domingo, 11 de marzo de 2012

PinUp girl; Capítulo: #3

Capítulo: #3

Frank se despertó agobiado por el calor que emanába su cuerpo, las sabanas húmedas a causa de la noche que paso se pegaban a su cuerpo, soñó con ella, con su Geraldine, en medio de un campo de azaleas, danzando entre las flores mientras él la despojaba de su ropa, acariciaba su piel de armiño, veía su bella sonrisa lucirse al mundo, mientras él con suaves caricias la llevába al infinito, su sueño tan vivído tan real, que sentia en sus propios dedos el aroma de los intrincados laberintos de su amada, sin darse cuenta, en medio de complicidad de sus sabanas y sumido aun ese profundo sueño, se acrició, tan fuerte, tan violentamente, deseando sentirse dentro de ella, que la mañana llegó acompañada de un intenso dolor en sus genitales.

Tomó un baño rápido, debia salir a buscar trabajo, igual al ejército no iba a regresar jamás, no sin antes llevar a su Geraldine al altar.
Caminó las calles de la ciudad, pero no califícaba para nada, y de obrero no se iba a ir, igual su familia tenía con que sostenerlo, mientras se decidia a entrar a la universidad, llegó hasta la agencia, la recepcionista lo reconoció y antes de que Frank pronunciara palabra, le informó que Geraldine no estaba allí.

- vine a hablar con su hermano -

- ¿cual de los dos?-

- Mmm ehh no sé su nombre, el que se parece mucho a ella...-

- Oh, Gerard... enseguida te lo llamo -

Frank sonrió por dentro, le pareció curioso la combinación de los nombres, se apoyó en el mostrador, Gerard salió con un delantal blanco, secándose las manos para estirar luego la derecha hacía Frank, ese apretón de manos tuvo un significado más allá del normal para ambos, Frank le encontró sentido a ese súbito aumento de presión sanguinea y al rubor de sus mejillas, al hecho de que Gerard era la versión masculina de Geraldine, un poco de maquillaje y sería igual a ella.

Gerard por su lado, culpó al juego en que estába envolviendo a Frank, de ese cosquilleo extraño en la base de su abdomen al verlo, tal vez sería porque le gustaba jugar con ese pobre muchacho y sentía un placer morboso al verlo tan enamorado de una Geraldine que no existía.

- Frank! hola, que te trae por acá, me dice mi secre, que no buscas a mi hermana...-

- Hola, no.... la verdad es que necesito hablar contigo, estoy buscando trabajo y me preguntába si sabes de algo... -

Gerard sonrió, retrocedió un par de pasos, dibujó en el aire una extraña cudrícula con sus manos, enmarcando el rostro de Frank

- ¿aún tienes tus uniformes de soldado?-

- ajá...-


- bueno, necesito un modelo para una campaña de la USO, si quieres puedes trabajar conmigo en esto, tienes una cara muy bella que registraría perfecto... y con esos ojos gigantes y expresivos, le derrites el corazón a...-

Gerard guardó silencio abruptamente al sentir todos los tonos rojos del mundo en sus mejillas, y al ver que Frank bajába sunmirada un tanto apenado

- desde el punto de vista fotográfico, lo digo... digo esto o sea...
como un profesional-

Frank aceptó, Gerard fue con él hasta su casa, rcogieron los uniformes y regresaron a la agencia


- primero pruebate el de combate -

- ¿me desnudo acá?-

- eh si, ¿o necesitas privacidad?-

Frank meneó su cabeza, mientras se bajába el pantalón, la curvatura de sus caderas, el arco que hacia su espalda, al inclinarse, dejándole ver a Gerard sus nalgas redondas y firmes, apretadas por la tela de su ropa interior, causó un efecto que el joven fotográfo jamás había sentido, con ninguna de las modelos más bellas que el fotografiaba, se mordió los labios, los apretó para no dejar escapar la cantidad inusual de saliva que estaba produciendo su boca, sintió la tentación de tocarlo, pero se contuvo... para eso estaba Geraldine.

La lente de su cámara jamas había captado algo tan bello, se tardaba en obturar, a causa del embotámiento de su mirada sobre Frank, mientras que él, con timidez sonreía, y se movia según Gerard le indicaba, su rostro era perfecto para la campaña, parecía un niño inocente, pícaro y malicioso a la vez, el soldado perfecto para que las chicas que leían la revista dejaran de quejarse por que en esta solo aprecian fotos de mujeres, ahora podrian deleitar sus miradas con Frank.
La sesión terminó, Gerard le pagó a Frank y lo citó al dia siguiente.

