Capítulo: #23
Viernes.
toda la mañana he intentado localizar a Greg, el hermano de Molly, la chica que frank violentó... aún no puedo creer que él pudiera cometer tantos actos tan deplorables en su adolescencia... ya ní te reconozco Frank...
Greg llevó a su hermana donde un psiquiatra, para tratar de entender su comportamiento, su odio hacia los hombres, y después de una terapia de hipnosis, descubrieron la causa.
la primera reacción de Gregory, fué matar a Frank, pero al parecer sú madre le suplicó que no lo hiciera, entonces lo citó, para exigirle que se entragara a la policia... le dió dos semanas para hacerlo, de lo contrario el propio Greg lo mataría...
los antiguos ¨amigos¨ de Frank se enterarón, y como la maldita clase de malnacidos que son, le amenazarón... ¨si vas a la policia y hablas, todos caemos... y así juntitos en prisión te ayudaremos a sair al dia siguiente, pero con los pies por delante y metido en un negro saco de lona...¨
mi pobre Frank, con razón se le fué la mano con la droga... esta entre la espada y la pared, pero aquí estoy yo... y si alguno de esos malditos lo quiere dañar tendra que matarme primero.
sé que la familia de Molly es muy pobre, y creo que si les ofrecemos algo de dindero dejarán este asunto en paz...
las escorias compinches del pasado de Frank no le haran daño si él no habla... así que por ese lado estamos tranquilos, por ahora...
Jamia aún se atrevia en sugerirle que lo mejor es que se entregue, por que los policias lo protegerán... de verdad que esa mujer vive en el país de las maravillas...
le pedí que se fuera a casa de su madre mientras todo este revuelco pasa, porque así estaría mas segura, y mientras tanto Frank se queda aquí en mi casa, por su seguridad claro esta...
aunque dentro de mí sé que es una buena forma de alejarla de él, y tenerlo cada maldita noche solo para mí...
me reconforta ver la pasividad que hay en su rostro, en este preciso instante, aunque todo el día se la ha pasado cambiando de humor, entre rabia, miedo, calma, hasta ha llorado, suplicandome que no permita que nadie lo dañe...
y yo... solo lo abrazo... mas bien lo sofóco entre mis brazos, lo aprieto tan fuerte que puedo sentir su corazón latiendo al compás del mio... tomo su hermoso rostro entre mis manos, y con plena seguridad le digo, y le repito...
*Frank, mi amor... yo jamas dejaré que alguien te dañe... jamás...*
y el responde a mis pálabras con un dulce beso...
quien iba a pensar que el miedo a la cárcel y la muerte lo traerian de nuevo a mí?...
intentaré llamar a Greg de nuevo... espero que acepte mi oferta... ruego por que la acepte... o no sabré que mas hacer... porque para protegerlo... estoy dispuesto a todo.
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