viernes, 3 de agosto de 2012

Yo soy aquel; Capítulo: #1

Capítulo: #1

Persiana.

Como siempre, me acerque a esa ventana, si, esa que daba justo a la vista mas hermosa del mundo e incluso, me atrevería a decir que del universo. Cada noche, a la misma hora me reunía con la ventana. Generalmente filosofaba acerca del destino que me había tocado o miraba a la ciudad a la que tanto anhelaba conocer de noche, esas luces encandilantes y todo ese bullicio me parecía excitante, pero mi hermano insistía en que seria demasiado peligroso para mi ir a esos sitios llenos de multitud, violencia, prostitución, etc. Mikey llegaba siempre casi de noche del trabajo, por lo cual pasaba la mayoría del tiempo solo, excepto por Lauren, la mujer que cuidaba de mi. Lo que mas me gustaba de estar solo era que todos los días a la misma hora, podía tener uno de los momentos mas bellos de la historia, y eso era mirarlo a El.

Siempre hacia lo mismo, llegaba a su cuarto, abría la persiana y salía a su terraza a regar las plantas y mirar un poco el cielo. Después se metía, dormía un rato, y se duchaba. Lo mejor de la ducha era que se desvestía en su cuarto, su piel a bronceada y suave, era un hombre bajito y con un hermosísimo cuerpo. Lo que mas me llamaba la atención eran sus múltiples tatuajes que ya me sabia de memoria. Sus piernas tan bien formadas y aunque me de vergüenza admitirlo, su trasero tan firme. Un Dios, o más que eso. Una cara tan hermosa que ni la mujer más bella del universo le tocaría los talones. Cabello castaño obscuro, corto de atrás con un mechón sobre la cara y su piercing en la boca, sus labios rosas, tan besables. Después de su ducha, sale sin nada que lo cubra, su cuerpo húmedo es todavía mas hermoso, en esos instantes me daba envidia, queriendo ser esas gotas que corren su cuerpo lentamente, acariciando cada pedazo de piel. Se pasa la toalla y se pone su ropa.

El no sabe que lo miro, ni siquiera me conoce o lo conozco, no se su nombre pero se que hace habitualmente. Hay cosas de él que me intrigan, como por qué suele llorar mientras riega sus plantas y sobretodo, como es que aparecen esos horribles moretones en todo su hermoso cuerpo. Cada vez que miro uno nuevo, siento un dolor justo en mi corazón y me duele más cuando llora, se ve tan indefenso y es cuando me siento casi un superman, capaz de protegerlo de cualquier cosa. La cuestión es que yo no puedo cuidarme ni a mi mismo, jamás podría cuidar a otra persona. No en las condiciones en las que estoy atado a esta maldita....

-Gerard! Otra vez en la ventana? Se puede saber que tanto miras ahí, que todas las noches regreso y te encuentro ahí siempre?- pregunto Mikey cerrando la puerta tras de si

-Nada- respondí dándome la vuelta -Como te fue en el trabajo hoy?-

-Bien- respondió mientras se sentaba en el sillón -Lo mismo de siempre, solo que hoy tuve menos trabajo y ya no ando tan cansado-

Sonreí

-Quieres algo de cenar?- ofrecí a mi cansado hermano

Me miro perplejo

-Tampoco soy manco Michael- respondí con una sonrisa

El también sonrío, después de levanto del sillón y se fue a sentar al comedor

-Que hiciste de cenar?- pregunto Mikey emocionado

-Hice pato a la naranja, Lauren me acompaño de compras esta mañana- respondí orgulloso

Pero su expresión me dijo que estaba inconforme y molesto por mis acciones.

-Gerard...-comenzó a reprocharme

-Michael cuando entenderás que aunque este atado a esta maldita silla de por vida, nunca me quedare quieto?- dije molesto en mi defensa

-Ya hemos hablado acerca de lo que allá afuera espera por ti- reprocho Mikey de nuevo.

-Porque no lo olvidas ya de una vez? Es hora de salir!!! No crees que es injusto que tu si puedas salir al exterior y yo no?- reclame alterado

-Es para trabajar y lo sabes, y nada más. Si por mí fuera nunca saldría de esta casa- replico alterado ya también

-Mikey! Hay un mundo allá afuera esperando por ti y por mi! No quiero vivir toda mi vida viendo la ventana y ver como el mundo gira y yo no puedo girar con el!- respondí a gritos

Mikey se levanto de la silla y camino hacia su cuarto. Casi siempre era lo mismo cuando discutíamos por eso, y esa discusión apareció desde que lo vi por primera vez, ese día estaba escribiendo en mi cuaderno de poemas, uno de los regalos de mi abuela antes de morir, y mire la luna, se me hizo tan hermosa que decidí mirarla más de cerca. Me acerque a la ventana y comencé a dibujarla, luego me aburrí y decidí mirar hacia los departamentos de enfrente y justo en el balcón que daba enfrente de mi ventana estaba ese joven de rodillas, regando sus plantas y sus flores mientras se sobaba los brazos y sollozaba ruidosamente. Quise ignorarlo pero la curiosidad me gano, así que decidí mirarlo más. Entonces tal vez sintió mi mirada y volteo hacia mi y me dedico una de las sonrisas mas bellas que he recibido, sus ojos brillaban ante la intensidad del antes mencionado astro, correspondí y el inmediatamente se puso de pie y camino dentro de su apartamento.

A veces sueño con que algún día de la nada me levantare de esta maldita silla y correré hacia el, le tomare por el mentón, lo acercare a mis labios y lo besare con desesperación, pasión, locura y ternura. De que algún día me perderé entre esos hermosos ojos cuyo color no he podido identificar aun, y que disfrutare de su cuerpo y su aroma. Pero como dije ya antes y si no lo dije, lo diré: Es imposible. Creen que alguien tan hermoso y majestuoso se fijara en un invalido como yo?

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