miércoles, 25 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #10

Capítulo: #10


“Conmigo esos jueguitos no funcionan”


En medio de cientos de miles de seres hay tres corazones, que a destiempo laten por la misma razón.

Laten por amor.

Uno de ellos está herido, ése late con el furor de los celos y la decepción, ése que está empotrado en el pecho del más sensible, del más orgulloso, del más vengativo.

El otro en cambio, late inconstante, acelerado por momentos ante el hervir de la pasión; En otros, lento, seguro por la promesa del amor

Y el tercero, ése late lleno de amor, lleno de culpa, ése que es enorme y no encuentra en la razón una excusa para perdonarse por amar tanto, por amar de más… por amarlos por igual.


Las luces del escenario se han apagado, Gerard camina despacio desde el backstage hasta el bus, agobiado, su mente no le deja pensar en nada más, todo parecía estar normal; En medio del concierto se acercó a Frank, esta vez no tenía planeado un pequeño show para la audiencia, esta vez sentía la desesperante necesidad de tocarlo, de sentir el sudor tibio de su piel, rodeó el cuerpo de Frank con la mano con que sostenía el micrófono, logrando que la espalda de Iero se adhiriera a su pecho, acomodando su rostro junto al de Frank, y continuó cantando, pero Frank se movió fuertemente, inclinándose para escapar del abrazo de Gerard, avanzando hasta el final del escenario, ignorando al vocalista por completo durante el resto del concierto.

Las ventanas del bus dejaban escapar toda la luz del interior, le dejaban ver a Gerard que el lugar se encontraba a reventar, odió no poder tener un minuto de soledad, debía subir al bus, en menos de 15 minutos tomarían de nuevo la carretera.

Entró con su cabeza gacha, esquivando la mirada de todos, buscando el lugar más apartado, el más silencioso, necesitaba estar con sí mismo, necesitaba pensar. Sus pasos lo llevaron hasta las literas, nadie las rondaba, al parecer, todos estaban felices hablando en el medio del bus, se empinó hasta meterse en la litera del medio, cubriéndose por completo con una manta, buscando amortiguar el sonido de las risas de los demás.

Lo que Gerard no sabía, es que en la litera de abajo Noe y Frank se habían escondido también del bullicio, creían que estaban alejados del mundo, y ciertamente no escucharon a Gerard meterse en la litera.

El guitarrista permanecía con los ojos cerrados, tan solo mordía la almohada evitando emitir sonido alguno, el pecho de Noe friccionando contra la espalda de Frank en cada penetración, su mano se movía inquieta en la pelvis del guitarrista, Noe tenía los ojos bien abiertos, captando por completo la nuca y la mejilla derecha de Frank, sus labios se prendían por momentos de la tatuada piel, en esos instantes en que su cuerpo no podía negarse la acción de gemir

- Más rápido Noe… -

Gerard descubrió su rostro, procurando hacer el menor ruido posible

- No me muerdas el cuello, no sea que me dañes un tatuaje –

Las manos de Gerard apretaron con fuerza la manta que le cubría

- Si no te muerdo grito –

Una corriente fría recorrió el cuerpo del vocalista, cerró los ojos, concentrándose en escuchar mejor

- Calla Noe, sigue, que hablas y te detienes, ¿Qué no puedes hacer dos cosas al tiempo? –

Noe presionó con un poco de fuerza el miembro de Frank, oscilando con más frecuencia las caricias que le daba, apoyó sus pies en la pared de la litera para impulsarse mejor, y penetrar a Frank con más fuerza

- Te rompo y te masturbo al tiempo ¿Qué más quieres de mí? –

Gerard sintió que toda la ira de su cuerpo iba a estallar en forma de flamas por los poros de su piel, apretó los labios entre sus dientes, con tanta fuerza que comenzaron a sangrar.

Frank dejó escapar un intenso y grave gemido que la almohada no pudo silenciar

- Cállate Frank, siempre me dices que soy ruidoso, nos van a descubrir –

- Es tu culpa, tu maldito cuerpo me produce lo que jamás nadie ha logrado –

- ¡Basta! –

La vos llena de rabia que salió de la litera superior obligó a Noe a detenerse por unos segundos, Frank se movió de forma que Noe salió de su interior, abrió la cortinilla de la litera, y sacando medio cuerpo fuera estiró su mano hasta tomar con fuerza a Gerard del brazo, halándolo, haciéndolo caer al piso.

El vocalista estaba de espalda al suelo, mirando fijamente a los ojos a Frank, demostrando por completo que estaba preso de un ataque de ira y celos, no le habló, tan solo se quedó resoplando lleno de la rabia que aumentaba más en tanto Iero comenzaba a reírse

- ¿Qué haces espiando?

- Muérete Frank – Logró decir en medio de su enojo

El guitarrista mordió su labio inferior, y tomando a Gerard de la camisa lo levantó con dificultad hasta meterlo en la litera.

Noe estaba arrodillado, con su cabeza inclinada debido a la estreches del lugar, sus ojos se abrieron por completo al ver que Frank empujaba con violencia a Gerard hasta el rincón del apretado lugar

- ¡Suéltame Frank! Estas enfermo –

Gerard protestaba sin luchar tanto como pretendía, apenas si se movía un poco fingiendo querer salir de allí, no se molestó en sacar sus brazos que se aplastaban bajo su propio cuerpo, y no imprimió fuerza alguna contra Frank cuando este le bajaba violentamente los pantalones y la ropa interior, de hecho Gerard Way escondía una enorme sonrisa entre las fingidas quejas de protesta.

Noe se había movido hasta el extremo final de la litera, completamente estupefacto ante lo que veía, tenía las piernas contraídas entre sus manos, y sus ojos fijos en la mano de Frank que forzaba sus dedos en el interior de Gerard.

No esperó a que Gerard estuviese completamente listo, él simplemente no se aguantó más las ganas de acercar su cuerpo al de Way y penetrarlo con suficiente vehemencia que el vocalista no pudo evitar proferir un fuerte quejido de dolor.

Frank sostenía con firmeza la cabeza de Gerard contra la almohada, y no media la fuerza o la intensidad de su movimiento dentro del cuerpo de Way, giró su rostro buscando la mirada de Noel Duncan

- ¡Qué esperas! Sigue con lo que estabas haciendo – Y buscó la forma de acomodarse mejor para no liberar a Gerard y permitirle a Noe penetrarlo de nuevo, cuando sintió la ardiente piel de Noe introducirse en su interior levantó un poco la cabeza asegurándose de ser perfectamente oído por los dos - ¡Y no se atrevan a tocarse entre ustedes, porque juro que si lo hacen no vuelvo a estar con ninguno de los dos –

Nunca antes Noe había cerrado los ojos cuando tenía sexo con Frank, está vez se obligó a hacerlo, porque lo único que quería ver era a Gerard, y mientras con toda la pasión posible penetraba a Frank, su mente luchaba por obligar a sus manos a quedarse solo sobre la piel de Iero, aunque todos y cada uno de sus sentidos se morían por tocar, probar, oler y sentir a Gerard Way

Frank Iero sintió por un segundo que podría morir, no metafóricamente, de hecho, tener un paro cardiaco o respiratorio y morir de tanto placer que sentía en ese mismo momento, al tener sexo al mismo tiempo con las dos personas que más amaba en el mundo.

Debería existir una sola palabra que describiera lo que Gerard sentía en ese momento, pero lastimosamente no se ha creado aún, nadie ha pensado en una forma concreta de encerrar el odio, la excitación, los celos, el amor, el deseo, la frustración, la envidia y la extraña satisfacción de saber que cada vez que Frank lo penetraba era impulsado por la fuerza de Noe.

Frank corrió un centímetro la cortinilla para dejar que el aire caliente y el aroma a sexo fueran reemplazados por un poco de brisa fresca, se apuró en acomodarle la ropa a Gerard, y se tendió sobre él, apretando el enrojecido rostro del vocalista entre sus manos

- Esto te pasa por husmear donde no debes –

Gerard abrazó apretadamente a Frank, besando repetidamente los labios del guitarrista

- ¿Con qué nadie te ha hecho sentir lo que Noe? –

- Es diferente – Frank sonreía, besando aleatoriamente los ojos, las mejillas, los labios o la frente de Gerard – No es que Noe sea mejor que tu, solo diferente – Mordió superficialmente la barbilla de Gerard - ¡Qué celoso resultaste ser! –

Noe había vuelto al fondo de la litera, de nuevo tenía las piernas recogidas entre sus manos, sus labios apretados con firmeza, impidiéndose llorar, ahí estaba Frank, su cuerpo completamente relajado sobre el cuerpo de Gerard, acariciándolo, besándolo, hablándole tiernamente después del sexo, ¿Cuánto no daría él porque Frank lo abrazara aunque fuera un segundo antes o después del tener sexo? Quería salir de allí, sentía ganas de vomitar, quería ser Gerard, quería sentirse completamente amado, y tenía el enorme deseo de moler a Frank a golpes.

