viernes, 27 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #18

Capítulo: #18

"Así como Frank le enseñó a amar" 

La atención durante el concierto estuvo completamente enfocada en Noe, que se había metido entre el público, para estar cerca de la chica, Frank tocaba sin despegar los pies del suelo, sin esquivar ni por error la mirada, perdía notas, ignoraba lo que la banda hacía, tocaba como autómata

Su mente, su corazón, sus deseos estaban luchando, por momentos pensaba en hablar con Noe, contarle de nuevo la verdad, rogarle por perdón, jurarle que todo sería diferente si él volviera a su lado, no más mentiras, no más mal trato, y no más Gerard

Pero amaba demasiado al vocalista, se había convertido en su mejor amigo, en el amante siempre complaciente, en quién era el dueño de la mayor parte de su corazón, y era ilógico renunciar a tantos años, a tanto amor por un chico que apenas si conocía.

¡Pero cuanto le dolía verlo con ella!

Mordió sus labios, sangraron, no le importó, nada le impediría despegar sus ojos del horrible espectáculo que tenía frente a él, Noe no la soltaba, se aferraba a su cintura desde su espalda, besaba insistente su cuello, jugaba con el cabello de ella, era como si para el chico el mundo hubiese desaparecido, y solo existiera esa estúpida muchachita.

Noe entrecerraba un poco los ojos cada vez que la besaba, se reía lleno de satisfacción al ver los ojos de Frank fijos en ellos, ¿Cómo iba a saber que solo faltaba una ficha más para lograr que Frank se viniera abajo?, sus manos rodeaban la cintura de Iris, la apretaban suavemente, pero lo que Noe quería en realidad, era tenerlas alrededor de cuello de Frank y apretarlas con toda su fuerza hasta extinguir para siempre el brillo en los ojos del guitarrista.

Gerard podía sentir la incomodidad de Frank, escuchaba las disonantes notas de su guitarra, fingiendo que no pasaba nada, le habló al público en tanto Toro se acercó a retar a Frank por su actitud, las palabras brotaban con facilidad de su cabeza, pero nadie pudo notar que al igual que Frank rabiaba de celos, de nuevo todo volvía, Frank estaba más pendiente de Noe que del resto del universo, más pendiente del chico, que de él.

El sonido se extinguió, Noe aferró la mano de Iris entre la suya, caminando con ella, fuera de la arena, hablando y riendo en el trayecto hacia la casa de la chica, quién lo había invitado aprovechando que sus padres llegarían en el amanecer.

El cuarto de Iris distaba mucho de su dueña, parecía un comercial de Barbie, antes que el aposento de una rechazada por la sociedad

- Te gusta mucho el rosa, por lo que veo –

- Si, es mi color favorito –

- Es raro, no sé, me imaginé tu habitación llena de calaveras y posters de bandas… y negra –

- Soy una persona sorprendente – Iris cerró la puerta, acercándose al chico, empujándolo sobre la cama, era evidente que ella no tenía intención alguna de esperar - ¿Quieres que te sorprenda? –

Noe cerró los ojos, dejándose llenar de besos por Iris, pero cada uno de ellos, cada caricia propinada, no le ayudaban a olvidar, no lograban hacerlo sentir bien, ni remotamente excitado

“¿Será que mi relación con ellos me hizo completamente homosexual?”

Aferró las nalgas de la chica, buscando algo que lo estimulara, la volteó con fuerza sobre la cama, levantándole el top, descubriendo sus pechos, sin medir la violencia de sus actos, apretó con fuerza sus senos entre las manos, dedicándose a lamerla, a buscar intermitentemente cada pezón, mordiéndolos con ansias, acomodando su pelvis sobre la de ella, restregando su sexo con fuerza, buscando infructuosamente lograr una erección, se detuvo, incorporándose, viendo el rostro hermoso de Iris, le gustaba, de eso no había duda, pero no entendía que pasaba con él.

Le retiró el pantalón, inclinándose sobre ella, besando su entrepierna por encima de la ropa interior, Iris comenzaba a gemir suavemente, el sonido logró por fin algo en Noe, delicadamente le retiró la ropa interior, hundiendo más su rostro entre las piernas de la chica, que comenzaba a temblar un poco, pasó rápidamente su lengua sobre el clítoris, y sintió que ella respondía con pequeños movimientos involuntarios, así que regresó a ese lugar, jugando de mil maneras con el movimiento, la velocidad y la presión de su lengua y labios sobre ella, deslizó las manos por entre las piernas de Iris, chocando el dorso de sus manos en sus mejillas, llevando los dedos hasta el interior, moviéndolos al compas de sus lamidas, logrando que ella aumentara la intensidad de los gemidos, Noe estaba excitado, sí, pero aun así su miembro parecía no responderle como era debido.

