domingo, 4 de noviembre de 2012

Orange hallo; Capítulo: #16

Capítulo: #16

Gerard se deleitaba con los sonidos que producía Billy al tocar su guitarra, sin notarlo comenzó a tararear las melodías mientras alimentaba los caballos, Billy se acercó a él, encontrando en esto la excusa perfecta para poner en marcha su plan, - ¿Te gusta la música? – a Gerard le pareció extraña la proximidad con que el agrónomo le hablaba, - ¡me apasiona! – le respondió tímidamente sin levantar la vista, - y, ¿sabes tocar algún instrumento, además de cantar tan bellamente? – 
- No, pero me gustaría aprender – 
- Si lo deseas, yo te puedo enseñar, en las noches cuando termine la faena - 

Gerard asintió, a pesar que había algo en esa propuesta que no le gustaba, él siempre tenía un sexto sentido para todo, y sabía que algo inusual estaba a punto de pasar, lo hizo no sólo para aprender, en el fondo esta era una oportunidad para conocer lo que Billy, y sobre todo David se traían entre manos. 

Noche tras noche, en la serenidad del jardín trasero del castillo Billy intentaba enseñarle a Gerard a tocar la guitarra, el esfuerzo era poco mas que infructuoso, Gerard cantaba bellísimo, pero los perfectos acordes de guitarra eran esquivos con él, ambos se dieron cuenta pronto, estaban perdiendo el tiempo, y habrían abandonado esta empresa, de no ser por el afán de ambos de lograr lo que se habían propuesto para sí, Billy, conquistar a Gerard, y éste, sacarle la verdad a Billy. 

La complicidad de las noches claras y estrelladas de Orange Hallo, inspiraban a Billy, quien de mil formas le había hecho entender a Gerard que se sentía atraído hacía él, pero las evasivas, y en ultimas la directa confesión de Gerard asegurándole a Billy que él no podía corresponderle, porque estaba enamorado de alguien mas, lograron crear en David y Billy una desesperación tal, que lo único que les quedaba era desfigurar la verdad, y tratar de convencer a Frank de ver algo que no existía. 

Frank observaba las clases de guitarra desde la ventana trasera del castillo, desde la cual se veía el jardín a plenitud, sentía celos al verlos, y aunque Gerard le decía siempre que no tenía nada que temer, a él no le gustaba esa proximidad entre ellos, David se paró a su lado, - parece que tu novio me quiere quitar el mío, ¿no lo crees? – Frank se quedó en silencio, retrocedió unos pasos para alejarse de David, pero este los sostuvo del brazo, - ¿Por qué te vas?, no soportas ver como ese par se ríen de nosotros, yo tampoco – Frank sentía rabia, sabía que David solo decía esas cosas para molestarlo, - él no es mi novio, ya te lo he dicho muchas veces, y déjame pasar tengo que ir a dormir, porque al contrarió tuyo, o de tu noviecito, yo si me levanto temprano a trabajar en mi hacienda – David apoyó su brazo sobre la pared, aprisionando a Frank entre él y esta – la negación no lleva a nada bueno, algo esta pasando frente a nuestros ojos, y tu solo le das la espalda, Frank, deja de sentir por un momento todo ese odio que me tienes – todo esto lo decía al tiempo que cruzaba miradas con Billy, quien por instinto se acerco por detrás a Gerard, rodeándole con sus brazos, pretendiendo indicarle la mejor forma de tocar los acordes, David haló a Frank fuertemente del brazo y lo acercó hasta la ventana, - ¡Mira! ¿Qué eres ciego?, o el amor que sientes por ese peón es tan fuerte que no te deja ver lo que él y Billy nos están haciendo – muy dentro de sí Frank confiaba ciegamente en Gerard, y aquel gesto le pareció algo inocente, estaba a punto de refutar el punto de vista de David, tildándolo de paranoia, pero Billy, quien tenia pleno control de la situación, y aprovechando que la distancia le permitía a Frank ver, pero no oír, dio la vuelta quedando frente a Gerard, y con el talento propio del mejor de los actores, entre palabras rebuscadas le dijo que lo que sentía por él no era simple atracción, que lo amaba profundamente, - ... aunque no quieras decirlo, yo se que ese obstáculo que no te deja amarme es Frank, pero él solo se esta burlando de ti, al igual que David se burla de mí, una noche la pasa en mi cama y la siguiente en cama de Frank, y tu ¿le quieres guardar fidelidad a ese idiota? -. Gerard quedó petrificado, inmóvil, y continúo así por unos segundos, que Billy aprovechó para tomar fuertemente su rostro y besarlo, Frank sentía hervir su sangre, se retiró rápidamente a su habitación, tal vez si hubiera permanecido en esa ventana dos segundos más, habría visto como Gerard empujaba a Billy lejos de sí, y le gritaba en un tono tan alto que hasta David lo pudo oír, que no le creía una sola palabra, que para él Frank estaba primero. Mientras se retiraba furioso del jardín. 

Billy levanto su mirada, la imagen de David en la ventana, sonriendo, complacido, y con ese halo de victoria en su mirada le aseguró que este pequeño plan improvisado había sido un éxito.

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