- Mi ropa – Susurró

- Oh, ¿aun estás aquí? – Frank apenas giró su rostro

- No puedo salir, están acostados sobre mi ropa –

Gerard levantó la cabeza para ver a Noe, pero Frank acomodó la palma de su mano sobre los ojos de Gerard

- No, no… ¡No! No te creas que dejaré que lo veas desnudo - Con la otra mano haló la ropa de Noe que estaba bajo el cuerpo de Gerard y la lanzó al chico – Ya Noe, vístete y vete, sabes que no soporto que te quedes más tiempo del necesario –

El vocalista esperó a que Noe abandonara la litera, y clavó su mirada en Frank

- Eres demasiado cruel con él –

- Al menos no le miento, ni le prometo cosas que no siento – Frank se movió, recostándose de lado en la litera – Tú sí eres cruel, el de mi no espera nada, pero de ti… -

- ¿Por qué no puedes creerme que lo que siento por Noe es verdad? –

- Porque sé quién eres Gerard, yo reconozco cuando estás enamorado de verdad… lo que quieres con Noe, eso no es sano –

Gerard se pasó por encima de Frank, saliendo de la litera, arrodillándose en el suelo, mirando a Frank dentro

- No sano… es lo que acabas de hacer con nosotros ¿De verdad estás tan seguro en el amor que te tenemos, cómo para que elimines la posibilidad que uno de estos días Noe y yo te mandemos a la mierda y estemos juntos? –

- No, yo solo juego con mis posibilidades –

- Egoísta –

- No Gerard, no es egoísmo, yo te amo demasiado y no soporto pensarte con él, y a Noe… yo lo quiero solo para mí –

Gerard sonrió, meneando la cabeza

- Ah, que bien que no es “egoísmo” – Gerard cerró los ojos, aspirando los restos del aroma de los tres que aun inundaban el ambiente, su corazón se fragmentó un poco al empezar a pronunciar las palabras que con fingida seguridad le dijo a Frank – Ahora, cuando me penetrabas, solo podía pensar en Noe, de hecho lo único que amé de ese momento fue saber que de una forma u otra Noe me hacía el amor a mi… Y ¿sabes Frank? – Gerard estiró su mano acariciando la mejilla de Iero – Esta fue la última vez que estoy contigo, me he enamorado tan profundamente de Noe que solo quiero luchar por él –

Frank se quedó inmóvil en la litera, su voz se quebró mientras sus ojos se movían de un lado al otro

- ¿Qué demonios dices? -

- Se terminó, tu y yo… eso ya no existe –

Los parpados de Frank comenzaron temblar, y una pequeña risa nerviosa se apoderó de él

- Crees que eso me asusta, a mi no puedes amenazarme así –

Gerard se inclinó metiendo medio cuerpo dentro de la litera, besó lentamente los labios de Frank, alejando después su rostro con lágrimas en los ojos

- Lo siento… lo amo, solo a él, yo no puedo mentirme, ni mentirte más Frank, creo que lo nuestro murió mucho antes que Noe entrara en nuestras vidas –

Frank sonrió ampliamente acariciando la cabeza de Gerard

- Sí, claro, te creo, de un momento a otro esto se termina… ¡Que conveniente! ¿Es tu nueva estrategia, terminar conmigo para obligarme a dejar a Noe? – Acercó su rostro al de Gerard, susurrando – Conmigo esos jueguitos no funcionan –

Gerard meneó lentamente su cabeza, levantándose del suelo, caminando con un profundo aire de victoria en su rostro, si bien sabía que sería casi imposible rechazar a Frank en un futuro, y a pesar que su corazón se encontraba agonizando preso del terror que este nuevo plan se tornara en su contra, sentía que había ganado una batalla, solo sería cuestión de tiempo para que Frank creyera que eso del rompimiento iba en serio y de una vez por todas dejara de jugar con Noe y regresara a él, solamente a él.

Y tal vez, en el proceso Gerard conseguiría hacer que Noe le abriera su corazón para destrozarlo en mil pedazos tal como el chico lo había hecho con el suyo al meterse con Frank.

Sí, Gerard sonreía pensando en lo dulce que sería recuperar algo que era enteramente suyo, en llevar a cabo su venganza, en adueñarse de Frank para siempre y ver a Noe destruido, pero la enorme sonrisa de su rostro se borró al ver al chico sentado en uno de los asientos del bus, limpiando disimuladamente las lágrimas de sus ojos, ¿valdría la pena destruir a un ser que ya estaba hecho pedazos?

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