lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #4

Capítulo: #4

Las valijas ya estaban hechas, solo faltabas tu. Legaste con ella, otra vez.

-Los voy a extrañar!-dijo ella abrazándonos a ambos-
-Nosotros también-dije con una sonrisa-
-Adiós amor-dijiste dándole un beso-

Nos subimos al auto, todo fue tan rápido que no me di cuenta. Ya estábamos a medio camino. Manejabas muy concentrado, lejos de mi.

-Donde iremos?-preguntaste-
-A mi casa-
-Estas seguro de que quieres volver ahí?-me preguntaste-

Sabias que no era seguro para mi mente, sabias que me dolería, otra vez, me conoces.

-Estaré bien Frank, despreocúpate-


*****


Llegamos cansados, tu mas, venias manejando. Entré a mi casa, mi casa...Años hacía que no pisaba estos suelos, el pasillo desprendió un extraño aroma a humedad, no avancé, mis ojos se cerraron, sentí tus manos sobre mis hombros.

-Estas bien?-

Asentí con la cabeza, volví a abrir mis ojos. Observé las escaleras, iluminas por el sol de la ventana del segundo piso, extraño...extraño a mi abuela, extraño a mi madre...se fueron. Ojalá pudiera alguien entender lo que siento.

-Subamos-dije sin mirarte-

Tomé las valijas y subimos lentamente. Mi casa siempre tuvo una oscuridad cómoda, muy acogedora. Entré a mi habitación después de cinco años, estaba todo como lo habíamos dejado con Mikey. Tiré las maletas en el suelo, no te miré desde que entré, por primera vez en estos últimos años tuve otra cosa en mente que no fueras tu. Perdóname. Miré todo detenidamente, mis cosas, mis dibujos, mis objetos, mi cama estaba deshecha. No dije una palabra, tan solo me recosté, me recosté en mi viejo rincón de sueños como un pequeño niño asustado por sus recuerdos del pasado. Te sentí detrás de mi. Tus brazos me rodearon con delicadeza, otra vez, me conoces. Sentí algo muy extraño en ese momento, algo que me hizo estremecerme. Ese algo es tu cariño, pude sentir tu amor por mi, en solo dos segundos. Te amo, me completas.


*****


Abrí mis ojos de golpe, donde estabas?, me desperté solo en mi habitación. Me levanté, abrí la puerta y baje las escaleras, era de noche, apenas veía. Entré a la cocina lentamente.

-Despertaste-dijiste con una sonrisa-

Ahí estabas, siempre estas en la cocina, aún no entiendo porque. Viniste hacia mi, me tomaste del cuello y me besaste tiernamente. Volviste a cocinar.

-Que estas haciendo?-te pregunté limpiándome los ojos-
-Estoy...preparando la cena!-dijiste-Gerard son las once de la noche!, dormiste todo el día-
-Bueno...ya sabes, estaba cansado-dije jugando con el servilletero de la mesa-fue extraño volver aquí-
-Lo se-dijiste sentándote frente a mi-te acuerdas cuando jugábamos Calabozos y Dragones en el descanso de la escalera?-

Te miré asombrado, te acuerdas de todo.

-Si, siempre ganaba-sonreí-y las noche que dormíamos en el jardín-
-Aja, te acuerdas?!-dijiste con emoción-nos peleábamos porque no queríamos dormir en la misma bolsa-dijiste bajando el tono de tu voz-y ahora no sabemos como hacer para dormir en la misma cama-tus ojos me miraron extrañamente, me gusta-
-Tiene razón-me limité a decir-siempre te enojabas cuando te abrazaba por mas de treinta segundos, ahora, no quieres otra cosa mas que acariciarme-

Sonreíste vergonzoso. Sobre la mesa estaban mis manos, las entrelazaste con las tuyas, las acariciaste.

-Como legamos a esto Frank?-pregunte intentando no quebrarme-
-No lo se...-dijiste con dificultad-pero no hay cosa que me haga mas feliz que amarte-

Dijiste las palabras mágicas, tocaste mi corazón, otra vez, otra vez. Te levantaste corriendo, la comida. Puse la mesa, comimos muy lentamente y en silencio, nos miramos, sin decir palabra. Llevamos unas latas de cerveza al sillón y miramos un rato la televisión, nos reímos, pero no hablamos mucho. Porque somos así de complicados?, porque no podemos ser normales?, es extraño. Comerciales. Me miraste, me tiraste contra respaldo lateral de sillón y te recostaste sobre mi pecho, me abrazaste. Guardaste silencio por diez minutos, ya no importaba el programa.

-Te amo-susurraste apretándome con tus brazos-

Porque me haces esto?, porque eres tan dulce?, porque te conocí?. No pude decir nada, casi lloré.

-Sinceramente...agradezco tu invitación-dijiste-nunca estuvimos tanto tiempo solos, o estaremos, porque apenas llevamos un día aquí-comenzaste a hablar como si nada, hablaste-a veces siento que se me va la vida intentando estar contigo. Alguna vez te dije...que tus labios son los mas dulces del mundo?, y que tienes la piel mas suave que haya tocado?-

-Eso es porque me amas Frank-te contesté riendo-yo diría lo mismo de ti-
-Lo digo en serio-me dijiste levantando la cabeza y mirándome a los ojos-cuando fue la última vez que lo hicimos Gerard?-

Mis ojos se abrieron, estabas preguntando de verdad?

-Aquella vez en cuando nos quedamos encerrados en el ascensor?, no lo se...porque lo pregun...-

No pude terminar, un beso de tus labios calló mis palabras, cada vez te acercabas mas, besándome...tan...tan profundamente. Metiste algunos de tus dedos dentro de mi pantalón y te agarraste de mi cinturón para subir y acercarte mas a mi, tome tu rostro entre mis manos y lentamente te despegaste de mi.

-Lo pregunto...-dijiste-porque extraño tenerte tan cerca de mi-dijiste, dejando salir un suspiro de aire caliente sobre mi-

No hay comentarios:

Publicar un comentario