miércoles, 7 de marzo de 2012

El jardín de las delicias; Capítulo: #6

Capítulo: #6

Desperté.
Casi era de noche.
Baje de la cama, trate de ir al baño, pero estaba ocupado.
Me quede junto a la puerta. Mirando al resto de la banda, que se hallaba en el sofá.
La puerta se abrió.
Eras vos.
Apenas me miraste, apagaste la luz, pasaste a mi lado empujándome.
-Imbecil...-Murmure-
Justo cuando iba a cerrar la puerta del baño, la abriste.
-Qué dijiste? Me llamaste imbecil?-Gritaste-
Y yo pensé que se te había pasado la bronca.
Por primera vez, no tenia ganas de discutir.
-Vamos Frank, no tengo ganas de discutir, podes quitar tu pie?-Dije haciendo fuerza con la puerta-
-Que bien!-Reíste sarcásticamente- El señor no quiere discutir.
Respire hondo.
-Para que voy a discutir si te importa una mierda que me pasa!? -Grite- Hoy confesaste que en pocas palabras fui un estorbo durante esos años.
No contestaste.
-No importa Frank, solo te interesa tu guitarra y seguir con la banda, porque es lo único que sabes hacer. Si no estuvieses en ella, en dónde estarías o que harías? Si sos un maldito inútil.-Dije mirándote-
Vi al resto de la banda a tu espalda, esperando el momento para volvernos a separar.
Te lanzaste sobre mi, mi espalda golpeo el pequeño lavatorio.
Tomaste el cuello de mi camisa y me azotaste contra la pileta.
-Repetilo! A ver? Repetilo si podes!-Gritaste mientras seguías azotándome-
Trate de escapar, no pude.
Vi el rostro de Mickey y al resto tomando tus hombros y espalda, para que me soltaras.
-Solo te molesta que te diga la verdad!-Grite-
-Frank! Ya basta!-Grito Ray-
-Juro que te matare!-Gritaste azotándome por ultima vez-
Lograron separarte.
-Bien!-Dijiste acomodando tu ropa- Juro Gerard que esto se termino!-Gritaste-
Me incorpore, te fuiste. Escuche como azotaste la puerta.
Todos me miraron.
-Nos vamos!-Dijo mi hermano algo enfadado- Y mas te vale que no los tengamos que separar en el bar.-Agrego-
Tome mi abrigo, y salimos hacia el bar.
Fuimos en la van.
Ibas adelante, mirando por la ventanilla.
Yo atrás.
Cuanta mas distancia haya, mejor.
Ahora, no recordaste el beso que me habías dado, no? No dijiste nada sobre el, o preferiste no hacerlo.
Llegamos a un bar.
Bajamos y entramos.
Bastante grande era. No era un bar, era un pub.
Mucha gente, música, pool. No faltaba nada.
Nos sentamos en una mesa al fondo.
Estabas en una punta, yo en la otra. Nos miramos unas cuantas veces.
Fans comenzaron a acercarse. Ya me estaba fastidiando. Se supone que nos teníamos que relajar, y nos siguen atosigando una y otra vez.
El tiempo paso.
Unos cuatro cafés habíamos tomado.
Habían hecho entre todos, un acuerdo de no tomar alcohol en toda la noche, solo para no hacerme sentir mal.
¿Qué estabas bebiendo? Vodka. Luego de haber tomado unas tres cervezas.
Lo hacías y me mirabas sonriendo.
Todo, todo a propósito.
Mickey te dijo unas cuantas cosas por tu actitud, no lo escuchaste.
No lo soporte. Me puse de pie.
-Iré al baño.-Dije-
Me miraste, tu sonrisa se borro.
Fui hasta el.
Entre.
Me acerque al lavatorio. Lave mis manos, eché un poco de agua a mi cara. Quizás me salvaría de no tener que romper una botella en tu cabeza por tu comportamiento.
Suspire bajando la mirada.
-Hey, estas bien?-Dijo alguien-
Gire. Era un chico.
-Si...-Conteste- Gracias-
Note su mirada. Como no reconocer esos ojos. Estaba sumamente drogado.
Sonreí.
-No deberías drogarte.-Dije mirándolo-
Sonrió.
-Por qué no? Queres que compartamos?
-Solo es un consejo de un viejo sabio zorro. Ya he pasado por eso, y no te llevara a ningún lugar, a menos que sea a el infierno, o a tu funeral.-Conteste-
Sonrió. Dio media vuelta.
-Que termines bien tu noche!-Grito-
Abre la puerta, sale. Una papel cae de su pantalón. No se dio cuenta. Desapareció.
Lo observe sin moverme. Sabia lo que era.
Me mire en el espejo. Note mis grandes ojeras.
Todavía me dolía algo la espalda por los azotes de Frank. Suspire. Gire nuevamente la cabeza. Observe el papel.
