viernes, 9 de marzo de 2012

Nuestro secreto: Tu juventud y mi experiencia; Capítulo: #22

Capítulo: #22

Vi como sus ojitos brillaron, pero lo supo controlar rápidamente.


-Frank, veo que ya despertaste, buenos días- dijo James.

-Buenos días papá, buenos días Gerard-

-B...buenos días Frankie-

-Veo que has vuelto, papá me había dicho que habías renunciado, yo ya estaba haciéndome la idea de que papá tendría un nuevo asistente-


“Que bien miente Frankie” pensé.


-No, pues veras, decidí regresar, solo tuve unos problemas familiares-

-Oh esta bien, bueno Gerard, papá…iré a tomar desayuno, sigan en lo que estaban-


Mire a Frankie y en cuanto James no miro, el me regalo una hermosa sonrisa, salio de la oficina y nosotros nos quedamos trabajando.


[Narra Frank]


Estaba durmiendo en cuando escuché ruidos desde mi habitación, sabia que Gee había vuelto, baje las escaleras corriendo, no daba más de felicidad, toqué la puerta, pero antes tuve que calmarme, papá no podía notar lo ansioso que estaba…


Mis ojos se iluminaron al verlo, pero lo supe controlar rápidamente, los salude y luego de esto me dirigí a la cocina a ver que había para desayunar.


La sonrisa no se borraba de mi rostro en ningún instante, estaba tan feliz de que Gee haya vuelto, necesitaba que estuviera acá…


Empecé a mirar que había para desayunar, ya que prácticamente era un verdadero inútil en la cocina y no sabía prepararme nada, no me quedo otra que tomar un baso de jugo y ponerlo en una bandeja junto con un yogurt y un pan tostado.


Subí a mi habitación con mucho cuidado para no derramar el jugo, pero han notado que cuando uno piensa algo, ocurre todo lo contrario…


Temblé y aquel baso de jugo rodó por toda la escalera hasta hacerse trizas.


-Oops- pensé.


Excelente, no está Juliet y debo ser yo quien limpie este desastre, deje la bandeja en uno de los escalones y baje corriendo con mucho cuidado ya que me encontraba descalzo.


-Frank? Frankie? ocurrió algo?- Escuche a Gee desde la cocina.


Me asome solo mostrando mi rostro, mi cara de niño maldadoso me delataría, pero no fue apropósito, tan solo resbalo el baso.


-nada Gee- dije con tono de complicidad.

-¿seguro?-
-hmm no- no aguante la risa.


Gerard camino hasta donde me encontraba y pudo notar los trozos de vidrio que estaban en la escalera.

-solo resbaló Gee- aún ocultaba mi cuerpo tras a muralla.

-hay pequeño, ven, vamos a limpiar-


Me iba a acercar a recoger los trozos de vidrio en cuanto Gee me detiene bruscamente.


-que acaso estas loco Frankie!-

-¿porque?-

-No quiero ningún niño lastimado en esta casa, puedes pisar algún trozo de vidrio-


Gee miro a la oficina de papá para asegurarse de que la puerta estuviera cerrada, me tomo en sus brazos y me llevo hasta mi habitación.


Mientras subía las escaleras me aferre a él y comencé a darle pequeños besos en su cuello, los cuales le provocaban cosquillas.


-ajajaja basta Frankie-


Continué.


Intentó correr su cabeza para que dejara de hacerlo…pero esto solo provoco que sus labios quedaran frente a los míos, esperaba besarlos, si no fuera por que ya habíamos llegado a mi habitación y me había dejado recostado.


-gracias Gee-

-de nada pequeño, espérame acá y traeré tu desayuno-


Gee salio de la habitación mientras yo prendía la TV para ver si se encontraba algo bueno, a los pocos minutos Gee ya había limpiado el desastre que había dejado y traía en sus manos mi bandeja con un nuevo baso de jugo.


-aquí esta pequeño, todo tuyo-

-gracias Gee-

-de nada Frankie, ahora debo volver a la oficina-

-no te das cuenta que papá no esta acá y que se te olvida algo-
-creo que no- rodó sus ojos.

-creo que si, no me has saludado como se debe-

-¿y como debería saludar a un pequeño tan lindo como tu?- dijo acercándose a la cama.

-sabes como-

-¿así?-

Se acerco lentamente a mí rostro rozando su nariz con la mía, besó mi mejilla.


Lo miré de la peor forma posible y cruce mis brazos.


Se acercó a mi cuello y lo besó.


-amo tus mañas pequeño-

-si si, como sea, cierra la puerta por favor-

-vamos no actúes así- dijo sentándose en mi cama.

-papá te espera- mire hacia otro lado.

-¿sabías que prefiero estar con otra persona antes que con tu padre?-

-¿y quien sería esa persona?-

No respondió, tan solo giro mi cuerpo hacía el, con sus manos sostuvo mi cara, nuevamente rozo su nariz con la mía, realmente amaba que hiciera eso, poco a poco sus labios se fueron acercando a los míos para al fin sentir su dulce sabor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario