lunes, 30 de abril de 2012

Un instante para Noe; Capítulo: #34

Capítulo: #34


“Tengo fuerza de sobra para luchar por los tres” 

Es muy posible que Noel Duncan nunca antes haya disfrutado de un concierto de my Chemical romance, de la forma en que lo hizo aquella noche.

Como si fuese un espectador más, fundido entre el apasionado público de New Jersey, sintiendo cada célula de su ser excitarse al límite con los sonidos agresivos de las guitarras, con el contundente beat de la batería, y sobre todo por la fuerza y podría decirse rabia en la interpretación vocal de Gerard Way.

Nunca antes Noel Duncan había entendido lo que significaba esa banda para sus seguidores, para los mismo integrantes, para el mundo entero, solo esa noche, sumergido entre el océano de jóvenes experimentando un éxtasis indescriptible, obviando los golpes, el calor, la sangre que algunos no podían evitar derramar cuando algún codazo o cabezazo les impactaba en el rostro.

No había nada más en el universo, no existía nada más para ellos que la música, que las palabras que Gerard apoyado vocalmente por Raymond y Frank disparaba como balas directo al corazón de quienes los escuchaban, no, no simplemente escuchar, vivir, el público de New Jersey esa última fecha del tour no escuchaba, vivía cada segundo de esa música, cada gota de sudor de la banda.

Parpadeaba esporádicamente, sus ojos no se permitían perderse el espectáculo sobre el escenario, sin notarlo se encontró él mismo coreando cada canción, sacudiendo su cabeza en cada solo de guitarra, exigiendo el nombre de una u otra canción, y hasta gritó voz en cuello cuando Gerard en medio de sus propias emociones se acercó a Frank por detrás, pegándose a él de la misma forma insinuante que siempre lo hacía, recostando su mejilla junto a la del guitarrista, acercando lo más posible sus labios, dejando que la voz de ambos se uniera en una sola al salir amplificada por los speakers.

Sonrió pleno de satisfacción al ver ese momento especial, sonrió tranquilizándose, lleno de esperanza, ilusionándose nuevamente, si las cosas estaban bien allá arriba, tal vez se podrían solucionar fuera del escenario.

Pero lastimosamente no fue así.

Frank terminó de cantar su parte, Gerard se quedó en la misma posición, continuó regalándoles a todos el maravilloso sonido de su voz, y justo cuando Frank giró el rostro para besarle, el vocalista se movió agresivamente, alejándose de Frank, ignorando que faltó poco para que el guitarrista cayera de espalda sobre el escenario.

Las luces se apagaron antes que el bullicio disminuyera lentamente, Noe caminó con la gente, pero en lugar de dirigirse a la salida del auditorio fue directo al backstage, quedándose en una esquina del camarín, observándolos en silencio, intentando leer qué clase de emoción ocultaban los inusualmente inexpresivos ojos de Gerard, los pálidos labios del vocalista estaban sellados, tan solo se sentó en uno de los sofás, fumando un cigarrillo, al parecer solo concentrado en el humo que flotaba en el ambiente. Frank estaba en silencio, algo mucho más inusual, recostado en una de las paredes laterales, viendo como hipnotizado a Gerard, ignorando el resto de la banda que hablaban entre ellos con fingida calma.
No era secreto para nadie, las cosas estaban cambiando radicalmente.

- Dos largos meses para descansar – Brian comunicó con amarga alegría – Fue un tour impecable, los felicito muchachos, dejaron todo de ustedes en cada fecha –

Sonrieron complacidos, sonrieron apesadumbrados, aterrados.

