miércoles, 9 de mayo de 2012

Amor en silencio; Capítulo: #1

Capítulo: #1

Como puedo quitar estos pensamientos de mi mente? No puedo dejar de desearlo ni un instante. Si supieras cuanto te amo. Pero creo que es mejor ocultar este sentimiento para que así ninguno de los dos salga lastimado.

Si supieras que tus abrazos me excitan de una manera que ni te imaginas, me encanta cuando corres el pelo de mi cara, y me tocas con tus hermosas manos.

Nunca nadie se debe de enterar de esto que ciento hacía él, ya que él saldría lastimado y lo que menos quiero es herir a la persona que más amo en este mundo.

Intento olvidar estos pensamientos escuchando música o creado algunas canciones pero todas son respecto a ti, de como se sentiría besar tus labios, acariciar tu cuerpo, escuchar la frase te amo salir de tus labios. Se que todo eso solamente ocurre y ocurrirá en mi mente y que es una fantasía.

Ahora estoy solo en mi habitación, los chicos salieron y nos quedamos tú y yo solos en la casa. Supongo que debes de estar con tu novia, como la envidio, ella te tiene a ti, tiene tus besos, todo!!. Creo que ella no es la chica correcta para ti, no lo digo porque este enamorado de ti, pero podrías encontrar a chicas más lindas que ella; chicas que valgan la pena.

Un leve llanto me saca de mis pensamientos, me levante para ver de donde provenía.

Camine hasta tu habitación, al entrar me lleve una gran sorpresa estabas tirado en tu cama llorando como un bebé. “Frank, que pasa?” te pregunté tú no respondiste. Supuse que era algo relacionado con tu novia. “ es ella cierto?” pregunté acercándome hacia ti “sí” respondiste con mucho dolor “me engaño, dijo que ya no me amaba” acotaste entre sollozos. Maldita víbora, la odie como nunca había odiado a nadie tuve ganas de matarla. “todo va a estar bien” te dije mientras trataba de levantarte el animo “ tú me quieres?” preguntaste “ como a nada en el mundo” creo que con esa frase pudiste haber sospechado de mis sentimientos hacia ti, “gracias, yo también te quiero” dijiste y me diste un abrazo muy fuerte. Me senté junto a ti y tú rodeaste mi cintura con tus brazos como un niño. Llorabas en silencio y eso me partía el alma, como desearía decirte que no estas solo y que te amo con todo mi ser, pero no puedo porque tal vez me termines odiando y eso es lo que menos quiero. Acariciaba tu carita de ángel para que pudieras dormir y así olvidaras todo el dolor que te causo la víbora esa. No lograbas conciliar el sueño y tu llanto se hacía cada vez más fuerte “no debes llorar por ella” dije tratando de subirte el animo “tienes razón, tal vez no éramos el uno para el otro” dijiste levantándote de tu posición “me dio sueño” “me voy si quieres para que duermas tranquilo” te dije mientras me levantaba de tu cama “no! Quédate por favor, duerme junto a mi” señalaste “ok, voy por mi pijama” dije “esta bien” contestaste.

Me sentía muy feliz de poder dormir cerca de ti, aunque fuera solamente por consolarte durante la noche, la maldita herida que te dejo esa.

Tome mi pijama y me lo coloque lo más rápido que pude, me fui casi corriendo hasta tu Habitación, pero ahora lamento haberlo echo ya que entre y tú estabas en ropa interior “disculpa…” dije muy avergonzado “nah, no importa…ambos somos hombres” dijiste mientras te colocabas tu pijama, te tiraste en la cama y la abriste para que nos pudiéramos acostar. “Ven, acuéstate hace frío” decías mientras movías tu mano para que me acostara contigo. Muy tímidamente me recosté junto a ti, estaba en un extremo de la cama y tú en el otro, te acercaste a mi y me abrazaste “te quiero Gee” me dijiste mientras me debas un beso en la mejilla “yo también Frank” te conteste “me encanta cuando me dices que me quieres” dijiste y te dormiste.

Tú duermes como un bebe aferrado a mi cuerpo y a mi me dejas con estos pensamientos que no puedo sacar de mi mente. Como deseo besar esa boquita…mas no puedo.

Es preferible dormir antes de que cometa alguna locura contigo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario