viernes, 27 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #17

Capítulo: #17

“Malas intenciones” 

Solo 15 minutos duró la expedición de Noe, salió del hotel, y siete cuadras más adelante se encontraba frente a la estación de policía de Denver, el primer lugar al que fue llevado cuando sus padres murieron.

Pasó unos instantes frente el edificio, martirizándose con los recuerdos, tener que caminar hasta la morgue, tiritar por el frío de aquel lugar, observar al forense levantar las mantas que cubrían a sus cianóticos padres, tragarse las lagrimas y asentir positivamente cuando el policía le preguntó para el registro si eran o no sus padres.

Secó una lágrima que se perdía sobre su mejilla, y decidió regresar al hotel, esa salida no había sido tan buena idea.

Caminaba distraído por la calle, tratando de encontrarle un sentido a su vida, una razón lógica que explicara el dolor por el que parecía destinado a pasar.

El murmullo, las risas y los constantes sonidos de obturación de las cámaras le hicieron concentrarse en su entorno, había llegado al hotel, y afuera de este, una veintena de fans esperaban con desesperación que los integrantes de la banda se asomaran por las ventanas, o salieran por la puerta, Noe se quedó allí viéndolas, admirando el fervor en unas y el amarillismo en otras, sus ojos se pasearon por todas y cada una de ellas, deteniéndose en una que destacaba del resto por su actitud indiferente, y su extraña apatía por las demás.

Se acercó a ella, aprovechando que se encontraba unos pasos alejada de la pequeña multitud, Noe la miró de arriba abajo, sonriendo superficialmente, la chica parecía no notarlo, tan solo veía hacia las ventanas del hotel, apretando con fuerza sus manos entrelazadas, era como si ella fuera la única presente y obviara naturalmente el ruido producido por las otras chicas

- ¿Hace mucho eres fan? –

Noe soltó la pregunta, y se respondió a sí mismo al ver un tatuaje en el dorso de la mano de la chica, la frase “Merci pour le venin” se veía en colores grisáceos, causados por el paso del tiempo

- Que te importa – Respondió sin mirarlo

- No quise molestar –

- Entonces, vete – La chica apenas ojeó al chico junto a ella, regresando su mirada hacía las ventanas, pero una milésima de segundo después giró de nuevo su rostro para ver a Noe – Perdón, estoy un poco alterada – Sonrió

Noel fijó su mirada en ella, era muy blanca, de facciones finas, sus ojos azules resaltados por el negro de su maquillaje, y su cabello caía descuidadamente sobre sus hombros en largas mechas negras, completamente lacias

- ¿Tienes alguna idea de cuando salen? – Ella lo preguntó como si por casualidad el chico lo supiera, pero tenía la certeza que él lo sabría con seguridad, lo había visto antes, en las fotos que los fans subían a la internet, quién estaba junto a ella era ése chico misterioso que siempre acompañaba a Brian – Es que me muero de hambre, pero no quiero moverme de este lugar, no sea que salgan y me pierda de verlos –

Noe miró automáticamente su reloj, aun faltaba una hora para que la banda saliera para el show

- Bueno, le oí decir a esas chicas que se en 50 minutos, o una hora ellos saldrán –

- Oh, esperemos que “esas” chicas no se equivoquen – Sonrió al comprender que Noe no quería descubrirse ante ella – ¿Me acompañas a comer algo? -

Apenas asintió, comenzó a caminar detrás de la chica, sin poder despegar sus ojos de las redondas y firmes nalgas que tensaban la tela de algodón del pantalón rosa, se deleitó con los delicados bucles que se formaban al final del lacio cabello, esos que terminaban justo antes de la estrecha cintura que el top negro terminaba por definir

- Iris, es mi nombre, en caso que te preguntes – Volteó solo su cabeza para informarle al chico

- Noe, o sea, es mi nombre, Noe, así me llamo, Noe – “Idiota, aprende a controlarte”

Entraron hombro a hombro al centro comercial, Noe había avanzado hasta su lado para poder verla a la cara

- Vamos al diner del fondo, los tontos de mi escuela están acá, y no quiero que me vean –

- O.k –

Una ensalada ordenó ella, Noe pidió la hamburguesa más grande que vendían, sentándose en la mesa más apartada, el chico se sorprendió de lo fácil que fluía la conversación

- Los conocí cuando viajé a New Jersey, mis abuelos son de allá, y mis primos mayores me llevaron a uno de sus primero shows, Ja! Frankie ni siquiera estaba en la banda aun –

- Woa! Me habría gustado verlos en esos días –

- Yo estaba muy pequeña, escuchaba a Britney Spears – Se encogió un poco en su asiento, sonriendo, apretando la punta de su lengua entre los dientes – Ellos fueron la primera banda de ese estilo que oí en mi vida, y me enamoré de esa música… casi instantáneamente, ¿Y tú, cuál es tu historia con MCR? –

Noe esquivó su mirada, tomó la mostaza y le agregó un poco a su hamburguesa, ¿qué le diría? Que se muere de deseo por Frank, que se enamoró del vocalista, que se odia a sí mismo por haberle hecho lo que le hizo, pero que aun así odia a Gerard y a Frank por haberlo utilizado

- Apenas supe de su existencia este año – Y antes que Iris preguntara más, el inquirió - ¿Te la llevas mal con los de tu escuela? –

- Es que soy la “rara”… aunque los raros son ellos, que prefieren cambiar de mp3 cada mes en lugar de comprarse un libro –

Ambos sonrieron, y continuaron una charla sobre lo que era superficial y lo que no, al terminar, llevaron las bandejas hasta el recolector, Noe percibió la incomodidad de Iris cuando en su camino a la salida pasaron junto a los chicos en cuestión, una de las chicas en la mesa palmeó con fuerza sus manos sobre el tablón

- ¡Pueden creerlo, la lagartija consiguió novio… y es emo! –

- Seguro se corta como ella – Agregó uno más

- Sabían que los emos lloran cuando hacen el amor – Repitió la primera

- Pero Iris no llora, todas las veces que la jodí en la parte trasera del gimnasio lo único que decía era “pégame que soy tu perra” – Gritó uno de los chicos, acompañando sus palabras con un detestable guiño de ojos

Las carcajadas inundaron odiosamente el ambiente, Iris se aferró de la mano de Noe, arrastrándolo con prisa hasta la salida

- No les prestes atención, son unos imbéciles, en especial Ed, era mi novio, pero me dejó cuando se hizo “popular” por ser un animal y tumbar a los jugadores de rugby de los equipos contrarios –

- Debiste responderles algo, ¿Por qué te dejas tratar así? –

- Es complicado, no importa… Noe, mejor vámonos - Suplicó

Noe sintió el temblor de Iris, vio sus ojos cubiertos de lágrimas, sin pensarlo dos veces la abrazó con fuerza, susurrando en su oído

- No deberías estar tan triste, alguien tan hermoso no debería sufrir así –

Iris se aferró al cuerpo de Noe, pero el chico tan solo comenzó a temblar a la par con ella, sin querer le había dicho exactamente las misma palabras que Gerard alguna vez le había dicho en aquel baño.

- ¿Regresamos al hotel? – Se separó de ella, sin soltar su mano, Iris sonrió y comenzó a caminar con él – Debo decirte algo, yo trabajo para ellos, no creas que lo invento porque tengo malas intenciones o algo así…-

- Lo sé, te he visto en fotos –

- Ah, por eso te disculpaste antes… ¡Creo que la de las malas intensiones es otra! –

Los dos sonrieron, continuaron su camino, Noe la dejó en la puerta del hotel, anotó su número de celular, prometiendo llamarla después del concierto para salir esa misma noche, Iris sonrió, acercándose hasta los labios de Noe, besándolo suavemente, Noel, por supuesto respondió a ese beso, aferrándose a la cintura de la chica.

Dentro del hotel Frank esperaba en el lobby que el resto de la banda bajara, entre tanto veía por el vidrio de la puerta principal a Noe comerse a besos a esa extraña, el guitarrista sintió sus ojos arder de ira, sintió el enorme impulso de salir del hotel y entrar a Noe del cabello, pero no tenía sentido, él no tenía derechos sobre el chico, además, salir sin seguridad donde se encontraba esa pequeña multitud de fans que ya empezaban a gritar como locas al ver estacionarse las vans que transportarían a la banda podría ser peligroso para ellas y para él mismo, así que en esa ocasión Frank Iero se tragó la impotencia, la rabia y los celos.

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