sábado, 30 de junio de 2012

Esa sexy esencia; Capítulo: #4

Capítulo: #4

Gerard conducía tan despacio que el auto parecía deslizarse sobre mantequilla, Frank recostó su inmaterial cuerpo en la silla, de medio lado, sin despegar la mirada del conductor.

“Respiro… es raro, estoy muerto, no debería respirar, ¿Qué pasaría si dejo de hacerlo?”

Pensaba en el incidente de la cortina, en el soplido que dio frente al rostro de Gerard, no lo entendía, ¿cuál era el objetivo de respirar si estaba muerto? Dejó de hacerlo, no aspiró oxígeno, se quedó por algunos minutos descubriendo que no lo necesitaba, que era solo un reflejo de sus días con vida, suspiró profundamente, sonriendo con tristeza, reconociendo que los suspiros no venían de la caja torácica, venían del alma.

Se inclinó hasta poner su cabeza sobre el asiento de Gerard, rozándole el cuello con su frente, hablando cómo si Way pudiese escucharlo

“Siempre has tenido un extraño aroma, sin importar que tan limpio estés apestas un poco, pero no es desagradable, es solo tu aroma… eso creo”

Se detuvo cuando el semáforo de la calle “Prime” cambió a rojo, retiró las manos del volante, encendiendo la radio a bajo volumen, una vieja canción de Pink Floyd comenzaba a sonar, Gerard dejó caer de lado su cabeza en el asiento, sin saberlo había pegado su frente con la de Frank, una reconfortante sensación inundó su cuerpo y sin conocer el motivo, sonrió.

“So, so you think you can tell heaven from hell, blues skies from pain”

- Can you tell a green field from a cold steel rail? A smile from a veil? –

“Do you think you can tell? And did they get you to trade your heroes for ghost? Hot ashes for trees?”

- Hot air for a cool breeze? Cold comfort for change? –

“And did you exchange a walk on part in the war for a lead role in a cage?”

- How I wish… - La extraña sincronización en que venían cantado cambió repentinamente, en el momento justo en que los ojos de Gerard se encontraron incapaces de retener las lágrimas, y más como un lamento que como un canto, continuó – How i wish you were here -

“We`re just two lost souls swimming in a fish bowl, year after year”

Cantó en gritos, cerrando los ojos para no ver más las lágrimas que brotaban de los ojos de Gerard, apretó los labios, se angustió de solo imaginar lo que pudiese estar sintiendo Gerard, sollozó, deseando no sentir más la culpa y el dolor que las pequeñas gotas que se resbalaban por las pálidas mejillas le hacían sentir

-Así es Frank, somos dos almas perdidas nadando en una pecera, año tras año –

Sin notar tan siquiera la estupefacción del fantasma junto a él, Gerard apagó el radio, sin poner en marcha el vehículo a pesar que el semáforo estaba en verde, se inclinó adelante, recostándose sobre el volante

“¿Me escuchaste?”

Preguntó en desesperación, inclinándose sobre el tablero del auto, mirando fijo en los ojos perdidos de Gerard

“¡Respóndeme! ¿Me escuchaste Gerard?”

- Nunca más… - Pronunció en un débil suspiro – Debo acostúmbrame, nunca más volveré a encontrar mi norte en sus ojos –

“No, no me oíste, solo le respondiste a la canción, pensando en mí, al menos piensas en mí”

- ¿Qué fue eso tan malo que te hice Frank, cuál fue el daño que te causé, por qué te quitaste la vida… mi vida? – Se incorporó poniendo el auto en marcha, limpiándose las lágrimas con la manga de su hoodie– Hay algo que no podré perdonarte nunca amor… - Revisó el espejo retrovisor para dar vuelta a la derecha y tomar la autopista, aferrando con tal fuerza el volante que las venas se remarcaron en sus manos, y aprovechando el ruido de los frenéticos autos gritó, con todas sus fuerzas, liberando su angustia - ¡Jamás te voy a perdonar el silencio Frank, nunca, nunca, nunca te perdonaré que callaras! –

“Nunca me viste, es decir… de verdad, siempre estabas buscando algo, siempre dejándome a un lado, siempre ignorando que todo lo que buscabas estaba en mí… yo si hablé, pero no me escuchaste, lloré y no lo viste, se partió en mil fragmentos mi corazón y no pudiste sentirlo.
No Gerard, yo no guardé silencio, fuiste tú quien no quiso oírme”

Se acercó hasta poner con suavidad sus labios sobre la mejilla de Gerard, tomándose el tiempo de sentirle la textura y la tibieza de la piel, juntando los labios para darle un largo beso, uno de aquellos en que el alma se queda adherida a la piel del otro aun cuando se ha dejado de besar.

