martes, 20 de marzo de 2012

There's no beat without you; Capítulo: #14

Capítulo: #14


- No tenías derecho -

Fue lo primero que escuchó Frank al abrir sus ojos en la mañana

- Aun no entiendo que te empujó a tomar una decisión tan drástica -

Gerard llenaba el filtro de café, el agua ya estaba hirviendo, sintió que Frank se acercaba a él

- Pude haberme suicidado, ¿si pensaste en eso cuando estabas en el altar jugando a ser novio? -

- Mikey estuvo todo el tiempo pendiente de tí -


Frank caminó hasta el baño, Gerard lo oia cepillarse los dientes, levantó el tono de su voz

- Pero cuando salí corriendo de la iglesia, estaba solo, mi hermano me perdió de vista, cuando estaba en medio de esos adictos, te juro Frank que pensaba en terminar con mi vida, ¿Qué habrias hecho tú, serias capaz de cargar con mi muerte en tu conciencía? -

- Estás acá -

- Ah, esa es tu respuesta -

Frank caminó hasta la chimenea, sentándose junto al fuego, Gerard le alcanzó una taza de café, se sentó frente a él, clavando su mirada sobre los gigantes y redondos ojos miel de Frank, no parpadeaba, necesitaba leer su alma

- ¿Tan mal estaba, tan jodido estaba que te viste forzado a causarme el dolor más grande que he sentido en toda mi vida? -

No respondio, tan solo se quedó perdido en los ojos verde oliva que brillaban con intensidad, se embelesó admirando esas pestañas largas curvas, que le daban un halo de dulzura infinita a aquella mirada

- Dime Frank, necesito saber, no te bastaba solo con hablar conmigo, si tu me lo pedías te aseguro que me habría ingresado al sanatorio, pero no, tu siempre debes crear el drama... toda la gente que nos rodea siempre me ve a mí como el malo de la película, y ti como el joven feliz, tranquilo e inocente, la pobre víctima, enamorado de un loco con tendencias a la autodestrucción... -

- No entiendo - La voz de Frank fingia duda, pero en el fondo sabía perfectamente a que se refería Gerard

- ¿No entiendes?.vamos Frank, dáme algo de crédito, sabes que lo que digo no está errado, la primera vez que te amenacé con quitarme la vida, ¿recuerdas por que fue? -

Frank inclinó su cabeza, bajando la mirada, huyendo de los ojos inquisidores de Gerard, trató de levantarse del piso, pero el cuerpo de Gerard se lo impidió, acoplando sus piernas a cada lado de las piernas de Frank, tomando con fuerza el rostro del chico por la barbilla, obligándolo a verlo a los ojos

- No sé Gerard, no lo recuerdo -

- ¡Claro que sí! - Gritó Gerard al perder la paciencía

- Tu lo recuerdas, no lo dices porque sabes que todos mis malditos problemas son por causa tuya -

Frank intentó quitarse a Gerard de encima, sin poder conseguirlo, no podía ni retitar su rostro de la presión de la mano de Gerard, optó por lo que sabía lo liberaría de inmediato, abrió la boca despacio, sin perder de vista el rostro de Gerard, lamió suavemente sus dedos, atrayendolos hasta su boca, esto sirvió para silenciar al vocalista, quien se olvidó por completo de la discusión, dejando de ejercer presión sobre Frank, relajando cada músculo de su cuerpo, cerrando los ojos para concentrarse en la sensación de cosquilleo que la lengua de Frank producia en sus dedos, solo los abrio de nuevo cuando sintió su propio cuerpo caer de espalda con fuerza sobre el piso

- ¡Maldito mañoso! - Resopló, mientras se incorporaba, Frank regreso a la cama, arropándose con las cobijas hasta la cabeza, no quería enfrentar a Gerard en una discusión que sabía, tenía perdida.

- Eres tan poco hombre Frank... lo eres -

- No es así - Se escuchó la ahogada voz salir de entre las cobijas, Gerard se sentó a su lado, deslizando la mano por entre las mantas.


- No tienes las agallas suficientes para reconocerlo - Resbalába su mano, buscando la entrepierna de Frank

- No me toques Gerard - La voz amortiguada por las telas, se escuchaba además un tanto quebrada, casi a punto de llorar, Gerard haló con fuerza las cobijas, descubriendo el rostro apenado de Frank, las lanzó al suelo, y se montó con fuerza sobre él, aprisionandolo con su cuerpo, pegando sus labios al oído de Frank, mientras que deslizába su mano derecha por entre el pantalón del pijama de Frank.

- Te gustába verme así, admítelo, te complacia verme de rodillas, suplicando que no me dejaras... - Gerard le hablaba con la voz entrecortada, sentir la piel desnuda de Frank lo excitába sobremanera, sin dejar de hablar levantó un poco la mirada hasta las caderas que él mismo empezaba a despojar de cualquier prenda que le impidiera lograr lo que tenía en mente.

- ¿Recuerdas cuando me hiciste tragar las pastillas... la segunda vez que te amenacé con suicidarme si me dejabas? -

Frank mordió la almohada, en parte para ahogar los gemidos que apremiaban por salir de su garganta al sentir los dedos de Gerard colarse dentro de su cuerpo, en parte para no responder a esa pregunta.

- "Trágatelas, muérete, no me importas", Fue lo que dijiste al tiempo que llenabas mi boca con somníferos... no tienes idea del daño que me causaste Frankie, ¿Díme, acaso no es lo más cruel del mundo que el ser que más amas sobre la tierra te diga que no le importas? -


- Quítate de encima -

- No -

Frank intentaba alejar a Gerard, pero el peso de este no se lo permitía, respiró aliviado cuando Gerard retiró los dedos de entre su cuerpo, pero se agitó de nuevo al sentir que lo había hecho solo para desabrocharse el pantalón

- ¡Maldita sea Gerard, no quiero que me toques! -

El grito poco le importó, Gerard tomó su miembro erecto hasta la cavidad de Frank, empujó con su rodilla la pierna de Frank, abriéndose un espacio para acomodarse mejor, lo penetró de inmediato, con furia, moviendose dentro con rabia, empujando agresivamente su pélvis contra los glúteos de Frank, quien sin pensarlo dejó de luchar, tan solo recostó su cabeza sobre la almohada, mientras levantába sus caderas para sentir más placer, Gerard lo notó, bajando el ritmo de sus embestidas, comenzó a acariciar despacio la espalda de Frank

- Te amo maldito, Dios, te amo tanto -

Los gemidos que hace unos instantes Frank intentaba contener, se desataron, combinándose con los que Gerard emitía cada vez que llevába su pene hasta el fondo, lo retirába aprisa y volvia a internarse entre el tibio y húmedo cuerpo que no le recházaba

- Quie... quiero... verte a.. los ojos -


Suplicó Frank, al tiempo que intentaba ponerse bocarriba en la cama, Gerard salió de él solo uno segundos, volviendose a acomodar dentro del cuerpo de su amante, aquellos ojos, los redondos y viváces ojos de Frank estaban llenos de lágrimas, no podía contener por más tiempo todo el inmenso amor que sentía, estiró los brazos aferrándose al torso de Gerard, clavando la punta de sus dedos en la nívea espalda, al tiempo que le mordía suavemente los labios, sintió el semen de Gerard colarse dentro, justo antes de sentir su propio orgasmo, Gerard se tumbó sobre él, sin dejar de abrazarlo, pegándose a su oído

- Díme que me amas, si es verdad dímelo -

Frank giró su rostro buscando la mirada de Gerard

- Gee, sabes que te amo más que mi maldita vida -

Sonrió, lleno de alegría, acariciando delicadamente el rostro de Frank

- Ahora, pídeme perdón -

Frank abrió los ojos como escandalizado, sonrió cínicamente

- Perdón, ¿Por qué? -

Gerard se incorporó un poco, ladeando la cabeza

- Por haberme dañado, por crearme una condición psicológica y por haberme engañado con eso del matrimonio -

Entre carcajadas, Frank se levantó de la cama, acomodándose la ropa

- ¿Pedirte yo perdón a tí, por crearte una condición... ja ja ja, deja me repongo del chiste -

Gerard se llenó de furia, él sabía que tenía la razón, todos sus errores del pasado eran causados por Frank, sin medir su fuerza se abalanzó contra ese diminuto cuerpo, empujándolo contra el piso

- ¡Es tu culpa! todo mi dolor es por tu causa - Gerard levantó el puño, alistándose para asestarlo en el rostro de Frank

- Aquí vamos de nuevo... pégame, si eso te hace sentir bien, hazlo, no me voy a mover, no te lo voy a devolver, y jamás... oyeme bien JAMÁS, te voy a dar la razón -

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