viernes, 27 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #12

Capítulo: #12

“Una amarga sonrisa” 

Hay sonidos que nos tranquilizan, los dulces y armónicos, hay sonidos fuertes y disonantes que nos molestan, y están aquellos que nos excitan, la profundidad de una voz, la melodía de un continuo conjunto de gemidos, esos ahogados quejidos que se emiten cuando el cuerpo goza al sentir un inmenso placer.

Noel gemía, se quejaba dulcemente, cada caricia de Gerard aumentaba su placer, cada uno de los besos que el vocalista le propinaba sobre la piel desencadenaban en Noe una multiplicidad de sonidos, movimientos y aceleraba el proceso natural de sus hormonas, rápida sudoración, extra salivación, aumento de la presión sanguínea, burbujeante sensación en la base de su abdomen. Sí, apenas con unas cuantas caricias propinadas sobre la ropa, con los superficiales besos dejados en su rostro y brazos, con su olfato estimulado por el aroma de Gerard, Noel Duncan estaba completamente listo para conocer la diferencia entre el amor y el sexo.

Gerard Way en cambio, un experto conocedor del efecto que los sonidos logran en las personas se encontraba desconcertado.

Por un lado, se encontraba absolutamente excitado, sus sentidos estaban apreciando un increíble espectáculo, sus ojos se embelesaban con la imagen del chico sobre su cama, completamente dispuesto para lo que él quisiera hacer, el rostro blanco de Noe mostraba un hermosos carmín sobre sus mejillas, las pupilas completamente dilatadas en el centro de sus castaños ojos, los mechones de cabello negro azabache estaban revueltos sobre su frente y la almohada, y los delicados labios apenas si se podían cerrar por lo agitado de su respiración, Gerard recorrió el delgado cuerpo con su mano, acariciando los huesos de la pelvis que se podían notar a través del jean negro, lentamente el vocalista levantó la camiseta de Noe, inclinándose lo necesario para empezar a besarle el abdomen, cerró los ojos disfrutando de los casi imperceptibles temblores de la adolescente piel, de las cosquillas en sus labios que los vellos producían al vibrar por el estímulo. Sí, Gerard Way estaba completamente listo para hacerle alcanzar a Noe el nirvana.

Pero por otro lado, su mente, su conciencia, su propio sentido de moral lo estaban mortificando, estaba allí, desviviéndose por llenar de placer a alguien que por momentos era su peor enemigo, y que al siguiente era alguien que le despertaba simpatía y hasta lastima, besaba sin parar el pecho de Noe, le había retirado por completo la camiseta, y se encaminaba lentamente a su cuello, sintió el latir acelerado del corazón del chico, latía por él, Noel estaba avanzando al paso de la lujuria que las acciones de Gerard despertaban en él…

Se detuvo, Gerard levantó su rostro para encontrarse con la mirada lasciva de Noe, para observar su respiración, para escuchar mejor los crecientes gemidos de placer, y lo odió, cada una de esas emociones ya había sido vivida por Frank, su amante ya había disfrutado plenamente del aliento grato de Noe, se había estremecido como él al escuchar los bellos sonidos que el chico emitía, y seguramente Frank, se había excitando tanto como lo estaba él mismo en ese momento.

Quería odiar a Frank, pero para Gerard eso era imposible.

Se odiaba a sí mismo, pero ese odio no era suficiente para purgar el dolor…

Tan solo le quedaba odiar a Noe.

Relamió sus labios sin dejar de ver a su víctima, y suavizando extremamente el tono de su voz, le mintió

- Te amo Noe Duncan, no, te amo a ti Noe Kranz –

Las comisuras de los labios del chico se contrajeron, sus ojos se iluminaron, y por primera vez en muchos años Noel sintió el satisfactorio esfuerzo que sus músculos hicieron para lograr una amplia, plena, radiante y absolutamente hermosa sonrisa.

Gerard se congeló, su respiración se cortó por unos cuantos segundos, y comentando lo evidente en tono de sorpresa de dirigió sin hacerlo a Noe

- Estás… ¡Estás sonriendo! –

- No – Respondió el chico sin dejar de sonreír

- ¡Si, lo estás! Noe… sonríes –

“Y que hermosa sonrisa” Pensó Gerard, pero no lo dijo, ahora, estaba mucho más atormentado que antes, le había devuelto a Noe la habilidad de sonreír a punta de mentiras, gracias a los engaños planificados para hacerle daño, para destruirlo, para sacarse del alma el dolor de la traición de Frank.

- ¿Estás seguro? –

La sonrisa, ahora se había convertido en una dulce y sonora risilla que acompañaba las palabras de Noe, Gerard asintió leventemente, estaba asombrado y extrañado

- Oh!, entonces mi terapista tenía razón – Rió con un poco más de intensidad

- ¿En qué? – Inquirió Gerard que estaba desconcertado por el evento

- Me dijo, que cuando volviera a sentirme amado, pero amado de verdad, volvería a sonreír –

Noel se incorporó en la cama, alcanzando entre sus manos el rostro estupefacto de Gerard, se acercó a él, siempre sin dejar de sonreír y lo beso lleno de pasión, se separó lentamente mirándolo profundamente a los ojos

- Ahora, termina de hacerme sentir completamente amado –

No se movió, Gerard tenía un peso enorme en su conciencia, ¿Cómo iba ahora a terminar una venganza en alguien que lo amaba tan cristalinamente? Suspiró, llenando con la más cantidad de aire posible sus pulmones, empujó a Noe suavemente sobre la cama, acostándose sobre él, cerró los ojos acomodando su mejilla junto a la del chico

- No puedo seguir con esto – Susurró

- ¿Por qué, hice o dije algo malo? –

- No, tu no… - Suspiró nuevamente, en su mente las imágenes de Frank y Noe gozando de cada encuentro sexual se agolpaban en su mente, su alma se debatía entre continuar o dar marcha atrás, pero de algo tenía certeza, si no eliminaba a Noe del camino, él y Frank no podrían amarse como antes – Tu eres maravilloso… -

Las piernas de Noe encontraron la forma de enrollarse alrededor del cuerpo de Gerard, su rostro se despegó del rostro del vocalista, para concentrarse en besar profusamente el cuello, y sus manos se aferraban con más fuerza cada vez a la espalda de Gerard

- No… - Gerard se arrodilló en la cama, sin dejar de mirar al chico que estaba completamente excitado sobre su cama, esperando por él – Tan solo… Abrázame Noel, yo no puedo estar hoy contigo… -

El rostro de Noel borró la sonrisa, cambiándola por una mirada llena de desconcierto, los ojos de Gerard estaban brillantes a causa del salino liquido que comenzaba a brotar de ellos, el sentimiento que lo embargaba no era solo remordimiento por sus acciones, era rabia de no poder continuar con su plan, al menos no esa noche.

Se dio cuenta que Noe esperaba una explicación a sus actos, y acudiendo a su teatro Gerard encontró la salida más rápida, la que el ayudaría aun más a convencer, si fuese necesario, a Noe de sus “sentimientos y puras intenciones”

- Es que me duele… Frank, haber terminado con él, fueron muchos años, y no quiero hacerte el amor justo ahora que aun tengo su aroma pegado en mi piel… - Volvió a recostarse sobre Noe, abrazándolo apretadamente – Tan solo duerme conmigo, dame tiempo para sacar a Frank de mi sistema… creo que tu también lo necesitas –


El equipaje de la banda fue despachado primero, Frank tomó el elevador para abandonar el hotel, antes de hacerlo había pasado frente a la habitación de Noe, pero en el interior solo vio a los de limpieza.

Se subió al bus de tour, sentándose en el extremo más alejado, observando a todos los que ingresaban, uno a uno fue pasando ante sus ojos, ignorando el temor que crecía en el corazón de Frank, temía por las acciones de Gerard, por las palabras de Noe, temía perder a quienes amaba, y sobre todo temía que el chico fuese dañado por su culpa.

Gerard ingresó al bus, su rostro no mostraba sentimiento alguno, eso lo inquietó, pero más que todo Frank Iero sintió su mundo colapsar cuando Noel Duncan subió al bus luciendo una enorme sonrisa. Frank no sabía la verdad, pero para él ese gesto solo podía significar que había sido derrotado por Gerard.

Se levantó con rapidez, sentándose junto a Noe, clavando fijamente su mirada en él

- Te ríes –

- Lo sé –

- ¿Por qué? –

- Porque conocí el amor – Aumentó su sonrisa

- Te acostaste con Gerard – Frank no preguntó, afirmo lleno de tristeza

- Eh, si, y fue increíble – Noe sintió su pecho estallar, ¿Era posible, le había mentido a Frank con tanta facilidad?

- Ya veo… - El guitarrista bajó su cabeza, sin evitar que su voz se quebrara al hablar - ¿Lo amas? –

- Más que a nadie en el mundo Frank – El énfasis en ese nadie fue intencional, Noe quería ver a Frank derramar al menos la mitad de las lagrimas que alguna vez él mismo derramó

Frank miró nuevamente a Noe, regalándole una amarga sonrisa llena de desconsuelo

- Es tan inteligente, Gerard me sorprende… en pocos días logró manipular tu mente –

- No, es que Gerard es honesto, y tú no – Noe rascó su cabeza, hablando con un poco de desinterés – Ya que estamos… Te voy a pedir un favor –

El guitarrista lo miró expectante

- No me vuelvas a buscar, ya sabes, para sexo. Con Gerard amándome, no necesito de nadie más -

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