lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #5

Capítulo: #5

Sonreí por tus palabras. Volviste a capturar mis labios violentamente mientras desabrochabas mi camisa con lentitud.

-Te amo-dijiste, me besaste-te amo-volviste a decir, me besaste, así, unas cinco veces-

Nuestros besos se mezclaron con nuestras risas y sonrisas. Me miraste.

-Yo también te amo Frank-te contesté-

Sonreíste. No fue por quererlo, solo fue un impulso. Te empujé, caíste sobre el largo sillón. Te reíste, me hiciste reír. Me recosté sobre tu cuerpo y te besé, suavemente, lentamente. Te miré.

-Tienes los ojos mas hermosos del mundo-te dije, reíste-
-Nos estamos volviendo muy cursis Gerard-dijiste con una sonrisa-me estoy asustando-
-Tal vez sea porque jamás podemos decirnos todas estas cosas-aclaré-son cosas mínimas, que...de vez en cuando...es necesario decirlas-
-Posiblemente lo sean-dijiste-

Tomaste mi cuello y me besaste. Noche de besos. Eres tan dulce, empalagas. No nos soltamos por nada, no separamos nuestros labios. Me dejé llevar por la pasión y el deseo. Comencé a desabrochar tu pantalón desesperadamente, mientras tu enredabas tus manos en mi cabello. Te incorporaste, quedamos arrodillados frente a frente sobre el sillón. Desabrochaste mi cinturón y tiraste de él con fuerza para quitarlo, rompiste los últimos botones de mi camisa.

-Pretendes romper toda mi ropa?-te pregunté riendo-
-No estaría mal-contestaste-me ahorraría mucho trabajo-reíste-

Me quitaste la camisa. Te detuviste por unos minutos, observaste mi pecho, miraste mis heridas.

-Gerard, debes dejar de lastimarte-dijiste observando los cortes sobre mi pecho-
-Ahora que estas conmigo, ya no tengo motivos para hacerlo-te contesté mirando tus ojos-

Me abrazaste con ternura, te abrasé.

-Perdóname...-sollozaste-debe ser culpa mía-

No contesté, tomé tu rostro entre mis manos, te miré. Te besé, mis besos bajaron por tu cuello, mis labios acariciaban tu piel. Quería que olvidaras tus palabras, como sea. Sentía tus suspiros sobre mi cabello, tus simples gemidos en la silenciosa habitación. Quien quiera que sea iba a morir, quien tocaba la puerta a las 2 de la madrugada?. Nos levantamos algo apresurados, me puse mi camisa y tu abrochaste tus pantalones. Abrí la puerta.

-Gerard?-

Una mujer, de pequeña estatura, morocha, grandes ojos estaba parada afuera y me miraba con asombro.

-Gerard? Eres tu?-volvió a preguntar-
-S-si-contesté algo confundido-
-Ah!-gritó y estiró sus brazos para abrazarme-no puedo creer que seas tu!-

Oh, Dios...era ella.

-Christina, me asfixias!-dije sacando sus brazos de mi cuello-
-Como me reconociste?-
-No lo se, simplemente lo hice-

Estabas parado detrás de mi, sin entender nada. Ella no preguntó, simplemente entro a la casa y te saludó. Cerré la puerta sabiendo que no se iría tan pronto.

-Perdona que vine a esta hora!-dijo ella sonriendo-es que tu hermano me llamó hace una hora y me dijo que vendrías!, y como vi la luz encendida decidí tocar la puerta-

Mikey...- -. La invitamos a pasa, que mas podíamos hacer?, ya estaba adentro. La dejamos en la cocina tomando una gaseosa con la excusa de que volveríamos en un segundo.

-Quien es ella?-me preguntaste confundido-
-Mi vecina-contesté con desgano-
-Se ve simpática-sonreíste, siempre eres tan dulce-lastima que llegó en este momento-
-Es simpática, pero no estés con ella mas de una hora-dije entrando a la cocina-

Ella nos miró con alegría, siempre estaba alegre. Nos sentamos con ella en la mesita y hablamos alguna estupideces, nada importante. Ella miró su reloj, ya eran las 2:35.

-Dios!, chicos, mejor los dejo descansar, tengo entendido que llegaron hoy-dijo levantándose por fin-vengan a comer a casa mañana!-
-Será un placer-le dijiste con una sonrisa, eres tan ingenuo a veces-
-Entonces!, los veo mañana a la una, esta bien?-ambos asentimos con la cabeza-no te preocupes Gee conozco la salida-

La puerta se cerró, el silencio invadió la casa otra vez. Te miré, me miraste, pero tu mirada era extraña, confusa.

-“Gee”?-me dijiste haciendo referencia a las palabras de Christina-
-Que!?-
-Mmmm...-pronunciaste acercándote a mi-creí que yo era el único que te llamaba así-sonreíste-
-Frank...no estarás celoso de ella, verdad?-
-No, pero parase que tengo competencia-dijiste rodeándome con tus brazos, me besaste simplemente-
-Jaja-reí-y cree que ella puede ganarte?-
-No-contestaste con seguridad. Me tomaste las manos y me guiaste a la escalera-vamos a dormir, o mañana no llegaremos a almorzar!-

Subimos las escaleras rápidamente. Era extraño volver a dormir en mi vieja habitación, todas mis cosas de la infancia, todo lo que viví, ahora lo volvía a compartir contigo. Ni ganas tenías de sacarte la ropa, así que te acostaste como legaste, te desplomaste sobre el colchón, y yo con mi camisa toda y desabrochada. Te abracé, te acurrucaste entre mis brazos. Escuchaste mi respiración confusa, te preocupaste.

-Estas bien?-preguntaste-
-Si, es solo...que es extraño volver a dormir aquí-
-Quieres ir a otra habitación?-
-No, estoy bien-dije apretándote un poco mas con mis brazos-pero, las extraño, y no están-
-No Gee, ellas están, aquí-dijiste poniendo una mano sobre mi pecho-

Intenté no llorar por tus palabras, otra vez, me conoces. Siempre sabes que decir, siempre sabes que hacer.

-Dulces sueños-dijiste acomodándote-

Me besaste, cerraste los ojos, y yo también cerré los míos.

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