viernes, 30 de marzo de 2012

Frankie karma; Capítulo: #25

Capítulo: #25

Ingresé en mi habitación con una enorme sonrisa en los labios, me parece absolutamente adorable que Frank sienta celos, y más aún que se manifiesten de esa manera, ¿será posible que un ataque irracional de ira me lo traiga de regreso?

Syn me ayudó a meterme en la cama, la verdad no es que necesite mucha ayuda, pero debo confesar que me gusta ser consentido, y creo que a Syn le gusta consentirme, en parte porque le gusto, en parte por ese sentimiento de culpa que no lo abandona.

- Ya es tarde, tengo que irme, ¿necesitas algo más? –

¿Necesitar?, necesito de Frank, de su risa, de sus labios, de su cuerpo saturado de sexualidad, de los melodiosos gemidos que se escapan descuidados de su garganta cuando le hago el amor… Necesitar, necesito mucho, pero eso es algo que Syn no me puede dar.

- No, gracias, por hoy estoy bien… pero si te necesito mañana, ¿recuerdas que me dan de alta? –

Se sentó sobre mi cama, acariciando levemente mi brazo

- Claro que lo recuerdo, estoy feliz por eso, y no te preocupes, vendré por ti para llevarte a tu casa –

Sonrió, fijando su mirada sobre mis ojos, pude captar un silencioso suspiro que acompañó esta acción, me siento mal por él, creo que su atracción hacia mí ha evolucionado a un nivel en que no hay vuelta atrás, no quiero pensar en la palabra amor, pero si puede estar muy cerca de ello.

- Entonces, mañana nos vemos –

Asentí con la cabeza, me estiré en la cama pero él no se levantó, al contrario se inclinó sobre mí, aprisionando con fuerza mis labios entre los suyos, quedé petrificado, ¡No quiero herirlo!, pero mi alma y corazón son del comatoso celoso.

Alejé mi rostro, acariciando el suyo suavemente con el dorso de mi mano

- Sabes que nunca podrá ser –

- “Nunca" es una palabra que no existe en mi vocabulario -

Me incorporé en la cama, creyendo que con un par de palabras le haría cambiar de idea, pero Syn aprovechó mi gesto para tomarme con fuerza de los hombros y acercarme hasta él, besándome de nuevo, lleno de ansias, mordiendo copiosamente mis labios, sin importarle que mis manos se interponían entre su pecho y el mío, la espalda aun me duele, y el esfuerzo por alejarlo de mí me estaba matando, alejé mi cabeza, pero él me tomó de la nuca, acercándose otra vez

- ¡No! -

Alcancé a gritarle, estaba exhausto de luchar contra sus brazos fuertes, me liberó finalmente, levantándose apresuradamente de la cama, me quedé mirándolo, estaba avergonzado, es obvio, por la forma en que cubría su rostro con ambas manos, no me miró, se limitó a bajar su cabeza y dar media vuelta hacía la salida

- ¿Aún quieres que te recoja mañana? -

- Si -

Le respondí fríamente, metiéndome entre las cobijas de mi cama de hospital, traté de no pensar en lo que pasó, igual no me es difícil alejar pensamientos de mi mente, el único pensamiento que la ocupa es Frank.

Di muchas, muchísimas vueltas en mi cama, es dura, es fría, pobre Frank, tener que dormir todo el tiempo en esta tortura, creo que cuando despierte no va querer ver una cama jamás, igual para mí no es problema, le haré el amor de pie... en el sillón, en la cocina, en el piso...

Hacerle el amor ¡Extraño tanto eso! y de seguro él también, ¡Dios, cuando despierte no lo voy a dejar vestir!

Celoso, es un celoso, me da risa solo recordar su hermosa cara completamente roja, ¿Qué estará pensando, que después de todo lo que ha pasado, lo que he sufrido y sobre todo lo que he esperado, me voy a meter con Syn? ¡Eso lo mataría o lo despertaría por la rabia!...

Es una buena idea.


La noche se me hizo eterna, no dormí por estar pensando en la mejor forma de usar esos celos enfermizos de mi ángel dormido a mi favor, no puedo parar de sonreír pensando en eso ¡Ya verás Frank Iero, hoy te levantas de esa cama o me dejo de llamar Gerard Way!

La hora llegó, empaqué mis pertenencias en la maleta, y salí con Syn, previamente le consulté al médico de Frank sobre mi plan, él está de acuerdo, no hay nada malo en agotar todas las posibilidades, pero no me dio muchas esperanzas, puede que mi plan solo le haga subir la presión sanguínea, igual, nada pierdo con intentarlo.

Se ve tan hermoso, desde la puerta de su habitación lo veo dormir con esa expresión angelical que no le abandona, si yo sé que lo veo con ojos de amor, pero para mí, Frank es más bello que todos los ángeles que jamás se hayan plasmado en una pintura. Las tres enfermeras, y el médico están dentro, cerca de él listos para lo que pueda pasar, ¡me tiemblan y me sudan las manos!, pero bueno Gerard, fuerza, Frank te odiará por unos segundos, solo unos instantes...