-Al demonio con todo!-Grite solo en el baño-
Me acerque, tome el papel. Entre a uno de los baños, puse el seguro.
Lo abrí, hermosa nieve estaba frente a mis ojos.
Como lo había extrañado. Años me tuve a convencer a mi mismo que no necesitaba de estas cosas para sobrevivir. Pero hoy? Hoy ya no importa nada.
Baje la tapa del inodoro. Me senté sobre ella. Mis piernas se hallaban una a cada lado.
Coloque el papel sobre la pequeña placa en donde se encontraba la cadena.
Lo observe unos minutos mas. Saque mi billetera del bolsillo. De ella, un billete de cinco dólares, lo enrollé.
Solo quedaba aspirarlo. Lo hice.
Todo en un minuto regreso.
Me maree al principio. Luego, comencé a sentirme demasiado bien.
Apoye la cabeza sobre la placa. Sonreí.
-Si que te extrañe...-Dije hablando solo-
Estuve unos minutos así, y salí del baño.
Frote mi nariz unas cuantas veces, no quería dejar pruebas del delito.
Que bien, en un segundo eché a perder todos esos años de sacrificio y dolor que he pasado tratando de dejar las drogas.
Al demonio.
Mire nuestra mesa.
Estaban riendo, con algunos fans a su lado.
Camine exactamente hacia el lado contrario.
Llegue a la barra y me senté en la pequeña silla.
-Le sirvo algo señor?-Dijo un hombre bastante robusto-
-Una cerveza.-Conteste-
Mi segundo pecado del día.
Este hombre me miro extrañado, luego hacia el fondo.
Voltee.
-Qué?-Dije mirándolo nuevamente-
-Sus amigos me dieron ordenes estrictas que no venderle alcohol.
Reí.
Los conté, ya había volado en el transcurso del baño a la barra, por tres lugares diferentes. Era buena droga. Se reconocerla, son años de experiencia.
-No le parece que tengo la edad suficiente como para tomar mis propias decisiones?-Pregunte-
-Pero..
-Me la va a dar o tengo que ir a otro lugar para obtener una maldita cerveza?-Agregue-
No contesto y me alcanzo una botella.
-Bien, así esta mejor.-Dije dejando el dinero sobre la barra-
La tome en silencio. La música se oía tan rara, tan lejos luego de lo que había consumido en el baño.
Sonreía de la nada.
Ya iba por la cuarta botella.
Mi celular sonó.
Lo mire, era un mensaje.
"¿Seguís en el baño?".Decía de parte de Bob.
"No, estoy en la barra hace como media hora", respondí.
Ok, soy un suicida. Lo se.
Al ver dicho eso, estaba esperando a que me vengan a golpear entre todos, por haber tomado alcohol.
Encima, se supone que vine a festejar mi segundo año de sobriedad.
Las vueltas que da la vida.
Siempre fui débil. He caído en la tentación.
Otra vez.
Fui hasta la pista con la botella en mi mano. Comencé a bailar y saltar. Estaba eufórico. No podía dejar de moverme.
Un puño sentí en mi espalda.
No me dolió, creo que estaba lo suficientemente drogado como para que no me duela.
Voltee.
Y si, era Frank.
-Qué demonios estas haciendo!? -Grito-
Tu grito fue increíble, todo el pub quedo en silencio. Se abrieron completamente, dejándonos solos en la pequeña pista.
Te mire.
-Tomando una cerveza.-Conteste sonriendo mostrándote la botella- O acaso sos ciego?
Nos miramos. El resto de la banda se acerco.
-Chicos, es mejor que volvamos.-Dijo Mickey asesinándome con sus ojos pardos al verme con la botella-
-No!. Me quedare! La noche es larga!-Grite-
Me miraste. Estabas algo ebrio.
-Encima, te has drogado Gerard. Sos un desperdicio.
-Y? Cuánto mas tendré que esperar para que me golpees!?-Respondí riendo lunáticamente-
No contestaste y reaccionaste a mi provocación.
Caímos al suelo.
Reí mientras me pegabas con toda tu fuerza.
Nos pusimos de pie.
Sillas volaron, botellas.
En pocas palabras, una batalla campal.
La policía hizo su presencia.
Nos llevaron presos. Tendríamos que pagar por todo el daño hecho en el lugar.
La banda? Pues se harto de nosotros. Y permitieron que nos dejen toda la noche allí, solo para que escarmentemos de una vez por todas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario