ti, la olvide en tu habitación hace segundos atrás.-Respondí rápidamente-
-Mientes.
-No lo hago, no puedo estar contigo. Tu no puedes estar conmigo. Somos dos mundos opuestos Gerard. Enemigos. El agua y el aceite.
-Y por qué viniste? Si sabias que ocultaba algo raro?
-Porque quería saber tu verdad.
-Entonces...-Sonrió- La curiosidad pudo con el gato?
-Puedes quitarte?-Dije mirándolo- Mas te vale que mi hermana este bien.
-No andaré con vueltas.-Comenzó a hablar nuevamente- Tu y yo sabemos que somos los débiles.
-Qué?-Dije-
-Si, somos dos parejas de hermanos. Siempre hay un débil entre ellos. Julieta y Mickey aquí son los fuertes. Tu y yo, los débiles. Sabes que tengo razón. De lo contrario no te hubiese contado todo esto, y tu no estarías debajo de mi en este momento. No nos hubiésemos besado, y seguiría enumerando hechos pasados.
-Bien.-Casi grite. Qué quieres de mi?
-Quiero que lo dejes todo.
-Qué? Acaso estas loco?
-Vamos Frankie.-Relajo su voz- Se que no quieres tener este don, yo tampoco lo quiero. Ninguno disfruta de su “trabajo”, solo Mickey y Julieta. Ellos no tienen nuestra debilidad, quizás por momentos, pero los superan en minutos.
-Pero...-Hice una pausa- Qué pasara con ella?
-Mickey la convencerá de que abandone su trabajo, para unirse a el.
-No puedes estar diciéndome esto!-Volví a luchar con el-
-Hey! Cálmate, quieres?-Sostuvo mis hombros- Ella tampoco lo quiere, ambos se aman, el lograra que ella tome mi lugar.
-Qué tome tu lugar? Estas loco Gerard? Odio tu trabajo! Pero lo abandonaras? Yo nunca abandonaría el mío.
-Mientes!-Grito- Esa noche que dormiste abrazado a mi, llorabas por tus victimas! Lo vi en tus ojos! Y sentí pena por ti! A la mañana siguiente tuve que morderme la lengua para no decirte la verdad! Para no decirte que me sentía igual que tu! Una mierda! Dime que no te sientes así, dímelo a los ojos, y juro que te soltare.
Silencio.
-Y?-Volvió a decir-
-Maldición Gerard, por qué me haces la vida tan difícil, ah? Desde que te conozco, has hecho mi vida un maldito infierno!-Grite tratando de que las lagrimas no se apoderaran.-

Suspiro, inclinándose lentamente hacia mi.
Hundió su rostro en mi cuello.
-Soy capaz de dejar todo por ti, no sirvo para esto. Soy débil Frankie, solo pienso en ti. Y no podemos estar juntos a menos que abandonemos toda esta locura.
-Y quién te dijo que yo quiero estar contigo?-Susurre-
-No quieres?-Se reincorporó-
-No lo se Gerard....-Mire hacia un lado- Estoy muy confundido. Yo...-Hice una pausa- Estuve y estoy muy deprimido desde tu cumpleaños. Dije que estaba enfermo para dejar de trabajar, cuando la realidad es que no podía verte sin querer besarte, o estallar en llanto frente a ti.
-Perdóname.-Se dejo caer en mi pecho- Perdóname por todo el daño que te hice. No quise...-Hizo una pausa- Yo te amo Frankie. Es difícil de creer luego de todo lo que te dije, pero es verdad. Aquella noche que dormimos juntos, fue la mejor de mi vida. Luego tu dulce beso en mi cumpleaños. Recuerdo que sonreías, tus ojos brillaban, mis caricias en tu cabello, espalda. Éramos felices. Lo fuimos por media hora. Podemos hacer lo mismo durante el tiempo de vida que nos queda.-Siguió hablando-

Silencio.
Solo se escuchaba su respiración en mi cuello.
-Yo...-Pose mis manos en su espalda- No lo se. Tengo que dejar todo Gerard. La amo demasiado para dejarla con tu hermano. Pero a quién engaño? Me desesperaba no verte, no hablar contigo. Hoy cuando leí tu nota, llore horas, no sabia qué hacer. Pensé que era una cita para burlarte de mi con tu hermano.
-Nunca haría eso.
-Pero piensa que la ultima vez que nos habíamos visto, fue en tu cumpleaños.
-Mickey ha prometido cuidarla. La ama Frankie, su destino es estar juntos.
-Y quién se ocupara de nuestro trabajo si ambos nos retiramos?
-Alguien ocupara el lugar de ella, y Mickey lo matara.
-Eso significaría que el mundo se poblara de pecadores.-Dije sin pensarlo dos veces-
Silencio.
-Tu decides Frankie. Si no quieres estar conmigo, te dejare ir.
-Si claro...-Aleje mis manos de su espalda- No lo harás luego de todo lo que se.
-Si lo haré, es parte del pacto que hice con Mickey. Claro que siempre estaremos enfrentados, ustedes borraran a los pecadores pero nosotros haremos que dos pequen en su lugar y así sucesivamente hasta que nos llegue la hora de morir y alguien ocupe nuestro lugar. Estaremos pisando sus talones todo el tiempo. Pero el prefiere perderme, antes que verme en un estado patético, llorando por ti.
-No es justo. Quiero estar contigo, pero no de esa forma Gerard. No así...-No pude contener las lagrimas-
-La vida nunca es justa Frankie.-Volvió a susurrar- Siempre hay algo que debes sacrificar para quedarte con lo que amas. Hasta en algunos casos, tu propia vida.

Silencio. No podía pensar con tanta información en mi cabeza.
Es verdad, quería estar con Gerard. Pero no bajo esas condiciones.

Se alejo un poco de mi, para mirarme a los ojos.
-Es tu decisión Frankie. Es ahora o nunca. Pero debo saber que quieres hacer. Ahora.-Miro su reloj-
-Por qué ahora?
-Porque le dije a Mickey que si no estabas de acuerdo lo llamaría dentro de media hora, y ya ha pasado ese tiempo. El necesita saber, para hablar con Julie.
-Maldición...-Volví a llorar- No lo se!-Grite- Es muy difícil! No puedo dejar todo como si nada!

Se quito de encima mío. Suspiro, sentándose a mi lado.
Hice lo mismo.
-Lo siento.-Me disculpe.-Quizás esperabas otra reacción de mi parte, pero no se que hacer.
-No tienes porque disculparte, te entiendo. Quizás..-Hizo una pausa- No es lo mismo, porque yo no amo tanto a mi hermano como tu amas a Julieta.
Lo mire.
Sonrió bajando la mirada.
-No fuimos muy cercanos. Solo este don nos une. El resto?-Hizo gestos con su mano- Siempre fueron diferencias sin solución.
-Lo siento...-Pose una de mis manos en su hombro-
-No entiendes Frankie. Eres lo único que me importa en este momento. Tienes razón, somos dos mundos opuestos. Pero tus padres te quieren, los nuestros? Solo se preocupan para que cumplamos con nuestro trabajo. Nunca nos vieron como a sus hijos, somos como una especie de marionetas para ellos. A Mickey no le importa.-Sollozo- Pero a mi si. Siempre me importo, solo es que nunca nadie lo supo, hasta que apareciste en mi vida. Sentí que por primera vez le importaba a alguien. Tenia por quien preocuparme, a quien querer, cuidar. Por eso no deje que vieras si yo pecaba. No quería que me mates, y yo no quería matarte.

Hice un poco de presión con mi mano, y lo atraje hasta mi pecho.
-Lo siento Gerard, no sabia todo eso.-Dije abrazándolo-
-Duele y mucho.-Sollozo en mi pecho, retorciendo mi remera entre sus manos-
-Sh...-Trate de calmarlo- Cálmate.-Frote su espalda-

Siguió llorando en mi pecho, mientras trataba de calmarlo.
Mis lagrimas caían sobre su cabeza.
Mordí mi labio y cerré con fuerza mis ojos.
-Esta bien.-Susurre-
-Qué has dicho?-Pregunto sin moverse-
-He dicho que esta bien, creo en tus palabras. No servimos para esto, somos débiles y estoy seguro de que Mickey la cuidara.

Lentamente se reincorporo, limpio sus lagrimas y sonrió levemente.
-Estas seguro Frankie? No quiero obligarte a nada.

Tome su rostro entre mis manos, acercándolo un poco hacia el mío.
-Solo bésame, antes de que me arrepienta de la decisión. Por favor.-Suplique mirando sus ojos vidriosos-
-Espere tanto tiempo para esto...-Se acercaba a mi oído- No sabes cuanto- Se acomodo sobre mis piernas-

Relaje mi cuerpo ante su tacto.
-Siempre desee que esos sueños fuesen reales Gerard.-Susurre cerrando lentamente mis ojos-
-Puedes llamarme Gee.-Susurro en mi otro oído mientras sus manos se escabullían por debajo de mi remera-

Respiraba en mi oído.
-Por favor Gee..-Murmure-

Comenzó a desparramar lentos y suaves besos sobre mi cuello hasta llegar a mis labios.
No puse resistencia alguna, solo seguí sus movimientos.
Finalmente nos besamos. Fue esa clase de besos lentos, profundos, llenos de dulzura.
Sentí que ambos sonreímos entre ellos, al mismo tiempo que nuestras lagrimas formaban su propio mundo.

Sus labios se alejaron lentamente de mi, pero aun sentía su respiración sobre mi rostro.
Entreabrí los ojos.
Sonreía enormemente, no pude evitar hacer lo mismo al verlo.

-Te amo, te amo.-Dijo una y otra vez llenando mi rostro de tiernos besos-
-Yo también Gee, yo también.-No me cansaba de contestarle-Eres hermoso.-Dije sin borrar mi sonrisa-
-Tu también.-Beso mi nariz-

Nos miramos.
-Dime.-Lo aleje para mirarlo-
-Si?
-Qué sientes? Qué piensas?
-Mm?-No comprendió-

Lo aleje de mis piernas.
-Cuando matas Gerard.-Respondí rápidamente-

Silencio.
-De verdad quieres hablar de eso?
-Si, quiero saberlo. Dímelo. Siempre me pregunte si había alguien mas allí afuera.-Hice gestos con mi mano- Y resulta que si. Estabas tu, con tu hermano. Tu matas a los que no cumplen con su pecado, cierto?
-Eres rápido...-Miro el suelo-
Sonreí.
-Me dirás?

Volvió a mirarme.

-Angustia, tristeza, arrepentimiento. Contento?-Supe que no quería hablar de eso-
-Lo siento...-Acaricie su hombro-
-Frank, te das una idea del tiempo que espere para encontrarte? Siempre supe de tu existencia. Solo quería conocerte, nunca quise hacerte daño. Eras lo único que me completaba, complementaba. Tenias razón, somos el agua y el aceite. Pero sabes? Seguimos siendo lo mismo.

Apreté su hombro con fuerza, para contener las lagrimas.

-Frankie...-Murmuro- Por favor, no quiero que volvamos a tocar este tema nunca mas. Sufrimos, nos duele, nos destroza. Se que es así...-Acaricio mi mano que se hallaba en su hombro-

No conteste.
Se acerco y nos abrazamos.
Lloramos.
Lloramos por todas aquellas personas a las cuales le habíamos quitado la vida, con justificación o no.

-Olvidémoslo, nosotros sentimos. Sentimos Frankie, tenemos corazón, no servimos para esto.
-Quieres decir que nuestros hermanos no tienen corazón?-Susurre a su oído-
-No. No quise decir eso, pero ellos son los fuertes. Pueden enfundar esos sentimientos con otros. Nosotros no podemos, simplemente no servimos para esto.
-Lo se...-Lo apreté con fuerza- Gracias Gerard.
-Por qué?-Beso mi cuello-
-Por buscarme, por encontrarme.
Sonrió, lo sentí.
-Ambos nos encontramos, no lo olvides. Tu también tienes la culpa de esto.
Reí muy bajo.

Me soltó.
Se puso de pie, tomando mi mano.
Caminamos sonriendo y riendo a la nada hasta su habitación.
-Se que amas mi cama-Sonrió-
-Por favor, obvia esos comentarios.-Me enrojecí solo un poco-

Rió, y se recostó sobre ella.
Hice lo mismo a su lado, mientras nos arropaba.
-Duerme tranquilo mi amado. Ya estamos juntos, y es lo único que importa.-Susurro haciendo lo que yo tanto amaba, jugar con mi pelo-
-Hemos logrado librarnos del mal, Gee.-Lo abrace-
Apretó con fuerza mi espalda.
-Amen.-Susurro en mi oído-


El camino de la vida es misterioso, raro. Para recorrerlo y conseguir lo que realmente queremos y amamos, debemos hacer grandes sacrificios. Hasta quizás, debas ofrecer a cambio cosas que valen oro para ti, pero a la larga te darás cuenta que hiciste lo correcto. O acaso prefieren quedarse con la duda?
Porque, yo odio hacerlo.


FIN

5 comentarios:

  1. Eso parece explicar porque tanta gente malvada en el mundo =( bueno se que es ficticia pero explicaria todo un poco...Jaja Al final todos vamos al infierno (lo dice en ''mama'') No creo en dios pero te quedo linda la historia

    ResponderEliminar
  2. Que hermoso! :') al fin los dos fueron, son y seran buenos (nunca lei un fic Frerard que mencionara tanto a Dios) xD osea que Julieta y Mikey me incitan a pecar? ajdkjjd xD Creo en el mal y por logica tambien en el bien, y como dijo Gerard una vez: "es interesante luchar contra la maldad" asdf n.n me encanto!

    ResponderEliminar
  3. Hm, no leía fics hace un rato y ME ENCANTOOOOÓ:3 La temática de la historia, la personalidad de los personajes, TODO ;-; AMO COMO ESCRIBES alndçsnxldndkd ay, me enamoré de la trama totalmente <3

    ResponderEliminar
  4. Me gustó el final ♡♡♡
    Lo que hubiera estado genial también mostrar como Gee y Mikey hacían su "trabajo". No sé. Me dio curiosidad.
    Nunca me imaginé a Frankie así de "malvado" jaja
    Wow! Merece hacerse una película de esta magnífica historia.

    ResponderEliminar
  5. lo ameeeee, la trama fue demasiado buena, y su trabajo y el don y necesito que hagan una pelicula de este fanfic estuvo 10.10 <3

    ResponderEliminar