- Espero que descansen bien, porque en dos meses se nos viene el encierro, la grabación del nuevo disco… en fin, aprovechen que después no tendrán tiempo de respirar – El manager destapó una botella de cerveza, apurando casi la mitad del contenido, continuó - ¿Qué harán en el descanso? Yo no tendré mucho, igual no es la única banda que represento, pero será bueno no tener que acomodar cada segundo de mis días según las exigencias de MCR – Terminó sonriendo divertido

Frank se cruzó de brazos, mirando fijamente al manager, su rostro había cambiado, tenía una pesada sombra en su mirada, y habló finalmente, pero sus palabras solo lograron hacer que cada ser en esa habitación sintiera que el peso del mundo caía sobre ellos

- Creo que en estos dos meses no podrán descansar tanto, porque tendrán que buscar un nuevo guitarrista rítmico –

La boca de Noe se secó, tenía un fuerte gusto a ceniza, la reacción de todos fue de esperarse, en lugar de mirar a Frank de forma inquisitiva, o de interrogar a Gerard con la mirada, exceptuando la de Frank, todas las miradas se enfocaron enojadas, acusantes y llenas de odio sobre Noe.

- No es por su culpa, no sean tan básicos –

- Claro, no es culpa de Noe, es culpa mía… por ser un desgraciado que no te besé en el escenario – Gerard no se dignó a mirar a Frank cuando lo dijo

Caminando lentamente, midiendo cada uno de sus pasos, Frank llegó hasta pararse frente a Gerard, arrodillándose para estar un poco a su misma altura

- Ojalá todo se redujese a lo que pase o no en el escenario… sí todo fuera tan simple… mi alma no estaría agonizando en este momento… -

Buscó infructuosamente que Gerard lo mirara a los ojos, resignado, Frank se levantó del suelo, recostándose en la pared junto al sofá que ocupaba Gerard

- Me voy de la banda, porque no puedo soportar tenerte cerca a mí sabiendo que no me amas… no como antes, me voy porque no quiero morir cada segundo ansiando tocarte y sabiendo que ya no tengo ese derecho, y por más que ame esta banda, por más que los sienta a todos como de mi propia sangre… me voy porque no puedo soportar el dolor de verte y no poder hacerte mío cuando se me de la maldita gana –

Gerard encendió otro cigarrillo con la colilla del primero, aspiró profundamente el humo, decidiendo por fin levantar sus ojos hacía Frank

- No tengas miedo de que esto se convierta en una guerra, si te quieres ir, bien por mí, yo no pienso impedírtelo, es más… cada uno de ustedes debería empezar a decidir qué harán con su vida… porque yo no pienso volver a cantar jamás –

Gerard escuchó lejanas las voces de reclamos, las palabras llenas de angustia pronunciadas por todos a quienes dejó atrás, se levantó del sofá, caminando entre ellos, sin importarle los brazos que se estiraban desesperados a atajarle el paso, se chocó de frente con su hermano que lo sacudió con fuerza de los hombros, gritándole, exigiéndole una explicación. Gerard dejó que las palabras salieran con tranquilidad de entre sus labios

- No hay marcha atrás, ya tomé la decisión, nada de lo que digan o hagan me hará cambiar de parecer –

Un repentino dolor de muerte agobió el corazón de Noe, súbitamente la respiración se le hizo casi imposible, era su culpa, era él el único responsable por lo que estaba pasando en ese momento, y no pudo soportarlo, sin pensar, sin medir las consecuencias acortó el espacio que lo separaba de Gerard, tomándolo fuertemente del brazo

- ¡No tienes que hacer algo así! Todo va a estar bien, todo regresará a la normalidad, yo me iré lejos, muy lejos y podrás estar con Frank, como antes, como tú quieres… yo me voy Gerard, te lo juro, ahora mismo me voy de este lugar –

Acomodó ambas manos en el rostro del chico, sosteniéndolo sutilmente, acercándose a él, hablándole directamente

- No es por ti Noe, tú no tienes la culpa –

- ¡Si no es él, entonces quién! ¿Frank? – Mikey desesperado sacudió con violencia a su hermano

