jueves, 15 de marzo de 2012

Extraño; Capítulo: #12


Capítulo: #12

Con el calor de tus brazos me salvaste.

Quiero libertad en un mundo material,
Y sentir el amor sin volverme a enamorar,
Y olvidarme de todo lo que hace sufrir
…No me arrepiento de nada…


Una vez Mikey me preguntó qué es lo que pensaba acerca de la muerte (no sé porqué lo hizo, creo que este chico está obsesionado con ella); yo le respondí que la muerte para mí era como pasar a otra vida, mejor o peor ya sea el caso del pecador… Y creo que no estaba tan lejos de la respuesta, ahora lo veo conmigo mismo… aquí estoy muerto y creo que si fui al paraíso… desde aquella vez en que aquél hermoso ángel de alas negras me salvó de lo que pensé sería la gloria para mí, desde que me sumergí en aquellas aguas y no pude respirar de nuevo… desde ese momento fue que me di cuenta de que en verdad la vida después de la muerte existe. Aún lo veo tan claro… Yo muriendo, poco a poco haciendo que el aire le faltara a mis pulmones, entonces de repente unos brazos cálidos me abrazaron para arrastrarme hasta aquel lugar que resaltaba por su brillante luz roja… No, no era el infierno… era el paraíso.

No sé cómo fue que aquel ángel pudo localizarme entre toda esa gran e inmensa masa de agua, pero lo hizo… Y ahora estoy aquí… a su lado…

“¡No responde!” Era lo que escuchaba una y otra vez. Los gritos de muchos hombres resonaban en mis oídos. “¡Lo perdemos!” Los gritos no cesaban… y entonces ocurrió…

…Escuché al hermoso ángel que lloraba… lloraba por mí, lo sé porque no dejaba de repetir mi nombre una y otra vez, me sujetaba en sus brazos y de vez en cuando me zangoloteaba a pesar de los regaños de los hombres de blanco que estaban a nuestro alrededor… Me partía el alma oír al hermoso ángel llorar por mí… yo que no lo merecía…

“¡Frank!” Oí de nuevo su melodiosa voz. “¡Frankie… por… por favor no me dejes… te lo suplico, no me dejes solo…”

Sólo oí como los otros hombres lo regañaban de nuevo y daban las ordenes de que lo alejaran… cosa que nunca hizo, siempre estuvo a mí lado.

“¡Aún no despierta!”

¿Ese era otro ángel?... ¿Mikey? ¿Qué hacia él allí?

“”No te preocupes… va a despertar… Frankie es fuerte,” Una voz más gruesa pero no tan masculina se escuchó… entonces noté que Robert estaba ahí también.

Ellos también se escuchaban bastante tristes… lo que me preguntaba en ese momento era por qué lloraban por alguien como yo… Y aún escuchaba las súplicas del ángel…

“Frank… Frank, tú pequeño tonto ¿qué acaso no te das cuenta de que queremos que abras tus ojos?... Frank te amo… te amamos, por favor… abre tus ojos,”

Oh, ¿me aman?

“Frank… te amo… no sabes cuanto… ¡ahora abre los ojos!”

¿Me ama…?

“¡Frank despierta, carajo!”

Me ama…

Entonces probé de nuevo el sabor de sus labios…

Mi cuerpo se retorció un poco a causa de la extraña sensación que en mí aparecía, era tan extraño, dolía… dolía mucho pero a la vez era tan tranquilizador…

“¡Apártense!” Gritó un hombre.

Sentí como mis pulmones comenzaban a llenarse de aire…

“¡Frank!”

Mi garganta comenzó a arder a causa por el agua salada…

“¡Frankie, despierta amor…!”

Mis músculos recobraron su movilidad y mis párpados comenzaron a revolotear.

“¡Anda, amor… sé que puedes!”

Y entonces… mis ojos se abrieron… se abrieron sólo para tener la agradable visión de aquél hermoso ángel que me miraba…

“¡Frank, Frank, amor despertaste!”

Me miraba de nuevo con sus deslumbrantes ojos esmeraldas que me observaban fijamente, en ellos pude notar una chispa de felicidad…

“¡Frankie, te amo!”

Y en ese momento mi corazón volvió a latir…


~


Y bueno, aquí estoy… muerto… sí, sigo diciendo que estoy muerto porque como ya lo dije, me siento en el paraíso…

Después de todo eso que pasó y ver que mi vida de nuevo tenía sentido para mí, Gerard y yo nos fugamos lejos de ahí… nos fuimos lejos en dónde nadie más pudo encontrarnos… Bueno salvo Mikey, Bob… y sus dos hijos… con ellos siempre mantuvimos contacto.

Tres años después de fugarnos Gerard escribió un libro el cuál fue tan exitoso que nos alcanzó para comprarnos una pequeña… ejem… una gran casa al lado del mar. Un año después de eso todo lo que yo había escrito durante mi juventud Gerard me ayudó a escribirlo bien y se vendió como libro… Ese fue mi primer sueño hecho realidad… publicar un libro… ¡Ah, no esperen! Fue mi segundo sueño hecho realidad… sí porque el primero fue haberme juntado con el amor de mi vida.

En la cena de celebración y lanzamiento de mi libro Gerard, con una pequeña cajita de terciopelo negro en mano--- ¡me propuso matrimonio! Creo que mi respuesta a esa pregunta fue obvia ¿no?... Por sí aún tienen la duda… Sí, ocho meses después nos casamos en una pequeña ceremonia muy personal, ninguno de los dos quiso algo muy extravagante o mucho menos…

Creo que sonará muy raro viniendo de mí, pero lo que siempre quise fue una familia… ya saben la típica familia en donde hay peleas y malentendidos por cosas tan tontas pero en dónde todos se aman… con molestos niños corriendo por doquier y destruyendo todo a su paso… Sí, esa era la familia que quería yo… Afortunadamente nuestro pequeño y molesto regalo de bodas llegó un año después de nuestra boda y de que hayamos pedido la solicitud de adopción… ¿Quieren saber su nombre?... Helena... Lindo nombre, ¿no es así?, fue a honor a la abuela de Gerard, ella le enseño mucho de lo que sabe, que por lo que me contó Gerard esa mujer era grandiosa… miren que soportar a un nieto como Gee. Oh, no le digan que yo les dije eso… Ahora Helena está de viaje con su esposo y mis dos nietos…

Ina vez Mikey me contó que mi madre me había ido a buscar, que estaba muy arrepentida por haberme dejado, pero ¿qué creía? ¡Qué después de 30 años la iba a seguir esperando tan sumiso como siempre lo era con ella? Nunca la deseé el mal a mi madre… lo contrario… al fin de cuentas eso era para mí, mi madre…


~

Yo sólo miraba fijamente los ojos de Gee mientras que con cierta nostalgia comenzaba a contarme aquello que le pedí que me contara después de que me rehusé a escucharlo creyendo siempre en su inocencia. Gee clavó sus arrugados pero aún así hermosos ojos verdes en mí y comenzó a contar con su voz ronca y cansada:

“Yo era joven… muy joven aún, incluso mucho más que tú, mi amor,” Paró un instante sólo para tomar aire y sonreírme tiernamente, sus agrietados pero aún asi suaves labios comenzaron a moverse de nuevo: “Yo la conocí en una fiesta que había organizado Billie… en ese tiempo era mi mejor amigo, y ella, su hermana era dos años menor que yo,” Volvió a tomar aire y se removió un poco en mis brazos. “Todo pasó tan rápido, nos enamoramos y comenzamos una relación bastante bizarra… sus padres no querían que yo andara con ella, por la obvia diferencia de edad, pero a ella no le importó, nos seguimos viendo, incluso Billie a veces nos ayudaba a escaparnos… Duramos años. Cierto día sus padres se enteraron y decidimos fugarnos… Bueno, más bien fue por la decisión de ella, yo no estaba muy de acuerdo, llegamos a un apartamento que era de su tío, ahí vivimos escondidos como por tres meses, hasta que yo no soporté más… ya no lo soportaba estar ahí encerrado y esconderme de todo el mundo, ¡ja! Que irónico ¿no?,” Guardó silenció nuevamente, esta vez vi como de sus cansados ojos salían algunas lágrimas traviesas… yo acaricié sus mejillas y cabello blanco en señal de que estaba con él. “Cuando le dije que me iba de ahí ella se lo tomó mal, muy mal diría yo, amenazó con suicidarse si yo la dejaba… no presté demasiada atención a eso… Tomé mis cosa y cuando me di cuenta… ella ya estaba a punto de saltar del balcón… Me acerqué a ella tratando de ayudarla, razone con ella… al final decidió volver adentro pero…no sé que fue exactamente lo que pasó pero… cayó… cayó de casi cinco pisos de altura a pesar de mi intento de salvarla…” Su voz se quebró, esta vez demasiado, pude ver como trataba de retener la lágrimas, así que le dije que estaba bien llorar, que eso le serviría, fue cuando sus ojos dejaron caer agua salada… “Obvio los vecinos y testigos creyeron que… bueno, ya sabes… Levantaron cargos en mi contra… me metieron a la cárcel… Gracias a papá logré salir un año y medio después… pero nunca me creyó y perdí toda su confianza, además un hijo como yo no era bueno para su carrera… Así que me tuve que esconder… Y-y el resto seguro ya lo sabes…”

Me miró de nuevo con sus ojos verdes cansados y enfermos, pero aún así deslumbrantes… como siempre habían sido.

“Gerard, yo…” Comencé dando un suspiro. “Yo nunca te pedí perdón por haber desconfiado de ti y…”

Me calló poniendo uno de sus dedos marcados por la edad, en mis labios.

“¡Shh! Frankie, eso ya no importa, deja el pasado en el pasado…”

Me acerqué para besarlo.

“¿Ya tomaste tu medicina?” Le pregunté después del beso, él me miró travieso y negó con la cabeza.

“¡Odio esa porquería!”

“Pero Gerard…”

“Nada de peros… ¿para qué la necesito?”

Me miró de nuevo como pidiendo disculpas de una travesura que no hizo… o que iba a hacer… ¡Rayos! Nunca pude resistirme ante sus ojos… son una trampa mortal, nada más los ves tantito y sientes que vuelas… ¿No les pasa?... Supongo que sí… por eso fue el escritor más sexy por varios años seguidos… todas lo querían, ¿pero saben algo? ¡Gerard es mío!

Un tosido de parte de él me sacó de mis pensamientos…

No lo había mencionado antes… Gerard tiene pulmonía… tal vez queden pocos meses… incluso días… bueno, creo que por todo lo que ha pasado y a sus 84 años no iba a durar para siempre… pero obviamente para mí sí… siempre, lo recordaría así muriera yo primero…

“Gee, te amo,” Le dije al perderme de nuevo en sus ojos. Me acerqué un poco y besé sus labios… creo que eso le encantaba porque siempre me acariciaba la mejilla cuando eso pasaba.

De todas las cosas que hice en mi maldita vida no me arrepiento de nada… No, en verdad, de nada, todo lo que pasé creo que me sirvieron de enseñanza a darme cuenta que era lo que en verdad quería para mi vida, lo que quería para mi futuro y lo que quería para tener a mi lado… y de lo que hablo es de Gerard y mi vida junto a él. No digo que toda mi vida fue un cuento de hadas… pero fui realmente feliz a su lado, aún con todos esos obstáculos que nos tocó pasar… No creo estar listo para cuando él tenga que irse… ¿Quién me dirá que me ama, o qué me quiere, o que le gusta mi trasero, o quién me hará el amor como él me lo hacía? ¡Ah, en verdad, debo de dejar pensar en eso!

“¿Frank?”

Su cálida voz llamó mi atención.

“¿Qué?”

“¿En qué piensas, amor?”

“¿Realmente quieres saber?”

“Aja,”

“En lo mucho que te amo,”

La noche estaba hermosa, atiborrada de estrellas y el mar estaba tan tranquilo como nunca antes lo había estado… Él sólo me sonrió tan ampliamente como nunca antes lo había visto hacerlo… quitó sus magistrales ojos de los míos y los volvió a la inmensa luna que nos alumbraba con su mágica luz, se reacomodó en la arena húmeda y dio un suspiro antes de cerrar sus ojos y susurrar levemente:

“Yo también te amo, mi Frankie… Siempre lo haré, hasta la eternidad y más allá de la muerte.”

Y así quedó, con su hermosa sonrisa en su rostro… Esa fue la última vez que vi sus ojos… Pero, lejos de haber estado tan asustado como pensaba que lo estaría… me sentí tan feliz… tan feliz de saber que sólo una línea tan delgada la muerte nos separaba y sabía muy bien que pronto estaría de nuevo con él, sabía que faltaba muy poco… Sólo él y yo en nuestro pequeño y cristalino mundo… Juntos…

Para siempre, hasta la eternidad y más allá de la muerte…

FIN

1 comentario:

  1. Realmente es una historia preciosa, me encanto el contraste de lo gotico del principio con el dulce final :D Muchas felicidades por este fic tan genial!

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