domingo, 25 de marzo de 2012

Homophobia is gay; Capítulo: #5

Capítulo: #5


<Narrado por Frank>

Y ahí estábamos. El amor de mi vida me enloquecía con cada movimiento, con cada caricia, con cada beso y con cada ”te amo” que lograba salir de su boca. Y yo, ja, ja., yo simplemente me sentía en el cielo, está bien, yo no creo en el cielo, o por lo menos no lo hacía hasta ahora. Por fin logré conocerlo, por fin logré tocarlo, por fin logré sentirlo. Gerard es el cielo, Gerard es mi cielo y de nadie más.

El enorme placer me sacó de mis pensamientos, Gerard succionaba, lamía y apretaba con fuerza cada centímetro de mi miembro. Halé con fuerza su cabello ¡Su solo maldito cabello me excita! Levanté su cabeza tratando de encontrar sus labios, es estúpido, pero para mí que esta vez no me los negase me hizo explotar de alegría. Por fin pude besarlo como siempre había deseado, su lengua acariciaba ágilmente la mía al tiempo que exploraba cada rincón de mi boca, le faltaba el aire, pero no quería detener el beso, así que respiraba cada vez que podía, eso me permitió sentir su cálido aliento sobre mí de nuevo. Deseaba sentirlo sobre mí, pero también quería demostrarle cuánto lo amaba. Comencé a bajar por su pecho, el vapor creó el ambiente perfecto, todo su cuerpo estaba húmedo y solo fue necesario pasar mi lengua por su marcado abdomen para sentir como cada centímetro de su piel se erizaba. Tomé su miembro entre mis manos, pero Gerard me tomó ágilmente y volvió a levantarme hasta su rostro.

-Hoy no amor, ahora solo importas tú y solo quiero hacerte feliz a ti. Para mí eso es suficiente.- susurró en mi oído.

Yo solo asentí. Gerard se estaba comportando como el hombre que siempre soñé que fuera. Me besó tiernamente y se levantó dándome la espalda. Volví a preocuparme –¿Qué habrás hecho esta vez Frank? pensé mientras veía a Gerard sacar un pequeño paquete de su pantaloneta que estaba en el suelo.

-Amor ¿qué haces ahora?- le pregunté imaginando que tal vez el pequeño paquete podría guardar condones, lubricante o yo que sé, cualquiera de esas cosas.
-Dame un segundo, ya casi termino. Además, te va a gustar.
-Sabes muy bien que no tengo paciencia, me dejaste iniciado- refunfuñé.
-Tranquilo, ¿recuerdas que te dije que quiero hacerte feliz? Seguro esto va a hacerte muy feliz.

Ya me estaba desesperando ¡quería saber qué se traía entre manos! Pero mayor fue mi sorpresa al verlo voltearse. Haha no pude contener la risotada que se me salió al ver a mi hombre con uno de esos condones vibradores de color rosa mirándome con ojos seductores mientras su miembro se movía hacia todas las direcciones.

-Hahahaha ¿Acaso a Arty le dio un ataque de Epilepsia?
-Emm, yo, este…¿Arty? ¿De qué hablas? ¿Qué tiene que ver mi hámster con esto?- Gerard estaba completamente rojo e inmediatamente agarró su vibrante miembro entre sus manos.
-No te hagas el idiota G, hahaha a mi si me puedes aceptar que tu hámster con MySpace no es más que tu enorme miembro con MySpace.
-¿Cómo lo supiste?- preguntó aún mas rojo.
-Haha me lo dijiste borracho, además tu nunca compraste un hámster y cierto día decidí investigar con quién sostenías conversaciones en el baño sobre blogs de MySpace.
-Está bien, lo acepto ¡No tengo un hámster! Arty es…es…es ¡Bueno tú ya sabes qué es!
-Haha tonto, te amo.
-¡Pero espere un segundo Señor Frankenstein!
-Haha ¡Yo no te lo voy a negar! Además espera a que lo veas en acción ¡Gritarás como si hubieses visto al verdadero!
-Imbécil, hahaha, ya cállate. A lo que vinimos de una vez ¿no?
-Completamente de acuerdo- sonreí.

Gerard se acercó rápidamente y con una sola de sus manos me tiró contra la pared mientras con la otra abría violentamente mis piernas para penetrarme de golpe. Grité mas de placer que de dolor al tiempo que me aferraba a su blanco cuello mordiéndolo hasta hacerlo sangrar.

Gerard variaba el ritmo. Rápido, despacio, mucho más rápido y algunas veces lo sacaba para dejar solo la punta dejando el pequeño vibrador justo en la entrada, matándome del placer. ¡Tuve que rogarle que lo metiera de una vez por todas! Lo cual no me molesta, conozco muy bien cuanto lo excita sentirse el dueño de la situación.

Esta vez fue distinto, se lo tomó con calma haciendo pequeños círculos en mi interior mientras yo luchaba por mantener abiertos mis ojos que se cerraban con cada uno de sus movimientos. Debo admitir que me pareció un poco injusto dejar que mi amor lo hiciera todo, así que decidí hacer algo con lo que estaba seguro que no se iba a molestar para nada. Mis manos se encontraban aferradas a su cuello, con suavidad bajé una por su espalda, mientras Gerard seguía en lo suyo haciendo más difícil que yo pudiese mantener coordinado aunque fuese uno solo de mis movimientos, continué hasta el final de su espalda metiendo uno de mis dedos entre sus nalgas, llevándolo lo más profundo posible y arqueándolo para estimular su próstata. Sentí que Gee frenó en seco, lo miré sin parar lo que estaba haciendo, él comenzó a besarme con mucha intensidad mientras me envestía cada vez con más fuerza. ¿Lo que siguió después? Puedo responderles “el mejor placer de todos” Gerard y yo nos sumimos en un prolongado orgasmo que finalizó cuando sentí a Gerard venirse en mí, invadiéndome con su cálida esencia, haciendo que cayéramos con suavidad al suelo.

-¿Te gustó?- me preguntó con la voz entre cortada. 
Asentí –Ese vibrador no fue tan mala idea como pensaba.
-Haha, te lo dije- sonrió- ¿Sabes algo?
-¿Qué cosa?
-Te amo enano idiota.
-Yo también te amo tonto.

Y sí, ahí volvimos a besarnos, para luego quedarnos dormidos, sin pensar en quién o qué nos esperase afuera. A fin de cuentas ¿Qué importa el mundo cuando tu vida entera depende de la respiración del que tienes al lado?

FIN

1 comentario:

  1. aagh ¡¿y Lin-z?! cada vez estos fanfic me hacen odiarla mas JSJSJJSJAJJJSJ

    ResponderEliminar