Capítulo: #24
Después del silencio escuché unos pasos acercarse desde la sala, mi cuerpo se estremeció, opté por cerrar los ojos y rezar, si.
Yo quién no creía en nada ni nadie, comencé a rezar como un niño asustado, le temo al dolor, le temo a no ver a Frank nunca más, pedía con angustia al ser supremo que me librara de esta, que me dejara estar cerca de la cama de mi ángel cuando el por fin abriera sus hermosos ojos nuevamente.
Segundos eternos, me sentía mareado, me ardía intensamente la espalda, sentía como la sangre no paraba de brotar... ¡Frank! Es verdad lo que dicen, cuando estás a punto de morir solo puedes pensar en lo que más amas... solo puedo pensar en él, en su risa fresca, en sus labios rosa, en su cuerpo desnudo, húmedo, pegado con ansias al mío, en sus besos desesperados, en la suavidad aterciopelada de su boca, su aroma que me enloquece y me enciende todos los sentidos del cuerpo, Frank, mi Frank no quiero morir sin amarte por última vez.
abrí los ojos, pero no podía ver bien, el cuarto daba vueltas, se rodeaba de sombras, y fue en ese instante cuando sentí unas manos cálidas tocar mi espalda, acomodar una manta doblada sobre mi herida, sentí una brisa cerca de mi cuello, la voz... esa voz
- Te sacaré de aquí -
Suspiré, jamás pensé que llegaría a amar tanto la voz de Syn, me dejé llevar por el mareo, dejé que la oscuridad me envolviera, creí que en verdad había muerto, pero no, tan solo quedé en shock, al menos eso me dicen los médicos.
- ¿Qué pasó? -
Mi voz se escuchaba lejana, reconocí a la enfermera, ella también atiende a Frank, me sonrió maternalmente, no sé porque las enfermeras lo hacen, ¿las entrenan para que se porten como mamás? Se acercó a mí, ahhhh! amé su aroma a limpio, a calma...
- Ya estás mejor, ¡por poco y te desangras! -
- ¿Syn? -
- Está con Frank, el pobre se la pasó dando vueltas en el pasillo mientras te intervenían -
Abrí mis ojos en toda su extensión, ¿De quién habla ella, de Syn o de Frank?, me incorporé rápidamente, cayendo de nuevo sobre la cama a causa del dolor en mi espalda
- ¿Frank? - Pregunté ilusionado
- ¿Frank, qué? -
Arrrggg! Mujer, métete en mi cabeza y ve lo que estoy pensando
- ¿Fue Frank quién se la pasó dando vueltas por el pasillo? -
Sonrió, con una expresión de burla y pesar que me dejo saber la respuesta antes que la dijera
- No, Syn... Frank aún... duerme -
Y yo dormí también, más de un día según Syn, no se ha ido del hospital, se la pasa en el cuarto de Frank o en el mío, le pedimos al doctor que nos pusiera en la misma habitación, pero yo estoy en recuperación y Frank en cuidados intensivos, y según él no puede violar las políticas del hospital, además en un par de días me darán de alta, en tanto me la paso en la cama o en la silla de ruedas, puedo caminar, pero por la misma m!$rd@ del "políticas hospitalarias" no me puedo desplazar por mis propios pies, Syn me lleva al cuarto de Frank, siempre nos quedamos allí hablando por horas, hasta que alguna enfermera nos saca a empujones.
- Su presión sanguínea aumento, después que le dije que ibas a estar con Chris -
Syn hablaba sin dejar de ver a Frank, tantos meses y aun se siente completamente culpable, no le vale mis charlas con él, esto es culpa de los tres.
- El médico pensó que le iba a dar un ataque o algo, ¡Te ama mucho! -
- Si, pero si la presión le aumentó no fue de preocupación - Comenté entre risas - Fue por los celos, ya me lo imagino carcomiéndose por dentro porque me iba a acostar con alguien más -
"Ja ja ja, Estúpido, y ¡NO! no fue por celos, de verdad tenía miedo, muchísimo miedo... pero ya estás aquí, a salvo, junto a mí. Aunque no me gusta mucho esta renovada amistad con mi primo... bueno, Syn te agradezco todo lo que hiciste, que noquearas a Chris, que salvaras a Gerard y me lo trajeras... pero ya te puedes ir"
- Se ve tan hermoso y sexy así, dormido, ¿no crees? -
- Ehh, es mi primo... ¡Gerard cochino yo lo veo como a un hermano! -
Me reí, impulsando las ruedas de mi silla hasta estar más cerca de la cama de Frank
- ¿Crees que despertará algún día? -
Syn caminó, parándose detrás de mí, acomodando sus manos sobre mis hombros
- Debe hacerlo, espero que lo haga -
- A veces siento que el dolor de no tenerlo me mata lentamente, y esta soledad... -
Se inclinó sobre mí, acomodando sus labios muy cerca de mi oído, suspiró profundamente
- No estás solo, yo estoy aquí -
"¡Claro que estás aquí! Maldito, no tienes vergüenza, ni respeto, ¡Ajá! yo sabía, lo sabía te conozco muy bien primito, nunca haces nada gratis, ¨yo estoy aquí¨ ¡Obvio! y listo para robarme mi hombre... ¡Tengo rabia, lo que haces con la mano, lo borras con el brazo!"
Dejé caer levemente mi cabeza hacia atrás, recostándome sobre el abdomen de Syn, suspiré profundamente, él me trae paz, aunque sé muy bien cuáles son sus intenciones, por ahora me sirve tener un amigo cerca, alguien que no me deje caer de nuevo en esa espiral autodestructiva
- Lo sé, y te lo agradezco -
- Vámonos a tu habitación, ya pronto es la hora de tu medicina, no quiero que la enfermera me regañe de nuevo -
"¡Aléjate! es en serio, m!$rd@, no quiero que estén cerca, ¡no quiero!"
Syn arrastró mi silla hacía atrás, giré mi rostro para darle una última mirada a mi amor dormido, la piel de su rostro estaba completamente roja, me asusté
- Espera, algo le pasa -
El monitor cardiaco comenzó a pitar repetitivamente y con mucho volumen, nos fuimos a una esquina para no estorbar a los médicos y enfermeras que entraban corriendo, ¡Dios, me aterra esto! pensar que algo malo le pase, que sienta algún dolor... pero también me alegra, me deja saber que aun vive.
El doctor lo examinó exhaustivamente, meneando su cabeza, con esa expresión de no comprender lo que estaba pasando
- Gerard, ¿le dijiste algo que lo hiciera enojar?
- No, nada... no creo -
-Rabia, es lo que tiene, ¡un ataque de ira! -
Que cosa más extraña, Frank en coma y rabiando... ja ja ja bueno, no es extraño, no se puede esperar menos ¿Pero, qué fue lo que dije, o hice?
- Gerard ya todo está bien, vamos a tu habitación ahora -
¡Syn! ja ja ja ¡Claro!, eso es, está celoso.
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