lunes, 12 de marzo de 2012

Special needs; Capítulo: #7

Capítulo: #7

Tu vos estremeció mi cuerpo de tal manera que ya no tenía sentidos. De tal manera que mis piernas ya casi no podían sostenerme. Me detuve, te miré, seguías con esa sonrisa, esa mirada. Tomaste mi rostro entre tus manos y acariciaste mis mejillas, me atrajiste hacia ti y me diste un beso lento y dulce.

-Guíame a las estrellas Gerard Way-suspiraste con nuestros ojos cerrados, muy cerca de mi-

Bajaste de la mesita, subimos las escaleras besándonos como desesperados animales, como nos estábamos comportando. Llegamos al segundo piso golpeándonos contra las paredes, cada rincón rozaba nuestra piel, dejando las marcas de sudor. Tardamos en entrar a mi habitación, no veíamos por donde caminábamos. Te empujé, caíste sobre mi cama. Frank, te veías tan hermoso, agitado, despeinado, desordenado, tu mirada, rogando por mi. Me enloqueces. Me recosté a tu lado y sobre ti, te miré, respirabas tan fuerte, que en el silencio de la casa eras predecible. Tus ojos encontraron los míos. Corrí los cabellos de tu rostro, mis dedos recorrieron tus mejillas lentamente, tocaron tus labios con delicia.

-Eres hermoso Frank...-dije rendido a su belleza-

Mordiste mis dedos suavemente. Jamás dejamos de mirarnos. Recorrí tu pecho con mi mano, tranzando una línea sobre tu abdomen, y terminé introduciéndola en tu pantalón, acariciándote. Te encorvaste, un gemido en voz baja se escuchó mientras mordías mi cuello. Podía sentir tu aliento sobre las marcas de tu esencia. Ahogué un gemido por instinto.

-Frank...me estas enloqueciendo-dije tratando de respirar-mas de lo que sueles hacerlo-
-Si quieres dejar de sentirlo, deja de tocarme-dijiste sabiendo que no iba a ceder-
-Aunque perdiera la razón, jamás dejaría de hacerlo-

Besé tu cuello lentamente, sin quitar la mano de tu pantalón. Mis dientes, mi lengua, rozaban tu piel, una de tus manos recorría mi espalda, jugaba con mi cabello. Gemías tan dulcemente, temblabas tan débilmente, a veces no se si eres tu el que lo esta disfrutando, o soy yo.

-Gee....-musitaste-me estas....matando....-casi no podías hablar-
-De verdad quieres que me detenga?-
-No...no te alejes de mi-dijiste entre el llanto y el placer-

Me puse sobre ti, seguí besándote. Te saqué los pantalones con dificultad, no querías soltar mis labios. Ahora te tenía debajo de mí, solamente con tus boxers grises, esa extraña tela liviana y fina. Te acaricié, tanto, que no podría ni imaginarlo, mis manos y mi boca, recorrieron tu piel.

-“I seem to lose the power of speech”-susurraste entre gemidos mientras sentías mis manos entrando en la parte trasera de tus boxers-

Te estaba volviendo loco, como nunca. Poco después te dejé completamente desnudo, suspirabas agotado, el placer de derrota. Te di vuelta debajo de mi accediendo a lo que me pediste escaleras abajo. Bajé mis pantalones y entre lentamente dentro de ti. Dejé caer mi cuerpo sobre tu espalda sintiendo mi piel sobre tu piel. Me moví lentamente dentro de ti, la ultima vez, te lastimé. Nuestros gemidos eran lentos, suaves.

-Vamos Gee...puedes hacerlo mejor...-suspiraste-

Lo hice, no me detuve y lo hice mas rápido. Mis gemidos sobre tu cuello, mis labios rozando tu piel, tus manos intentando alcanzar mi rostro, el movimiento de tu espalda al respirar tan agitadamente. Amo hacer esto contigo, amo tocarte, amo sentirte tan mío. Salí, caí rendido a tu lado, casi no podía respirar. Te incorporaste lentamente y de acercaste a mi débilmente, tan débilmente como tomaste el rostro de mi cuerpo inconsciente y lo llenaste de pequeños besos.

-Te amo-dijiste mientras me besabas-

No podía hablar, estaba cansado, necesitaba aire, te necesitaba. Acomodaste tu cuerpo junto a mío me abrazaste y apoyaste tu cabeza contra la mía mientras un nariz se hundía en mi mejilla.

-Yo también te amo Frank...-suspiré-

Cerré mis ojos, tus manos me acariciaban dulcemente y caí profundamente dormido escuchando tu vos: ”Duerme Gerard, duerme...

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