sábado, 30 de junio de 2012

Esa sexy esencia; Capítulo: #15

Capítulo: #15

Los ojos a Gerard le dolían con ardor, no había dormido y el llanto que iba y venía los tenía agotados, su cabeza recostada en la pared contra la que estaba sentado, en el suelo junto a la puerta de la habitación.

Entrecerró los ojos, para amainar el efecto de la luz que se empezaba a colar por la ventana mientras Frank corría las cortinas.

- Ellos lo entenderán –

Dijo ya sin ganas, bostezando cortadamente

“Perdieron un guitarrista… sé que como persona soy irremplazable, pero mi lugar en la banda puede ser tomado por cualquiera, en cambio tu lugar…”

- Muchas bandas han perdido su vocalista, muchas lo han reemplazado, ellos son muy talentosos algo encontraran –

“Si, pero no será como lo que tienen ahora, y mal o bien tu eres la esencia de esa banda. A un hombre, si le quitan un brazo o una pierna, puede continuar su vida, pero si le quitan la cabeza…”

- ¿Y el corazón? – Dirigió la mirada al vacío, arrugando los labios por el llanto que se empeñaba en volver - ¿Qué pasa cuando le quitan el corazón? Mejor dicho, cuando el corazón se suicida en el baño de un hotel, de nada le sirve al hombre tener la cabeza en su sitio si su corazón se murió –

“¿Y Mikey? Creo que él puede soportar perder al vocalista de su banda, pero… ¿A su hermano? Además, los perdería a ambos al mismo tiempo”

- Mi hermano, más que nadie, lo entendería perfectamente –

El sonido de los pasos de Frank avanzar a él, sorprendió a Gerard, era la primera vez que escuchaba las pisadas del fantasma, supo que se sentaba a su lado, no solo por su aroma y su respiración, si no que sintió también la fuerte energía de Frank

“Entender el por qué no es lo mismo que no sentir dolor, y no importa que tanto lo pueda entender, eso no le va a ayudar a estar bien, y me atrevería a decir Gerard, que si te matas hoy, en unas horas tendremos que hacerle el recibimiento a tu hermano en el purgatorio”

Pasó su brazo derecho por los hombros de Gerard, rodeándolo, atrayéndolo cerca a su esencia, descansando su cabeza sobre la de Gerard una vez él se recostó sobre su pecho

- Mikey no se quitaría la vida – Lo aseguró porque así lo creía

“Puede que no, pero el dolor sería tan grande que se encargaría de fulminarlo”

Gerard sonrió tristemente, acomodándose más confortablemente sobre el pecho de Frank, pasando su brazo sobre el abdomen del fantasma

- Eso es verdad, yo casi muero el día de tu entierro –

“No seas mentiroso, cuando yo regresé del purgatorio tú estabas muy feliz cogiéndote a tu esposa… futura ex esposa”

- No seas mentiroso tú Frank, yo volví a estar con ella exactamente 10 días después de tu entierro –

“No, no”

Se movió obligando a Gerard a sentarse erguido, él también se sentó completamente derecho, hablando muy despacio

“Yo pasé menos de 5 minutos en el purgatorio… eso tuvo que ser… es decir, yo regresé el mismo día que morí, llegué a Nueva York, vi mi tumba, y después te vi con ella”

- ¿Y crees que en 5 minutos te enterraron, viste tu tumba… la que cavaron y llenaron en 5 minutos? Frank, yo te sentí al día siguiente que estuve con Lindsey –

“No, pero… no pasó el tiempo”

Gerard sentía una enorme confusión en el tono de voz de Frank, estiró las manos buscándolo y se encontró con las manos de Frank, las tomó con fuerza y comenzó a contarle lo que evidentemente se perdió de ver

- Frankie, tal vez el tiempo en el más allá corre mucho más rápido que aquí, después que te suicidaste pasaste doce horas en la morgue, luego tu familia llevó el cuerpo a Jersey, en la funeraria te arreglaron y pasaste todo un día en una sala de velación, solo dos días después que moriste te llevaron al cementerio, y allí mi corazón falló, no pude quedarme hasta el final porque una ambulancia fue por mí, me revivieron antes de llegar al hospital y pasé toda una semana internado, buscando respuestas y aferrándome a las palabras de tu carta de despedida, a todo eso odio que escribiste contra mí, ése odio fue el motivo para seguir con vida, me obligué a no hacerte duelo excusándome en que no te lo merecías y cuando salí del hospital fingí que todo estaba bien, que no me importaba tu muerte, aunque por dentro estuviera agonizando de dolor –

“No lo sabía… yo creí que no había sido así…”

Se levantó del suelo, parándose frente a la ventana, veía el cielo azul claro de la mañana, tan claro como empezó a ver lo que en realidad sentía

“Cuando regresé… te vi con ella, y sentí tanta rabia al pensar que mi muerte no significaba nada para ti, es que… yo me quité la vida en parte para castigarte ¡Ja! Fue estúpido, lo sé, pero… yo quería que sintieras tanto dolor como el que yo alguna vez sentí… y fue así, perdóname Gerard”

Llevó las manos a su rostro, cubriéndose los ojos, inclinando la frente sobre el vidrio de la ventana, sollozando lleno de culpa al reconocer que en verdad Gerard si lo amaba, al reconocer dolorosamente que su suicidio fue en vano

- No llores Frank, no tiene caso ahora llorar – Pidió mirando el suelo

“Es que me maté porque creía que no me amabas ya… y sí me amabas… aun me amas, y yo no te creía… soy tan imbécil Gerard”

De la rabia comenzó a golpearse el rostro con las manos, Gerard no despegaba los ojos del suelo, rezongó bajamente un largo “Frank” antes de levantarse del piso

- Deja de pegarte en la cara –

El fantasma giró sobre su eje, mirando lleno de asombro a Gerard

“¿Cómo sabes que me pegaba en la cara?”

Un poco pasmado Gerard señaló el suelo

- Tu… tu sombra… ¡Veo tu sombra! –

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