lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #3

Capítulo: #3

Me dolía la cabeza, ya había aceptado cuatro cintas de las que Mikey me había conseguido. Como puedo mirar a una mujer, si eres tu el que me vuelve loco?. Ya pasaron cinco días que no te veo. Agonizo. Donde estas?.

Era noche buena. Fui camino a la sala, cenaríamos allí todos. Llegué tarde. Solo estaban Mikey, Alicia, y Ray.

-Perdonen la tardanza-dije saludando a todos-
-No te preocupes Gerard, apenas estamos nosotros-me dijo Alicia-

Pronto preparamos la mesa los cuatro juntos. Bob llegó media hora después, solo faltabas tu, donde estabas?. Colgamos los muérdagos, pensé en ti.

-Frankie no vendrá?-preguntó Ray mirándome de reojo-
-Supuestamente llegaría tarde, pero la comida ya esta lista-aclaró Mikey-

Nos sentamos todos en la mesa, frente a mi había dos lugares vacíos, uno para ti, otro para ella. Porque si me amas no vienes a mis brazos?, porque sigues torturando mi sentir?.

La puerta se abrió, entraste con ella de la mano, pediste perdón por la tardanza, saludaste, te sentaste. Comimos en paz y tranquilidad, no dejé de mirarte, y tu tampoco.

-Como has estado Gerard?-me preguntó ella con una gran sonrisa-
-Sobreviviendo-le contesté y te miré-

Ella me volvió a sonreír, siempre fue muy dulce, siempre la quise, pero porque tenía que tenerte?. El postre, el brindis, las 12. Sonreímos, brindamos, nos abrazamos, toda esa felicidad parecía demasiado grande para mi momento. Te paraste en frente mío, me miraste, me abrazaste.

-Te amo-susurraste muy bajo-perdóname todo esto, perdóname-

No podía decirte que no, no podía. Lloré.

-Gerard!, porque lloras?-me preguntó ella acercándose a mi-
-Es que...todo esto es muy emotivo-mentí sin saber que decir-

Ella me miró con ternura y me abrazó muy fuerte. Me quería. Miraste el momento sin saber que pensar, bajaste la mirada, sonreíste. Podrías decirle, ella lo entendería.

-Quiero contarte algo-me dijo ella en secreto-
-De acuerdo-dije mirándola sorprendido-

Caminamos hacia el pasillo, nos viste, no entendías que sucedía. Ella me miró con gran felicidad y miró el techo.

-Muérdago!-dijo-beso!-sonrió y beso mi mejilla tiernamente-
-Que pasa Jamía?-pregunté intrigado por su secreto-
-Bueno...-comenzó-sabes que Frankie y yo estamos saliendo hace bastante...bueno, yo pensaba...en pedirle que se casara conmigo, tu que opinas?-me dijo ella con toda confianza-

Mi corazón se detuvo, ¿como simular mi tristeza en ese momento?, ¿como gritarle que no?, como le decía que lo amaba?, que amaba a mi mejor amigo, pareja de mi mejor amiga, pareja de ella.

-Te pregunto a ti porque somos amigos, y yo se que tu lo conoces muy bien-me dijo sinceramente-
-Yo...no lo se Jamía-dije sin saber que decir-deberías pensarlo mejor-
-Tu crees?-me preguntó sin saber mis verdaderas intenciones-
-Si-dije finalmente-

Apareciste entre nosotros.

-Que hacen aquí?-preguntaste confundido-
-Hablábamos de ti-sonrió ella-mira muérdago!-

Te acercaste a ella y la besaste, con tus labios, también míos, también de ella.

-Abrimos otra botella chicos!-gritó mi hermano desde el bacón-
-Vamos!-dijo ella corriendo hacia allá-

Nos quedamos allí, solos. Miraste hacia el techo, me sonreíste con amor.

-No vas a darme un beso?-me preguntaste-

Había olvidado el muérdago. Tomé tu rostro ligeramente y te besé, como añoraba tus labios, tu sabor a miel, ese sabor que me hacía perderme en lo mas profundo de ti.

-Chicos-se escuchó-

Ambos nos separamos con brusquedad. Era Ray, suspiramos.

-Apúrense!-dijo-
-Ya vamos-dije tomándote de la mano-

Ray se fue, comenzaste a caminar y te detuve. Te miré seriamente. Por primera vez en mi vida, la locura se apoderó de mi mente y solo pude ofrecerte un poco de ella.

-Frankie...-dije-¿vendrías unos días conmigo de vuelta a New Jersey?-

Me miraste sorprendido. Si te lo estaba diciendo enserio. Tardaste unos segundos en reaccionar, pero finalmente lo hiciste.

-Iría contigo a donde quieras-dijiste-

Me besaste y me arrastraste hacia el balcón. Por alguna razón me hiciste sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario