Capítulo: #5
Lunes.
Sentado entre los amplificadores, me siento como un vagabundo, pero aquí nadie me puede ver, escondido aquí nadie puede reirse de mí, o de las lágrimas que se desprenden de mis ojos, malditas lágrimas, yo quiero que se detengan, a mi no me gusta que me vean llorar, bueno a menos que esa sea la intension, cuando quiero conseguir algo o ponerme en el papel de hombre sensible.
y de todos los patéticos humanos que me rodean el último que quiero ver, o que me vea es él, no sé como puede mi alma cambiar de estado tan rápido, ayer lo amaba más que a la sangre que corre por mis venas, y hoy, hoy lo odio como nunca he odiado a nadie,*Frank, si me oiste?... te acabo de decir que te amo...*, y en ese momento era mi alma la que hablaba, el se limitó a sonreir de nuevo, lo odié en ese instante..*dime algo, que no sientes lo mismo?*, no debí abrirme así, no debí decírselo, sus palabras fueron tan duras, no sé que clase de animal hablaba a travez de él, *ahhhh, Gerard, deja la melosería, tu no me amas, así como yo no te amo, ni te podré amar, bueno no al menos de esa forma, esto es solo diversión, o me vas a decir que lo que hicimos no lo harías con cualquiera?, porque yo sí, sólo que el miércoles los únicos ebrios eramos tu y yo...*
con cualquiera.. yo para él soy cualquiera, maldito, mil veces maldito seas Frank, quien mas que tu conoces mi alma, mi vida y lo difícil que ha sido para mí salir de ese hoyo negro en el que yo mismo me metí, cuantas veces no me recogiste de los peores lugares completamente ebrio, drogado bañado en mi vómito y en mi propia miseria, tu sabes cuan difícil ha sido aprender a amarme a mi mismo, y justo cuando decido abrir de nuevo mi alma, tú me clavas un puñal... pero esta vez, me lo juro a mi mismo, no voy a echarme a morir, voy a encontrar alivio en la venganza y el odio, y te voy a hacer sentir diez veces más dolor del que me infringiste.
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