sábado, 30 de junio de 2012

Esa sexy esencia; Capítulo: #16

Capítulo: #16

Frank observaba su propia sombra también, al igual que Gerard se encontraba por completo desconcertado, como un niño entre una vela y una pared comenzó a hacer figuras con sus manos, sonriendo clara y despreocupadamente, alegrando a Gerard con el sonido de su risa.

Él rió también, parecía un niño tonto al igual que Frank, y sin pensarlo se arrodilló junto a la sombra tratando de “atrapar” en sus manos las de Frank.

“¡Ja! No puedes, soy más rápido que tu”

Se regodeaba, agitando los brazos en todas las direcciones, Gerard se quedó quieto, aun de rodillas en el piso, mirando por largos segundos la silueta de Frank que, por efecto de la luz se plasmaba casi perfecta sobre el linóleo claro que recubría el suelo, suspiró profundamente, apoyándose en el piso con la mano izquierda, para poder delinear la sombra de Frank con la derecha.

El fantasma no hizo otro movimiento más que dejar caer los brazos a cada lado de su cuerpo, respirando lento al ver lo que hacia Gerard.

Con el dedo índice recorrió despacio la curva de la cabeza, deslizando el movimiento por el cuello de Frank, rodeó un poco los hombros y regreso a poner su dedo en la mitad de la sombra, justo sobre el pecho

- ¿Sabes? Estoy usando mi memoria sensorial, siento la suavidad y la calidez de tu piel, hasta puedo sentir el delicado relieve de tus tatuajes, la línea de tu esternón… - Mordió sus labios mientras deslizaba más su dedo – Ahora siento los vellos que rodean tu ombligo –

La lenta respiración de Frank aumentaba entre más Gerard bajaba por la sombra, tal vez él también usaba su memoria sensorial y pudo advertir que esos vellos alrededor de su ombligo comenzaban a erizarse por la supuesta caricia

- Y ahora voy justo a pasar sobre tu… - Elevó los ojos hacia la ventana, donde sabía que Frank estaba de pie, sonrió lleno de picardía y volvió a ver la sombra, deslizando aun más despacio su dedo en lo que sería la pelvis de Frank - ¡Dios hasta puedo sentir tu humedad! –

Se detuvo al ver que la sombra recreaba la agitada respiración de Frank, extendió la mano completamente sobre la sombra, notando que su propia respiración había aumentado considerablemente el ritmo

- Si cierro los ojos te puedo imaginar mejor, pero también dejaría de ver tu sombra… -

Respiró profundamente con la intensión de ahogar la frustración que sentía, dejó de tocar la sombra de Frank y se levantó del suelo sin dejar de mirar el opaco reflejo sobre el piso

“¿Por qué te detienes?”

Preguntó en un jadeo, moviéndose solo unos centímetros, buscando que su sombra estuviese a los pies de Gerard

- Porque es cruel… es cruel oírte, olerte, sentirte, ver tu sombra y no poder verte –

“Ojalá yo pudiese hacer algo…”

Con derrotado tono de voz se alejó de la ventana, sentándose en el borde de la cama observó su sombra desfigurada en la pared

“Tal vez sea tu culpa, que no puedas verme”

- Si de mí dependiera, te habría visto hace mucho –

Se sentó junto a Frank en la cama, sonriendo tristemente al notar que la sombra de ambos se fundía en una sola al reflejarse en la pared.

Se quedaron en silencio más de media hora, tan solo allí sentados disfrutando de la compañía del otro, cada uno pensando en el sentido que tenía lo que les pasaba, para Frank el regresar era una oportunidad de irse a descansar sabiendo que Gerard sí lo amaba, que tan solo se había dejado abrumar por el miedo o que tal vez no tenía conciencia del fuerte amor que le tenía. Para Gerard era una redención, no tendría ahora que vivir el resto de su vida sintiéndose culpable por la muerte de Frank, porque sí, tal vez lo fue pero por las razones equivocadas, y era además un regalo de la vida, el poder despedirse bien del hombre que tanto amaba.


“Música… quiero escuchar música”

Frank rompió ese silencio que compartían, acarició el cabello de Gerard, jugando con las mechas negras entre sus dedos

“¿Puedes poner algo de música? Me siento tan incompleto sin ella”

- ¿Qué quieres oír? – Inquirió mientras se dirigía al reproductor de música – Ven, mira los compactos que tengo acá – Lo invitó al tiempo que abría las puertas de una repisa de suelo a techo –

“No, solo sintoniza cualquier emisora radial, no me importa si suenan los tambores de Zimbabue, solo quiero música”

Gerard se sentó de nuevo en la cama una vez dejó el radio en la primera estación que sintonizó, la voz de Sonny Sandoval se escuchaba fuerte, apoderándose de la habitación, Frank se echó a reír al sonar el coro de la canción

“¡Ja,ja,ja! Esto es el colmo de la ironía”

Gerard también empezó a reírse con él, y ambos al tiempo comenzaron a cantar exagerando el tono de voz

“I feel so alive…”

- For the very first time… -

“Pero, aunque no lo creas, me siento así, es que cuando de verdad estás vivo, te pierdes de muchas cosas, las preocupaciones, los temores, los deseos opacan la belleza del universo, la verdad de lo que nos rodea”

Gerard se abrazó al torso de Frank, empujándolo sobre la cama, descansando la cabeza sobre el pecho de fantasma una vez estuvieron los dos completamente recostados sobre ella

- ¿Qué cosas has descubierto ahora que estás muerto? –

Frank suspiró al abrigar a Gerard entre sus brazos, moviendo su rostro para besarle a Gerard la cabeza

“He descubierto que no eres tan malo como pensaba”

- Ja, ja, en serio Frankie – Cerró los ojos, concentrándose en el aroma que sutilmente se liberaba de la energía de Frank

“El cielo siempre es azul… el aire siempre tiene el aroma de alguna flor, de una pradera, del mar, de las personas, siempre tiene muchas moléculas de aromas deliciosos que pasamos por alto, el corazón de las personas se adelanta a lo que van a sentir, y muchos lo olvidamos o lo negamos, ahora toma sentido esa frase de: escucha a tu corazón… La música, Gerard, ¡La música! Toma un sentido completamente diferente, los vivos están muy ocupados para sentirla de verdad”

- ¿Qué de diferente tiene? – Preguntó absolutamente interesado en la respuesta que Frank tenía para darle

“Bueno, para empezar los vivos no saben lo saludable que es, la música es mejor que un analgésico, y lo más importante Gerard, nunca oímos bien, no sabes lo asombroso que es, en cada canción si prestaras verdadera atención, podrías ver la historia que la inspiró, en las canciones de amor hasta puedes oír los besos y los juramentos hechos bajo la luz de la luna, es maravilloso saber que millones de historias de amor han inspirado millones de canciones”

- Eso no es maravilloso – Se apoyó en el codo para incorporarse, descansando la cabeza sobre la mano, mirando hacia la puerta de la habitación – Ni asombroso –

“¡Cómo que no!”

Protestó girando el cuerpo, encarando a Gerard sin que éste lo supiese

- No lo es, no es tan maravilloso que millones de historias inspiren millones de canciones, maravilloso es, que una sola historia de amor inspire cientos de canciones… - Bajó la mirada, observando el tendido gris de la cama – Así sean canciones sobre la venganza o la muerte –

No tuvo que añadir más, Frank lo comprendió en el acto y sintió que su corazón se envolvía al tiempo de un cálido confort y un gélido dolor, todo se imaginó en la vida, menos que era la inspiración de Gerard.

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