viernes, 10 de agosto de 2012

Vampires will never hurt you; Capítulo: #9

Capítulo: #9

”Me quedé observándolo mientras dormía, su boca estaba entreabierta, yo solo podía morder mis labios para alejar la tentación de arrancar los suyos a mordiscos, duerme… Gerard duerme, aunque me ha dicho que no tiene necesidad, debe ser su parte humana la que lo hace dormir.
Su parte humana, es extraño pensar así del ser que amo… es tan bizarro, amo a un vampiro que es mitad humano… un vampiro que no le gusta cazar, eso me agrada, no soportaría hacerle el amor a un asesino.

Respira lenta, pausadamente, y yo me pierdo en la perfección de sus facciones, ¿Cómo puede un ser perfecto, amarme? Por qué, qué es lo que ve en mí… no me atrevo a preguntárselo, podría alertar algo en él que lo haga dejarme…

Moriría si deja de amarme, si me negará sus besos o sus caricias…

Dejo que mi cuerpo ruede un poco en nuestra cama, acercándome hasta tener su rostro casi pegado al mío, quiero acariciarlo, pero se ve tan hermoso dormido que no quiero despertarlo.

Esta tarde me preguntó de nuevo si quiero ser como él, le dije nuevamente que no, él se pone mal con mis negativas, sé que le duele pensar que un día mi vida terminará y él me enterrará y se quedará sin mí por el resto de su eternidad, pero es que yo no quiero vivir así, ¿acaso no le es suficiente una vida conmigo?

Beber sangre cada tanto o de lo contrario morir… sangre. No, yo no puedo.

Y me siento egoísta, claro cuando yo muera él no me hará falta, pero yo sí a Gerard… Vivir por siempre, enterrar a mis amigos, a mi familia entera… tener que desaparecer del mundo después de unos años, ¿a dónde iremos? Seguramente a ese lugar tenebroso al que me invitó hace poco, allá sí que tienes que cazar o ser cazado… Yo no quiero hacerlo.
Pero lo amo.

Cada día más, cada segundo me envicio más a su voz, a sus ojos soñadores, a su piel, su sonrisa, a sus palabras, acciones, pensamientos ¡Dios! ¿Es posible amar tanto? Y no morir de amor…”



Gerard apretó con fuerza entre su mano el brazo de Frank “No temas” susurró en su oído, mientras lo obligaba a avanzar más, los ojos de Frank se tardaron en acostumbrarse a la oscuridad, pero el pesado aroma del ambiente golpeó con fuerza su sentido olfativo

- ¡Qué es ese olor! –

Apretó los labios para evitar que el vomito abandonara su boca

- Es el olor a muerte, no te afanes, en unos minutos te acostumbrarás a él –

Caminaron entre angostos pasadizos de piedra, todo en el lugar tenía un aspecto de calabozo medieval, pequeños salones circulares servían de puente entre los pasillos, en cada salón se exhibía una u otra máquina de tortura, y sobre el piso manchas de sangre seca que nunca eran limpiadas
“No temas”, las palabras de Gerard resonaban en la mente de Frank, una y otra vez, perdiendo por completo su significado al llegar al gran salón, en el que docenas de vampiros festejaban su reunión anual, completamente despojados de cualquier apariencia humana, cartilaginosas alas de tonos brillantes oscuros, plateados y afilados colmillos que sobresalían de sus facciones, hombres y mujeres desnudos, corriendo de un lado para otro, intentando infructuosamente de escapar de las garras de sus cazadores.

Frank tembló, todo su cuerpo se estremeció al comprender la razón principal de ese festejo anual, era la única oportunidad que los vampiros se daban para cazar y beber sangre fresca directamente de la fuente.
Giró su rostro para buscar en Gerard algo de normalidad, pero cuando sus ojos encontraron al vampiro, este ya había mutado, ocultando cualquier seña de humanidad en él, y Frank solo podía ver el aterrador rostro vampírico de Gerard.

- ¡Way! Trajiste tu propia cena… Compártelo conmigo –

Una voz ronca los saludó desde el centro del salón, estirando medianamente sus alas para acercarse a ellos con rapidez en un vuelo bajo

- Oh no Devon, él no es alimento, es mi novio –

Era ahora Frank quien apretaba con fuerza el brazo de Gerard entre sus manos.

- ¡Qué lástima, porque déjame decirte que tu novio se ve delicioso –

- ¡Y lo es!… pero no así –

Gerard guiñó su ojo, tratando de avanzar un poco más al centro del salón, pero Frank se quedó quieto, obligándolo a devolverse

- No, no me obligues a adéntrame ahí… que… ¿qué no ves lo que están haciendo? –

Gerard se plató frente a Frank, sonriéndole, pero su rostro vampírico solo dibujaba una mueca atemorizante

- No voy a dejar que te hagan daño, vienes conmigo, y sabes muy bien que te traje para que te conozcan y se acostumbren a ti –

- Pero yo no quiero conocerlos, no me quiero acostumbrar a unos asesinos sanguinarios, asquerosos… ¡Espantosos! Que están cazando humanos, drenando su sangre y sonriendo satisfechos como si fuera lo más natural del mundo –

- Para ellos es natural –

- ¿Y para ti Gerard, es natural? –

No le contestó, tan solo tomó a Frank con fuerza de su cintura y voló hasta el centro del salón con él, sentándose luego en uno de los grandes muebles ubicados indiscriminadamente en el salón, Frank se quedó prácticamente adherido al cuerpo de Gerard, hundiendo su rostro en la curvatura del cuello del vampiro, y cerrando los ojos, esperando que ese violento show terminara pronto y regresaran a la seguridad de su hogar.

