Capítulo: #20
“Estamos jodidos los tres”
- Buenos días Noe Kranz, ¿cómo amaneces? –
- ¿Kranz? – Frank se arrodilló en la cama frente a Noe y Gerard
- Si, Kranz, es su apellido de nacimiento, el Duncan, es por sus padres adoptivos – Gerard señaló un poco engreído - ¿Ves? Lo conozco mejor que tu –
- Sí, pero solo lo hiciste para… - Frank guardó silencio, sonriendo después - ¿Cómo amaneces Noe Kranz? –
El chico se incorporó, estirando sus brazos para sacudirse la pereza
- Adolorido, mi cuerpo está hecho añicos, pero bien, del alma… estoy muy bien –
- Bien, me alegro que te sientas bien del “alma” – Gerard se sentó recostándose en el testero de la cama - Noe, tenemos que hablar, de esta habitación no salimos sin arreglar las cosas –
Un leve estremecimiento recorrió la espalda de Noe, lo primero que vino a su mente fue la aterrorizadora idea de tener que escoger entre ellos, no podría, simplemente los amaba por igual, y no sería capaz de decidirse por uno solo
- Yo debo empezar por pedirte perdón, por la forma cruel en que te traté, pero ya te lo dije antes Noe, tenía miedo de enamorarme de ti – Frank sonrió irónicamente – Lo peor es que aun así, me enamoré… Te amo Noe, y necesito que me perdones –
- Ya te perdoné, a los dos, ya los perdoné, ¿Cuántas veces debo decirlo? –
- ¿Me amas? – Frank se inclinó sobre Noe, acariciando el rostro del chico con la punta de sus dedos – Se honesto, desde ahora no podemos seguir con esos juegos perversos que solo lograron dañarte –
- Sí Frank te amo –
La mirada del chico era completamente honesta, al igual que su sentimiento, suspiró quedamente, girando su rostro hacia Gerard
- Y a ti también te amo… con la misma fuerza, con la misma intensidad, y con el mismo deseo… ya sé, ¡estoy frito! –
Gerard se deslizó en la cama, recostándose de lado junto a Noe, acomodando su rostro contra la mejilla derecha del chico
- Fritos estamos los tres – Besó la piel blanca de Noe – Pero no importa – Lo besó nuevamente, apretando la mejilla del chico entre sus labios, jadeó profundamente antes de separarse – No importa lo jodidos que estemos, yo amo a Frank con todas las fuerzas de mi alma, y me estoy enamorando de ti también, y bueno, Frank me ama y te ama, yo creo que con lamentarnos no logramos nada –
Noe se sacudió levemente al levantarse, corrió las mantas con sus piernas, saliendo de la cama, parándose en la parte baja, mirando a ambos
- Entonces… ¿Qué es lo que vamos a hacer? –
Tenía miedo, eso no se puede negar, aun sentía desconfianza de ellos, y decidió tomar las cosas con calma, pensarlo todo bien, no fuera que Gerard y Frank estuviesen tramando un nuevo juego en el que la ficha principal era él
- Dejar que las cosas tomen su curso natural – Frank se levantó también de la cama, cruzándose de brazos, se movió de un lado a otro sobre su eje – Yo no les voy a mentir, me muero de celos, por los dos, así que esto es lo que les voy a proponer – Se descruzó de brazos, metiendo las manos en los bolsillos traseros de su pantalón, lo había pensado bien durante la noche, y estaba convencido que ese plan era lo mejor para todos – Yo no soporto verlos juntos, lo siento, no puedo… así que – Dirigió su mirada a Gerard – Si tu quieres estar con Noe, perfecto, no voy a hacer drama, simplemente no me cuentes que es lo que haces con él, o como va su relación, no quiero saberlo, y espero de ti lo mismo –
Gerard abrió por completo los ojos, levantándose de la cama, acercándose a Frank, sin dejar de verlo a los ojos
- No, eso no puede ser así –
- ¿Por qué no?, es lo mejor, ojos que no ven… -
- ¡No Frank! Yo no podría estar tranquilo pensando que cuando no estás conmigo estás con él, lo siento, pero no –
- ¡Entonces que quieres!, acabas de decir que te estás enamorando de él, ¿acaso lo quieres para ti solo? –
- No seas imbécil Frank –
Noe se quedó en silencio viéndolos discutir, ¿qué podría el agregar?, el problema era él mismo, y en ese preciso instante se sentía como un objeto en subasta
- Frank, lo que yo quiero es que estemos los tres juntos –
- Ya perdiste la cordura… ¿o tu apetito sexual es tan grande que con uno solo a la vez no te basta? –
- ¡Ah! Frank, deja de hablar tanta idiotez –
- Acá el único idiota eres tú, que no quiere aceptar un plan que es perfecto para los tres –
- ¡Es que no puedo! Frank, si yo no estoy “ahí” cada vez que te acuestes con Noe, ¿Cómo voy a saber si estás amándolo más que a mí? –
- Ah, ahora comprendo… -
Frank meneó repetidamente la cabeza
- No confías en mi –
- Confiaba en ti, y ahora resulta que te enamoraste de ese muchachito –
- ¡Qué pena interrumpirlos, pero por si no lo han notado yo estoy aquí! –
Gerard restregó con fuerza sus ojos, sentándose en el borde de la cama
- Lo siento –
- ¿Qué sientes Gerard, que creas amarme pero en realidad no sea así?, O ¿Qué de hecho me ames, pero tu amor por Frank sea mucho más fuerte y me veas aun como tu enemigo? Eso es, “lo sientes” que me odies más de lo que me ames –
Se levantó despacio de la cama, caminando hacia la puerta de la habitación
- Esto no tiene solución –
- No te vayas – Frank avanzó con rapidez, reteniendo a Gerard del brazo – No puedes irte, esto no puede quedar así –
- Frank, es inútil, tú no puedes vernos juntos, y yo no soporto estar sin saber que hacen –
- Yo tengo una pequeña pregunta, y perdonen que me meta en sus asuntos – Noe se paró cerca a ellos, mirándolos a intervalos - ¿Será que a alguno le importa mi opinión? Porque discuten y hasta ahora no recuerdo que me hayan preguntado qué es lo que pienso –
Ambos se quedaron en silencio, mirando a Noe, esperando que hablara, pero el chico tan solo caminó lentamente hasta la cama, y se metió entre las mantas
- ¡Ay Por Dios, estoy enamorado de un par de imbéciles!, Gerard que no cede, y Noe que pide la palabra pero no habla –
Gerard no pudo evitar emitir una sonora carcajada
- Si, ja, ja, Estamos jodidos los tres – Miró a Frank, sin dejar de reír – Solo falta que la señora Iero y la señora Way se den cuenta de esto, y ahí sí que se arma la de Troya –
- Gerard no sea cínico, aparte te ríes – Frank lo comentó entre risas – ¿Sabes que sería genial? – La risa apenas si le permitía hablar – Que alguien nos sacara una foto a los tres en plena orgía y la publicara en un periódico, ja, ja, aparte que las señoras nos matan antes de dejarnos, nos meten a la cárcel por corrupción de menores –
- ¡Basta los dos! Para ustedes todo es un juego – La voz de Noe salió tímida de entre las mantas – Sus matrimonios son un juego, su relación es un juego, ¡Yo soy un maldito juego para ustedes! – Levantó las mantas, descubriendo su rostro - ¡¿Quieren mi opinión?! PERFECTO – Se sentó en la cama, manoteando secamente, el tono de su voz era colérico, y su rostro estaba enrojecido por la rabia con que habló – Quiero que se olviden de mí, quiero que me dejen en paz, ¡No soy un maldito objeto por el cual pelearse! Y quiero que salgan ya mismo de mi habitación –
Su torrente sanguíneo se agitó, y la rabia creció mucho más al ver a Gerard y Frank prácticamente sostenerse el abdomen por la risa, no pudo evitar las lágrimas llenas de ira que comenzaron a brotar de sus ojos, tan solo atinó a llevarse ambas manos al rostro para ocultar su llanto. Frank lo advirtió primero, haciendo que sus ganas de reír se cortaran por completo, caminó hasta la cama, metiéndose entre las mantas con Noe, apretándolo con fuerza contra su pecho
- Perdón, perdóname, por enésima vez Noe, perdóname, es que eres muy chico para comprender –
- ¿Para comprender qué? que ustedes son un par de cínicos que no les importa lo que sientan los demás, para eso no hay que ser “grande” es evidente, en el mundo de Gerard y Frank, lo únicos seres que valen son Gerard y Frank –
- Noe, lamento que pienses así, y tienes todo el derecho de hacerlo – Gerard se metió en la cama con ellos, abrazando a Noe también – Pero es que esta es la mejor forma de llevar las cosas, nuestra vida es muy complicada, y si no nos reímos de nosotros mismo, nos enloqueceríamos por completo –
- No es justo que me arrastraran a su “complicada vida”, en especial tu Gerard, si no te hubieras esforzado en hacer que me enamorara de ti, nada de esto estaría pasando, yo no habría perdido la cordura, y seguramente no le habría hecho a ella lo que… -
Guardó silencio, su conciencia lo estaba martirizando, y aparte de sus problemas con Frank y Gerard, lo que pasó con Iris no abandonaba su pensamiento
- ¿Qué le hiciste? –
- No importa Frank, no importa… ¿Saben qué? mejor váyanse, arreglen sus problemas entre ustedes, de todos modos lo que yo tenga que decir no les importa, yo me atengo a lo que decidan –
- Tú no puedes dejar tu futuro en nuestra manos, Noe, esto lo tenemos que decidir entre los tres – Gerard se dejó caer en la cama, apoyando la nuca sobre sus brazos - ¿Qué quieres tu? –
Noe respiró profundamente, dejando que las palabras salieran atropelladas una tras otra
- Los amo y quiero estar con los dos, al tiempo, o con cada uno, pero con los dos, eso quiero, ya lo dije –
- Bueno, entonces estamos en la misma página, sabemos que queremos, solo falta ponernos de acuerdo en el cómo, si tan solo Gerard no fuera tan celoso… -
- ¡Yo no soy el celoso! Eres tú que dices no soportar vernos juntos –
- Ustedes dos me cansan, de verdad, soy el menor en esta cama, pero ustedes se comportan como un par de críos –
Frank se levantó de la cama, entrelazando los dedos de sus manos, mirando fijamente a Gerard
- O.k, entonces si tu yo no podemos ponernos de acuerdo, que Noe decida el “cómo” será esta relación, y los dos nos acogemos a lo que él decida sin protestar, y sin dramas –
Gerard se levantó, parándose junto a Frank, fijando su vista en Noe
- Por mi no hay problema, Noe, dinos como quieres que sea –
El chico se estremeció en la cama, antes que sus propios deseos debía pensar bien en la mejor manera de afrontar las cosas, porque cualquiera que fuera su decisión alguno de los dos quedaría molesto, la clave era pensar bien a quién debería complacer, y a quien le duraría menos el enfado, bajó su rostro, asintiendo repetidamente con su cabeza, Gerard y Frank no se movieron de su sitio esperando la respuesta de Noe, rezando cada uno para que el chico decidiera lo que más les convendría.
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