viernes, 27 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #19

Capítulo: #19

“Hoy solo quiero estar en paz” 

Justicia divina le dicen algunos, causa y efecto le llaman otros.

Noel Duncan pensó que al igual que Frank podría llevar a cabo un plan tan estúpido sin ser descubierto, pero él no contaba con la ayuda de Mikey o del guitarrista, y ciertamente no estaba en pleno uso de sus facultades mentales, ignorante, pagó tres veces más por la droga que compró, iluso la guardó en la mochila de Ed en un descuido del chico, pero estaba tan abrumado que pasó por alto que los amigos de Ed estaban pendientes de él, y obviamente, llamaron a la policía.

Un par de preguntas, el número telefónico de un adulto responsable, y sin más, Noe fue arrojado al calabozo de la estación, compartiendo con una decena de criminales recién atrapados que esperaban ser procesados

¿Justicia Divina?

Uno a uno fueron probando con violencia la suave intimidad del chico, uno a uno esperó su turno para ultrajarlo, sin darle tregua, sin permitirle un segundo para protestar.

Brian llegó solo, escuchó cuidadosamente la explicación del policía, aguantando las ganas de reírse por la torpeza de Noe, firmó algunos documentos, pagó la fianza, y por poco se le desgarra el corazón al ver el estado deplorable en que su interno fue liberado.

“Jamás pensé que Noel podría llegar a dolerme tanto” Gerard avanzó al encuentro de su manager que sostenía con un brazo al chico que apenas si podía caminar

- Ayúdame a llevarlo a su habitación, los paramédicos ya vienen en camino, necesita… - Calló, sus palabras se estancaron por la mezcla de rabia contra Noe y pena por él – Frank, acompaña a Gerard, quédense los dos con él, yo esperaré aquí a los paramédicos –

“Soy el único culpable en todo esto” Frank rodeó delicadamente la espalda de Noe, entrelazando su mano con la de Gerard que lo sostenía del lado opuesto, lo dejaron sobre la cama, los tres en silencio, esquivando miradas acusadoras, miradas culposas, miradas de amor y odio.

“Nada de esto habría pasado si no los amara tanto”

Esperaron fuera de la habitación mientras Noe recibía atención médica, Frank y Gerard, mordieron con fuerza sus labios al escuchar las palabras de quien lo atendió, describiendo con lujo de detalles cuantas compresas usó para detener la hemorragia y cuantos puntos fueron necesarios para suturar, aconsejó una consulta psicológica por lo grave del trauma. Brian agradeció, anotando el número de un psicólogo que le recomendó el paramédico, en la mañana antes de partir le pediría una consulta a domicilio.


“No quiero que esté solo… ¡Al diablo Gerard si se enoja! Pero voy a entrar y pasaré la noche con él”


Frank no tuvo necesidad de abrir la puerta de la habitación de Noe, Gerard lo hizo antes, ingresando sin siquiera mirarlo, pero dejando la puerta abierta, cómo adivinando que Iero iba a entrar también.

Ambos caminaban midiendo sus pasos, ¿dudando?, tal vez, preguntándose sí estaban obrando correctamente, apostados en cada lado de la cama, los dos fijaron sus ojos en un lastimado Noe que tan solo apretó con fuerza sus párpados, logrando que las lagrimas se deslizaran por su piel hasta caer sobre la almohada

- Lo siento, lo lamento tanto… Gerard, perdóname –

Su cuerpo temblaba profusamente, pero se sintió un poco mejor al sentir el dorso de la mano de Gerard acariciar suavemente su mejilla

- Perdóname tú a mí… Nunca debí mentirte, no debí engañarte, no debí… - Su espíritu se quebró, sentándose en el borde de la cama, se apoyó en el codo, acercándose más a Noe – Nunca debí usarte para dañar a Frank… perdóname –

En medio de su abatimiento, Noe sonrió, estirando sus brazos, esperando un abrazo que Gerard no hizo esperar, lo apretó fuertemente contra su pecho, acomodándose mejor en la cama, aproximando mucho más su cuerpo al de Noe

- Te perdono, Gerard, aunque tú no me ames, yo si te amo con toda la fuerza de mi alma, y solo por eso ya tienes mi perdón, ¿podrías algún día perdonarme por lo que te hice? –

Gerard besó delicadamente la frente de Noe, sonriendo un poco, suspirando

- Ya te perdoné, no puedo odiarte por cometer un acto que yo de una u otra forma te obligué a hacer, pero ahora no hablemos de eso, trata de dormir, te tienes que reponer, estaré a tu lado todo el tiempo que necesites –

Frank apretó los puños, ver a las dos personas que lo tenían loco de amor y deseo, abrazados, reconciliándose, hablándose llenos de afecto… ¡Ignorándolo!, hicieron que de nuevo la rabia y los celos se apoderaran de él, y para no arrepentirse después de un acto de violencia contra ellos, decidió salir de la habitación, se dio media vuelta, pero la mano fuerte de Gerard le impidió avanzar

- ¿A dónde vas? –

- Mejor los dejo solos – respondió secamente

- No Frankie… no te vayas – Noe giró en su cama, tomando a Frank del mismo brazo en que Gerard había puesto su mano – También necesito que me perdones –

- No tengo nada que perdonarte – Frank no lo miró

- Si, sabes que sí, por no haberte creído cuando me decías que Gerard mentía, por haberte dejado por él, por esa noche… y por la mentira –

- Son niñerías, me da igual, si quieres mi perdón lo tienes, pero no es para tanto – Movió con fuerza su brazo desprendiéndolo de las manos que lo sostenían – Ustedes dos son perfectos él uno para él otro… ridículos y dramáticos –

Gerard se levantó de la cama, riéndose plenamente, sin ánimo alguno de ocultar esa risa, rodeó la cama, cerrándole el paso a Frank, extendió los brazos apretando a Iero contra su pecho

- Maldito celoso, ¿Nunca vas a cambiar? –

- Déjame salir Gerard, no quiero estar acá –

- Si quieres, no te hagas el duro que por dentro te estás muriendo de ira y celos –

Frank empujó a Gerard lejos de sí, manoteando en el aire, con su rostro completamente rojo

- ¡Crees que me conoces tan bien! Pues no, ¡NO! Yo no quiero estar acá, no quiero ver semejante cuadro tan cursi… y estúpido…. Y los dos son estúpidos… -

La risa en Gerard aumentó, se acercó de nuevo a Frank, meneando la cabeza, acomodó ambas manos en el pecho del guitarrista, y su rostro trató de mostrar seriedad

- Pues te jodes, porque esta noche la vas a pasar en la cama con este par de estúpidos – Y sin más lo empujó sobre la cama

Noe apenas si alcanzó a moverse hasta la orilla, evitando que Frank le callera encima, Gerard se lanzó sobre Frank, apresándolo con su cuerpo, sosteniendo vigorosamente el rostro del guitarrista entre sus manos

- Esta noche no vamos a pensar en ti, ni en mí, esta noche el daño hecho se queda en el pasado, olvidado y enterrado, ahora solo importa Noe, y sé muy bien Frank, que te mueres de amor por él, y te duele lo que está pasando, pero hoy, por primera vez desde que este infierno comenzó, nos vamos a quedar durmiendo los tres en esta cama, en la mañana hablaremos de lo que tengamos que hablar, nos enojaremos y nos mataremos si es necesario, pero hoy… hoy solo quiero estar en paz con quienes amo –

Frank no intentó levantarse de la cama, tan solo se movió un poco hasta la orilla opuesta en que Noe estaba, lo tomó del brazo arrimándolo hasta la mitad de la cama, Gerard tomó un par de mantas, las extendió sobre ellos y se acostó en la otra orilla, Frank llevó el extremo de la manta hasta Gerard, y dejó su mano sobre el pecho del vocalista, presionando suavemente su brazo sobre Noe, Gerard hizo lo mismo, pasando su brazo sobre Noe para dejar su mano sobre el pecho de Frank.

Si el guitarrista no hubiese apagado la luz de la habitación, tal vez habrían notado la expresión absolutamente feliz y satisfecha que Noe lucía en su rostro.

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