- No, Mikey, tampoco es culpa de Frank, ustedes no entienden nada… -

El pensamiento de Frank estaba inundado por miles de ideas y sentimientos, no entendía nada, como siempre, no lograba entender a Gerard, pero a pesar de la confusión decidió obligarlo a explicar las razones de su comportamiento, caminó hasta la puerta de salida, cerrándola con seguro, apoyando la espalda en la madera, halando al vocalista de la ropa, obligándolo a encararlo

- De este lugar nadie sale hasta que todos entendamos qué demonios te está pasando Gerard Way –

No despegaba su mirada, suspiró un poco cuando Gerard sonrió levemente, siempre que lo hacía su rostro se veía mucho más hermoso de lo usual, el corazón de Frank dio un salto al ver como se transformaban las facciones de Gerard con solo una simple sonrisa, desafiando lo imposible, el simple gesto lo hacía más hermoso y sublime ante los ojos de Frank

- ¿Quieres saber qué me pasa, y no te importa qué te lo diga frente a todos ellos? –

- No me importa… tan solo dilo, ahora mismo… porque ya no soporto más la incertidumbre… no más – Acalló sus palabras por culpa del dolor que sentía en su alma, pero su mirada continuó exigiéndole una respuesta a Gerard

Suspiró hondamente, retrocediendo hasta sentarse nuevamente en el sofá, fijando sus olivos ojos en Frank, sin borrar la simple sonrisa que adornaba sus labios

- Ese día en el callejón, creí que sería el último de mi vida, y ante mis ojos todo mi pasado se deslizó como un filme, una acelerada y frenética película, tan solo un segundo… y en ese breve instante comprendí las razones… el objetivo de todo lo que viví… pero eso no es lo principal, mi vida contigo también pasó frente a mis ojos… el maravilloso tiempo que pasamos cuando solo éramos tú y yo, antes que involucráramos más gente en nuestras vidas, y comprendí, por fin, que el único culpable de todo el dolor que tienes latente en el alma, soy yo… yo y mis acciones, yo y mi cobardía… Fui yo quién muerto de miedo me refugié en el alcohol, en las drogas y en cuanta porquería me impidiera enfrentar la realidad… ¿No recuerdas Frank? Yo te empujé a estar con ella, porque sabía que a mi lado no serías feliz… - La sonrisa en sus labios se borró, dándole paso a una profunda expresión de tristeza - ¿Cómo no serlo? Digo, feliz al lado de ella… una mujer que siempre estaría allí para ti, una persona de la que no tendrías que cuidar, por quien no deberías esperar despierto pensando que jamás regresaría… Era fácil para mí Frank, estar contigo sin ataduras, sin tener que disculparme cada vez que me recogieras de entre mi propia porquería… Nunca quise que sufrieras, no quiero que sufras, jamás – Gerard pronunciaba cada palabra con la plena intención que Frank lo entendiera, intentando con dificultad el ser lo suficientemente claro – Lo que quiero decir, es que no soportaba que sufrieras por mi causa, ¿Qué podrías obtener de una vida a mi lado? Solo dolor, miedo constante a que una noche me encontraras en el baño de nuestra habitación cubierto por la sangre que yo mismo me hice derramar con el filo de una cuchilla, que tuvieras que salir en la madrugada conmigo a toda prisa, temiendo que no llegáramos a tiempo a un hospital cuando me metiera una sobredosis… Yo no quería eso para ti –

Frank despegó la espalda de la puerta, acercándose hasta Gerard, sentándose a su lado

- Pero eso fue hace mucho tiempo… -

- Si, hace siglos me parece a mí – Sonrió con amargura, mirando embelesado los cristalinos ojos de Frank

- Pero después de eso, te rehabilitaste, empezaste una vida normal… -

- Por fuera, sí, ante el mundo… pero dentro de mí todos los demonios estaban agazapados en lo más profundo de mi alma… yo quería estar contigo, ¡Dios Frank! Siempre quiero estar contigo… pero esa vez fuiste tú quien me destrozó en mil fragmentos –

