Frankie karma; Capítulo: #27

Capítulo: #27

Quiero esculpir tu sonrisa en el firmamento y así, cuando en medio de mis angustias mis ojos se eleven buscando a Dios, pueda verte sonriéndome y así puedas curar mi alma una y otra vez


- Esto es una porquería Gerard -

- No he tenido tiempo de limpiar -

Revisé superficialmente el chiquero que era mi apartamento, lo único bello que poseo, está de pie frente a mí, riéndose por la inmundicia sobre la que está parado

- Pero al menos podías botar la basura -

"Adoro tus gestos cuando te pongo en evidencia, tu cara se paraliza, y abres tus ojos aun más, dejándome ver la profundidad de tu alma tras ese filtro oliva que logra que tu mirada sea más perfecta aun"

- Ayúdame a limpiar -

- Nah ah!, aun estoy convaleciente del coma -

- ¡Ajá! pero para cogerme hasta reventar, ahí si no te duele nada ¿no? -

No me mires así, no me sonrías con ese gesto pueril, ¿qué no sabes Frank que algunas veces me provocarte arrancarte la piel a mordiscos? No me provoques

- Hagamos un trato, yo limpio el apartamento y tu lavas esa cocina que ya debe tener un ecosistema de bacterias propio -

- Está bien, pero Frank, no vayas a meter la basura bajo la cama eh! -

"¿Qué pasaría si lo hiciera? Te enojarías conmigo y tendría que sacudirte en la cama para remediarlo"

- Sabes que jamás haría algo así -

Su risa me avisa todo lo contrarío, me alejo de él, ingresando en la cocina, está peor de puerca que cuando conocí a Frank, me concentro en limpiar los alimentos putrefactos adheridos a los platos, no me molesta, por ahora nada podría alterar mis nervios, mi felicidad es completa, tengo junto a mí al ser que más amo en este mundo, lo escucho silbar mientras recoge el desorden, y la verdad, no sé cuánto tiempo más me pueda aguantar estas ganas de ir a desnudarlo y hacerle el amor

-¡ Gerard! -

- ¡Qué! -

- Ven aquí, ¡ahora mismo, eres el colmo! -

¿Ahora que hice?, me apresuro para ver que quiere, está cerca de la cómoda, ambas manos sobre su cintura y meneando su cabeza de un lado a otro

- ¿Qué pasa? -

- No tienes vergüenza -

- ¿Por... qué? -

¿Qué pude haber hecho que le moleste tanto?

- Tú crees que puedes andar por la vida haciendo lo que se te plazca ¿verdad? -

- No entiendo un carajo -

- Claro Gerard, nunca entiendes ¿Dónde está? -

- Qué cosa ¡m!$rd@! Frank, deja los rodeos, qué quieres -

- ¡Mi guitarra! -

¡Ops! la guitarra, la que ahora reposa en la vitrina de la casa de empeño, la que tuve que dar por menos de lo que vale para reunir dinero para la cuenta del hospital

- La empeñé -

"Dios, por qué no puedo enojarme con él, aparte que no tengo derecho porque lo hizo por mí, pero su rostro, esa expresión de pena me enloquece, no es posible que absolutamente todos sus gestos creen este efecto en mi"

- Pero podremos recuperarla, cuando... pinte o escriba algo que sea tan bueno como para venderlo -

- No importa -

- Si importa, Frank yo... -

- Lo hiciste por mí, lo sé... -

Sus ojos enfocados en los míos, sus labios apretados hacen que sus mejillas se vean más redondas, sin dejar de mirarme se sienta en el suelo, estirándome sus brazos para que lo acompañé, lo hago con las piernas cruzadas y frente a él

- Debió ser muy difícil -

- No, la verdad que la guitarra está en buen estado y en la... -

Sonríe tristemente

- No amor, lo que pasaste mientras yo dormía -

- Al menos no estabas muerto -

- ¿Preferirías que hubiese sido así? -

Me arrodillo, acercándome hasta tomar su rostro entre mis manos

- ¡No!, si hubieses muerto, yo me habría ido contigo -

- ¿Gerard, fue casi un año, porque seguiste a mi lado, es que... tu nunca te apegas a nada, ni siquiera has visitado a tu hermano, porque a mí no me dejaste ir? -

- Frankie, ¿eres capaz de respirar sin aire? -

"Lo entiendo, yo habría hecho exactamente lo mismo, no te habría abandonado ni aunque pasaras una vida en coma"

- Yo escuchaba todo, cuando el doctor te decía que simplemente no quería despertar, cuando desesperabas por mi letargo, sentía todo en mi cuerpo, cuando me quitaste el respirador... -