- ¿Quieres que le diga algo a mi hermana?-

el rostro de Frank se iluminó, una risa nervosa lo invadió

- ehh si, dile que la quiero ver de nuevo... y que... solo dile eso -

- muy bien, si quieres ven al laboratorio a eso de las 10 pm, ella viene a ampliar unos negativos, va a estar sola, asi que mucho cuidado con lo que le haces a mi gemela!-

Frank, se sintió feliz, por fin podría estar a solas con su amada

- no te preocupes Gerard, ya me imaginaba yo que eran gemelos, se parecen demasiado -


La noche tardó en caer, Frank estaba impaciente, salió muy temprano para la agencia, y tuvo que esperara unos minutos afuera, a que dieran las diez, tocó la puerta, lleno de espectativas, Geraldine abrió, lo invitó a pasar, tenía una falda de tul azul, y una blusita negra abotonada hasta el cuello, sus ojos igual que siempre, con esa sombra purpura que los llenaban de misterio, Frank la tomó por la cintura, acercandola a él, para besarla, Geraldine respondió a ese beso, acariciando las mejillas de Frank, se quedaron asi unos minutos, jugando con sus lenguas, saborenado sus labios, Frank simepre trataba de acercarse más, de poder rozar su pene sobre ella, pero Geraldine lo apartaba, el dolor entre el pantalón deFrank era cada vez mas agobiante, se separó de ella, para tratar de calmar su excitación, Geraldine vió la lucha que había en el pantalón de Frank, lo empujó suavemente sobre una silla, se arrodilló a su lado y le desabrochó el cierre, metió su mano entre el pantalón de Frank, sacando su pene endurecido de allí, levanto la mirada para encontrarse con los verdes ojos que no perdian detalle de sus movimientos, con una vocesita suave, algo zalamera le dijo con trabajo

- yo... no sé como se hace esto Frank, pero quiero hacerlo... dime que hacer... dime si te gusta -

Frank acarició el negro cabello de Geraldine, su propio deseo no le permitía hablar bien

- Tan solo llevalo hasta tus bellos labios, abrelos despacio, mientras que con ellos me rodeas todo, deja que tu lengua juegue con el, deslizala sobre mi pene... y has lo que sientas...-

Los gemidos que se apoderaban de él, no lo dejarón terminar, si bien se notaba que Geraldine jamás había hecho algo asi, parecia conocer muy bien los puntos en donde se sentía más placer, sus labios seguian el movimiento de su mano, y su rostro denotába el placer tan inmenso que sentía al hacerlo.

Gerard, no entendía que carajo le pasaba a su cuerpo, porque demonios lo que había empezado como un juego cruel, se estaba convirtiendo en su propía perdición, el pene de Frank sabía a ambrosia, el aroma de su piel lo estába enloqueciendo, no podia dejar de chuparlo, de lamerlo todo, besaba su pelvis, mordia el interior de sus muslos, sentía que el mundo se le venía ensima, cuando el vello púbico de Frank rozaba su rostro, dejo que sus manos siguieran sobre él pene de Frank, mientras que empezó a subir con sus labios por todo el abdomen, mordiendo, lamiendo, queriendo extraer el sabor de cada porción de piel, su respiración se agitába cada vez más, trataba de disimularla, no fuera que saliera de él un sonido muy masculino, que espantara a Frank, ahora, en ese presiso momento en que su propio pene estaba a punto de estallar, por el deseo hacía Frank, se arrepintió de la broma que cruelmente había planeado hacerle.

Gerard bajo de nuevo, presintió que Frank estaba a punto de venirse y quería tener su semen en la boca, queria tragarselo todo, quería grabarse el sabor de ese cuerpo tan hermoso, que se retorcia en cada una de sus caricias, besó suavemente la punta del pene, y abrió de nuevo su boca llebandose solo la mitad de este, mientras que con su mano lo friccionaba con más rapidez, con más fuerza, parq ue Frank se viniera de una buena vez dentro de su boca, sintió el líquido pre-eyaculatorio, y puso su lengua sobre la punta, asi el semen caeria sobre esta y no en su garganta, Frank contrajo su cuerpo y la punta de su pene dejó salir ese liquido como un estallido, Gerard lo sintió en su lengua y lo saboreo entre su boca, mientras que sentado, en el piso, trataba de mantener la compostura, ni el amplio tul de su falda podía disfrazar su creciente excitación, se enroscó en si mismo mientras que con un hilo suave de voz le pedía a Frank que si la amaba de verdad por favor se fuera ya mismo, alegando sentir mucha verguenza, frank se acomodó se ropa y se arrodilló al lado de su amada, tratando de envolverla entre sus brazos


- por favor Frank vete... si no te vas ya mismo te juro que no te vuelvo a hablar -

sus palabras fueron contundentes Frank se levantó, la miro desde la puerta

- no te sientas mal mi amor, eso fue solo una forma de demostrarme que sientes igual por mi, tu imagen no ha cambiado para mi, eres mi ángel, mi nena perfecta... si me voy es porque no podría negarme jamás a tus deseos... te amo profundamente Geraldine -.

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