- ¡Porque tenía rabia! Porque no entendía las razones que tenías antes para alejarte de mí –

- No te culpo… jamás te culpé – Inclinó su frente, apoyándola sobre el rostro de Frank – Te amo demasiado… cómo para culparte de los errores que yo cometí –

Frank meneó lentamente su cabeza, rozando los labios en la frente de Gerard

- No fue solo culpa tuya, yo también…-

Levantó su rostro, interrumpiendo a Frank

- ¿Tú también? Vamos Frank, ¿Culpa de qué tendrías tu? De esperar por mí, de olvidar las mil veces que te juré dejarlo todo por ti y arrepentirme después, de ignorar el dolor que mis acciones te causaban… Culpa tienes, de amarme tanto como para perdonarme cada maldito error por el resto de tu vida – Acarició suavemente la mejilla de Frank, su cuerpo temblaba copiosamente, sin poderlo controlar, sin poder tragarse las ganas inmensas de llorar que tenía en ese momento, solo sentir la suave piel de Frank lo desarmaba, tomó fuerzas para continuar hablando – Ese mismo día, en el hospital, solo estábamos los tres en mi habitación, mis ojos estaban cerrados, pero ya había despertado y los escuché a ti y a Noe hablar… hablar de mí, de nosotros… - Dejó de acariciar el rostro de Frank, para cruzar ambas manos sobre su regazo – “Si queremos que todo salga bien, debemos obligarlo” Le dijiste a Noe, yo sé Frank que tenías razón, siempre has tenido razón, él no quería, Noe solo quería irse lejos de nosotros, huir del dolor… - Sonrió otra vez, mirando rápidamente a todos los presentes – Es que parece que lo único que nos uniera es el dolor… -

Sus ojos se detuvieron sobre el chico que lo miraba atónito, Gerard le hizo un gesto con su mano, invitándolo a acompañarlos en el sofá a él y a Frank, Noe caminó despacio, sentándose en el borde, sin retirar su mirada de Gerard

- Tenías tanta rabia contra mí, y era justificada Noe, yo parecía una maquina, repitiendo una y otra vez “Me voy a vivir con Frank, tu solo participaras esporádicamente en nuestras vidas” Yo sé bien que por eso Frank aseguró que prefería vivir solo contigo, para hacerme ver lo ilógico de mi pensamiento… -

No pudo sostenerle la mirada a nadie más, Gerard bajó apenado el rostro, sin dejar de hablar

- Escuché cuando Frank te explicó el motivo de sus palabras, y sé que te habías enojado con él por hablarme así, por decir que solo te quería a ti… En ese instante entendí, con dolor, pero lo comprendí, Frank siempre se ha visto en la obligación de mentirme, de engañar… de hacerme morir un poco para que yo reaccione… ¿Qué clase de vida es esa? – Movió rápidamente su cabeza, en una extraña señal de arrepentimiento y negación –Yo no puedo permitir que los seres que más amo en el mundo se vean amenazados por mí… por eso les aseguré que me iría con ustedes, que me separaría de mi esposa, y los acompañaría por el resto de mi vida, pero después lo pensé bien ¿Cuánto tiempo podría durar esa “felicidad” antes que por mi culpa lo destrozara todo? Es que ya no es solo Frank y yo, ahora estás tú, y mi sola presencia entre ustedes… es un peligro, con una de mis acciones no solo pondría en riesgo mi relación con ambos, sino que sería perjudicial para el amor que sienten entre ustedes –

Frank restregó las manos en su cabeza, ahora solo estaba enojado, tenía mucha rabia al saber que Gerard no estaba con ellos por un estúpido miedo, el guitarrista empezó a reír lleno de cinismo

- Es decir, nos causaste un profundo dolor para evitarnos… ¿dolor? ¡Qué clase de razonamiento es ese Gerard! –

