lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #6

Capítulo: #6


-Ya estas listo?-preguntaste caminando hacia el baño, donde yo me encontraba-
-Eso creo-te contesté terminando de abrochar mi cinturón-


El reloj ya marcaba la una y media y aún no salíamos de casa, Christina debía estar esperando por nosotros, así que salimos rápidamente hacia su casa, la cual era la siguiente a la mía. Me tomaste de la mano antes de que toque la puerta.


-Le decimos?-preguntaste refiriéndote a nosotros-
-Creo que mejor no-


Soltaste mi mano tristemente, haciéndome sentir culpable. Toqué la puerta despacio, a los dos segundos Christina abrió la puerta con una gran sonrisa.


-Hola!-gritó abrazándonos-pasen-dijo abriéndonos camino-


Caminamos dentro de la casa, directamente me dirigí al jardín, ya la conocía de memoria, y sabía que íbamos a almorzar allí.


-Siempre almorzamos en el jardín-le dije a Christina observando la mesa-
-Nunca olvidas nada eh!-
-Es un hermoso lugar Christina!-le dijiste mirando el jardín-
-Gracias Frank-sonrió ella-


Nos sentamos en la mesa y ella sirvió la comida. Estabas sentado junto a mi y ella enfrente, siempre sonriendo. Pasaron unos cuantos largos minutos y comencé a hablar.


-Donde están tus padres?-pregunté para hablar de algo-
-Siguen de viaje-contestó ella-ahora se encuentran en Paris, si no mal recuerdo-
-Que bien!-dijiste sonriendo-deben estar disfrutándolo mucho-
-Y ustedes?, la banda?-
-Bien-contesté-estamos fijando un nuevo proyecto-
-Ya tienen canciones nuevas?-
-Si, Gerard se inspira mucho para escribir-le dijiste felizmente-
-Vaya! Miren al pequeño Gee! Y en que te inspiras?-preguntó mirándome fijo-


Guarde silencio, como le decía que lo que me inspiraba eras tu?, la persona a mi lado mirándome seriamente.


-Bueno...cosas....que me están pasando-le contesté tomando un poco de bebida-


Me miraste, sentí tu mano apoyándose sobre mi rodilla y haciendo un recorrido hacia mi entrepierna.


-Mmm, ya veo, tienes novia entonces?-preguntó Christina raramente-


La pregunta llegó el en mismo momento que tu mano a mi cintura. Instantáneamente escupí todo lo que estaba tomando. Quitaste tu mano y comenzaste a reír, al igual que Christina al verme empapado.


-No...-contesté suavemente mientras limpiaba mi rostro-
-Ya...y tu Frank?-
-Si, si tengo-contestaste rápidamente seriamente-


Eso dolió, mucho. Pude sentir el dolor justo en el medio de mi pecho.


-Aw, que tierno!, cual es su nombre?-
-Jamía-contestaste con una sonrisa-
-Hace cuanto salen?-
-Dos años-


Estaba soportando esto realmente?, como no lloré?, estaba soportándolo. Podía sentir las ganas de volver a lastimarme, podía sentir el dolor físico sobre mi, olvidando completamente que me amabas. Hace dos años que estas junto a ella, y hace un año y tres meses que te comparte conmigo.


-Espero que sigas así por mucho tiempo-sonrió Christina-
-Creo que debemos irnos Gerard-me dijiste mirándome extrañamente-
-Si, es verdad-te contesté levantándome-gracias por todo Chris-
-No!, fue un placer verte otra vez!-


Ella nos acompañó hasta la puerta, se despidió de nosotros. Caminamos a casa en silencio. Entramos, subí las escaleras, el teléfono estaba sonando, miré la hora, las cinco de la tarde, atendiste.


-Hola?.....hola amor, como estas?.......ah, es que venimos de almorzar.....bien......si......si.....lo haré.....esta bien.....yo también......beso.....adiós-colgaste el teléfono-


Escuché tus pasos en la escalera, entraste al cuarto, me miraste, ahí, sentado en la cama. Te apoyaste en el marco de la puerta y me miraste fijo, te miré.


-Lo siento...-dijiste con dolor en la voz-
-Que es exactamente lo que siente Frank?-pregunté seriamente-
-Todo-dijiste sentándote a mi lado-no te mereces esto-
-Entonces porque lo haces?-


Silencio.


-Es que yo...todavía no se que hacer, no se como hacer-
-Frank, ella te ama, y tu a ella, se feliz, cásate, ya deberías hacerlo-dije mirando al piso-ella te necesita, yo ya soy un caso perdido-traté de aguantar mis lágrimas-al final de todo, habré sido una simple aventura y me recodarás así-


No dijiste nada, te paraste y caminaste hacia la ventana, miraste hacia fuera y contuviste la respiración. Te miré por unos cinco minutos, pero no te moviste.


-Frankie...lo digo enserio yo...-
-Gerard basta!-gritaste con lágrimas en los ojos-basta!, no digas una sola palabra mas!-


Jamás me gritaste, era la primera vez, pero no me asusté. Realmente me estabas gritando fuerte. Como dijiste, no hablé mas.


-Basta...-dijiste dolido-como...como puedes decir algo así?-me miraste llorando lentamente-una aventura?, eso crees que eres para mi?-
-Lo seré algún día-te contesté lentamente-


-Ah!-gritaste golpeando la pared, nunca eres violento-Gee...-dijiste derramando lágrimas, mientras te arrodillabas frente a mi, entre mis piernas-que piensas cuando digo que te amo?, que estoy mintiendo?, Gee...cuando no estas conmigo, lo único que espero es ver tus ojos, y tu sonrisa-tragaste saliva y limpiaste un poco tus lágrimas-no puedo dejarte en el camino como si nada, eres todo para mi-tus lágrimas aumentaron, ya te costaba hablar-jamás serás una aventura, jamás!-gritaste-yo...-dijiste tomando mis manos-yo te amo.....te amo......te amo......te amo.....te amo.....-no paraste de decir mientras llorabas entre mis manos-


No pude soportarlo, mis ojos comenzaron a derramar mis lágrimas reprimidas, no sabía que decirte, llegaste a mi corazón como siempre, llegaste otra vez. Bajé de la cama y me senté frente a ti, con mis piernas abiertas porque tu ocupabas ese espacio. Te tomé de los hombros y te atraje hacia mi para abrazarte. Instantáneamente estiraste tus piernas en el piso y te apoyaste sobre mi pecho de costado así, como un pequeño niño. Acaricié tu pelo y limpié tus lágrimas, no podías parar de llorar.


-Perdóname-dije-perdón por decir todo eso...-
-No quiero perderte nunca-dijiste aferrándote a mi-nunca-volviste a decir-
-Yo tampoco quiero Frankie-dije tratando de levantar tu rostro para mirarte-te amo-dije ya observando tus ojos-


Te incorporaste un poco y me besaste, una y otra vez, llenándome de pequeños besos mientras me abrazabas.


-Todo el sufrimiento terminará algún día Gerard, terminará-
-Lo se...-contesté lentamente-


Te volviste a acomodar sobre mi, sin dejar de llorar, cayendo profundamente dormido.




*****




Tomé otro sorbo de café, ya eran las nueve de la noche y no sabia que hacer.


-Hey...-


Miré hacia la puerta, te habías despertado. Tus ojos estaban algo rojos, tenías la marca de las sábanas sobre tu rostro y la ropa arrugada. Te sentaste frente a mi y miraste mi tasa de café.


-Quieres un poco?-pregunté sin saber que decir-
-Si...por favor-contestaste-


Me levanté y te serví un poco en otra taza. Lo bebiste lentamente mientras te observaba.


-Lamento mucho lo de esta tarde-dije sinceramente-
-Yo también lo lamento, pero esta bien, ya pasó-
-Quieres que haga algo para cenar?-
-Eso...sería agradable-contestaste intentando sonreír un poco-


Agarré las cosas para preparar la cena, mientras tu fuiste a bañarte. Todo esto era algo incómodo, pero no sabía como salir. Terminaste de ducharte al mismo tiempo que yo la cena. Te sentaste en la mesa, las gotas que caían de tu pelo mojaban tu remera dejando pequeñas manchitas oscuras.


Terminamos de comer, lavé los platos mientras te sentabas a mirar la televisión. Al terminar caminé hasta el sillón y me senté contra el respaldo quedando frente a ti, que estabas sentado en el medio, mirando concentrado alguna película. No me mirabas, y yo apenas lo hacía. No parabas de cambia los canales, no había nada que te gustara. No sabía cuanto iba a soportar tenerte tan cerca y tan lejos.


-Ven aquí-dije estirando mis brazos y abriendo mis piernas para que te acomodaras en mi-


Me miraste y sonreíste mientras te recostabas sobre mi. Te extrañaba, te extrañaba mucho. Te abrasé fuertemente, cerraste tus ojos e hiciste lo mismo. Podía sentirte respirar sobre mi, podía sentirte vivo, podía amarte.


-Este es mi lugar favorito en el mundo-dijiste acurrucándote sobre mi pecho-


Te miré tiernamente, me miraste. Te acercaste a mi, me besaste.


-Te amo mas que a nada-dijiste en un susurro-


Nos besamos, esta vez por mas tiempo, mas profundamente. Tomaste mi rostro entre tus manos y no dejaste de besarme. Mis manos recorrían tu espalda por debajo de tu remera. Apenas respirábamos entre besos, apenas respirábamos. Te detuviste, me miraste, respiramos agitadamente, te alejaste un poco y te quitaste la remera. Volviste a besarme y comenzaste a desabrochar mi camisa sin soltar mis labios. Una vez que terminaste hiciste lo mismo con mi cinturón, te levantaste dejándome desarmado sobre el sillón.


-Vamos...-dijiste amarrándome de la camisa-


Comenzaste a besarme otra vez, metiendo las manos por debajo de la tela de mi camisa. Me llevaste hasta la escalera, pretendías subir, pero mi instinto te alzó y te apoyé sobre la mesa junto a la puerta de entrada. Una mesa pequeña, donde solo entraba una pequeña parte de tu trasero, mientras apoyabas la espalda contra la pared mis caderas sostenían tus piernas. Comencé a besarte desesperadamente, besé tu pecho lentamente mientras desabrochaba tu pantalón. Hacía tres cuatro meses que no nos pasaba esto. Me quité la camisa por mi mismo. Tomé tu rostro y apoyé tu frente contra la mía. Te miré ambos respirábamos a gran velocidad.


-Te amo...-dije con dificultad-


Sonreíste, sonreíste de la manera mas sensual que puedes hacerlo. Me enloqueces Frank, me enloqueces completamente. Te besé de nuevo y comencé a besar tu cuello, mordiendo tu piel lenta y suavemente. Sentí un leve gemido de tu boca mientras te acercabas a mi oído y susurraste: “Fuck me Gerard...”.

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