- Pero eso fue por amor, porque tenía necesidad de ti, yo siempre tengo necesidad de ti -

- Yo si quería despertar, pero no podía, te lo juro amor, intentaba con todas mis fuerzas -

- Ya, Frankie, dejemos eso atrás, ya pasó, lo que importa ahora es que estás aquí -

Se liberó de mis manos, levantándose del suelo, solo para sentarse en la cama sin sabanas ni mantas, empezó a delinear el estampado del colchón con sus dedos

- Aun no podemos dejar eso atrás, hay algo que debo preguntarte -

Alejó su mirada del colchón para fijarla inquisitiva en mí

- Pete Wentz -

- ¿Qué pasa con él? -

- Una noche te fuiste con él, yo lo escuché ofrecerse para "Lo que necesitaras", y te conozco muy bien... te fuiste con él y regresaste al medio día... ¡Dime la verdad, no me vayas a mentir Gerard Way! que si después me entero que me ocultaste algo, te vas a meter en problemas conmigo -

Sonreí mientras me levantaba y lo acompañaba en la cama

- Nada, eso pasó, nada, solo me embriagué -

- Detalles -

- Ja ja ja, ¿Por qué eres tan posesivo? -

- Tú fuiste quién se quedó un año al lado de un comatoso, ¡¿y el posesivo soy yo?! -

Tal vez tengas algo de razón, tal vez yo sea igual de celoso y posesivo contigo como lo eres conmigo, pero es normal, te amo más que a mi vida, ¿posesivo?, si, cómo no serlo cuando tu hombre es el ser más maravilloso de la creación

- Wentz intentó algo, yo estaba ebrio... -

El rostro de Frank se puso rojo de rabia y celos, se incorporó son rapidez, empujándome de los hombros contra la cama, acomodándose con todo el peso de su cuerpo sobre mí, tomando con violencia mis muñecas entre sus manos, inmovilizándome contra la cama

- ¡¿Qué cosa?! -

Yo no pude más que reír, pero mi risa solo lograba enojarlo más

- ¡Cínico! -

- Frankie, no fue nada -

- ¡Deja de reírte! Claro te acuerdas de las porquerías que hiciste con él... -

- ¡Nada!, el empezó a hacerme sexo oral, pero lo alejé -

Ya le dije, ¿por qué en lugar de soltarme me aprieta con más fuerza? juro que veo fuego salir de sus ojos, ja ja ja ¡Dios, lo amo tanto!

- ¿Y te gustó, verdad... lo disfrutaste? -

- ¡Basta! - Grito entre risas, no puede ser que Frank me haga show con algo tan tonto

- Respóndeme -

- ¡No!, no lo disfruté, que no ves imbécil que solo pensaba en ti, solo puedo pensar en ti, en tu cuerpo, en tu piel, en tu sabor... -

Dejó de ejercer presión sobre mí, relajándose pero sin quitarse, su rostro cambió de iracundo a dulce, sonriendo con la punta de su lengua asomada entre sus labios

- ¿Mi sabor?, ¿a qué sabe mi piel? -

Lo miré lleno de lujuria, escondiendo mis intenciones en una sonrisa

- ¿Podrías creerme que no lo recuerdo? -

- Hum, deberías refrescar tu memoria -

- Es sensitiva -

Mordió sus labios al tiempo que se incorporaba en la cama, retirándose lentamente su camisa

- A ver, prueba y me dices -

"Mi cuerpo se estremece de solo pensarlo, Gerard, sus labios húmedos sobre mi piel, siento que tiemblo con tan solo sentir la proximidad de su aliento, él sonríe mientras se acerca a mi cuello, sus labios se posan en mi, dejando que su lengua acaricie suavemente mi piel, no puedo evitar dejar escapar un leve gemido"


- Hummm -

- ¿Hummm?, eso no es un sabor -

"Bromeo con él, mi piel se estremece con más fuerza entre más baja Gerard su cabeza, me empuja con la frente, logrando que caiga de espalda en la cama, su boca se abre para tomar una buena porción de la piel de mi abdomen y apretarla entre sus labios"

- Pasaste mucho tiempo en cama, necesitas ejercitar estos gorditos -

- No estamos en hora de crítica a mi grasa corporal... - "levanto su rostro halándolo de su cabello, obligándolo a mirarme"

- Dime, a qué sabe mi piel -

- A gloria -

- Eso no es un sabor... -

No suelta mi cabello, me obliga a verlo, quiere una respuesta mejor que esa, cierro mis ojos, y sonrió antes de hablar de nuevo