Me paré cerca de su cama, acariciando el suave cabello castaño que ha crecido considerablemente, no he querido recortárselo mucho, me encantan esos mechones ondulados que se riegan sobre la almohada y se acomodan tan seductoramente sobre su rostro.
Lentamente me inclino hasta su oído, respiración pausada, seguridad en la voz, él me tiene que creer.

- Frankie, hoy me dieron de alta, así que me ya me voy, viene a despedirme -

"¡Que bueno que ya estás mejor amor!, pero no deberías irte ya, quédate un ratito conmigo, adoro cuando acaricias mi cabello"

- Tu primo viene en un rato por mí, eso me da tiempo para comunicarte algo importante -

Miré al grupo médico, las enfermeras estaban llorando, le han tomado mucho cariño en estos meses, si, así es, Frank es de esos condenados que hasta dormido se gana la simpatía de la gente.
El doctor me hizo un gesto para que continuara, yo moría por dentro de solo pensar en decirle esto a Frank

- Frankie, sabes que te amé demasiado -

"¡Eeeeespera! ¿Amé, Amé dijiste? Mi poeta ha perdido la capacidad de conjugar los verbos"

- Pero el tiempo es... Tu sabes Frank, el tiempo lo apaga todo, calma los dolores del alma, te hace olvidar... las relaciones son como plantas, se deben cultivar y abonar, de lo contrario mueren... yo, debo ser honesto contigo, te lo debo por todo lo que una vez sentí por ti -

"Basta Gerard, si esto es una broma no me gusta, no sigas hablando... ¡Maldito cuerpo respóndeme! necesito levantarme de este infierno, ¿estaré soñando?, seguro estoy soñando"

Respiré profundamente, es muy difícil mentirle a quien amas, aunque esté en coma, lo malo es que sé que me oye todo lo que le digo, y me duele pensar que lo estoy dañando, debo hacerlo, ¡debo agotar este recurso!

- Sabes que Syn y yo nos hemos acercado mucho últimamente -

"Syn, Syn, no soporto ni escuchar su nombre, ¡Lo sabia! ese era su único fin, acercarte a ti, arrancarte de mí, por eso te salvó, te salvó para él, yo no le importo... y por lo que oigo te dejé de importar a ti también, ¿ahora me vas a decir que te enamoraste de él?, No lo creo, tan solo eres un enfermo sexual, eso es lo que tienes, ganas de cama, y claro como yo estoy aquí postrado no te las puedes aguantar"

- Deposité una buena suma de dinero en una cuenta bancaria, las cuentas del hospital son pagadas automáticamente de allí, así que no te debes preocupar por eso -

"No entiendo, Gerard, ¿Qué estás haciendo, te quieres desentender de mí?, ¡Qué está pasando Dios, no permitas que pase esto!, Amor hablas como si ya no me amaras, como si no te importara más. Te cansaste de esperarme, pero...¡Yo te amo demasiado!"

Hacia largas pausas para ver su reacción, el médico tuvo que levantarse de su silla a examinar el monitor cardiaco, su ritmo estaba bajando cada vez más, me llené de temor, ¿y si en lugar de hacerlo rabiar, lo mató de dolor? debo continuar hasta donde su corazón me lo permita

- Syn ya debe estar en camino, Frank yo me voy a vivir con él en su casa... Es lo mejor, considerando nuestra relación -

Abrí los ojos de par en par, mi boca se secó por culpa del miedo que tenía en ese momento, el cuerpo de Frank comenzó a temblar, las enfermeras se acercaron a él, midiendo sus signos, listas con el desfibrilador, miré hacia la puerta, Syn esperaba bajo el marco para entrar a mi señal, lo invité a pasar, el entró lo noté nervioso, todos lo estábamos, se acercó hasta mí, hablando en tono alto

- Amor, ¿Estás listo para irnos a nuestra casa? -

No retiré mis ojos de Frank, abrí con dificultad mi boca para responderle en un tono al menos audible para mi ángel que no paraba de temblar

- Si, amor, ya estoy listo -

Petrificado ante la reacción de Frank, Syn gimió como lo habíamos acordado

- Mmmm que bueno, me muero por estar contigo, solitos en casa, en nuestra cama -

Silencio absoluto.

Silencio aterrador, el monitor cardiaco de Frank dejó de sonar, llevé mis ojos lentamente hasta la pantalla, una línea plana se deslizaba en medio de la misma, mi corazón se detuvo por completo ¨¡Lo maté!¨, fue lo único que pensé.

Giré lentamente mi cabeza hacia una de las enfermeras que se acercó hasta el monitor, extendió la palma de su mano y lo golpeó enérgicamente por encima. De la nada comenzó a pitar de forma intermitentemente y a mostrar el gráfico de los latidos cardiacos

- Es que a veces se pega -

¡Así me lo dijo, con una sonrisita en los labios, Yo quería matarla, matarlos a todos!

