domingo, 4 de noviembre de 2012

Orange hallo; Capítulo: #21

Capítulo: #21

Nunca la distancia entre el castillo y la casona fue más larga, eterna y angustiosa para Gerard, los pasillos parecían extenderse más de lo normal, sentía al alma de Frank abandonar su cuerpo, despedirse del mundo en una profunda agonía, pensando en su amado, sintió a Frank reclamar su presencia, no quería morir sin antes verlo por última vez. 
Abrió la puerta de para en par, Frank estaba tirado en el piso, tosiendo, desgarrando sangre, Gerard se tendió a su lado, recogiéndolo entre sus brazos, besando sus ojos, despacio, suavemente, en medio de las lagrimas que no paraban de brotar. 
-Escúchame Frankie, escúchame con atención-. 
Frank miró a Gerard a los ojos, sonrío levemente y se quedo así mirándolo, perdido en esa mirada llena de amor y miedo, pero que a la vez le reconfortaba y lo llenaba de seguridad. 
-Aspiraste demasiado humo, y estas destrozado por dentro, amor, esta es la oportunidad para que creas ciegamente en mí, sabes que jamas te dañaría, solo dime que sí... para salvarte, tengo que matarte y traerte de nuevo a la vida, ya no como humano...- 
Frank se incorporó un poco, se acercó al oído de Gerard. 
-Tu sabes... que... es bueno para los dos, si, mi respuesta es si, sea lo que sea, yo confío en ti.- 

*

La luna llena brillaba imponente en el cielo, Gerard rodeó el torso desnudo de Frank con sus brazos, apoyando su cabeza en su pecho, -Amo tanto sentir la tibieza de tu cuerpo... el aroma de tu piel, y el sabor de tu sudor, cuando estas tan excitado como lo estas en este momento...!!!-. 
Frank suspiró, la calma había regresado a Orange Hallo y a su propia vida, su relación con Gerard había cambiado totalmente, sin secretos, sin miedos, y con plena confianza el uno en el otro, ahora eran una sola alma, unidos por el amor y con toda la eternidad para pasarla juntos. 
-Anoche vi a David salir muy sospechoso de la habitación de Ale, y esta mañana, la muy condenada estaba cantando mientras limpiaba el establo!- 
-Pero yo creí que ellos dos se odiaban... Ja!- 
-No sé Gee, desde que le salvaste la vida, después de enterrar a Billy, y desde que él y yo nos perdonamos todo el daño, el cambió radicalmente-. 
-Tanto que ya le gustan las mujeres?- 
-No, tanto como saber que él puede ser feliz, y que amar y dejarse amar es la clave para ello- 
-Bueno, me da igual, lo único que importa es que todos estemos bien, además Ale, es muy...- 
-Muy que? Ah... no empieces con pendejadas que sabes que no tengo tolerancia para eso eh!- 
Gerard empezó a reírse, besando el lóbulo de la oreja de Frank, susurrándole repetidamente “te amo solo a ti”, Frank se sentó extendiendo mejor la manta que habían tendido en la pradera, -Recuéstate, no dejes de mirarme a los ojos, me voy a hacer una buena imagen mental de tu cuerpo desnudo bañado por la luz de la luna- Frank cerró los ojos y comenzó a pasar sus manos suavemente por el cuerpo de Gerard, comenzando por sus piernas, -Cómo te vas a hacer una imagen mental si tienes los ojos cerrados?-. 
-Shhhhh, no hables, primero voy a grabar tu textura en mis manos- 
Frank llegó hasta el rostro de Gerard, -Ahora, si me permites, me voy a grabar tu sabor!- 
Frank besaba cada centímetro del cuerpo de Gerard, como si fuera su último momento juntos, como si no tuvieran toda la eternidad para amarse. 
Los inquietos y sedientos labios de Frank se centraron en el pene de Gerard, haciéndole crecer la excitación cada segundo, -Gee?, Creo que es aquí donde mejor sabes... Mmm!- 
Gerard no podía resistirse, la personalidad juguetona de Frank lo encendía de una manera sobrenatural, -Ahora es tu turno de acostarte sobre la manta, y no dejes de mirarme a los ojos... inclusive si quieres cerrarlos a causa del placer, aguántate... o te pego un mordisco con mis nuevos colmillos!- 
Frank sonreía mientras temblaba de placer, tenia el sabor de Gerard en su boca, y no había nada en este mundo que le provocara mas deleite que el aroma y el sabor de Gerard, eran como la ambrosía para sus sentidos, Gerard se arrodillo sobre la manta, separando las piernas de Frank, y acomodándolas alrededor de su cintura, siempre mirándolo a los ojos acarició las nalgas de Frank, levantó su mano derecha mojando sus dedos con su saliva, luego empezó a deslizarlos dentro de Frank para alistarlo, se acomodó bien entre sus piernas, introduciendo su húmedo y firme miembro entre Frank, como era usual una leve exclamación de placentero dolor se escapó de los labios de Frank, la manta comenzó a recogerse debido al movimiento, Frank apretaba con fuerza los brazos de Gerard, atrayéndolo hacia él, Gerard se dejó llevar, desplomando todo su peso sobre él, besaba sus labios, mientras seguía penetrándolo entre jadeos, labios húmedos, palabras ahogadas, que repetían “te amo!”, el solo hecho de sentir en el cuerpo lo que él otro sentía les brindó una nueva y maravillosa forma de placer, el orgasmo propio se combinaba con el del otro, creando una increíble explosión de sensaciones, manifestándose finalmente con un hermoso concierto de gemidos, exclamaciones, y en orgasmos imposiblemente largos. 
Los años se desvanecen rápido cuando eres una criatura de la noche, pero cada segundo juntos valía una vida entera para ellos. Sin importar la época, o las circunstancias, regresarían de las sombras a disfrutar los placeres de la luz, la vanidad de la humanidad, siendo más hermosos cada vez, obligando a los mortales a adorarlos, solo porque sí. 
Como en mi caso, solo porque en un momento de su eternidad decidieron formar una banda, y mostrarse en todo su esplendor, a este vacío, superficial y estúpido mundo en el que me tocó vivir. 

FIN

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