“Tal como ahora, te niegas a sentirme Gerard”

Regresó al asiento del copiloto, volteándose para no verlo más, sacando la cabeza por entre el metal del auto, dejando que el viento lo atravesara con fuerza. Así se quedó hasta que llegaron a su destino, se fue caminando sobre los pasos de Gerard, sintiendo en su cuerpo las mismas sensaciones biológicas que Gerard sentía.

“Ja, ja, ja, tienes ganas de orinar”

Dentro de la bodega que rentaron y adecuaron como lugar para ensayar estaban los otros miembros de la banda junto al manager

- Casi no llegas Way – Se quejó Ray Toro, estirando ambas manos para recibir las guitarras que Gerard llevaba – Te perdiste de una buena deliberación –

- Había mucho tráfico, empecemos ya –

- Gerard, hay cambios – Bob Bryar se acercó palmeándole el hombro derecho – Brian logró cancelar los shows de todo un mes –

- ¡¿Por qué?! ¿Acaso estamos impedidos para tocar?-

“¡Hey! ¿Qué tal guardar un duelo prudente por mi muerte? Eres el colmo Way”

- Es muy pronto Gerard, no creo que ustedes, ni los fans estén listos, el dolor es muy reciente, lo mejor… -

- ¡Lo mejor es tocar! – Interrumpió al manager con un leve grito – Frank se fue porque así lo quiso, no veo razón para dejar de llevar nuestra vida lo más normal posible –

- Tienes rabia – Mike Way se acercó a su hermano mayor, pasándole el brazo sobre los hombros – Te has negado un tiempo para llorarlo, eso te va a matar hermano –

- Yo no tengo razones para llorar su muerte – Respondió fríamente

“Hazte el duro, nada te afecta, eres superior al dolor… ¿Cuándo vas a quitarte la máscara Gerard?”

- Si quieres, búscate otro guitarrista, yo no pienso tocar, no quiero hacerlo aun – Ray se encogió de hombros, hablando con severidad

-Bien, entonces el debut de Matt en la banda será como guitarrista principal – Miró largamente a Cortez, forzándose por sonreír - ¿Ya celebraste tu “nombramiento oficial”? –

- ¡¿Cómo se te ocurre que voy a celebrar?! – Replicó asombrado – Agradezco la confianza, pero no tengo el ánimo de celebrar, acabo de perder a uno de mis mejores amigos… no puedo, no quiero, no me nace celebrar, y tampoco quiero tocar Gerard, aun no –

Llevó ambas manos a la cintura, rodeando el lugar con la mirada

- Ya decidieron sin mí, está bien, hagan lo que se les da la gana, los entiendo, el “Oops” que Frank dejó en esa carta para ustedes debe ser una palabra cuya profundidad desconozco –

- No seas odioso Gerard – intervino su hermano menor

- Te faltó egoísta, petulante y fanfarrón –

Ray meneó con tristeza la cabeza, encaminándose a la salida, señalando tres estuches con guitarras en el suelo

- Jamia las dejó hace un rato, son las que te prometió, me voy a casa, y tú Gerard, deberías permitirte llorar, la rabia que sientes no soluciona nada –

Uno a uno se fueron yendo, el sonido del vacío se concentraba en la bodega, solo habían un par de amplificadores y algunos estuches con instrumentos, cables y un par de micrófonos, Gerard se sentó recostando la espalda contra uno de los amplificadores, cubriéndose el rostro con ambas manos, murmurando palabras incomprensibles, Frank se arrodilló frente a él en completo silencio, intentando entenderlo sin lograr darle una explicación; Tal como en vida, en muerte Gerard siempre era un misterio para él.

“Sientes deseos de llorar, pero no quieres hacerlo, ¿Por qué esa coraza Gerard, antes no eras así, te aprovechabas de cualquier pequeñez que te afectara para escribir una canción, hacías drama de simplezas, y ahora, te niegas a reconocer el dolor?”

Extendió las manos acariciando con el dorso las manos de Gerard, fregando suavemente, desconsolándose cada segundo que ese toque no era sentido por Way, dejó de hacerlo solo para acercarse más, rodearlo con las piernas y abrazarlo con fuerza procurando no atravesarle el cuerpo, recostó la cabeza sobre el hombro de Gerard, suspirando quedamente

“¿Cuándo vas a notar que estoy contigo?”

- Basta Frank, por favor… sí es qué eres tú… vas a lograr que me dé un colapso nervioso -

No hay comentarios:

Publicar un comentario