domingo, 11 de marzo de 2012

PinUp girl; Capítulo: #2

Capítulo: #2

Frank sentía que todo su cuerpo temblaba, sentía temor, que tal si él no le gustaba, y si Geraldine tenía novio... bah, su hermano se lo habría dicho, sintio un aroma de azaleas, y luego apareció ella, hermosa, radiante, a pesar de la oscuridad del bar se veian sus ojos grandes y expresivos, maquillados con esa sombra purpura que les daba un tono azul al verde oliva que adornaba su mirada.
Sonrió suavemente, sentandose un poco alejada de Frank, se quedaron en un silencio incómodo por mas de cinco minutos, hasta que Frank en medio de su shock dejó escapat un tímido "hola, Geraldine".
Ella sonrió de nuevo, estirando su mano blanca y suave hasta las manos de Frank, él la tomó entre las suyas, con un temblor ocasionado por la emoción

- Cómo estas?-

- Bien y tu?-

Geraldine hablába en un tono muy bajo, casi imperceptible, Frank tenía que esforzarse para escucharla bien, su voz era dulce y aun así algo ronca, muy profunda, y esa mezcla lograban en Frank una fascinación que no entendía.

- asi que me viste en la revista de la USO, dice mi hermano que estas enamorado de mi -

Frank sintió subir toda la sangre a su rostro, agradeció la oscuridad del bar, pues en este momento sus mejillas estaban a punto de estallar.

- es... que eres demasiado hermosa Geraldine, y yo... bueno jamás había visto un ángel en mi vida!-

Ella dejó escapar una pequeña caracajada, bajó su cabeza y la meneó despacio, acercandose más a Frank, quien pudo por fin sentir el aroma real de su cuerpo, no el perfume de las azaleas que disfrazaban el aroma natural de su piel, ni el dulce glorioso de su aliento.

- no sabes quien soy Frank, no soy un ángel, tu solo sientes atracción por mi cuerpo, eso es todo...-

Frank movió su mano torpeménte hasta tocar su mejilla.

- no, no lo entiendes, yo te amo, siento que te conozco desde siempre... Geraldine, sé que debe sonar extraño, pero siento que puedo leer tu alma -

Geraldine movió su rostro despacio sobre la mano de Frank, su piel era demasiado suave, el solo había sentido esa textura cuando tocó por primera vez el rostro de su primo recién nacido, pero la piel de Geraldine además de suave era un detonante para su líbido, Frank quería sacarla de ese bar, llevarsela a un lugar donde solo estuvieran ellos dos, sentía la necesidad de arrancarle ese vestido negro y rojo que tenía puesto y llenarla de él, no era algo solo físico, el debía poseer su cuerpo y su alma también, cruzo sus piernas para disimular la creciente erección que la sola proximidad de esa mujer le producia.
Geraldine se acercó aun más a Frank, ahora sus muslos se rozaban, el aroma de ella inavdia todo el espacio, provocandole a Frank un delicioso embotamiento de sus sentidos.

- Dime Frank, que puedes leer de mi alma con una sola foto?-

Frank se quedó viendola directamente a los ojos, acercó tanto su rostro al de ella que la punta de sus narices se juntaba por momentos

- Leo... que guardas un gran secreto, y esa sonrisa que se dibuja en tus labios, parece más una burla a quien te mira, como si te salieras con la tuya, en algo que aún no alcnazo a comprender... que escondes Geraldine?-

Ella se limitó a sonreir de nuevo, levantando su mentón, acercando sus labios a los de Frank, juntandolos y posándolos despacio sobre los de él, le dió un fugaz beso, y se levantó de la mesa, caminó hasta la salida del bar, Frank caminó tras de ella, pero el mesero lo detuvo para que pagara la cuenta, saco unos billetes de su bolsillo, no los contó, se los entregó y salio de allí corriendo, Geraldine aun estaba en la acera, caminando apresuradamente, Frank la alcanzó, tomándola suavemente de la cintura la acercó hasta su rostro, ella puso delicadamente su mano entre su abdomen y el de Frank, alejandose un poco, dejando que tan solo sus caras se acercaran, Frank la beso con pasión, empujando su lengua dentro de sus labios, ella se contuvo un momento, sin responder, se quedó quieta, mientras que Frank deslizaba su lengua sobre la de ella, esperando su respuesta, trató de pegar su cuerpo al de Geraldine, pero esa mano se lo impedía, Frank empezó a morder despacio los labios temblorosos de ella, hasta que Geraldine retiró con furia su rostro, empujandolo, retroccedió un par de pasos

- no haga eso... atrevido -

pero no lo dijo con rabia, esas palabras se escaparón de su risa, se acercó de nuevo a Frank, tomando su rostro entre sus manos lo besó, despacio, succionando sus labios, dejando luego que su lengua entrara entre la boca de Frank, rodeando despacio la lengua de él, bajó sus manos por su pecho, hasta llegar a su entrepierna, acariciando ese montículo en su pantalón, le dió un suave apretón justo antes de alejarse de él, correr , tomar un taxi dejarlo en medio de la calle, bañado en su propio deseo.

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