miércoles, 7 de marzo de 2012

Nuestro secreto: Tu juventud y mi experiencia; Capítulo: #4

Capítulo: #4

La mañana fue pasando, me quede dormido sobre mi cama con aquella bandeja ya vacía, desperté a eso de las 1 PM, luego de 30 minutos Gerard se dio la molestia de prepararme algo para almorzar, insistí en que no debía, ese no era su trabajo, yo podía comprar algo, pero no quiso, así que lo deje, preparo un exquisito almuerzo el cual deguste encantado.

Me dirigí a la oficina de papá para decirle a Gerard q saldría, que no se preocupara, volvería en unas horas más.

Me coloque la misma ropa del día anterior, amaba esa tenida, pero ahora agregue un hoodie y salí de la casa sin rumbo alguno.

No era muy interesante el lugar donde vivía, había solo un parque, algunas tiendas, pero lo mejor era que había mall, puede que suene un tanto afeminado pero amaba ir de compras, me gustaba pasar horas viendo ropa, zapatillas, etc, así que lo decidí y me digerí a él.

Me compre algunas camisas, poleras, jeans, entre tantas cosas más, vamos, puede que tenga 15 años, pero la vida que tenemos es buena, mamá y papá siempre están dándome dinero para comprar lo que necesite.

Hubo uno tienda por sobre todo que me llamo mucho la atención, ropa negra, mucha ropa negra, accesorios, corbatas, wow, todo lo que me gusta, me lleve unas cuantas chapitas (pins), corbatas, muñequeras y uno que otro parche de mis bandas favoritas, como lo era Iron Miden, Beastie Boys, entre otros. Quise hacer un buen gesto y compre una hermosa corbata negra con rayas blancas, era perfecta para Gerard, para agradecerle el trabajo que no debe hacer por mi, le quedaría genial con los trajes de ejecutivo como también con su ropa casual.

Seguí recorriendo cada lugar de aquel mall, pero me detuvo una hermosa mirada, fue un tanto curioso lo que me paso, esto no era algo que había sentido anteriormente, pero aquella mirada era de un hombre, supongo que a mi edad es algo normal que las hormonas se revolucionen por todo y se confundan, espero que solo sea eso, lo cierto es que me había encantado esa mirada, no me preocupé en saber quien era, que edad tenia, nada, solo me deje llevar por esos hermosos ojos azules.


Luego de que aquella mirada desapareciera decidí ir donde Katte, una muy buena amiga de la escuela, siempre era bienvenido en su casa así que no lo dude y fui.


Toque aquel timbre y nadie respondía, seguí insistiendo hasta que su madre salio.


Me recibió con una hermosa sonrisa como era de costumbre y subí hacia la habitación de Katte, ahí estaba ella tan linda como siempre, no digo que me guste, es solo una amiga, pero la belleza hay q hacerla saber y ella sabia que yo la encontraba la niña más linda de la clase.


Conversé mucho rato con ella, incluso le entregue una cajita de música que había comprado anteriormente, le conté sobre aquella mirada que me había llamado la atención en el mall, sabía que ella sería una de las personas q no me juzgaría por haber encontrado la mirada linda de un hombre y así fue, me entendió a la perfección y pensó lo mismo que yo, tan solo la edad, tan solo la etapa indecisiva de la vida.


Estuve hasta cerca de las 8 PM en su casa y luego me dirigí a la mía con todo lo que había comprado.

Ahí se encontraba papá quien ya había llegado y Gerard quien estaba preparando ¿la cena? El cual a propósito ya había cambiado su ropa por la de trabajo.


-Dios lo tienen como esclavo- pensé.


Subí con todas las bolsas a mi habitación pero baje con el presente que le había comprado a Gee.


Mientras el cocinaba lo sorprendí por detrás.


-Gee te compre un regalo-


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