- Caramelo, con un suave gusto a cereza -

Frank rompe en carcajadas, me libera por fin y se sienta frente a mí

- Mentiroso -

Se lleva el brazo hasta su rostro, me mira juguetonamente, y lame delicadamente su piel

- Es saladaaaaaaaaaaaaa! -

- ¿La mía, a que sabe? -

- Eso es fácil, sabe a dulce de leche -

hago el mismo gesto que él, llevándome el brazo hasta la boca

- No, es salada -

Los dos nos echamos a reír, mirándonos tan profundamente, como si ambos deseáramos grabar este momento en nuestra mente, por si algo horrible vuelve a pasar y no podemos estar juntos otra vez

- Te extrañé tanto -

Frankie se abalanza sobre mí, yo solo puedo rodearlo entre mis brazos, hundir mi rostro entre su cuello, y aspirar ese aroma dulce que transporta al cielo, sus manos se aferran a mi piel, colándose por entre mi ropa, apretando con fuerza mi espalda, puedo sentir que esta sollozando, intento buscar su mirada pero el voltea su rostro para huir de mis ojos

- Frank, estás bien -

- Tuve mucho miedo... -

- ¿De morir? -

Mi ángel perfecto me permite finalmente ver sus ojos empañados por el llanto, acerca su rostro al mío, sacando sus manos de entre mi ropa para acariciar mis mejillas

- De perderte para siempre, Gerard cada segundo que pasé en ese letargo solo pensaba que ese sería el momento en que me dejarías, que te cansarías de amar a un ser dormido, que dejarías de desearme, de amarme... -

- Frank, eso es imposible, yo te amo con cada fibra de mi ser, no puedo ni quiero vivir nunca sin ti -

La tarea de limpiar quedó postergada hasta el día siguiente, a Frank y a mí lo único que nos importaba era amarnos, reconocernos mutuamente, volver a atar esos lazos que nos unirán por toda la eternidad, grabarnos en la piel, en la mente y en el alma el aroma, el sabor y la textura del otro...

caramelo, su piel sí me sabe a caramelo, y de seguro la mía en la boca de Frank sabe a dulce de leche, es así de idiota el amor, no te permite pensar con claridad, no te da espacio a la sensatez, pero por mi está bien, ser un idiota enamorado de este hombre que me enloquece hasta el límite, de este hombre que jamás podre dejar de amar...

¡Que no quiero dejar de amar!

************* 

*Frankie Dharma*

Sorbí lentamente el champan de la copa de cristal, no tengo intenciones de beberla por completo, se lo prometí a Frank, y desde el día que se lo juré, no he vuelto a embriagarme, tan solo llevé una escasa cantidad de líquido a mi boca como parte de un formalismo

- ¡Un brindis por el best seller! -

- ¡Un brindis por Gerard Way! -

Las voces en el recinto se sumaban unas a otras, me sentía completamente abrumado, desde que descubrí que el ser más importante, quien merecía toda la atención y elogios no era yo, si no él, Frank, mi Frankie, toda la adulación que antes amaba, ahora me molesta un poco, de hecho me intimida.

Will S Rockwell se acercó hasta mí con el cheque de 7 cifras sacudiéndolo en su mano derecha, su sonrisa amplia me permitía ver todos sus dientes pulidos

- Ah, ha! Gerard, te felicito por dejar en alto el nombre de la editorial -

- Y a ti te felicito por no obligarme a cambiarle nada a mi libro -

- Si, bueno, me costó un poco aceptar que escenas de sexo homo tan explicitas fuesen avaladas por el nombre de mi editorial, pero tenías razón, es mejor contar la historia tal y como pasó -

Continuaba sonriendo cuando me entregó el cheque

- Y ahora, ¿Qué te depara el futuro, cuando leeremos tu próximo libro? -

Recorrí el recinto con mis ojos, buscando a mi muzo entre la multitud, lo vi recostado junto a una de las paredes laterales, riéndose de mi incomodidad entre tanta formalidad, tal como lo hacía cuando su familia me abrumaba en el comedor de su casa, mis ojos lo miraron con angustia, y él supo inmediatamente que hacer, abriéndose paso entre la multitud caminó raudo hacía mi, tomándome del brazo, giré mi rostro para perderme entre el verde inmenso que son el lago de sus ojos honestos, le sonreí dulcemente, con todo el sentimiento que Frank me produce

- Bueno Will, creo que mi próximo libro apenas se comienza a escribir -

Guardé en mi bolsillo el cheque, inclinando mi rostro hacía Frank

- ¿A dónde vamos ahora, París, Roma, Egipto? -

- La verdad Gerard, yo solo quiero ir a un lugar donde te pueda meter en la cama conmigo y hacerte el amor hasta morir -

FIN