domingo, 4 de noviembre de 2012

Orange hallo; Capítulo: #20

Capítulo: #20

Gerard sintió su alma herida y enamorada escapar de su cuerpo, en forma de lagrimas, de lamentos de dolor... 
Nunca el cielo había estado teñido de un rojo carmesí tan intenso, le dolía el solo hecho de estar vivo, después de morir para los humanos por unos instantes, y renacer de nuevo para las criaturas del inframundo, ahora era tiempo de aprender a conocerse, de saber como controlar sus nuevos sentidos, sus nuevos ojos que le permitían ver en la noche tan claro como si fuera luz del día, sus oídos que percibían sonidos que él mismo jamas pensó que existirían, pero sobre todas las cosas, controlar su corazón que había adquirido la capacidad de ser empático con todos los seres que amaba. Bebió un poco mas de la sangre de Valentine, el vampiro que lo había engendrado, después que Gerard lo invocara, utilizando sus libros de hechizos, Valentine, Sintió la desesperación y el amor tan puro, tan eterno que Gerard sentía por Frank, que no dudó un instante en concederle lo que él quería. 
Gerard se concentró, cerró sus ojos, y penso en Frank, pensó en él no con su mente, con su corazón, como Valentine se lo indicaba, comenzó a sentir lo que Frank sentía, como si todo esto pasara en su propio cuerpo, primero leyó su alma, el inmenso amor que Frank le tenía, lo amaba con desesperación, sintió miedo, frustración y de repente su piel empezó a arder, Gerard gritaba, cayó al suelo, mientras se retorcía de dolor, sentía que toda la piel que cubría su cuerpo se estaba desprendiendo, y una espesa sustancia en su garganta lo ahogaba, olía a carne quemada, y miedo, sintió el miedo de muerte, el mismo que Frank estaba sintiendo en ese momento. 
-Tengo que ir a Orange Hallo, tengo que ir Ya! -. 
Gerard corrió a ensillar un caballo, pero Valentine se paró detrás de él, asiéndolo de la cintura fuertemente. 
-A caballo llegaras demasiado tarde... y aprovechemos, esto, para que aprendas a volar-. 
Dicho esto se elevaron por los aires, Gerard notó que se acercaban a Orange Hallo, no por la belleza de la hacienda, sí no por la gran nube de humo negro que la cubría. 
Gerard bajó y Valentine se despidió de él, -No te preocupes por las cosas que aun no entiendes, el instinto te enseñará, ve y salva a tu amado, que esta vida de eternidad no se convierta en una tortura de soledad para ti-. 
Gerard recorrió la casona, buscando a alguien que le explicara algo, en su antigua habitación la gente se agolpaba en la puerta, le abrieron el paso al verlo, Gerard entró, Benji estaba arrodillado junto a la cama, al ver a Gerard se aproximó a él, su rostro estaba descompuesto, las lagrimas no paraban de rodar, lo abrazó dejando caer todo su peso sobre Gerard, -No quiso ir a su habitación, pidió que lo trajéramos acá, entre lo que le pude comprender de su susurro, fue que quería morir en el lugar en el que fue mas feliz... Gerard... sálvalo, como salvaste a mi hermana... yo voy por David... y Billy... -. 
Benji salió de la habitación, cerrando tras de sí la puerta, dejándolos solos en el interior; Gerard levantó despacio la mirada, con temor, miró hacia la cama, su Frank, su bello y amado Frank estaba tendido sobre ella, por un instante su propia mente lo traicionó, haciéndole ver a Frank en todo su esplendor, esa bella imagen del pasado, desnudo, lleno de vida, mirándolo con ojos llenos de lujuria, de sed, de hambre de placer, veía su cuerpo blanco, pequeño pero complaciente bañado por la luz violácea que se colaba por la ventana, sonriendo, invitándolo con una sonrisa a meterse en la cama con él, a sentir su tibio cuerpo temblar a causa del placer que se producían mutuamente... 
La innegable realidad chocó como un relámpago en los ojos de Gerard, la blanca piel se había convertido en un mosaico de colores carmesí, negros, pedazos de la misma colgaban por doquier, supurando los líquidos que el cuerpo mismo produce para auto-sanarse, avanzó uno, dos tres pasos hasta donde su propia tolerancia le permitía, Frank susurraba cosas incomprensibles, ya no se quejaba de dolor, el fuego había consumido sus terminales nerviosas, su rostro era irreconocible, Gerard se sentó en la cama, su corazón estaba sumido en un profundo dolor, acarició suavemente lo que parecía ser la mejilla de Frank, se inclinó y beso su rostro, Frank sintió su presencia, y sacando fuerzas de donde podía abrió sus ojos, y exclamo un “Te Amo” que sonó mas como un lamento, Gerard comenzó a llorar, acariciando su cabeza, besando su rostro –Esta bien, Frankie... no te esfuerces, ya estoy aquí mi amor, junto a ti... y no te voy a perder, no te voy a dejar ir... te amo mas que a mi vida... – 
Gerard se apresuró a conseguir todo lo necesario para curar a su amado, lo baño con agua fresca, y empezó a recitar el conjuro con el que en otras ocasiones ya había curado. 
La piel de Frank poco a poco empezó a tomar su color, su lozanía, su vitalidad habitual, Gerard lo miraba y sonreía, besó sus labios rosa, esos labios delgados, tiernos insinuantes que le respondieron como siempre, con lujuria, con violencia, como si fuera el último beso que se podrían dar en la vida... 
Benji entró a la habitación, sonrió complacido al ver la piel de Frank tan sana como si no hubiera pasado nada. 
-Ya está curado??-. 
-Externamente si, pero no, sé... hay algo dentro que no me deja curarlo del todo bien... Benji, ¿qué pasó con David y Billy? -. 
-David vio a Frank y Billy en el techo de la bodega, cuando subió, Billy había empujado a Frank a las fauces del fuego, así que David empujó a Billy y se arrojó él mismo a las llamas... – 
-Estan vivos? 
-David si, esta peor que Frank, pero Billy... creo que podría haber vivido, pero se rindió muy pronto-. 

Frank se incorporó en la cama, le pidió a Gerard que se sentara a su lado. 
-Tienes que salvarlo, Gee sálvalo, por favor!-. 
-¿Por qué? Frank, deja que se muera ese maldito, ya sé que fue lo que te hizo, él debe pagar... déjalo morir-. 
-No, no entiendes... el se arrojó a las llamas para salvarme, por él estoy aquí-. 
-Y, es que un acto de bondad borra todo el dolor que te ha causado?-. 
-Él no tiene la culpa, el no tuvo la culpa... fui yo, cuando éramos chicos... él actúa así por mi culpa...-. 
-No te entiendo... – 
-Ahhh Gee, amor... por favor no me juzgues por lo que te voy a contar, yo solamente era un niño. David llegó a mí vida cuando más necesitaba amor, él me amó y yo también... mi Padre fue y es un malnacido, lleno de enemigos, un día en el campo un grupo de campesinos que mi padre arruino, me estaban buscando, para vengarse de mi padre a través de mí, yo estaba caminando a unos cuantos metros delante de David, los hombres me preguntaron si conocía al menor de los Iero, y yo... por miedo señalé a David... esos hombres lo tomaron a la fuerza... lo violaron, lo golpearon frente a mis propios ojos, David gritaba, yo no hice nada, ni siquiera corrí a buscar ayuda, solo me quedé allí viendo... y David, desde ese momento, me odia... Gerard, sálvale la vida, por favor!-. 
Gerard salió para el castillo, siguiendo los deseos de su amado, Benji se quedó al lado de Frank, quien dormitaba incómodamente, respirando con dificultad, un extraño sonido salió de su garganta, parecía un estertor de muerte, Benji salió de la habitación desesperado, tratando de encontrar pronto a Gerard.

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