martes, 25 de junio de 2013

How the misery begins; Capítulo: #13

Capítulo: #13



Ray III.

Me encontraba en el baño secando mi cabello. Según la llamada de Mickey, tendríamos una cena en la casa de Gerard.
Sólo nosotros, sin mujeres. Para revivir a ese grupo de cinco amigos.
Sonreía, estaba feliz. Pero me asustaba el hecho de tener que compartir unas cuantas horas junto a Bob.
Últimamente estaba resignado a él. Se había convertido en una rutina.
El me insulta, le contesto. Nos enojábamos, todos quedan tristes. Fin del día.
Podía escuchar claramente la música desde el baño. Estaba algo fuerte. Demasiado quizás, pero me relajaba, me descargaba.
Aunque, los vecinos no pensaban lo mismo. Al demonio con ellos.
De repente escuche a mi perro ladrar.
Gire lentamente la cabeza y lo mire.
Estaba junto a la puerta, seguía ladrando.
-Qué?-Dije al mirarlo-
Ladro.
-Qué ocurre?-Me acerque a el-
Cuando lo hice, salió corriendo de la habitación.
Sin soltar la toalla, salí del baño y baje la música. El timbre se escucho.
-Demonios...-Murmure- Me olvide de Mickey.

Baje las escaleras corriendo, y me contre una vez mas con mi perro.
Le ladraba a la puerta.
La abrí.
-Mickey...-Sonreí-
-No me digas...-Entro a mi casa- Estabas escuchando música, no?
Cerré la puerta.
-Si...-Sonreí- De todas formas.-Mire mi reloj- Por qué has venido tan temprano? Dijiste que pasarías por mi a las 7 de la tarde.
Volteo, mientras sonreía.
-Sólo quería quedarme un rato contigo, estas muy sólo últimamente y  no me gusta.-Respondió-
Baje la vista, algo avergonzado pero contento al saber que podía contar con el.
-Pues siéntate, quieres algo para tomar?-Le pregunte-
-Agua, puede ser? Ando con mucha sed. 
-Debe ser la comida de Bob! Jajajaja!-Reí desde la cocina- Le pone demasiada sal.

Escuche que rió conmigo, pero no respondió.
Volví al living.
-Vamos, sube.-Dije dándole el vaso-

Ambos subimos. El perro nos siguió.
-Deberías darle un premio a tu perro, es el único que escucha algo en esta casa.-Dijo Mickey entre risas-
-Cállate, quieres?-Le pegue con cariño en el hombro-
-Y dime...-Se dejo caer en mi cama- Qué harás esta noche?-Coloco sus manos detrás de la cabeza-
Me senté al pie de ella, y comencé a vestirme.
-No se..-Ate mis cordones- A qué te refieres?
-A Bob.-Contesto rápidamente.
Me detuve en mis acciones, sólo por un segundo.
-Nada. Qué quieres que haga? No le arruinare la noche a Gerard. Si el quiere pelear, no me interesa. Pero sólo voy por Gee. Te lo dije hoy, cuando me llamaste.-Conteste-
-Lo se, el dijo lo mismo.
-Si?-Voltee-
Asintió con la cabeza.
-Juro que trato de hacerle entender.-Comenzó a hablar- Todos los días le hablo, pero esta cerrado. Muy cerrado.
No dije nada. Seguí concentrado en mis zapatos.
-Siempre le digo que no tuviste la culpa. Son cosas que pasan.
-Si tuve la culpa.-Confesé-
-No.-Dijo en seco- No la tuviste. Esa noche, dijiste lo que todos deseábamos, pero no podíamos decirlo.
-No entiendes Mickey.-Murmure-
-Si entiendo.
-Mira..-Me di vuelta para mirarlo- No quiero hablar de eso si?-Comenzaba a ponerme triste- Duele, duele perderlo a Bob cada día, cada vez que me mira atraviesa mi corazón con esos cuchillos que usa en la cocina. Y no tiene la menor idea de porque hice lo que hice.-Dije volviendo a mis zapatos-
-A qué te refieres?-Pregunto-
-Nada.-Me puse de pie-
-Vamos dime.-También se puso de pie-

No contesté, y me acerque al armario para sacar una camisa.
-Ray?-Sentí su mano en mi hombro- Vamos, somos amigos. No? Podemos hablar de cualquier cosa.
Voltee con la prenda en la mano.
-No...-Hice una pausa para respirar hondo- No quiero hablar de eso. Pero, sabes que sacrifico hasta mi vida por los amigos. No? Lo sabes?-Lo mire fijo-
La confusión en su mirada era única.
-Esta bien. Si, lo se. Pero tampoco es para que te pongas así. Sólo quería saber que estabas hablando. Me confundes.
Lo mire. No respondí y lo abrace.
-Sólo quiero abrazarlo, sabes? Abrazarlo fuerte y decirle que lo quiero.-Apreté su delgada figura contra mi pecho-
-A Gerard? O a Bob?-Dijo a mi oído-
-A ambos.-Respondí- Ambos...-Repetí soltándolo-
-Ray...-Suspiro tomando mis hombros- Lo siento, no quise ponerte de esta manera.
-No...-Apenas sonreí- No te preocupes. Me gusta que estés aquí. Lo sabes.
No dijo nada. Esta vez, fue el quien me abrazo.
-No se qué demonios ocurre contigo. Pero ya lo sabré.-Dijo a mi oído- Pero sabes que estoy a tu lado para lo que necesites.
-Lo se.-Apoye mi cabeza en su hombro- Pero ahora...-Lo solté- Me terminare de vestir porque llegaremos tarde. Si?
-Ok.-Sonrió-

Me sentía un traidor, pero con Mickey.
Seamos realistas, me sentía un traidor con toda la banda, salvo con aquellos que saben la auténtica causa de mi decisión.
Pero nada podía salir de mis labios. Había dicho suficiente, quizás demasiado. Sólo para ver a un Mickey confundido siguiéndome por toda la casa, tratando de averiguar que demonios quise decir en esa conversión.
-Ya basta...-Dije sin voltear entrando a la cocina-
-Qué?-Escuche-
Voltee.
-Deja de seguirme.
-No tengo nada mas que hacer.-Sonrió-
-Te conozco Mickey.-Sonreí- Y nada saldrá de mis labios.
-Aja!-Grito en victoria- Entonces algo ocurre.-Se sentó sobre la mesada- Algo que no me quieres contar.
-No se para que abrí mi gran bocota.-Abrí la heladera para sacar agua-
-Ahora, dime todo lo que sabes.-Exigió-
-Lo único que se, es que si sigues molestándome te golpeare.-Voltee para mirarlo-
Rió.
-No hablaras?
-No.-Salí de la cocina con un vaso-
-Entonces esta confirmado. Hay algo que nadie sabe?
No le respondí.
-Ray?-Seguía a mis espaldas-
-Dios...-Suspire- A qué hora saldremos de aquí?
-A las 8.-Escuche-
-O sea que todavía debo soportarte media hora?-Me senté en el sofá-
-Así es.-Se dejo caer a mi lado.-Ahora...-Se acerco a mi, apoyando uno de sus brazos en el sofá- Dime que es lo que oculta este misterioso Ray, ah?-Sonreía de par en par-
Lo mire, y tuve que reír.
-Nunca olvides que la curiosidad mato al gato.-Le respondí-
-Ahh...-Suspiró- No me vengas con estupideces si tengo que morir, moriré. Pero sabiendo la verdad.-Seguía sonriendo- Dime, dime.-Insistía-

Prendí la televisión, tratando de no llevarle el apunte a Mickey, que seguía insistiendo sin cansarse.
-Deja de gastar energía y saliva, porque no diré nada.-Todavía buscaba algo para ver en la televisión-
-Bien.-Se acomodo en su lugar, cruzándose de brazos- Ya me enterare.
-Alabado sea el señor, te has callado.
-Sólo por ahora, pero ya veras.-Respondió-

Reí, y juntos pasamos la media hora que restaba, viendo televisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario