miércoles, 26 de marzo de 2014

Is that... You make me feel so special; Capítulo: #5

Capítulo: #5

Él lentamente abrió los ojos de manera perezosa, hasta que se encontró con mi mirada, que expresaba miedo. No pude evitar sentirlo, pensé que se levantaría, me gritaría y me echaría a patadas de su cuarto, pero no. Solo me observó, tal como hizo aquel el día en la plaza. Me sentía débil con su mirada, sentía que él me podía leer el pensamiento a algo así… Su mirada llegaba a ser tan penetrante que hasta me sentía desnudo, como si no pudiese esconder nada ante esos verdosos ojos. Me hipnotizaba, y esto me asustaba demasiado. No entendía como provocaba ese efecto en mí… O si quería algo de mí. 

- Hay que bajar a comer – dije despacio, cuando comencé a reaccionar, aun con mi mirada puesta en sus ojos. Me puse de pie yendo hacia la puerta sin esperar ni recibir respuesta alguna. Cuando bajé, mi mamá y Donald ya estaban sentados preparándose para comer.

- Ya viene Gerard – ambos sonrieron, yo seguía con mi rostro inexpresivo, sentándome en una de las sillas. En ese momento llegó Gerard al comedor. Muy serio.
- Hola hijo – dijo Donald mostrando una sonrisa en sus labios
- Hola – Gerard en cambio ni lo miró. Totalmente frío. Mi mamá algo incómoda intentó entablar conversación
- ¿Y? ¿Cómo estás para mañana?... ¿Entusiasmado? – Gerard le abrió los ojos con una leve sonrisa irónica 
- ¿Entusiasmado para qué? – pregunté curioso
- ¿No sabías?... Gerard irá a tu escuela – Cuando mi mamá me dio esta respuesta, yo intenté no manifestar de mala manera mi sorpresa. Solo musité un débil ”aah”. Le dí una fugaz mirada a Gerard, sin expresión alguna, pero cuando lo hice, él también me observaba de la misma forma. Cohibido, volví mi mirada hacia mi taza de café. Tomé once lo más rápido posible, estaba incómodo. A penas terminé, dí las gracias y me puse de pie. Pude notar que Gerard me miraba de reojo. Él no se dio cuenta de que yo lo percibí. 
Llegué a mi habitación maldiciendo hasta por los codos. A partir de mañana la simpatía del hogar iría conmigo a la escuela ¡Genial! Estoy harto de esto, ¿por qué siempre me hago tantos problemas con este tipo de cosas? ¿Dónde quedó todo lo que aprendí de papá? Todas las cosas caerán por su propio peso… No pensaré más en el asunto. A lo mejor mañana despertaré con fiebre y no podré ir al colegio, o quizás él se quedará dormido, o… quién sabe, probablemente ni viviré mañana. Bueno, eso sonó bastante feo. Solo seré valiente, tal como me enseñó mi padre, sabré enfrentar cada cosa positiva o negativa que se me interponga en los caminos de la vida. Pensando de esa forma, me acostó y dormí tranquilo.
Oí el despertador temprano en la mañana. Desperté con otro ánimo, totalmente diferente al de ayer. Me sentía feliz… Y hasta presentía que no sería un mal día. Arreglé mis cosas, bajé a tomar desayuno y me dirigí al baño a lavarme mis dientes, y a hacer mis necesidades, justamente cuando me encontraba haciendo esto último, sentí la puerta abrirse. Pude ver que Gerard me había visto todo… ¡TODO! El estúpido se quedó boquiabierto mirando mi anatomía, yo apenas pude, intenté esconder mi miembro. Totalmente colorado en el momento, le grité que se fuera.

- ¡Cierra la puerta! – Este la cerró rápidamente… Está bien. Mis presentimientos de ”Hoy será un buen día” quedaron nulos. Estaba totalmente avergonzado y no quería salir del baño, pero en ese preciso momento sentí el teléfono, pensé que sería un buena oportunidad para salir del baño, alcanzar mi mochila que estaba en el living y salir corriendo al colegio y así no tener que topármelo. Hasta que…

- ¡Frank! – Me puse colorado de nuevo al escuchar que Gerard me llamaba - ¡Te llaman por teléfono! – respiré profundamente como signo de resignación, intenté relajarme y salí del baño con la vista baja. Solo la levanté cuando estaba seguro de que me encontraba frente al teléfono, pero cuando lo hice Gerard me miraba intentando contener la risa. Yo sentía que me iba a explotar la cabeza de lo rojo que estaba, le quité el teléfono de las manos y contesté dándole la espalda.
- ¿Si? 
- Frank… Soy Bob, no me esperes, no iré al colegio 
- ¿Qué? ¿Cómo que no irás?
- No Frank, solo para eso te llamaba. Que estés bien, adiós

”maldición”. Me volteé a ver si Gerard aun permanecía tras de mi y así era, me observaba con su leve risa que no dejo de posarse en sus labios en ningún instante. Fui al living tomé mi mochila, dirigiéndome a la puerta.

- Eh… Frank – me dijo mientras yo giraba la manilla de la puerta
- ¿Qué? – dije sin mirarlo, aun tenía vergüenza, pero ya no estaba colorado.
- Tienes el cierre abajo – Me dio pánico cuando escuché eso, mis ojos se abrieron ampliamente. El rojo ardiente volvió a mis mejillas y apresuradamente miré mi pantalón. 
- jajajajaja – Gerard no paraba de reír. ¿Eso quería? Al mirar mis pantalones me di cuenta que todo estaba bien. Solo me había hecho una mala broma… muy mala broma, me volteé a mirarlo con una expresión de ”No fue chistoso”, pero aun así él no paraba de reír – Lo siento… Es que debiste haber visto tu cara jajaja – Está bien. No pude evitar sonreírme un poco. A mí también me hubiese gustado verme la cara.
- Ya basta, me da vergüenza. Primero me viste y ahora más encima te burlas 
- jajaja si tienes razón… Pero ahora hablando en serio no te llamé para eso – hizo una pausa - ¿Me esperarías para acompañarte al colegio? 
- Eh… Si, claro – dije sorprendido… ¡Wooooow! No sabía a qué se debía ese cambio de actitud. Me senté en el sillón a esperarlo. Estaba verdaderamente sorprendido,pero esta vez no era una sorpresa desagradable como todas las anteriores, esta vez no me sentí rechazado, ni mal y eso me hacía feliz. 

{*Narra Gerard*}

¿Qué podía hacer? El día anterior apenas abrí mis ojos mientras despertaba, supe que no podía seguir hiriéndolo sin razón alguna, solo por miedo a no poder sacármelo de la cabeza… Cuando sus ojos se quedaron atrapados en los míos me sentí feliz, en paz y eso fue gracias a él, gracias a su delicadeza. Tan solo gracias a su presencia. Nunca debí haber sido tan falso con él, pero espero que esta vez todo salga bien y no crea que soy una persona totalmente bipolar que no sabe cuando irá a estar feliz o triste. No me podía sacar sus ojos de mi mente, dormí pensando en su mirada, que me expresa tantas cosas aunque ni siquiera se qué cosas. No puedo decir que ya no sentía miedo por el “qué pasará” si lo seguía conociendo, si llegaba a descubrir esas cosas que me quería expresar o si lograba tenerlo cerca de mí por más tiempo. Ese miedo siempre iba a estar. Pero no estaba dispuesto a ser un falso Gerard todo por miedo a que me guste más. 
Terminé de arreglarme y salí del baño, fui hasta el living y ahí se encontraba muy cómodo Frank.
- ¿Ya? – dijo poniéndose de pie
- Si – respondí sonriente saliendo de casa. Comenzamos a caminar y no pude evitar voltear hacia mi lado izquierdo a mirarlo, pero eso solo provocó que recordara aquel momento en que abrí el baño y estaba él dentro. Me salió una carcajada desde lo más profundo de mi ser, él me miro serio y con ojos grandes sin saber el por qué me reía. 
- ¿Te estás riendo de mí? – dijo observando para todos lados y después dedicándose a mirar su atuendo 
- No… Es que, lo siento – me intenté controlar y seguí mirando hacia delante.
- Eres raro
- Lo siento es que dudo que tu imagen en el baño se me borre prontamente – la risa volvió a mí
- aaah con que por eso te ríes – dijo mirando hacia delante con una leve sonrisa – Pues tendrás que ir haciendo el esfuerzo por olvidarlo, porque sino lo haces sería algo raro.
- ¿A qué te refieres? – dije mirándolo 
- A que después puedes ir fantaseando conmigo jajaja – Se rió fuerte, aunque a mí no me hacía gracia. Me quedé en silencio. – Solo bromeaba, no te preocupes.
- si – dije con una leve sonrisa 

Llegamos al colegio y Frank me dejó en mi sala. No íbamos en el mismo grado, yo iba uno más arriba

- Te vengo a buscar en el receso – dijo sonriente
- Claro – imité su gesto.
Entré a clases, sentándome en los últimos asientos… Aunque no me percataba, solo suspiraba mientras mi mente divagaba pensando en el enano. Lo que más temía, había comenzado. ”Me volverá loco” pensé, dando el último suspiro para pasar a prestar atención.


No hay comentarios:

Publicar un comentario