lunes, 30 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #33

Capítulo: #33


“Frank jamás será feliz sin ti” 

- Creo que ya está –

Frank limpió el sudor de su frente, retrocedió hasta pararse en la puerta de entrada, echándole un buen vistazo al interior de la habitación completamente amoblada, sonrió satisfecho por la labor cumplida, Noe saltó sobre la cama, estirándose por completo a lo ancho

- Frankie, ¡esta cama es enorme! –

- Si es una doble “King size” –

Noe abría y cerraba los brazos y las piernas como haciendo ángeles de nieve

- ¿Por qué compraste una cama tan grande? – Preguntó sin pensarlo, pero dos segundos después lo comprendió – Bueno… es mejor dejarla, no sea que un día él quiera venir con nosotros… ahí ya no se sentirá tan grande –

- Él nunca va a venir –

Frank salió de la habitación, bajando apresurado por las escalas, seguido por Noe que lo alcanzó en la cocina

- No digas eso, yo sé que Gerard estará pronto con nosotros –

Abrió el refrigerador, sacando cuanto vegetal encontraba, tomó un enorme cuchillo y empezó a destrozarlos

- Voy a hacer ensalada ¿Te apetece? –

- ¿Crees que después de que te desquites con los vegetales, quedará algo para comer? –

- Eres muy iluso Noel Duncan, si en verdad lo quisiera, él ya estaría aquí –

Continuó asestando golpes con el cuchillo a pesar que las verduras estaban completamente destrozadas

- No quiero verlo hoy… no quiero verlo nunca más – Intentaba sonar calmado, pero el sentimiento se lo impedía

- No es así… Frank, hoy debes hablar de nuevo con él –

- No, no lo voy a hacer –

Buscó una bolsa plástica, arrojando el picadillo de vegetales en ella, y luego la metió en la basura

- Mejor comemos algo en el camino a New Jersey –

- No quiero ir contigo –

Noe lo miró de forma prevenida, rezando porque Frank no reaccionara mal, el guitarrista, bajó la cabeza, respirando fuerte y continuamente

- Hoy es el último concierto de esta gira, es la última oportunidad que tendrás de verlo hasta quién sabe cuando… - Levantó los ojos buscando los de Noe – Ven conmigo, no lo hagas por él, hazlo por mí, no quiero enfrentarlo solo –









Las hojas de los árboles empezaban a tomar el color ocre que distingue la llegada del otoño, Gerard observaba el despoblado parque desde el pórtico de su nueva casa en New Jersey, el silbido del viento le reconfortaba, al igual que el leve movimiento de las hojas en los árboles, no se percató del auto que se acercaba, ni siquiera notó que su hermano se bajaba de allí y se sentaba a su lado, es más, Mikey se vio en la obligación de sacudirlo para sacarlo de su ensimismamiento.

Gerard puso sus ojos sobre él, pero su mirada estaba perdida

- Hola –

Mikey sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, su hermano estaba a su lado, pero no estaba ahí

- ¿Cómo te sientes? –

- Muy bien, gracias ¿Y tú? –

- ¡Gerard! –

- ¿Qué? –

Volvió a concentrar su mirada en las hojas de los árboles, hablando lenta y pausadamente

- No tienes porque tener esa expresión, me miras como si estuviese loco –

- Pareces loco –

- No Mikey, no estoy loco, estoy muerto, eso es diferente –

El menor de los hermanos Way se quedó en silencio, tenía mil cosas que decir, pero no sabía cómo empezar, tampoco sabía si Gerard lo escuchaba de verdad

- ¿A qué hora debemos estar en el auditorio? –

- Por lo menos a las 6 p.m. debemos practicar las canciones que vamos a incluir en la lista, además Brian… -

- Seguramente Frank irá con Noe – Interrumpió a su hermano, y continuó hablando más para sí que para Mikey – Es lo normal, son pareja ahora –

- Porque tu lo quieres así –

- No Mikey… esto no es lo que yo quería – Entrelazó sus manos, metiéndolas entre sus rodillas – Lo que yo quería… a ellos no les importó –

Ambos se quedaron en silencio, mascullando sus propios pensamientos, dándole paso a nuevos temores, esperando que los minutos dejaran de correr tan lentamente.

Gerard rompió el silencio, hablando nuevamente con lentitud

- En la mañana mi celular sonó, era un tipo, me dijo: Soy el abogado blah blah, de la firma no se qué… le llamo para notificarle que represento a su esposa, y ya entablamos la demanda de divorcio –

- Oh, lo siento –

- ¿Por qué? ese matrimonio estaba condenado, al igual que mi vida –

Mikey se levantó del escalón del pórtico, halando a Gerard de la camisa hasta hacerlo levantar

- ¡Deja ya de sentir lástima por ti mismo! Toda esta mierda por la que pasas es solo culpa tuya, no sé qué demonios quieres probar con esto, no sé por qué te empeñas en arruinar la vida de Noe y Frank y de paso tu propia vida –

Se quedó estático viendo a su hermano, escuchó cada palabra sin parpadear, recostándose en el marco de la puerta de entrada, bajando resignado su cabeza

- ¿Es orgullo Gerard, o simple masoquismo? –

- No lo entiendes –

- Hazme entender, porque te juro hermano, que en este momento quiero romperte la cara a golpes a ver si reaccionas –

Deslizándose lentamente por el borde del marco volvió a quedar sentado en el primer escalón del pórtico, apoyando los codos sobre sus rodillas, dejando caer su rostro entre sus manos

- Lo vi tan claro Mikey, justo antes que perdiera el conocimiento en ese callejón, cuando pensé que de seguro iba a morir… Frank conmigo jamás podrá ser feliz, yo no soy bueno para él, no soy bueno para nadie… -

- Gerard, eso no… -

- Déjame terminar – Giró el rostro aun recostado entre sus manos, dejándole a Mikey ver la tristeza profunda que cubría sus olivos ojos – Lo amo más que a mi vida… lo amo más que a nadie en el mundo… más que a Noe, y no quiero que me malinterpretes, sí quiero estar con Noe, ése condenado chico me hace feliz… pero no quiero meterme entre ellos, todos los problemas que tuvieron fue por mi culpa, toda la basura que Frank ha tenido que soportar estos últimos años ha sido por mi causa… - Levantó la cabeza, recostándola contra el marco, sonriéndole un poco a su hermano – Sabes que no soy una persona fácil de llevar, incluso yo mismo no logro soportar mi propia existencia… -

- Pero Gerard, Frank siempre te ha aguantado, es más de todas las personas que te han amado, aparte de tu familia, es él quien más ha durado amándote, aguantándote –

- ¿Si te das cuenta lo que dices? – Rió desconsolado – “Aguantar”, Frank me ha tenido que aguantar. No es justo Mikey, que siempre dañe a quien más amo… yo quiero verlo feliz, quiero verlo tranquilo, y Noe le va a dar eso –

- Frank jamás será feliz sin ti –










La autopista estaba despejada, permitiéndole a Frank avanzar a gran velocidad, Noe veía en silencio el paisaje, hablando de vez en cuando para preguntarle a Frank por el nombre de algún edificio, o de algún parque por el que pasaran cerca, el guitarrista le respondía secamente, y los dos quedaban de nuevo en silencio

- ¿Cuánto falta para llegar? –

- 15 minutos –

- Siempre oí que New Jersey era feo, pero nunca pensé que tanto –

- Cállate Duncan, New Jersey es hermoso –

Noe sonrió, había logrado sacarle más de dos palabras

- Es que tienes recuerdos románticos, pero con la cabeza fría ¿Vas a decirme que este estado es hermoso? Parece un eterno callejón de drogadictos –

Lo miró de reojo esperando la reacción de Frank

- Eso es lo que lo hace tan hermoso, de esta miseria ha salido lo mejor de este país –

- Bah, ¿Bruce Springsteen, Bon Jovi y MCR? Seattle ha dado aún más –

Frank sonrió, bajando un poco la velocidad del auto, mirando fijamente a Noe

- Estás buscando que me enoje… cuidado Duncan, la gente de este eterno callejón de drogadictos somos muy peligrosos –

- ¿Sí? – Giró en su asiento, acomodando las piernas sobre las de Frank - ¿Y qué piensa hacerme, señor peligroso? –

Jugó con su lengua, pasándola por entre los labios, sin dejar de mirar lascivamente a Noe

- Voy a darte unas nalgadas por ser tan insolente –

Noe comenzó a reír a carcajadas, burlándose de “lo peligroso que era Frank”, el guitarrista empezó a reír con él, aumentando de nuevo la velocidad con que conducía, ingresaron al centro de la ciudad, Frank miraba todo lleno de alegría, contándole entusiasmado a Noe las historias vividas en cada lugar, pero el rostro de Frank cambió radicalmente al ver la fachada de un pequeño bar al lado de la acera, deteniéndose por completo, Noe se quedó observando el lugar sin entender el por qué de la expresión de dolor en el rostro de Frank

- Qué lugar más feo, parece un prostíbulo –

- Lo era, hace como 20 años, pero desde esa fecha es un bar de rock, quien lo compró dejó la decoración original, es muy cómico… - Los ojos de Frank comenzaban a humedecerse, siguió hablando con la voz ahogada en su garganta – En ese bar… nos besamos, por primera vez –

Noe sintió pena por él, se acomodó en su asiento, recostando su cabeza sobre el hombro de Frank

- ¿Cómo fue? –

- Estábamos completamente borrachos, habíamos terminado de tocar, esa fue la cuarta vez que toqué como miembro de la banda – Comenzó a reír a carcajadas sin dejar de hablar – Los dos íbamos al mismo tiempo al baño, y bromeábamos que teníamos regulado el ciclo, Jajaja… una de esas veces, solo había un cubículo libre, y le decía, “Tu primero, mi vejiga aguanta”, él me decía, “No, niños y mujeres primero” hasta que los dos entramos al tiempo…. –

- ¿Cubículos? Qué, orinan sentados… o no habían orinales como el cualquier baño normal –

- No, te digo que era un prostíbulo, y los baños de hombres son amplios, pero en cubículos ¡Ah Noe, me vas a dejar contar o no! –

- Dale, sigue –

- Bueno, yo no quería sacarlo primero, y él tampoco, jajaja, nos mirábamos y nos reíamos, mientras bailábamos para evitar orinarnos en los pantalones, hasta que no aguanté más, y oriné frente a Gerard, el pobre empezó a silbar, mirando al techo, termine y no me salí, esperé que él orinara… fue muy romántico eso – Bromeó - Y nos quedamos ahí, ninguno de los dos quería salir de ese baño apestoso, yo sabía que sentía cosas por él, pero creía que Gerard me veía como a un amigo más, hasta que el muy cochino, sin lavarse las manos, me agarró fuerte la cara, y me dijo “Puedes pegarme después, pero no me aguanto un segundo más” y me besó… tan deliciosamente que sentía desmayarme en cualquier momento, me colgué de su cuello, devolviéndole el beso, y nos quedamos ahí, besándonos como locos por más de 10 minutos, bebiéndonos el alma por completo, deseando quedarnos allí por siempre… -

Dejó de hablar cuando las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas, deseó con todas las fuerzas de su ser, regresar el tiempo, estar de nuevo en ese baño aferrado a los labios de Gerard









- Según tengo entendido, los tres pactaron vivir juntos, cuando despertaste en el hospital, Frank me lo dijo lleno de alegría, se iba a divorciar, y tú también… se supone que esa casa que él compró en New York sería habitada por los tres –

- Ellos lo ven todo muy fácil Mikey, “Que se joda el mundo” es lo que piensan, pero no cuentan con los problemas que vendrían si viviéramos los tres juntos… eso no es usual, la gente es intolerante… -

- Frank tiene razón, siempre encuentras la excusa más patética para negarte el derecho a ser feliz –

Gerard le dio una última mirada fría a su hermano, observando la hora en el reloj

- Voy a cambiarme, debemos irnos ya –

Mikey entró junto a su hermano, riéndose por el eco que sus pasos producían en la casa vacía

- No hay un solo mueble… ni siquiera está limpia –

- Si, apenas en la mañana me la entregaron, ayer después que Lindsey se fue, llamé a Jacob, y le dije que me buscará cualquier lugar en esta zona –

- Debiste quedarte en el departamento de New York –

- No, igual solo era rentado, casi todo lo tengo en Los Ángeles… - Exhaló fuertemente – Allá tampoco pienso regresar… no quiero moverme de este lugar –

- ¿Por qué en esta zona? –

De una maleta en el piso de la cocina Gerard sacó algo de ropa limpia, cambiándose frente a su hermano

- Por el parque… ese parque frente a la casa… -

- ¿Qué tiene de especial? – Inquirió desinteresado

- En el viejo tubo amarillo del juego infantil… fue donde Frank y yo hicimos el amor por primera vez –

Mikey abrazó fuertemente a su hermano, acariciándole repetidamente la cabeza

- No te entiendo Gerard, de verdad que no logro comprenderte ¿Por qué causarte y causarle tanto daño, si te estás muriendo de amor por Frank? –










El auditorio estaba prácticamente vacío, con tan solo la gente de la tarima arreglando las luces y el sonido, Noe entró junto a Frank, caminaban prevenidos, sería la primera vez que estaban junto a sus compañeros y amigos como una pareja de novios, y era normal que sintieran temor ante las reacciones, pero solo fue eso, un temor, pues tan pronto los vieron, todos los saludaron como siempre, sin hacer distinciones ni bromas de ningún tipo, es más se veían aliviados que una parte de esa pesadilla hubiese terminado bien.

- Los Way no ha llegado – Informó Ray mientras rasgaba las cuerdas de su guitarra

- Aun faltan 5 minutos para la seis – Bob se recostó en una de las paredes – ¿Cuándo nos invitan a conocer su nueva casa? –

Frank sonrió, pasando el brazo alrededor de la cintura de Noe, aferrándolo muy cerca a su cuerpo

- Cuando la terminemos de decorar, los invitamos a cenar a todos –

Cerró los ojos, pegando sus labios a la mejilla de Noe, dándole repetidamente pequeños y sonoros besos, movió un poco el rostro buscando el oído del chico, repitiéndole una y otra vez “Te amo, te amo muchísimo”, suspiró profundamente abriendo los ojos, solo para encontrarse con el rostro de Gerard que lo miraba fijamente, tragando saliva con dificultad, solo un segundo le bastó a Frank para reconocer un profundo sentimiento de culpa, celos, dolor, amor y rabia en los ojos de Gerard, justo antes que el vocalista los cerrara y bajara su cabeza.

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