Respiré aliviado al ver que todo seguía como antes, me senté en la cama, acariciando el rostro de Frank, No funcionó... este intento de aprovecharme de sus celos para hacerlo reaccionar solo logró sacarme un susto, es hora de contarle la verdad, no tiene porque seguir sufriendo pensando que ya no lo amo, separé mis labios para comenzar a hablar, pero Syn me interrumpió

- Gerard, ¿Entonces? -

- Dame unos minutos -

Le dije sin dejar de ver el rostro afligido de Frank... con el ceño fruncido... ¿Con expresión en su rostro? sus ojos se movían con mucha rapidez, pude notar un leve temblor en sus labios, ¿estaré viendo visiones?

- Frank -

Pronuncié su nombre calladamente, él inclinó la cabeza hacia un lado, salté de la cama a prisa, quedando de pie, absolutamente conmocionado, el tiempo se detuvo, el universo por fin comenzó a tomar sentido de nuevo, sus pestañas se movieron al separar los parpados, y dejarme....

¡Y dejarme ver ese par de hermosos ojos verde que tanto amo!

Es un sueño, esto que estoy viviendo, ¿está pasando?

- Frankie... -

No sabía que agregar, solo quería que sus pupilas se enfocaran en mí, sus labios rosa se comenzaron a abrir, despacio, muy despacio, aumentando la agonía en mi, todo estaba tan extraño, me sentía fuera de mi cuerpo, en otro mundo, tantos meses ansiando este momento, siempre creí que saltaría de alegría, pero todo lo que mi cuerpo y mi mente me permitían era llorar.

Todos respirábamos lentamente, como si algún cambio en nuestro estado afectara de alguna manera este milagro que florecía ante nuestros ojos.

Angustia, eso era lo que expresaba su antes dulce y pícara mirada

- No -

Fue lo primero que dijo, muy despacio, en un tono casi imperceptible, plantando sus enormes ojos sobre mi rostro

- No -

Me acerqué a mi ángel, que ahora despierto me aseguraba que no existe ni existirá ser más perfecto que él, pegué mi frente a la suya, ¡Dios! ansiaba tanto oír de nuevo su voz, sentir su tibio aliento dejar su boca cada que pronuncia una palabra, o un suspiro

- ¿No que...? -

Yo casi no podía hablar, le pregunté de forma autómata, simplemente estaba embelesado con el espectáculo que son sus ojos

- No... me dejes... -

Involuntariamente comencé a reír a carcajadas, Frank me miró como si quisiera matarme, pero antes que mi amor pensara mal apreté sus labios entre mis labios, los apreté con fuerza, con todo el deseo reprimido de sentir que me correspondía en un beso...

Así lo hizo, con un poco de desaliento deslizó su lengua de terciopelo entre mi boca, nuestra respiración se cortaba por el sentimiento, besos y lágrimas, todo se mezclaba, sentí su mano posarse sobre mi espalda ¡Me estaba tocando de nuevo! Lenta y torpemente comenzó a deslizarla, tanto tiempo en ese estado le había debilitado los músculos, sentía su mano caer pesadamente, y hasta podía sentir el esfuerzo que hacía en tratar de avanzar hasta mi cabeza, sujetó ligeramente mi cabello entre sus dedos, intentando separar mi rostro del suyo, alejé mi cabeza porque el pobre no tenía fuerza de moverme, acomodé su rostro entre mis manos, no quiero soltarlo, no quiero dejar de sentirlo, Frank me miró de forma extraña, carraspeó su garganta y con un poco más de fuerza en su voz me habló de nuevo

- ¡Te... mato! si te vas... con -

No terminó la frase, tan solo dirigió su mirada hacía Syn, quien sonreía entre lágrimas al verlo despertar

- Ja ja ja - Syn se apoyó con ambas manos sobre la cama, girando su rostro hacía mí - Si funcionó, el plan de hacerlo rabiar con celos -

- ¿Uh? -

¡Dios! habría pagado para tener una cámara en ese instante, el rostro de desconcierto de Frank no tenía precio, sé que nos quería matar, pero en un par de segundos lo comprendió todo, quise comenzar a explicarle

- Amor... yo -

- Idiota, es lo... que eres -

Bueno, su primer adjetivo para mí fue idiota, no me importa, ya está aquí conmigo.

No me despegué de su lado en todo el tiempo que el Doctor lo examinaba, Frank no despegó sus ojos de mí en ningún momento, nos sonreíamos, esperando que se largaran todos de allí y nos dejaran solos.

Tres horas y mil exámenes después en la habitación solo quedamos mi amor y yo

- Gerard... -

- No te esfuerces, recuerda que tienes las cuerdas vocales aun muy débiles y te hace mal -

- No importa, Gerard, quiero... exijo que me hagas el amor ahora mismo –

No hay comentarios:

Publicar un comentario