Se detuvo, ignorando las protestas de Iris que le pedía continuar lo que estaba haciendo, se levantó de la cama, mirando extrañado su entorno ¿Qué demonios hacía él en esa habitación? Si el lugar en el cual verdaderamente quería estar era en la cama, bajo un excitado y complaciente Gerard, y sobre un orgásmico y receptivo Frank.

- Noe, te vas a quedar ahí sin hacer nada, ¿Qué te pasa eres impotente? –

No le respondió, el solo pensó en sus días con Frank, en el inmenso placer sentido por el cuerpo pequeño, redondo, y tan sorprendentemente sexual, en el sabor de la intimidad de Frank, en la excitante violencia con que tenía sexo, ¡Quería eso de nuevo, quería tenerlo aunque fuera por un instante como antes! Y quería estar con Gerard, necesitaba refugiarse en su mentiroso abrazo, ¡Qué importa que no lo amara! Su cuerpo, sus labios, sus palabras premeditadas, eran justamente lo que necesitaba, un “te amo” aunque no fuese honesto, era suficiente para hacerlo feliz. Y ahí estaba él, en el cuarto de una chica que conoció esa tarde, obligándose a sentir algo de deseo, algo que ella no despertaba en él

Se paró frente a la cama, observándola fríamente

- ¿Te sientes atraída por mi?-

- Claro, por favor regresa a la cama – Estiró su mano hacía el

- Tu también me gustas mucho, creo que eres el ser más bello que he visto jamás, ¿Crees en el amor a primera vista? –

- Sí, creo que me enamoré de ti – Lo dijo en tono lascivo, esperando que eso fuera suficiente para traer a Noe de nuevo a la cama

- Claro, trabajo con la banda que más amas, así cualquiera se enamora –

- ¿De qué demonios hablas? –

Noe sonrió, desatando su pantalón, bajando su ropa interior hasta los tobillos

- Cuando salgamos de acá, te llevo a conocerlos, pero eso depende que tan bien te portes –

Iris lo miró sin entender, era obvio que ella estaba dispuesta ¿Por qué Noe le hablaba así? Se encogió de hombros, arrodillándose en el borde de la cama, tomando el miembro del chico en su mano, acercándolo hasta su boca, lo llevó todo dentro, moviendo suavemente su cabeza.

Noe cerró los ojos, imaginando que esos labios eran los de Frank, no, mejor los de Gerard, mejor aun los de ambos, muriendo por darle placer solo a él, como si no existiese nada más en el planeta.

Tomó fuertemente la cabeza de Iris, obligándola a moverse según él quería, la escuchó dar arcadas por la profundidad a la que la hacía llegar, pero no le importó, no se supone que a alguien le importe lo que el otro quiere, es así como Frank le enseñó a amar

- ¡Espera! –

Iris alcanzó a liberar su cabeza, tratando de alejarse de Noe, pero él la tomó con fuerza de los hombros, mirándola con un extraño halo de odio

- ¿Qué? –

- Me haces daño, relájate –

- No recuerdo preguntarte cómo te sentías, y honestamente, no me importa –

Ella abrió por completo sus ojos, tratando de salir de la cama, pero Noe la empujo, tumbándose sobre ella, abriéndole las piernas, acomodando pesadamente su mano sobre la boca de Iris para evitarle gritar

- ¡Cállate! y agradece que te estoy dando un instante de mi tiempo, porque para ser honesto, no quiero estar acá –

Iris aferró sus manos a la manta de su cama, impedida de gritar por el dolor que la inesperada penetración de Noe en su trasero le causó, él no quiso hacerle sexo a una mujer, no le importaba ya, tan solo quería recordar la cerrada y tibia cavidad de Frank, recrear el desgarre que le produjo a Gerard, y que lo excitaba mucho más cuando pensaba en eso, una y otra vez, Iris luchaba, Noe la privaba de movimiento alguno, su cuerpo estaba en completa armonía sexual, ignoró el hecho que la estaba violentando, en su cabeza, cada una de sus salvajes embestidas eras propinadas en Frank o en Gerard, cada que su pelvis empujaba con fuerza su miembro dentro de cuerpo de Iris, era Gerard o Frank quienes recibían su sexo.

Su mente se plagó con imágenes del vocalista y el guitarrista completamente desnudos, acariciándose entre ellos, besándose con total seguridad de tocar esas fibras que los hacían reventar, imaginó a Frank succionando ávidamente el enorme pene de Gerard, muriendo ambos de placer por el hecho, la imagen de Gerard sonriéndole, hablándole tiernamente, invitándolo a unirse con un sincero “Noe, mi amor, ven con nosotros” a él mismo caminando desnudo al encuentro de sus amantes, dejándose tocar por Gerard, sintiendo los labios del vocalista rodear su pene, chuparlo con la misma intensidad con que Frank lo hacía con el de Gerard, imaginó estar listo, para penetrarlo, mientras Frank se acomodaba detrás de él, llenándolo por completo con su sexo, y los tres sin dudas ni celos, llegaban juntos al punto máximo.

Noe estalló en el cuerpo de Iris en el mismo instante en que lo hizo en su fantasía, se alejó lentamente de ella, vistiéndose, con una enorme sonrisa en sus labios, sin atreverse a mirar a la chica que había tomado las mantas de su cama y se había cubierto con ellas por completo

- Iris, aun quieres ir a conocerlos – Preguntó mientras caminaba hacia la puerta

- Tan solo lárgate… por favor –

Tal vez había perdido la moral, quizás nunca tuvo tal cosa, la mente de Noe no tenía espacio para pensar en lo que terminaba de hacer, él solo podía pensar en ellos, en buscar la forma de tenerlos a ambos, de abrirse paso entre ese amor que parecía enorme e invulnerable, pero sabía perfectamente que tenía una carta a su favor, él todavía despertaba sentimientos en Frank, y ese era el puente para estar con los dos.

Caminaba con prisa al hotel, quería verlos antes de dormir, así no le hablaran, aunque lo ignoraran, tan solo quería perderse un segundo en la risa de Frank, y en los ojos soñadores de Gerard.

- ¡Es el novio de la lagartija! –

La voz le sonó familiar, era el tal Ed, el ex novio de Iris, y como si un enorme balde repleto de agua helada se derramara sobre él, comprendió la gravedad de lo que había hecho, en medio de la calle, Noel Duncan se desmoronó, cayendo de rodillas al piso, hundiendo el rostro entre sus manos, ¡La había violado! Y ni siquiera lo había notado en el momento de hacerlo, sintió su alma abandonar dolorosamente su cuerpo, perderse en un abismo negro, sintió vergüenza de sus actos, sintió pena por la chica, y sin saber por qué, sintió ira contra Frank y Gerard, culpándolos a ellos por su proceder.

Las voces de los chicos que se burlaban de él desde la acera de enfrente, no le hicieron daño alguno, pero sí lograron sacarlo de sus pensamientos, Noe caminó lentamente, buscando un lugar donde sentarse, para pensar en una forma de enmendar lo hecho.

Regresar a la casa de Iris y pedirle perdón, seguramente no le abriría, o llamaría a la policía, si es que no lo hizo ya

- Hey, ¿Dónde dejaste a la lagartija? –

- Seguro la vio desnuda y salió corriendo del terror –

Entre las sombras Noe podía distinguir la figura de Ed, era un chico alto, robusto, nada fuera de lo común, un verdadero dolor de cabeza para quienes no podían defenderse de sus ataques.

En su muy extraño sentido de justicia, pensó en compensarle a Iris lo sucedido, quitándole de encima su mayor problema, se levantó, caminando por entre las calles, buscando a un expendedor de drogas, recordando a Frank y el problema con Acy “Ven conmigo, te enseñaré a cobrarte las ofensas, y sin que te metas en problemas por eso”

Brian veía constantemente su reloj, era más de media noche y Noe no regresaba al hotel, estaba estresado entre la preocupación por un chico que era su responsabilidad, y las negativas de Frank y Gerard de irse a dormir

- Cuando Noe regrese, me voy a la cama –

- ¿Desde cuándo te importa el chico Frank? Siempre te burlas de él, y le haces pasar malos ratos – Brian masajeó su nuca, resoplando – Vete a dormir Iero, solo lograras estar cansado para mañana, y eso va para ti también – Inclinó su cabeza señalando a Gerard

- No tengo sueño, ¿Frank, estás seguro que lo viste salir con esa chica? –

- Ya lo he dicho mil veces, una de cabello negro, de pantalón rosa… Seguro él imbécil esta en un motel disfrutándola, mientras nosotros estamos acá preocupados por él –

El celular de Schechter sonó, el manager respondió de inmediato

- ¿Noel? –

Su rostro se turbó ligeramente

- Sí, habla con Brian Schechter –

Frank y Gerard se alarmaron al ver la preocupación en el rostro de Brian

- Ah, sí, la estación de policía que queda a pocas cuadras de este hotel, en 15 minutos estaré allí, ¿Él está bien?.... ¡Qué le cuesta decirme si Noel está bien o no!... ya sé, discúlpeme, voy para allá –

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