- Gerard Way… el año pasado me juraste que no volverías a estas… ¿cómo le llamaste? – El vampiro que se acercó a ellos, rascó suavemente su cabeza – ¡Ah sí!, bacanales… Raro, porque ni licor consumimos –

- Havok… Deberías ser más amable para saludar –

Frank levantó su rostro al escuchar la charla, sus ojos se abrieron de par en par, al ver que entre los fuertes rasgos vampíricos, el rostro de Davey Havok se podía apreciar con claridad

- Tu… También eres un… -

Gerard pasó el brazo por detrás de la espalda de Frank, abrazándolo cálidamente

- Hay muchos del medio que lo son – Sonrió estirando su mano hacía Havok, invitándolo a sentarse con ellos - ¿Ya cenaste? –

- Por qué lo preguntas, ¿me vas a ofrecer a Iero de comida? –

Una risa nerviosa se apoderó de Frank, haciéndolo gaguear profusamente al hablar

- No, no… no, ve… vengo para ser la ce… ce… cena de nadie… yo… yo –

- ¡Calma Frank, solo bromeaba! –

Havok sonrió, palmeando suavemente la pierna de Gerard

- Tienes que estar muy enamorado para traerlo a este lugar, ¿Qué intentas, que lo aceptemos entre nosotros? –

- Si… no quiero que pase como con mis padres, ya sabes tener que huir de ustedes durante tantos años, esconderse, por romper una de nuestras leyes, yo escogí pasar mi vida con Frank, y espero que ustedes respeten eso –

Los ojos de Davey se plantaron en Frank, lamiendo disimuladamente sus labios, la fugaz imagen de Frank desnudo retorciéndose de placer bajo su cuerpo impregno por completo su pensamiento, el suave movimiento de los labios de Gerard sobre la mejilla de Iero, sacó a Havok de su pequeña fantasía, suspiró profundamente antes de hablar

- A mí me da igual, mi voto a tu favor lo tienes, ojalá todo te salga como lo deseas –

- Gracias Davey, es muy importante para mí –

La noche pasaba con penosa lentitud para Frank, quien prefería mantener sus ojos cerrados ante el horror que se manifestaba a su alrededor, deseó también poder cubrir sus oídos para no escuchar el llanto doloroso de los humanos que uno a uno era sacrificado, odiaba escuchar con tanta claridad el sonido de los colmillos desgarrando las pieles; Un poco antes de la media noche, Gerard levantó el rostro de Frank tomándolo de la barbilla

- Deja de dormir –

- Ojalá pudiera – Enfocó su mirada solo en Gerard

- Frank… No te molestes por lo que voy a hacer, es solo una fachada, sabes que odio hacerlo, pero si asisto a este lugar y no lo hago… ellos se resentirán conmigo –

Frank sintió su sangre congelarse, apretó con violencia sus labios para ahogar las palabras que de ser pronunciadas herirían profundamente a Gerard

- No te muevas de este lugar, estaré cerca –

- ¡No! Cómo puedes dejarme… y si me matan… ¡Gerard! –

Se inclinó hacía él, besando sus ojos

- Estaré a menos de un metro… -

- No… entonces trae a tu víctima a este lugar, asesínala frente a mí, devórala sobre mí si te da la gana, pero no me dejes solo –

Gerard asintió con su cabeza, dando media vuelta para observar a los pocos humanos que aun se agazapaban presos del pánico en los rincones del salón

- No sé ni para qué vinimos, Mikey no lo hizo, él me dijo que no es una obligación… y tu… ¿Sabes que creo Gerard? Que en realidad disfrutas de estas reuniones, y seguramente me has mentido… eres un asqueroso asesino igual a todos… ¡Peor! Porque le mientes a quien dices amar –

- ¿A qué viene todo esto? – Gerard dejó de buscar su víctima, sentándose de nuevo junto a Frank – Sabes perfectamente que si vinimos es para que no nos castiguen después por violar las leyes, los vampiros no pueden amar y mucho menos hacer pareja con humanos… - Sus ojos se tornaron turbios a causa de las lagrimas que no pudo impedir derramar – Yo voy a luchar por los dos… ¿Acaso no ves que lo hago por amor? –

Frank bajó su rostro, susurrando un tímido “lo siento”, y se quedó mirando sus manos acomodadas sobre su regazo, Gerard se alejó de él por un par de segundos, regresando con una mujer entre sus manos, arrojándola con violencia sobre el sillón, Frank no pudo evitar la dirección que sus ojos tomaron, se quedó pasmado viendo el rostro aterrado de la mujer que luchaba infructuosamente para escapar de los colmillos afilados de Gerard, la primera mordida fue certera, rápida, violenta, justo en la yugular, lanzando con velocidad un buen chorro de sangre que cayó justo sobre el rostro de Frank, haciéndolo levantarse del sillón con rapidez, solo para caer de rodillas sobre el piso y dejar fluir el vomito que tenía contenido desde que llegó, y que la tibia sangre en su rostro despertó.

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