- ¡Sabes que tengo razón! Un día cualquiera, tú y yo pelearíamos, como es usual, y entonces Noe tendría que tomar parte, escoger un lado… y todo se iría a la mierda, los tres terminaríamos odiándonos ¿Para qué esperar a verlos separados por mi culpa? Es más sencillo así Frank, por ahora sentirán dolor, pero después se olvidarán de mi, y tu podrás disfrutar de esa paz infinita que proclamas sentir cuando Noe está junto a ti –

- ¿Lo ves? Es por mí culpa – Noe acompañaba sus palabras con el constante asentimiento de su cabeza – Desde que entré en sus vidas los dos pelean constantemente, acusándose el uno al otro de amarme más a mí, ¿Le traigo infinita paz a Frank? Puede ser, pero eso Gerard, lo tomas como una forma de decir que tú le traes profundo agobio y dolor a Frank, yo soy para cada uno un suplemento de lo que no encuentran en el otro, es tan sencillo, cualquier ciego puede verlo -

El resto de los presentes en la habitación suspiraron resignados, Mikey tomó la vocería, y era muy obvio que hablaba por todos

- ¡Aquí vamos otra vez! Él me quiere… no me quiere, yo quiero a éste, pero éste no me quiere… ¡Decídanse de una buena vez! – Caminó hasta pararse frente a su hermano - ¡Y tu Gerard Arthur Way, deja de ser tan imbécil por Dios! No te sale hacerte el mártir… y tengo la plena seguridad que Frank y Noe te aman… te amarán por el resto de sus vidas a pesar que seas un completo y absoluto cretino, que parece no saber lo que quiere, pero en el fondo lo único que desea es meterse en la cama con ellos dos y hacerles todas las porquerías que sé, le quieres hacer – Giró su rostro para ver a los demás, sonriendo cómplice - Y que de seguro, este par de maricas quieren que les hagas –

- ¡Marica tu hermano, Way! –

Frank se levantó del sofá, halando a Gerard del brazo, obligándolo a levantarse

- Te vienes con Noe y conmigo, y puedes gritar, patalear, vociferar todo lo que se te dé la regalada gana, igual más fuerza que yo no tienes… y más si Noe me ayuda a controlarte, pero te vienes YA a casa con nosotros, si es necesario, te voy a atar al parachoques del auto, como un venado cazado, y cuando estemos en casa, te voy a encadenar a la cama hasta que ENTIENDAS QUE NO NOS IMPORTA QUE ESTES LOCO, PORQUE ES ASÍ COMO TE AMAMOS –

Gerard se quedó mudo, los ojos completamente abiertos, no sabía qué hacer, cómo reaccionar, estaba en estado de shock por las palabras de Frank, así que le fue muy sencillo a Noe tomarlo del otro brazo y ayudarle a Frank a prácticamente embutirlo en el asiento trasero del auto.

Pasmado, Gerard solamente los veía entrar al auto y ponerlo en marcha

- Cuando estemos en nuestra casa, hablamos los tres, calmados… y desde ahora, para que el señor Way no se preocupe por el futuro, voy a establecer una regla, si dos de nosotros llegamos a discutir, el tercero no debe tomar parte de ninguna manera en esa discusión, ¿Está claro? –

Noe estaba completamente maravillado por la situación, por la forma en que Frank actuaba, y entre risas le respondió

- Entendido –

Frank esperó unos segundos por la respuesta de Gerard, pero el vocalista no abrió sus labios para pronunciar palabra

- ¡¿Está claro Gerard?! – Gritó

- Si, si… si, pero es que ustedes no compr… -

- ¡Nada! – interrumpió el guitarrista antes de meterle velocidad al auto – Ya te lo dije, puedes protestar, intentar sacarnos a patadas de tu vida, pero te jodes Gerard Way, si tú no tienes la fortaleza para tomar las riendas de tu propia felicidad, entonces déjamelo a mí, que yo tengo fuerza de sobra para luchar por los tres -

No hay comentarios:

Publicar un comentario